En la perfecta armonía del hogar (o casi...)

Dios... Eso había sido demasiado excitante. Se separó de él, contemplándole.

-No te detengas. - Le ordenó, sin despegar su mirada de lo que hacía el pequeño. Empezó a desabotonarse la camisa, quitándosela sin mucha ceremonia.

Se desabrochó el pantalón, ansioso de liberar su erección, que en esos momentos, se sentía demasiado aprisionada...

Finny asintió y lo miró, entre confuso y curioso. Cuando el mayor comenzó a desnudarse, no pudo evitar observar su cuerpo mientras se acariciaba a si mismo, mordiéndose el labio inferior con fuerza y emitiendo de vez en cuando algún que otro gemido de placer.

El cuerpo de Ephram le pareció hermoso, lindo.

- ¿A-así? - Preguntó al fin, acariciándose más.

Le miró, más que excitado por lo que oía y veía.

-Sí, está perfecto así...- Empezó a quitarse los pantalones, quedando sólo en ropa interior. -Dios Finny...me calientas tanto...- No pudo evitar decirle, jalándolo hacia arriba para besarle con hambre. -Mira como me pones...- Tomó la mano del menor y la colocó sobre el más que visible bulto entre sus piernas, haciéndole que le acaricie sobre la fina tela; "mostrándole" el estado en que le había dejado...

El menor dejó que Ephram guiase hasta allí, notando el miembro de él ya hinchado y caliente, duro.

- ¿Eso es por mi? - Dijo abriendo los ojo y mirando con descaro hacia la erección de este, acariciándole como Ephram le indicaba, sin pudor ninguno.

Gimió bajo, con gusto, al sentir al pequeño tocándole de esa forma tan provocativa.

-Sí, sólo por ti...- Se clavó ligeramente los colmillos en el labio. -¿Quieres ver? -Le propuso sin siquiera un rastro de pudor, sólo deseo.

El pequeño asintió y el mismo le bajó poco a poco los boxers, sin pudor ninguno ya que nadie nunca le había explicado lo que era todo aquello. Liberó el miembro de Ephram, que se elevaba erecto y orgulloso.

Lo tocó con la yema de un dedo, con suavidad, casi miedo.

- Si te toco... te sientes raro tambien? - Le preguntó casi en un susurro.

Tan inocente... Pensó divertido, pensando en lo puro que era ese niño...

-Sí..- Le contestó, con más ansiedad y lujuria en la voz de lo que le hubiera gustado admitir - Se siente muy bien...

No despejó sus ojos del pequeño. -¿Te gusta? - Le preguntó, sin aclararle si se refería a su propio cuerpo o al hecho de estar tocándole. Cualquier respuesta le gustaría, los indicios de la inocencia de Finny le excitaban más...

Finny rodeó la erección de Ephram con su mano, imitando las caricias que se había dado a si mismo, suspirando ante las que recibía del mayor. COmenzó a masturbarle despacio y con suavidad. No supo a que se refería la pregunta de Ephram y dió por sentado que le preguntaba si le gustaba acariciarle.

- Es suave.- Se rió jugueton.

Se rió bajo y negó. Ya habían llegado a un punto de no retorno. Le deseaba demasiado y no descansaría hasta hacerlo suyo.

-Ven...Volvamos al cuarto.- Le dijo suave. Sin embargo, no le dió ni el tiempo para ponerse de pie, lo cargó el mismo y lo llevó rápidamente hasta su habitación.

Lo recostó en la suave cama y le besó el cuello, acariciandole la cintura suave.

Finny agradeció sentir el suave y cálido colchón bajo su espalda, pues el suelo estaba muy frío y ya comenzaba a dolerle.

Primero estiró su cuallo pensando que iba a morderle, para dejarle más acceso pñero vió que se contentó sólo con besarle. Suspiró y buscó sus labios para besarlo, ya cogiéndole la practica a aquello, a pesar de que no había sangre que compartir... era divertido y agradable rozar su lengua con la de Ephram.

- Ephram...- Le volvió a llamar, casi con urgencia.- Quiero más mimos..

Le respondió aquel beso gustoso, le había sorprendido un poco lo rápido que había aprendido Finny a hacer aquello, pero estaba más qeu complacido por ello...

Escucharle pedir aquello, fue otro detonante.

-Mm...-Tomó a Finny por la cintura e invirtió las posiciones, dejando al pequeño recostado sobre su cuerpo. - ...¿así?... -Le preguntó, frotando su propia erección contra la del pequeño, disfrutando de aquellos sumamente placenteros roces...

Finny gimió ligeramente, cerrando sus ojitos. Asintió despacio y volvió a abrirlos, llevando las manos para apoyarlas en el pecho de Ephram.

- Esto me gusta mucho.- Dijo a pesar de que ya lo había dicho varias veces antes... ¡Pero es que estaba abrumado por todas aquellas nuevas sensacioones! - Quiero que me des mimos asi siempre!

Sonrió ante aquella petición.

-Por mí...podemos estar así todos los días, toda la vida, Finny...- Le acarició la espalda, y aumentó la velacidad de la fricción entre sus cuerpos. - Te haré mío todas las veces que sea necesario...¿quieres ser mío, Finny? - Le preguntó mirándole a los ojos con intensidad.

- ¿Tuyo? - Preguntó el menor, sin saber cómo se podía ser de alguien. Gimió ligeramente y no pudo contenerse de morderle el hombro con suavidad, clavando sus colmillitos en él.

- ¿Como se hace? Yo quiero ser tuyo, me gustas mucho.- Declaró, lamiendo el hombro de Hebram, recogiendo la sangre que emanaba de la herida.

- Mío.. - Repitió. Gimió bajo al sentir la mordida y le clavó lieramente las uñas en la cintura, apenas marcando la piel.

-Te enseñaré a ser mío, Finny...- Le aseguró, moviéndole la cintura para profundizar los movimientos.

Sólo mío... Pensó posesivo. Nadie tendría derecho de tocar al vampirito nuevamente. Nadie.

Finny suspiró al sentir las uñas que se incrustaban en su piel, aunque no le hirieran y lo observó, sonriente, dejándose hacer por Ephram.

- ¿Y tu seras mio tambien? - Le preguntó entre ilusionado y curioso, jadeante.

Sonrió divertido por aquella pregunta e inocencia.

-Sí...- Le contestó a medias, en cierta forma sería suyo. - ¿Estás dispuesto...a hacer lo que sea por mí? -Le preguntó mirando aquellos ojitos amarillos tan brillantes... Se preguntó internamente que carita pondría Finny cuando se retorciera de placer en sus brazos. El simple hecho de imaginárselo le calentó más...

Llevó nuevamente sus manos a la baja espalda de Finny y siguió acariciándole allí, descendiendo más sus manos, llegando hacia aquella parte del cuerpo del pequeño que tanto le gustaba.

Finny se estremeció bajo las manos de Ephram y lo miró a los ojos, asintiendo despacito ante la pregunta que este le había realizado.

- Ya te lo dije, me gustas y quiero ser tuyo.- Le dijo con esa vocecilla dulce que tanto le caracterizaba, rozando suavemente el hombro de Ephram con la llema de los dedos para curarle casi en el acto.- ¿Tengo... tengo que hacer algo más?

Le sonrió y llevo una de sus manos al rostro de Finny. Le acarició con suavidad una mejilla, para luego rozarlos contra sus labios.

-Lame mis dedos.- Le ordenó. Su deseo había llegado hasta tal punto que su entrepierna punzaba, demandando atención.

Finny no entendía que tenía que ver eso con el hecho de ser de Ephram, ese día estaba aprediendo muchísimas cosas nuevas que desconocía por completo.

Abrió su boquita obedientemente y recibió los dedos del mayor, lamiendolos con avidez humedeciéndolos por completo para que el otro viera que era bueno cuando quería y que sabía portarse muy muy bien.

Se relamió los labios, mirándole hacer aquello.

-Buen chico...- Le felicitó, sin dejar de observarle. Cuando consideró que sus dedos ya estaban lo suficientemente lubricados, los separó de la boca del pequeño...

Volvió a pasear sus manos por la espalda y cintura del pequeño, descendiendo con caricias cada vez más atrevidas, hasta llegar a su objetivo. Le separó suavemente los gluteos y acaricios con los dedos húmedos la estrecha entrada del vampiro.

-Esto va a sentirse raro...y un poco molesto...pero serás mío...

Finny no se sentía raro por el momento.... De hecho estaba feliz, Ephram le había dicho que era un buen chico y aquello para él había sido genial. ¡Eso significaba que se estaba portando bien y que el otro estaba contento!

Rió alegre, los dedos de Ephram le hacían cosquillas con aquellas caricias.

- No es molesto, hace cosquillas.- Le indicó.