En la perfecta armonía del hogar (o casi...)

Suspiró largamente y le abrazó unos segundos.

-Bueno, ya. - Se separó algo - Ve a mirar televisión o dormir un poco en lo que arreglo tus desastres. - Le pidió.

Finny negó con la cabeza volviendo a morderse lñas uñas.

- ¿te puedo ayudar? - Le dijo con timidez y con toda su buena intención, aunque no tenía ni idea de como hacerlo y probeblemente acabaría armando aún más desastre.

Le tomó la mano.

- No te muerdas las uñas. - Le miró después. Ese niño tenía demasiados cambios de humor, pero se le había antojado algo tierno.

- No te preocupes, puedo hacerlo solo, no es gran cosa. - Le miró recobrando su postura inexpresiva.

FInny asintió y decidió que entonces miraría cómo él arreglaba las cosas. Ni si quiera sabía lo que era una televisión así que no tomó en cuenta aquella invitación que el vampiro le había hecho. Suspiró y se miró primero la mano, y luego al vampiro.

- ¿Por qué no puedo morderme las uñas? - Dijo entonces.

- Sólo no lo hagas. No está bien. Además se te pueden deformar las uñas. - Le contestó, yendo hasta al baño y midiendo el daño que había en el lugar.

- No vuelvas a tirar una puerta, ¿bien? - Empezó a colocarla nuevamente y miró al niño de reojo. Le sorprendía un poco que hubiera sobrevivido solo hasta ahora...

Lo siguió en silencio, observándolo con curiosidad y cuando Ephram se puso a mirar la puerta se sentó en el suelo, abrazándose a las rodillas.

- Es que me habías encerrado.- le dijo encogiéndose de hombros.

Suspiró y se detuvo unos segundos, para mirarle.

- No iba a a dejarte allí, sólo había ido por algo de ropa - Le explicó.

Tampoco me imagine que le tuvieras miedo a estar encerrado...

- No voy a dejarte encerrado, Finny, pero hay veces que tienes que cerrar la puerta. Cuando te bañes o te cambies de ropa por ejemplo.

Finny negó con la cabeza, mirándolo con miedo y se encogió aún más.

- No quiero.- Dijo con una mezcla de tono triste y caprichoso.- ¿Por que tengo que ahcerlo? Me gusta tener la peurta abierta.- Le dijo aunque en realidad tampoco había tenido casa para comprobar cómo quería tener la peurta.

Volvió a suspirar. Notó que últimamente estaba haciendo aquello bastante seguido. Dejó lo que hacía y se agachó para quedar a la altura del niño arrodillado.

- Supongo que será dificil para ti. No sé lo que has vivido o atravesado, pero tienes que superarlo y aprender las normas básicas de convivencia, ¿bien?. Ya no estarás solo, recuerda que también estaré aquí...

Y no puedo tenerte desnudo por la casa...por el bien de los dos...

Finny lo miró con tristeza y suspiró, bajando la mirada al suelo y moviendo sus piesecitos.

- Pero no quiero de verdad.- Repitió, cuando algo se le metía en la cabeza era casi imposible quitárselo. Empezó a rascarse los ojitos y dió un pequeño bostezo.- Tengo sueño.

Ni hablar...tendré que convencerlo luego...

Se puso de pie. - Ve a acostarte entonces - Le tendió la mano, para ayudarle a levantarse. Sería dificil tener a Finny en casa, el chico era terco y caprichoso, pero le agradaba algo...

Cogió su mano aún rascándose los ojitos y se puso en pié, agarrándosele de la camisa.

- ¿No vienes conmigo? - le preguntó con un pequeño puchero, y espero la respuessta espectante. No pensaba echarse a dormir solo en aquella habitación tan grande.

Negó mirándole de reojo.

- Iré en un rato. Primero tengo que terminar de acomodar las cosas. - Le contestó. No le gustaba dejar para mañana lo que podía, y sentía que debía, hacer hoy. - No cerraré la puerta - Le advirtió, para que no se asustase.

Finny asintió al final y lo soló, sintiéndose muy desgraciado por tener que dormir solo. Caminó por el pasillo y entró a la habitación, quitándose la camisa negra antes de meterse entre las suaves sábanas aún revueltas por el jaleo de antes.

Suspiró y acarició las sábanas pensando que eran muy suaves. Le gustaban muchísimo las cosas suaves así que no pudo repirmir una sonrisita.

Él se tomó su tiempo en arreglar la casa, dejó todo en perfecto estado y hasta se dió una rápida ducha antes de volver a su cuarto. Suspiró al ver la mitad de su ropero en el suelo y guardo prenda por prenda, pensando que debería mandar a planchar más de una.

Miró de reojo al niño en la cama y se sonrojó algo al notar que no tenía puesta la camisa. Desvió lamriada y se acercó a él, acobijandole bien.

Y se ve tan tranquilo así... Le agradó verle dormir, era perfecto. Tranquilo, silencioso...

Se cambió de ropas, a unas más ligeras, cerró la puerta recién colocada y se acostó en el pequeño sofá que tenía en su cuarto. Se le hacía algo incómodo, pero no había opción, cerró los ojos y se durmió ahí...

Finny no tardó demasiado en volver a despertarse. Abrió los ojos en la oscuridad de la amplia habitación y miró a todos lados, medio asustado. No le gustaba la oscuridad y encima no vió a Ephram a su lado. Lo bbuscó con la mirada y lo vió allí dormido en el sillón.

Silenciosamente se bajó de la cama y con cuidado se hizo un huequito entre sus piernas, para ovillarse allí y sentir el calor de otra persona.

Él, en cambio, no despertó, es más, le rodeó con sus brazos y le atrajo contra su cuerpo. Durmió tranquila y cómodamente por varias horas, sintiéndo que a pesar del lugar, había descansado realmente bien.

El cálido aliento del pequeño vampiro en su cuello le hizo darse cuenta de que no estaba precisamente solo. Abrió los ojos algo escandalizado y le miró...

¿Cuándo...? Se quedó algo tildado, mirando el rostro durmiente del menor, Finny le pareció aún más lindo que el día anterior...

Finny se removió en sus brazos y abrió un poco los ojos y le dedicó una sonrisa aún con el sueño reflejado en sus ojitos. Bostezó con suavidad y volvió a esconder la cabeza en el hueco de su cuallo, acomodándose mejor sobre él.

- Buenos días.- Murmuró medio dormido.

Tragó saliva y se mordió ligeramente el labio antes de contestar.

- Buenos días... - Se sintió algo apenado por tener al chico acostado tan plácidamente sobre su cuerpo. Intentó no pensar sobre eso...

Finni, ya más despuerto, se incorporó un poco para situarse más comodo sobre Ephram, sentándose con una rodilla a cada lado de sus piernas para estar frente a él.

- ¿por qué no dormiste en la cama? - PReguntó dando otro pequeño bostezo.- ¿te daba miedo la cama?

Esta vez, tuvo que forzar a su mente el permanecer en blanco al tener al niño en esa postura sobre su cuerpo...

Por Dios...

Se sonrojó, algo nervioso y le costó contestarle.

-N.no fue...eso...- Se qeudó en silencio y no pudo evitar fijar su mirada en las caderas del menor, justo allí donde se pegaban a las suyas...

FInny esperó un ratito a que respondiera pero el vampiro se quedo callado, como siempre, y el menor comenzó a impacientarse. Dió unos pequeños botes sobre él, zarandándole un poco los hombros.

- ¿Entonces por queee?

Gimió bajo al sentirle moverse sobre tan sensible área. Se sonrojó a más no poder y se separó del pequeño como si le hubiera dado una descarga eléctrica. Balbuceó algo inintengible y se apresuró a salir del cuarto.

Maldijo por lo bajo a su cuerpo por ser tan...débil...

Finny se quedó descolocado allí en medio del cuarto, solo y desnudo. No había entendido aquella reacción pero por el ruidito que había hecho Ephram temió haberle hecho daño. Se llevó la mano a la boca para modrse las uñas y lo buscó por el pasillo en silencio, confuso.

Se había recargado contra la puerta de la cocina, del lado de adentro, muy apenado y sin poder borrarse la imagen del niño desnudo sobre su cuerpo...

Se mordió fuerte el labio, sin importarle si le sangraba un poco.

Soy un pervertido... Cerró los ojos, intentando controlar su temperatura corporal... De repente tenía tanto calor...