En casa [priv/Zafir]

En apenas treinta minutos habían llegado ya a casa. Jacob se bajó en primer lugar de su auto, sin volver a ponerle el collar, pues suponía que el joven esclavo le seguiría sin necesidad de violencia, lo cual en cierto modo le aliviaba... no quería emprenderla a golpes con él, porque no se medía y podía dañar muy seriamente su propiedad.

Se trataba de una mansión considerablemente grande, aunque bastante discreta... a Jacob le gustaba el lujo, pero le parecía una idiotez tener que mostrarlo a todas las personas que pasaban por la calle. Contaba con tres plantas y dos jardines, uno exterior y el otro interior, en el que solía pasear para relajarse.

Dos criados le esperaban en la puerta de la mansión, sonriendo con nerviosismo ante la llegada del amo de la casa. El vampiro casi ni les miró; le dolía un poco la cabeza después de los negocios del día. De hecho, llevaba demasiadas semanas durmiendo mal y trabajando muchas horas... eran demasiados problemas y preocupaciones, aunque amase su trabajo. Quizá Zafir fuese un buen y tranquilo entretenimiento...

-Esta es tu nueva casa -anunció, con un tono bastante más amable, ya que estaba de mejor humor.

Entraron en el salón, donde Jacob dejó desorganizadamente su abrigo y las dos espadas que solía llevar encima, aunque no se deshizo del puñal y la pistola... era una costumbre suya, la de ir siempre armado.

-Ahora subiremos y te buscaré algún sitio donde puedas descansar... salvo cuando vengas a mi habitación, claro.

-pero si los maltratas*pense a mis adentros pues en verdad muchos humanos son lastimados, en eso veo que el chofer se deetenia ahora estaba nervioso, sali despues de mi amo y mire como dijo mi amo, mi nueva casa aunque nunca me gustaba las casa enormes y me incomodaba, espera y si tenia que limpiar la casa entera, bueno al menos una escucas para no ver a su amo*

*entramos a la salon y veia que ni se molestaba en poner su abrigo en un sofa o un perchero y las espadas deberian estar en la mesa, estaba como confundido y ala vez como que otras buenas escusas en mi lista*

-no entiendo amo*decia pues a mi me gusta dormir solo pues siempre era el que obliga amis padresa dormir juntos y yo los cuidaba porque a mi padre lo veia triste y mi madre enferma*

No prestaba demasiada atención al esclavo, aunque había advertido su confusión; en realidad, estaba tratando de recordar si había ordenado que limpiasen o no la habitación del último chico que había tenido como esclavo...

Suspirando, hizo una seña al muchacho para que le siguiese escaleras arriba, tras lo que se lo pensó mejor y le sujetó del hombro... de alguna manera, le gustaba la idea de mantenerle así, cerca de él. Su suave voz le sobresalto ligeramente... no había esperado que dijese nada, pero la inocente pregunta le hizo sonreír.

-¿De verdad piensas que he comprado un esclavo tan bonito para no disfrutar de él? Zafir... dormirás en mi cama cuando yo desee, ¿lo has entendido? No voy a hacer que te estropees esas manos tan bonitas limpiando el suelo o algo así, para eso tengo otros sirvientes... Te quiero a mi lado, ¿comprendes?

Llegaron al fin a la segunda planta y el amo de la casa se detuvo un momento... una pequeña amnesia, como buscando el famoso cuarto.

-que!!!! *pense algo sorprendido, era extraño y a la vez raro que acaso no tenia novia o esposa, porque me pediria a mi dormir con el?*

-pues.. si lo desea amo lo hare*decia algo apenado, nunca me gustaba dormir acompañado pues no le gustaba acercarse a nadie*

*nos detubimos porque mi amo estaba buscado algo, aunque no se si sera mi cuarto o el de el; yo que queria dormir y desahogarme un rato, veo que no sera posible*

Advirtió la sorpresa en el chico, sonriendo al instante... ¿de verdad era tan inocente aquel esclavo? ¿No se le había ocurrido siquiera que quisiera llevárselo a la cama? En el fondo, pensaba que ya lo habrían tomado varias veces... se decían muchas cosas de lo que los traficantes de esclavos hacían con los chicos especialmente bonitos.

Pensaba todavía en eso cuando llegaron a un cuarto bastante sencillo, pero sin embargo situada en la misma planta que la habitación de Jacob. El vampiro abrió la puerta y permitió entrar al joven esclavo en aquel cuarto, que contaba con una cama estrecha, un pequeño ropero y una mesa vacía, con una ventana que dejaba entrar la luz, aunque estaba cerrada con barrotes.

-En el ropero hay algunas prendas. Toma algo limpio y ven; quiero que te bañes antes de cenar.

*entre a la habitacion, al menos era sencilla, acenti al momento buscando algo con que ponerme, al final encontre una camisa blanca, un pantalon negro, mas otras cosas pues necesitaba bañarme, aunque el baño podria servirme para desahogarme, ademas no creo que el amo me pida bañarme con el, porque sino tendria que buscar un lugar para desahogarme*

-ya tengo mi ropa, me ire a bañarme enseguida amo*decia mientras esperaba que me dijera donde puedo bañarme, yo no podria utilizar el baño de mi amo porque se enojaria conmigo y no quiero enojarlo, aun me daba miedo*

Se quedó en la puerta, esperando pacientemente a que escogiese algo de ropa, aunque todo lo que había en el ropero era sencillo... asintiendo, simplemente, al verle tomar los pantalones negros y la camisa blanca.
-Ven conmigo.
Lo dijo con voz suave, realmente la voz más amable que había sabido poner en todo aquel día, pensando dónde podría bañarse el chico. Se le ocurrió llevarle a los baños de los esclavos, pero eran realmente miserables, ni siquiera había agua caliente. Por alguna razón, quería que se diese un baño agradable... quizá así se calmase un poco.
Por ello, le guió hasta el baño de la habitación de los invitados, casi tan elegante como el suyo propio.
-Aquí tienes todo lo necesario. Te dejo solo, pero vendré en un rato, ahora tengo que arreglar unas cuantas cosas.
Y, sin más, se marchó a echar un vistazo a unos papeles que debía firmar.

-si amo*decia mientras lo seguia al baño de invitados, miro el baño que no me guso pero queria urgente un baño*

-esta bien amo*decia mientras entraba al baño y cerre la puerta pero no le heche llave y seguridad, pues de seguro se demoraria, abro la perilla de la ducha y salia agua caliente, suspire relajado nesecitaba relajarse y... no era momento de relajarse, estaba aqui porque esos lo secuestraron, no estaba de vacaciones aunque tendria miedo pues papa me decia que si me hicieran algo que no me gusta, debo tomar mis pastillas, aunque no sabia el porque pues mi padre me lo decia porque si lo hacia no me arrepentiria*

-que baño tan relajante!!!*decia mientras me enjabonaba el pelo con shampoo y luego el cuerpo con jabon*

Tomó asiento en el despacho anexo a su habitación, suspirando, leyendo las cartas que le habían enviado y la última amenaza de asesinato, de esas que le llegaban todas las semanas. La tiró directamente a la basura, mientras leía atentamente los dos 'trabajos' que se le encomendaban... relativamente fáciles, tan sólo había que eliminar con discreción a un par de importantes empresarios.
En el mercado negro, todo iba bien... vio en mi agenda que al día siguiente uno de sus proveedores principales acudiría a la casa, para mostrarle nuevos modelos. Sí, todo marchaba bien.
Algo más relajado, se levantó y acudió al baño de invitados, viendo que el chico seguía tomando su ducha, por lo que decidió no interrumpirlo y se quedó sentado cerca de la puerta, sabiendo que era imposible que le viese.

*seguia bañandome, no sabia que alguien estaba en la puerta pues la caida del agua era algo fuerte y no se escuchaba nada, empeze a quitarme el shampoo del cabello pues me gustaba el color de mi pelo ademas siempre he querido conservarlo largo, al terminar continue con sacarme el jabon en todo el cuerpo, este sitio era tranquilo me volteo de espalda para que el agua cayera en mi cuello, al hacer di un quejido, pues las heridas aun no cicatrizaban, ardian demasiado pero tenia que resistir*

Sonrió al verle bañarse... En cierto modo, le gustaba contemplarle realizando una acción como aquella, porque parecía mostrarse como era, sin aquel temor y angustia en los ojos. Sí, era realmente una forma muy diferente de contemplarle.
Tomó una toalla y la dejó cerca de la ducha, para cuando el chico saliese, sintiéndose algo confundido... ¿por qué quería ser amable? Era extraño en él, pero se sentía algo más tranquilo y, por suerte, sin aparentes ganas de necesitar un cigarro de nuevo.
Suspiró, pensando si debería abrir la puerta de la ducha, pero después se le ocurrió que quizá el chico se asustase por ello y acabase haciéndose daño... en un baño era fácil resbalar, y él no había pagado dinero para que su nuevo esclavo acabase rompiéndose el cuello por accidente.

*salgo de la ducha, cierro la perilla y en eso empiezo a buscar toalla, estaba nublado el espejo algo mojado pues se veia mi sombra algo borrosa*

-no encuentro la toalla, donde estara?*decia mientras intentaba buscarla, tenia al cuerpo mojado y el pelo, el vapor hizo que mis mejillas se tiñeran de rojo claro*

-ahh!!!*en eso sin darme cuenta resbalo pero por suerte no era fuerte, pero quede con mis manos y las rodillas en el suelo como un gato*

Estaba sentado todavía, perdido en sus pensamientos, cuando sintió abrirse la cortina de la ducha. No se molestó en mirar; tampoco era que quisiese intimidarlo mirándole en ese momento, aunque tendría que acostumbrarse.
Se sobresaltó a escuchar su caída, pensando que quizá se habría hecho daño y maldiciendo mentalmente al chico por su torpeza... aunque, realmente, él no había tenido la culpa, cualquiera podría resbalarse en el baño.
Se levantó y lo tomó en brazos, sin mayores problemas, pues era muy ligero para él. De este modo, le transportó hasta la cama de la habitación de invitados, regresando al baño a buscar el botiquín.
-¿Te has lastimado? Dime donde te duele.
Jacob jamás había sido así de amable con alguien y, en cierto modo, era un buen cambio.

*al ver quien entraba estaba asustado* lo siento amo *decia pero veo que me abraza y me lleva a la habitacion de invitados y me dejo en una cama*

-no se preocupe por mi amo, estoy bien*decia mientras me ocultaba con una frazada, nunca me gusto preocupar a nadie, estaba apenado y miraba a la pared porque me abria visto desnudo, y me abrazo, no me gusta que me toquen* solo me resbale sin fijarme, hubiera abierto una ventana para que el vapor se disipe y pudiera ver a donde voy, perdon por ser torpe amo

Le acarició el cabello, escuchando las disculpas, dándose cuenta de que Zafir no estaba precisamente bien, ya que tenía una herida en la rodilla izquierda que dejaba manar sangre... detectó esto inmediatamente, a causa de su agudo olfato.
-La próxima vez, debes ser más cuidadoso.
No lo dijo de forma dura o con molestia, sino con un tono neutro y suave, mientras tiraba de la frazada hacia abajo.
-Vamos, no seas tan tímido, deja que te vea.
Le miraba con expresión seria, lo que le daba un aire menos cruel que de costumbre. Buscó en el botiquín una gasa y desinfectante... no quería lamer la herida, aunque así la hubiera sanado inmediatamente, pues sabía que, de probar otra vez la sangre, no podría controlarse.

-porfavor amo estoy bien*decia asustado, si tenia que curarme hubiera esperado a que me ponga algo encima, mi amo es muy extraño, porque me ayuda..porque.. no sabe que esto me molesta, recogi mis piensa y abraze las dos, escondi la herida de mi rodilla con mi mano izquierda*

-con agua se quitara no es nada grave amo, puedo curarme solo*decia mientras lo miraba con miedo en mis ojos*

Suspiró, mirándolo contrariado, con la gasa en una mano y el desinfectante en la otra, enfadándose por momentos. Su buen humor y amabilidad desaparecían, y eso se reflejaba en su rostro, pero intentaba que no se le notase... aunque en verdad estaba empezando a sentirse furioso. ¿Por qué, ahora que le trataba bien, seguía asustándose así...? A Jacob le costaba entender esas cosas.
-Si digo que quiero curarte, debes tomarlo como una orden. Así que cálmate y muéstrame la rodilla... Y ya puedes ir acostumbrándote a que te vea desnudo... tu cuerpo es mío, así que no tienes ningún derecho sobre él.
Le había sido sincero, diciendo lo que muchos amos, por pena o remordimientos, jamás hubieran dicho a un esclavo.

-yo..*no queria obedecerlo, quiero escapar de aqui porque... porque no me gusta esta isla, quiero... quiero irme y saber que eso era una pesadilla, que nada de esto es real; esos recuerdos de una habitacion oscura, fria, veia mis manos lastimadas, acaso intentaba escapar, no recordaba ese lugar pero si lo que paso*

-si amo*decia bajando la mirada, no queria mirarlo porque despues empesaria a llorar y asustarme, porque tenia que recordar esas pesadillas de lo que me paso*

Le acarició la mejilla al verle tan asustado y retiró lo que le cubría, intentando no mirarle muy fjamente y evitando tocarle.
-¿Ves? No pasa nada... No voy a hacerte daño.
Después echó un poco de desinfectante en la herida de la rodilla y la cubrió con gasas. Limpió suavemente las del cuello e hizo lo mismo, aunque hubiera preferido morderle allí mismo. Sin embargo, sabía que si hacía eso el chico sufriría una crisis debido al terror... y quería que se tranquilizase, no servía de nada tener un esclavo para relajarse cuando el esclavo estaba demasiado asustado como para mirarle.
-¿Por qué te da tanto miedo que te vea desnudo? ¿Es la primera vez que alguien te ve así, sin ropa?

*no decia nada, solo ignoraba como me acariciaba la mejilla; veia como me curaba la rodilla y luego el cuello*
-ah.. du..duele..*decia mientras sentia el ardor en mi cuello, hasta que escuche la pregunta de mi amo y en eso estaba recordando, esos recuerdos le revelaron algo mas extraño*, si amo, en japon unos secuestradores me tomaron a la fuerza, me golpearon y me lastimaron porque parecia lindo y me empezaba a quitarme la ropa, no podia defenderme pero por suerte vio la policia y ami me llevaron al hospital*decia mientras me preguntaba, porque le estaba contando a el, no confio en nadie*

Le colocó una gasa en el cuello, esperando que de algún modo frenase el exquisito olor a sangre, pues no estaba seguro de ser capaz de contenerse, teniendo en cuenta que nunca se había esforzado en hacerlo.
-Es que en verdad eres lindo...
Murmuró, un poco distraído, frunciendo el entrecejo al escuchar la historia. Para el chico aquellos recuerdos parecían resultar traumáticos. En cierto modo, Jacob le comprendía, aunque tampoco del todo, porque él había provocado más de una vez sufrimientos como ese.
-Y esos hombres... ¿llegaron a hacerte suyo? Tienes una mirada muy inocente... pensé que quizá yo sería el primero en tomarte... Le miró, con una suave sonrisa, como quitando importancia a lo que estaba diciendo-. ¿Qué pasó tras llevarte al hospital?

*ignoraba lo que me dijo, no era lindo ni nada asi, siempre creia en la belleza interna eso es lo que le atrae pero lo fisico nunca me intereso*

-en verdad no, me habian lastimado tanto que les encantaba verme sufrir asi que no me hicieron nada que me lamentaria y vino la policia, en el hospital solo me curaron las heridas*mentia pues no queria que supiera lo que paso despues de curarle las heridas, porque tanto interes en tomarme, eso solo hace un chico y una chica, todo es asi porque la familia forma dos personas de sexos diferentes*

Le acarició otra vez la mejilla, tapándolo con la cobija, porque tampoco le parecía que debiese incomodarlo... no si quería escuchar el final de la historia. Y es que llevaba siglos torturando y matando personas... a las que a veces debía obligar a darle cierta información, así que poseía una habilidad especial para detectar la mentira.
-Eso no es cierto. Pasó algo tras la llegada al hospital, ¿verdad? No me gusta que me mientas pero, como es la primera vez, no te castigaré.
Suspiró, mirándole con una cierta furia en los ojos, sin comprender él mismo por qué no le había castigado por la mentira, cuando esa vez sí que lo merecía. Pero, realmente, tenía mucho más interés en escuchar la verdad.

-no puedo decirlo y si tanto te enojo por mentirte entonces castigame porque no se lo dire no quiero decirlo es personal para mi*decia sustado pues era mejor ser castigado a que decir la verdad, si tenia que mentir para ocultar su secreto pues lo haria, ademas ese asunto es mio y el no es nadie para mi, solo un amo a que tengo que obedecer o desobedercele a veces*

*cerre los ojos con miedo, pues sentia que mi amo estaba enojado conmigo pues ademas en estos momentos queria morir*

Estaba empezando a sentirse muy confuso, realmente... no entendía por qué el chico, que se había mostrado tan obediente, ahora estaba dando tantos problemas. Lo abofeteó violentamente, dejándolo tumbado sobre la cama, y le apretó el cuello, lo justo para no ahogarlo pero de manera que él llegase a tener miedo de morir.
-Vas a decirme la verdad... O, si lo prefieres, empezaré a especular... Quizá vendiste tu cuerpo para obtener más dinero... a lo mejor te prostituías, y en eso te secuestraron y te hicieron daño, ¿no? Es una opción. Quizá eras tan miserable que te vendiste tú mismo a los mercaderes de esclavos. ¿Quieres que piense que te gusta que te trate así... ? Por que yo no quiero un esclavo sin honra... así que, si no me dices algo que me convenza, quizá te dé aquí mismo lo que mereces y te venda al dueño de un burdel -Gritó, apretando más fuerte-. Dime la verdad... tengo derecho a saberlo.