De regreso a casa (priv/alex)

Krist iba medio dormido en el coche negro de regreso a casa. Estaba agotado, y no era para menos despues de los intensos cambios que su cuerpo estaba sufriendo. No entendía mucho como funcionaba aquello a decir verdad, pero una cosa estaba clara: era un vampiro.

Sentía la garganta seca, ardiendo y sus colmillos habían crecido. No podía dejar de tocarlos con la lengua, tratando de hacerse a la idea de que realmente estaban ahí, que no había sido un sueño.

El coche no tardó en parar ante la gran mansión y el menor se incorporó, sin dejar de pensar en todo aquello.

*Manejaba el auto con tranquilidad, internamente; pues la velocidad era bastante rápida. El carro se detenía, con anticipo para que no se pasará,apagando el automóvil.
Volteaba a ver a Krist de reojo; no sabía como lo tomaría el pequeño; el controlar los instintos, los deseos, la sed...sería dificil para un novato como el pobre huma...no...para el Vástago.*

-Descanza...

*Abrió la puerta y salió del auto, caminando rodeando el mismo vehiculo para llegar a donde estaba el copiloto, abriendo la puerta cargaba a Krist en brazos, para llevarle a donde la mansión, cerrando el auto con un golpe de su pie.
Llegaba al tiempo que las puertas se abrían, dando paso al Vampiro con su pequeño, los esclavos observaban, unos temerosos que el chico estuviese seriamente herido y por ello Alex le cargará...pues era sumamente raro que el Vampiro cargará a un sirviente.
Sin más, se dirigió a su cuarto; si...aquel cuarto que siempre aprovechaba y compartía con el pequeño, y ahora; con más razón.
Dejó al pequeño vástago en la cama y se sentó a su lado, dedicandose a guardar silencio y acariciar suavemente el cabello de el menor, esperando tranquilamente que este cobrase la conciencia nuevamente.*

El menor se había dejado cargar todo el camino, siendo apenas consciente de ello. Sólo se había abrazado a su cuello, respirando pesadamente como si estuviera dormido, aunque no era así. Podía sentir el aroma de su amo, ahora más que nunca, pues sus sentidos se habían intensificado.

Entreabrió los ojos por el camino y aferró aún con más fuerza a Alex ante la vista de su cuello, sintiendo que la garganta le volvía a arder.

Cuando éste le echó en la cama Krist se encogió, jadeante.

- Me duele la garganta...- Susurró.

*Miró al menor fijamente, sin dejar de dar aquellas caricias a su cabello, lentamente llevaba la mano libre a donde el cuello propio, tomando aquella gargantilla que siempre usaba, la retiraba lentamente dejando ya visible bien su cuello; mostrándolo a el menor.*

-Si...arde por que esta sedienta...recién despiertas los sentidos se te alocarán...tendrás sed y ninguna bebida te calmara, el hambre, aunque la tengas, note servirá...ahora solo la sangre podrá satisfacerte...

*Se acercó suavemente al menor, dejando apenas centimetros de separación entre su rostro y el ajeno.*

-Si quieres saciar esa sed, tendrás que beber sangre...

*Acercó ahora su cuello al el rostro del menor, con suma tranquilidad.*

-Bebe lo que requieras...satisface esa sed...no quiero que luego me reclamen que dejé libre a una bestia sin control...anda...

Krist sintió que su respiración se agitaba, y su garganta comenzaba a artder aún más, por puro instinto ante la visión de una posible "victima". Se llevó las manos a la garganta y cerró los ojos, negando con la cabeza.

- No quiero dañarte...- Murmuró con voz ronca, tenía miedo. Estaba asustado por lo que sentía, por su sed de sangre, las repentinas ganas que sintió por ver correr aquel espeso líquido rojo.

-Si no lo haces el dañado serás tu...¿Quién me crees?...soy más resistente que tu aunque seas un vampiro ahora...así que bebe....

*Tomaba de el pelo a Krist, con cuidado, acercandole más a su cuello, su mirada se conservaba como siempre, seria, fria, como si no sintiese nada, con la mano libre ferraba el cuerpo del chico.*

-Si no bebes...te debilitarás y terminarás desfalleciendo...

*De momento se le ocurrio una idea...*

-Si no bebes...desfallecerás y por tanto...ya no podrás estar conmigo...¿quieres eso para ti?...

*Aprovecho y le susurro al oído suavemente.*

-¿Quires eso para mi, Krist?...¿Quieres dejarme?...

Krist gimió tratando de contener aquellos instintos, aferrandose con fuerza a Alex.

- N-no... no quiero dejarte.- Jadeó, acercando sus labios al cuello de él, abriendolos. Los colmillos crecieron pero aún así,, con los labios trémulos, se esforzó para no morderle aún, si no darle un pequeño beso, lamiéndolo. Estaba sediento, realmente no podía resistirse.

Su instinto volvió a hacer estragos en él y esta vez ya nio pudo contenerse más, lo mordió sin cuidado ninguno, desgarrando la piel de su amo, bebiendo con avidez y volviendo a morder para que el líquido granate no dejase de correr.

La sangre se le antojaba deliciosa, reparadora, mientras bebía su garganta no dolía, y se centró únicamente en aquello, sin controlarse.

*El primer impulso fue quedarse tranquilo, solo había lamido, y eso no le hzi nada en absoluto, si...quizás se sintió bien, pues sabía que eso era señal que el chico no se podría contener más, y sabía que si no sasiaba la sed, terminaría en las calles como un animal seguro; y tendría que darle caza.
Evito gemir de dolor, la punzada le fue algo dolora al inicio, resisitiendo, no era mucho; pero tampoco algo que ignorar.
Sentía el como la sangre le dejaba para ir a dar a la boca del pequeño, no musitaba nada, solo intentaba mantener la respiración, posando su mano en la cabeza del menor dando una suave caricia a esta, cerrando lentamente sus ojos.*

-Entonces...no...me dejes...y...asunto...arregla..do...

Krist podía escuchar sus palabras y sentir sus acciones y caricias, pero no era capaz de responderle. La sed de sangre era mayor que su fuerza de voluntad para apartarse de aquel cuello, que ya había mordido varias veces, dejando varios pares de marcas. Lo lamía con avidez, humedeciéndolo con la mezcla de sangre y saliva.

Paró unos instantes, jadeante, pero aún no saciado, con la cabeza baja y el flequillo tapándole los ojos.

- Te amo... no pienso dejarte...- Murmuró.

-Bien...buen...chico...

*Cada mordida era una diferente punzada, ahora si que sabía que sentían sus víctimas al morderlas; pero daba igual para ese entonces.
No dejaba de dar aquellas caricias a el cabello del menor, manteniendo su vista hacía el techo, volviendo a cerrar sus ojos al sentir que paraba.*

-¿Estas satisfecho?...

*Después de aquello, requeriría un par de esclavos de ganado y un buen descanzo; o así consideraba el.*

- No...- Reconoció Krist aferrándose a él con fuerza, cerrando sus ojos. No quería morderle más, no se sentía bien haciéndolo, al menos no psicológicamente... pero su cuerpo sí que seguía pidiendo sangre.

- Pero no me hace falta más...- Murmuró agradeciendo aquellas caricias.

- No me gusta dañarte...- Dijo acariciando su pecho con una mano temblorosa.

-Entonces...toma más, satisface esa sed...

*Continuaba acariciando su cabello, al tiempo que escuchaba lo que decía y sentía el como se aferraba a el.
Se sintió algo mal, a saber si fue por la pérdida de sangre o las palabras del muchacho ''No me gusta dañarte''. No pudo evitar reír un poco, suavemente y sin ningún tipo de intención negativa como solía ser.*

-¿No te gusta...dañarme?...Krist...soy vampiro...cuando eras humano, me gustaba dañarte...incluso quizás siga dañandote ahora que eres eterno...y aún...aún así...dices eso...¿No entiendes?...como ...como un vampiro...tendrás que dañar...para sobrevivir...

*Tomaba con ambas manos el rostro del menor, para verle directo a los ojos.*

-Por eso..si dañarás a alguien...dañáme a mi...sino..te sentirás peor ¿cierto?...me da igual...no me interesa cuantas veces me muerdas o cuantas veces desfallezca, siempre habrá ganado para reponerme...recuerda que soy un vampiro nato...por eso no tengo mayor problema...anda...si aún te falta...

*Nuevamente elevó su cuello, sin importarle si sangraba aún o si ya no había sangre, sus ropas así como su piel de aquella zona obviamente mostraban sangre, rastros.*

-Bebela de una buena vez...

Krist gimió angustiado, no quería hacerlo, pero la lucha era más consigo mismo que contra Alex. El aroma de la sangre inundaba todos sus sentidos, lo extasiaba y le hacía perder la razon... nuevamente.

Lamió los restos de sangre del cuello de Alex y despues volvió a clavar sus colmillos, hiriéndolo, clavandolos un par de veces más en el mismo sitio para agrandar la herida y que saliera más cantidad de sangre, la cual tomaba con su lengua casi desesperado.

Krist escuchó aquel quejido y en cierta manera aquello volvió locos a sus instintos de vampiro, haciéndole que se muriera de ganas de seguir desgarrando la piel, devorando su sangre pero aún así, se forzó a sí mismo a separarse del cuello de su amo. Lo observó preocupado, viendo que estaba pálido, débil.

- Alex...- Gimió angustiado, recuperando el tono normal de su voz, con las comisuras de los labios empapadas en sangre.

- Lo siento... de verdad...

*El dejar de sentir aquel dolor le hizo voler en si, no tanto...pero más o menos, entreabrió sus parpados y observó a Krist, con un gesto serio pese a todo, como si no le diese importancia a su condición.*

-¿Ya quedaste...satisfecho?...aprovechate ahora...que después...quien sabe si te deje beber de mi...

*Encorbó suavemente su cuerpo, llevando su misma mano a su cuello, sintiendo aquel desgarre de este, al tacto le ardió inmediatamente y su gesto lo mostró, uno de dolor donde mostró los colmillos, crecidos un tanto más; Si...los Delacroix podían hacer crecer así sus colmillos, casí como sus garras.
Miro su mano, carmesía ahora, no pálida, por la sangre, la cual lamío para probar su propio sabor, le agrado, pero obviamente no andaría bebiendo de si mismo; aunque.... *

-Uhm..quien lo diría...tengo buen...sabor después de todo...

*Volvió a ver a Krist.*

-¿Estas satisfecho ya?...

Krist asintió con cierta dificultad, observando todas las acciones de Alex sin perder detalle, sintiendose sumamente angustiado al ver ahora la gran herida que le había causado.

- Creo... creo que sí.- Dijo pues su garganta ya no ardía, espero que aquella sensación no volviera en mucho tiempo.

- Si quieres... beber de mi...- Le ofreció bajando un poco el cuello de su camisa para ofrecerle su piel.- Me lo merezco.

*Tentado, pues si que requería una buena bebida, se aguanto y se levanto con algo de dificultad, mirando a Krist, con el mismo gesto usual en su rostro.*

-Olvidalo...si...si bebo de ti...será un cilo vicioso y ni tu...ni yo estaremos satisfechos...

*Camino lentamente a la puerta, abriendola.*

-Iré a por algo de tomar...uno de los sirvientes tiene que tener un buen sabor, o el idiota ese rubio (Aixarel)...

*Salió del cuarto y cerró recargandose en la puerta, repirando agitadamente, cabizbajo, pálido, apenas tocando nuevamente la herida, otra vez con aquel agudo dolor.*

-Enserio...tengo que enseñarle...a morder...

*Se separó de la puerta y se encaminó lentamente a las escaleras, sujetandose del barandal, con intención de bajar y así poder beber a uno o dos sirvientes, claro que morirían, pero ...había que sacrificarlos por su propio bien.*

Krist se echó en la cama y se abrazó a las rodillas, esperando a su amo, aún notando que el aroma a sangre inundaba la estancia.

Era vampiro.... apenas podía creerlo. Se llevó una mano a los colmillos y los acarició suavemente, rasgándose uno de los dedos sin querer.

Lo observó y despues lo lamio, aún sorprendido por que la sangre, a la que tanto había temido antes, ahora se le antojaba deliciosa.

Suspiró y se abrazó a una almohada, a la espera de su amo. Se preguntó qué harían con eso del hambre a partir de ahora... No quería tomar la costumbre de beber de Alex, sólo lo había hecho una vez y ya se sentía fatal.

*Bajaba las escaleras lentamente, deteniendose apenas, se sentó en las escaleras, intentando tomar aire, se le dificultaba respirar...incluso se pregunto el por que respiraban, si se supone que eran criaturas que ya habían muerto alguna vez...ya no requerían aire ¿o si?...preguntas estúpidas comenzaron a invadirlo, mientras con cada movimiento de su cabeza sangraba un tanto más, palideciendo más y más.
Tomo un cigarrillo y lo prendió, intentaba calmarse para poder seguir además, quería descanzar un rato.*

-Joder...estoy pensando puras pendejadas...

Krist se impacientó de esperar, Alex tardaba demasiado y temió por él ya que había salido de allí muy debil. Se levantó y salió por elpasillo, siguiendo el rastro de aroma que había dejado Alex, con su herida abierta y sangrante.

Lo hayó sentado en las escaleras y sintió su corazón latir más rápido por la angustia.

- A-alex-sama...- Murmuró acercándose a él, acariciándole la majilla con cuidado y casi miedo.- Estas muy pálido...

*Calaba del cigarro, si que nescesitaba fumar, al menos para activarse con la nicotina y poder seguir, pero la voz de el chico lo hizo abrir sus ojos, pues los tenía cerrados, igual la caricia en la mejilla le hizo voltear a ver al menor.*

-¿Pálido?...¿eso es malo?...nunca me ah gustado ser moreno...aunque...creo que ni siquiera son moreno...

*Pensaba, o lo intentaba; hasta pareciera que el Vampiro estaba diciendo pura estupidez y media por la pérdida de sangre que tenía, seguía fumando, para intentar activar su mente almenos uno 10 minutos, en lo que iba por un esclavo o dos y los devoraba, por que ahora si sería devorar, no morder...*

Krist no pudo seguir viéndolo así, le daba igual el círculo vicioso del que había hablado su amo... quería verlo bien, prefería pasar sed.

Llevó su muñeca a su propia boca y se mordió, haciendo dos pequeñas heriditas que sangraron. Entrecerró sus ojos por la punzada y le acercó su muñeca a los labios de Alex.

- Soy tu exclavo, estoy para... estas cosas, ¿No? - Le dijo forzando una pequeña sonrisa.

*Apenas sintió el roze de las gotas en sus labios, las saboreo, si, pero al detectar que era la sangre de Krist sujeto la mano de el con algo de fuerza al inicio; extraño para su condición, no...por que pronto el agarre fue más débil, se dejó ir al frente soltando a Krist aventando su mano contra el mismo cuerpo del chico para que este no le diese la sangre. Mientras caía por las escaleras y terminaba en el suelo de lateral, apenas emanando un quejido; bueno...esa sarta de madrazos no le dolieron tanto.*

-Te...te había dicho...que no...el circulo...

*Intento integrarse nuevamente, pero por la caida la herida del cuello sangraba con más abundancia, comenzaba a dejar un charco en el suelo, lo único que se le ocurrió fue sonreír.*

-Mierda...la casa se esta ensuciando demasiado...Krist, pide...pide que limpien...y de paso...unos 2 o 5 esclavos...que me traigan...san..gre...

*Prefirio callarse, ya le dolía incluso hablar, claro; su cuello era el afectado, cerca de las cuerdas vucales, ardía al hablar, quedó cabisbajo, con la sonrisa suave, mientras las gotas seguían descendiendo al suelo, aumentando la dimensión del charco carmesí que estaba dejando.*

Krist gimió al verlo caer y corrió para ayudarle a levantarse, apoyando el cuerpo de Alex sobre el suyo, arrastrándolo escaleras arriba con gran esfuerzo.

- Vamos a la habitación...- Lo arrastró por el pasillo y al llegar, lo echó en la cama, vovliendo a ponerle le muñeca en la boca. Lo frozó para que bebiese, aprovechandose de la debilidad de este, mietras apretaba su muñeca para exprimir y que saliera más sangre.

- Bebe un poco y traeré a un par de exclavos, te lo prometo.- Y de verdad iba a cumplirlo. Si bien siempre había sentido lástima por los exclavos, esta vez le daban igual, su amo era su prioridad y ahora podía entender perfectamente la necesidad de sangre.