De regreso a casa (priv/alex)

-Deja...

*Solo sentía el suelo moverse, era arrastrado por el pequeño; vaya...tenía fuerza: ''No seas estúpido, es vampiro ahora...obvio tiene más fuerza'' pensaba.
En la cama, miro a Krist de reojo, sitniendo las gotas caer en sus labios, apenas atrapandolas, no por gusto, sino por que las dichas gotas caían y resbalaban desde sus labios hasta su garganta.
Confió en el, no quería andar con un circulo vicioso de sangre, por lo que no hizo nada en contra; de todas formas no podía...apenas duras dejaba de sangrar su cuello, cosa que le medio alivió, pero no se regeneraba, no pretendía beber de la sangre de el chico para curarse y luego que fuese viceveras, eso era lo que quería evitarse.
Dejó de beber la sangre, solo esperando, pálido, no tanto ahora, cerró sus ojos y guardo silencio, sentía que si hablaba, solo diría alguna pendejada.*

Krist notó que recuperaba un poco de color y emitió una leve sonrisa, acariciándole la mejilla.

- Ahora vengo...- Le dijo saliendo de la habitación, mirando a su alrededor.

No pensaba ir a buscar a Aixarel, le tenía demasiado cariño como para querer dañarle, aunque realmente los otros exclavos tampoco habían hecho nada en su contra. Pero, nuevamente, pensó en que Alex era lo más importante. Tenía que acostumbrarse a aquello, ahora era su nueva vida.

Eligió a tres al azar, y no sin dificultad y les indicó que le siguieran. Uno de ellos le contestó burlon, preguntando que por qué tenían que hacerle caso al humano mascota de Alex, a lo que Krist le enseñó los colmillos casi agresivamente. Estaba preocupado por Alex, no tenía tiempo que perder.

Pronto llegaron a la habitación, y el pequeño les hizo pasar.

- Alex..

*Abrió sus ojos lentamente, desviando la mirada a donde estaban aquellos esclavos, que le miraban con inconcierto, no sabiendo que había pasado ahí y el por que de la condición del vampiro.
El vampiro a duras penas se sentó, observando a Krist.*

-Gra..gracias...

*Sin decir más, su cuerpo se comenzaba a desintegrar en sombras, pareciendo que estaba difuminandose en el ambiente, hasta ya no verse más.
Apareció tras el primer esclavo, no se veía que tuviese forma, era un simple cumulo de sombras, pero estas entre estas sombras...un par de luces azuladas eran notorias, intensas, sus ojos, y una quijada con colmillos más que dientes, los vampíricos eran tan largos como los de aquel felino antiguo, el colmillo de acero, los demás eran colmillos afilados. Abrió aquella quijada y mordió cuello, pero, no solo mordió, sino que arranco en si el pedazo de cuerpo, derramando una gran cantidad de sangre,mientras el cadaver nuevamente era tajado por la dentadura, los otros dos esclavos estaban aterrorizados y gritando.
Nuevamente desaparecía al difuminarse, integrandose ahora frente al otro al cual igual mordió, pero en el rostro directamente y haló fuertemente, destrozando el cráneo por la fuerza así como destajando su rostro y piel, la sangre volvía a volar y otro tajo más al cuerpo fue suficiente para que igual un derrame masivo de el carmesí líquido saliese volando; el tercer esclavo, el burlón, no se salvó.
Igual que los anteriores; fue mordido, pero este era distinto: Disipándose como sombras nuevamente se integro pero bajo el cuerpo del esclavo, abriendo aquella enorme quijada devorando de lleno el cadaver, notandose la silueta entre las sombras ser despedazada, los brazos, piernas y demás extremidades (cabeza y torso) volaron por el cuarto, mientras la sombra amorfa comenzaba a abosrver la sangre restante, asimilandola, tomando una forma nuevamente: esta vez retomaba laforma del vampiro; pero con una mínima diferencia, regenerado completamente, con su tez normal, todo normal, excepto el hecho que estaba sin prenda alguna.
Lentamente abría sus ojos que mostraron un destello rojizo, como si fuese aquella sangre que consumió, retomando su color azulado nato nuevamente, observando a Krist...*

Krist lo había observado todo pegado a la pared del cuarto, perplejo, entre admirado y horrorizado. Admirado al ver esa transformación, horrorizado al ver la muerte, tan horrible, pero al menos rápida, de aquellos chicos.

Su pecho subía y bajaba rápidamente, la visión a sangre había vuelto a afectarle. Sintió que un escalofrío le recorría al ver la mriada de Alex, roja, pero se relajo cuando estos se tornaron nuevamente azules. No se atrevió si quiera a hablar.

*Una basta y amplia sonrisa fue lo que mostró , caminando donde Krist, sin importarle su desnudez; Por favor, ya se había acostado con el chico ¿cuántas? ¿2? ¿3 Veces?... no le interesaba.
Elevó la diestra hacía el pequeño estando frente a el, con aquella sonrisa extensa y algo maniaca, renovado completamente, alboroto el pelo de el chico.*

-Buen trabajo...maravilloso trabajo de hecho...

*Dio la vuelta y sin más fue al armario, ya no había rastros de sangre por el hecho de haver asimilado toda la misma antes, tomaba nuevas prendas, una camisa negra la cual se puso y dejó abierta, interiores y finalmente pantalón, negro, calzado...botas negras y una gargantilla nueva.
Volvió a ver a Krist una vez vestido, acercandose a este, dio un leve beso en sus labios antes de susurrar.*

-Esta es la vida de un vampiro...si es nescesario...hay que hacer una matanza como esta...o peor...

*Salió seguido del cuarto, mirando la sangre propia prendió un cigarrillo el cual caló antes de gritar.*

-Limpien rápido, carajo!...

*En seguida unos humanos, por su aroma, aparecían saliendo de otros cuartos, los de los sirvientes seguro, con trapeadores, trapos, agua y demás, para empezar a limpiar...*

Krist se había mantenido en silencio y lo siguió cuando este fue a donde los exclavos. Se pegó a él, mirando aquel "destrozo" que se había producido apenas en unos segundos, sin poder creer que fuera tan facil arrebatarle la vida a alguien. ¿Y si Alex no se hubiera fijado en él? Hubiera terminado como aquellos chicos...

- Se me hace duro pensar en eso.- Dijo en voz baja, mirando al suelo.

- Además... no se controlarme, si te hice eso a ti... ¿Qué le haría a un humano? ¡Yo no quiero matar! - Le dijo angustiado.

-Descuida...si no quieres dañar ningún humano, por el hecho que fuiste uno...seguirás bebiendo de mi...a mi me interesa una mierda que humano sea mi ganado mientras pueda beber y recuperarme...así que tranquilizate...

*Dijo al escuchar el tono de angustia del chico, calando del cigarro, recargándose en el barandal observando el como limpiaban la sangre los esclavos, fumando con placer incluso.
Miraba de vez en cuando a Krist; cerrando sus ojos con lentitud.*

-¿Hubieras preferido quedarte como humano?...¿O es que piensas que mi forma de vida...al ser un vampiro, uno sádico y sanguinarío, es horrible y no quieres acabar como yo?...¿por qué ese arrepentimiento así , Krist?...

Krist se acercó a él y osó a abrazarse a él, apoyando la cabeza en el pecho del vampiro. Negó la cabeza ante sus preguntas, mirándolo a los ojos. Se puso de puntillas y le dió un pequeño beso, ignorando a un par de sirvientes que lo observaron horrorizados por tomarse aquellas libertades.

- Esto es el... el regalo más bonito y más importante que hayas podido hacerme.- Le dijo con una pequeña sonrisa.

- Lo valoro muchísimo... es sólo que... no me acostumbro a ello aún aunque, la verdad, creo que ya... puedo comprenderte algo mejor. Cuando vi a esos exclavos no pensaba en ellos como persona, sólo como comida que te iba a hacer sentir mejor.- Reconoció con un pequeño escalofrío.- Aún así...

*Miro al pequeño, recibiendo el beso, sin hacer nada para dañarlo o castigarle por esa libertad; pues la tenía.
Tomaba el mentón del humano y lo elevaba un tanto para verle, ante aquello que decía.*

-Si...un vampiro comoyo...ve a los humanos como jugetes o ganado...nada más...al beber de mi, mi escencia fue a ti...te hiciste mi fieol...mi compañero, mi eterno y así será...yo como nato sádico me controlo cuando puedo, y cuando quiero, se como hacerlo...esta en mi...pero tú...eres inexperto...por eso es que tendrás que beber de mi hasta que aprendas...¿entiendes?...

Krist asintió comprendiendo bien a lo que Alex se refería.

- Aün así... aunque tu sangre es deliciosa y me siento honrado por que me dejes beberla, no me gusta dañarte de esa manera. Intentaré ser más cuidadoso, lo prometo.- Le dijo forzando una pequeña sonrisa, apoyando otra vez la cabeza en su pecho.

- Alex.. ¿Habías convertido alguna vez a alguien más?

-Pues no...eres el primero...

*Posaba la mano en la cabeza del menor, dando caricias suaves en el pelo celestino de el chico, mirándole de vez en cuando.*

-Krist...te entrenaré para que aprendas a controlar esa forma de beber...y no se me ocurre otra forma que exponiendome yo mismo...hasta que aprendas a beber moderado...beberás de mi...si te preguntas el por que es simple...me amas...así que dudo que quieras arrazar con toda mi sangre y dejarme prácticamente muerto, sin moverme y sin poder defenderme...

*Tomaba del mentón al chico para elevar su mirada y verle.*

-Si bebes de más de mi, me debilitaré y los humanos de esta casa podrían intentar terminarme...tu sabes...el típico vampiro que es encerrado en un cuarto oscuro sin sangre por la eternidad...podría acabar así...si quieres que termine así, adelante y la proxima vez bebeme completamente...de lo contrario, aprenderás a medirte...

- ¡N-no les dejaría que te hicieran eso! - Exclamó el menor horrorizado ante aquella idea. Aún así, finalmente bajó la mirada al suelo, mordiéndose el labio inferior.

- Aún así... te prometo que me controlare, de verdad... - Le dijo apuradamente, aunque no se paró a pensar en que aquello le era casi imposible ante la visión de la sangre.

- Lo último que quiero es dañarte... lo sabes..

-Lo sé...y por eso me expongo así...

*Daba un beso al menor, en los labios, profundo, mirándole seguidamente le dedicaba una sonrisa suave e incluso afable, abrazandole contra su pecho como acurrucandole.*

-Tampoco me agrada la idea de estar en un cuartito solo, amarrado y sin sangre...con eso de la inmortaildad...sería un problema el hambre...

*Acariciaba el cabello del menor; no sabía por que pensaba que hacía lo correcto.*

El menor le sonrió y le acarició la mejilla, besándole otra vez.

- No lo permitiría, mataría si hiciera falta.- Dijo serio.- A pesar de... todos los castigos y todas las torturas, ya no puedo estar sin ti... creo que me he acostuumbrado demasiado a depender de ti.

Suspiró, y acarició su pecho, distraídamente.

- Lo que si me pregunto... es... ¿Sigo siendo un exclavo más, aparte de tu amante? - Le dijo casi con miedo, pues sabía que esa era su situación pero la idea de "amante" a secas era mucho más atractiva.

-El puesto de esclavo ya lo dejaste...eres mi eterno amante ahora...

*Recibía aquel beso del menor, acariciando su cabello, mirándole con tranquilidad, dando un beso en su frente bajando por la nariz hasta su boca, delineandola con los labios propios, terminando por profundizar con un beso, adentrando su lengua en la cabidad ajena, en busca de la ajena, como en un juego.*

Krist casi jadeó al escuchar aquello, casi no podía creerlo, ya no era exclavo. No pudo contenerse, rodeó el cuello de Alex con sus brazos y, de puntillas, lo beso con pasión, buscando su lengua casi con brusquedad, con deseo. Aquellas palabras le habían emocionado y quería imprimir en aquel beso lo que sentía, mostrarselo al mayor.

- Gracias...- Murmuró y volvió a besarle.

*Miro los brazos del menor rodearle, y luego el abrazo, cual correspondió con las manos sobre su cadera, botando aquel cigarro cual caía al suelo y era recojido por los de limpieza.
Besado, correspondía al menor, besándole, jugeteando igual con la lengua ajena, susurrandole al oído después de escuchar su agradecimiento.*

-No agradezcas...te lo ganaste...

*Nuevamente, correspondía aquel segundo beso, pero igual que el primero, buscaba la lengua en la cavidad del menor para jugar con esta, profundizandolo.*

Krist abrió sus labios sumiso entonces, siguiendo el ritmo del beso de Alex, dejando que buscase su lengua, tocando la punta de esta con su propia lengua, en círculos pequeños, jugueteando despacio, a pesar de que su respiración sí estaba agitada.

- Me alegro de tener el privilegio de ser tu amante..- Dijo sonrindole, feliz y sonrojado.

*Posó ambas manos en las mejillas del chico, sujetando delicadamente su rostro, correspondiendo aquel juego de lenguas, apenas separandose escuchando sus palabras, sonriendole suavemente, como en respuesta a lo que decía.
El rubor del menor lo hizo entrecerrar sus parpados, con un gesto suave y gentil, igual dulce.*

-Ese color...ese rubor...te ves maravilloso con el...

- Gra-gracias.- No pudo evitar contestar el menor sonrojandose más sin saber por qué. O bueno, en realidad si lo sabía, era Alex quien conseguía arrancarle los colores con un simple gesto o un par de palabras. Pensó que era una pena que estuvieran todos aquellos sirvientes por allí, pues le quitaban intimidad pero por otra parte, eso le hizo sentir nuevamente privilegiado.

- Tengo una ultima pregunta...- Le dijo entonces cambiando su expresion, con miedo.- ¿V-Volveras a torturarme?

*Seguía acariciando al chico del cabello, observandole nuevamente, con aquel rubor, sonrió de forma complacida, al tiempo que escuchaba aquella última pregunta.
Acerco su rostro al oído del menor para susurrarle.*

-Solo torturo a mis esclavos....y tu ya no eres uno...

Krist apenas podía describir el alivio que sentía al escuchar aquello. Lo observó casi incredulo, con una gran sonrisa. lo besó otra vez, y rió con picardía, aun más rojo. Se puso de puntillas otra vez para llegar a su oído.

- Aunque ya no sea tu exclavo... cuando estamos en la cama, si me gusta que me mandes.- Le dijo en un susurro, casi sin poder creerse que estuviera reconociendo que aquello le excitaba.- Creo que nací para ser sumiso...- Se rió avergonzado.

*Posó sus manos en la cintura del menor, al sentirle de puntillas así como el susurro que le daba, con una amplia sonrisa en los labios, gustoso.
Susurraba igual al menor.*

-Oh, suopngo que lo haré más seguido....¿verdad?...

*Daba un beso en la mejilla del menor, corriendo sus labios a los del mismo chico, profundizando un nuevo beso, rodeandole por la cintura con los brazos, apegando el cuerpo del menor al propio para sentirle mejor.*

Krist cerró sus ojos al corresponderle, notando cómo su cuerpo despertaba ante aquellos pocos mimos de su ahora, pareja. Maldijo nuevamente a los sirvientes.

- Por favor..- Fue su respuesta a aquella pregunta de Alex, y rió un poco, sintiendose por primera vez en mucho tiempo relajado, tranquilo, sin aquel temor que le perseguía con la duda de no saber si Alex iba a dañarle de nuevo. Pero eso había quedado atras, junto con su humanidad. De hecho en ese momento... los humanos que limpiaban la estancia le parecían insignificantes, frágiles, comparados con Alex.

-Muy bien...

*Sentía como el cuerpo del menor despertaba, por la temperatura así como el tacto que tuvo con el, con un ademán de su diestra indicaba a los humanos que limpiaban que se largarán, quienes obedecían inmediatamente, posando nuevamente posaba sus manos en la cintura del chico, caminando lentamente, en dirección a su habitación.
Besaba el cuello y labios del menor a medida que avanzaba, aprovechando que la puerta estaba abierta, para entrar a el cuarto lentamente, dirigiéndose a la cama lentamente.*