De nuevo en casa [Zafir]

Era noche cerrada cuando al fin Jacob llegó a su hogar, cargando a su pequeño sol en sus brazos. Le llevaba envuelto en su camisa, además de en su gran abrigo. No le importaba lo más mínimo el hecho de estar caminando medio desnudo por las calles de la ciudad, ya que mayor era la necesidad de que Zafir no se enfriase. La preocupación aumentaba con cada instante que pasaba, debido a la gravedad de las heridas del muchacho, a lo que se añadía su estado de embarazo, que realmente aumentaba la preocupación del vampiro.

Entró en la casa con un gesto que indicaba claramente su estado de ánimo a todo aquel que quisiese advertirlo. No toleraría una sola tontería esa noche por parte de los sirvientes, ni siquiera el hecho de que le molestasen, fuese cual fuese el motivo. De este modo, se encaminó hasta su habitación y tendió al joven humano en la cama, gritando a sus esclavos que trajesen vendas, agua y los habituales productos desinfectantes.

-Te pondrás bien... -susurró, mientras acariciaba el cabello oscuro del chico.

*estaba inconciente, no sabia donde estaba y quien me estaba cargando; pero sentia frio demasiado frio, en eso abro los ojos y veo que estaba en una habitacion, estaba algo mareado* ja..jacob..*lo mire, aunque solo veia borroso pues aun estaba algo debil* donde..donde estoy?

Sufrió un ligero sobresalto al verle despertar, que hizo aparecer una tierna y aliviada sonrisa en su rostro. Besó al muchacho en los labios, muy superficialmente para no asustarle, y rozó su piel con la mano en una caricia.

-Estás en casa, mi pequeño sol. Ya ha pasado todo...

Hundió sus colmillos en la palma de su mano y la colocó frente a Zafir, esperando a que bebiese, ya que necesitaba que estuviese algo más fuerte para poder curarle.

*escuchaba todo pero estaba algo triste* Como.. como esta raziel?.. *yo ya sabia lo que le habia pasado, en verdad tenia la culpa por temblar en frente de jacob, aunque sabia que raziel era hibirdo pero..., odiaba que sea golpeado y lastimado, el solo estaba ayudarme*, espero que no lo hayas lastimado.. el me ayudo y tu lo lastimas..., aunque sea el hijo de que me castigo, no debe sufrir...*me salian lagrimas*, yo..yo tengo la culpa...

Empezó a preparar las vendas y a sacar unos cuantos desinfectantes, además de hilo y aguja con objeto de coser la herida del hombro. Escuchó las palabras de Zafir mientras colocaba unas hierbas en un vaso y vertía agua caliente, preparando una especie de infusión.

-Raziel se recuperará... no puede morir, olvidas que tiene parte de vampiro... Lo lamento si de alguna manera eso te molestó, pero ese maldito debía sentir lo que es ver que dañan a un ser querido...

Se inclinó y le besó suavemente los labios.

-Tú no eres culpable de nada. Ahora bebe esto... adormecerá el dolor, pero dejará que estés consciente.

Le tendió el vaso con aquel amargo líquido oscuro.

-pero y si no puede recuperarse; aunque se recupere estaba sufriendo...*decia algo triste, aun me caia lagrimas, en eso me dolio cuando jacob me cosio el brazo*

-si lo soy..., no me gusta que raziel sea lastimado, no se merecia eso solo porque sea el hijo del que me hizo esto; raziel es diferente...*decia tomando el vaso*

-si fuera igual que su padre, me hubiera dejado ahi como si nada*ahora tenia prblemas; era un vampiro diciendole que era su primo y ahora esto, esas condiciones no favorecian mi salud, empiezo beber del vas, sabia horrible pero queria curarme*

Le miró con gesto de preocupación, aguardando a que se tomase toda aquella pócima, que haría que no sintiese ninguna clase de dolor, aunque esperaba que no le causase demasiado cansancio o lo adormilase.

-La cuestión no es que Raziel lo mereciese o no. Pretendía lastimar al padre a través del hijo. A mí me dolió lo que te hizo ese maldito, Zafir. Era una manera de responderle. Acuérdate de que sólo tengo corazón para ti.

Acarició los cabellos del muchacho y lavó la herida del hombro, ya cosida, para después empezar a vendarla.

-Ni Raziel ni tú teníais la culpa. Supongo que nosotros somos los verdaderos monstruos... pero recuerda quién fue el que hizo la primera ofensa.

Rozó levemente su mejilla y le sonrió.

-Ahora debes decirme la verdad. ¿En algún momento Giovanni te forzó a... a hacer algo que no quisieses? Si es así, deberé curarte también ahí abajo.

*sentia como me acariciaba el cabello mientras me tobama todo hasta terminarlo, suspirando algo aliviado y con asco pero tenia que hacerlo*

-Entonces mejor me quedo cerca de la mansion*decia mientras sentia sus dedos rosando mi mejilla, veia que estaba sonriendo*

-en verdad esa era una de las tres opciones que queria que escogiese y solo escoji la primera, creo que era pedirle disculpas de rodillas, no queria que me tocara como cuando aprovecho que estaba colgado, se que fue horrible lo que me hizo, pero jacob era su trabajo a igual que el tuyo asi que es mi cumpla por no fijarme si me pusieron algo para perjudicarme y meterme en el calabozo

De nuevo rozó su mejilla, manteniendo esa sonrisa, intentando que el pequeño le viese animado para que se animase también. Una suerte de efecto espejo.

-No saldrás de la mansión en unos días, no hasta que te recuperes. Y me encargaré de que alguien vigile tus pasos para que nadie pueda atacarte.

Le di la vuelta sobre el colchón, limpiando ahora las heridas de su espalda, aunque sin causarle dolor debido a la pócima.

-Era su trabajo, cierto. Pero eso no impide que yo me enfurezca y quiera hacérselo pagar. ¿Crees que las familias de las personas que he matado piensan que es mi trabajo y que por tanto no merezco estar muerto? No seas ingenuo.

-ahora no quiero salir*era verdad pues no solo por las heridas sino porque me sentia amenazado por mi primo, ahora lo que queda era dejar que jacob me curara, escuchando lo que decia temble de miedo, habia uno que queria verlo muerto pero no podia decirlo o algo malo pasaria*

-no..no me gustaria que te maten, en verdad no quiero*decia temblando de miedo*

Se extrañó ante aquellos suaves temblores, por lo que acabó rápidamente de curar las heridas, vendó la espalda del chico y le ayudó a acostarse de nuevo boca arriba.

-No me matarán... no pueden hacerlo, recuerda que soy inmortal... sólo puedo morir cuando yo quiera... Supongo que en tal caso me torturarían hasta que quisiese morirme del dolor. Pero eso, pequeño, no pasará.

Le besó la frente, acariciando su mejilla.

-Pareces asustado... ¿Tiene que ver con lo sucedido en los calabozos o alguien más se ha atrevido a hacerte daño?

*de nuevo estaba boca arriba, mirando a jacob y con todas mis fuerzas intento alcanzarlo y darle un beso en los labios, abrazandolo al rededor de su cuello*

-nadie me ha hecho nada malo*decia con la verdad pero no queria contar lo que paso en los burdeles*; solo que tenia miedo de que te mataran, ahora no quiero que te lastimen

Le ayudó a incorporarse un poco y le besó profundamente en los labios, con ansia, sabiendo que necesitaba verificar que Zafir estaba allí y que nada ni nadie podría quitárselo.

-No te preocupes. Soy fuerte, pequeño. Y nadie me tocará... porque tengo que cuidar de ti y del bebé, así que no debes tener miedo, ¿de acuerdo?

Se apartó un momento de la cama y llamó a uno de los sirvientes, ordenándole que trajese leche y algunos bizcochos, ya que el muchacho necesitaba alimentarse tras lo sucedido.

*sentia que me ayudaba a incorporarme, logre que estuviera cerca y poder besarlo, pero sentir que jacob estaba preocupado, pero era mejor no decirle o alguien terminaria herido, no queria que eso pasara*

-si*decia sonriendo mientras seguia abrazandolo, ya no me inporto si los sirvientes me vieran, me sentia feliz*

Los sirvientes trajeron aquello que Jacob había pedido y lo dejaron cerca de la cama. El vampiro continuó abrazando a su amado, mirando ahora a los distintos criados.

-Decid al resto de la servidumbre que, a partir de ahora, Zafir tiene la misma autoridad que yo en esta casa.

Los sirvientes se marcharon murmurando y Jacob apiló unas almohadas tras la espalda del muchacho, para que pudiese sentarse cómodamente. Luego le apoyó el vaso de leche en los labios.

-Lo sostendré yo. Estás muy débil.

*me sonroje por como le dijo que tenia autoridad sobre los sirvientes, me apene mucho que tuve que hacer algo para que los sirvientes no me miraran como sorprendidos ante la noticia; en eso veo que se fueron y veia que era mucha comida y habia un vaso de leche*

-jacob en verdad yo puedo tomar el vaso, no creo que pese mucho*decia sonrojado*

Negó lentamente con la cabeza, acariciando la mejilla de Zafir y sosteniendo todavía el vaso.

-De eso ni hablar, mi pequeño sol. Te han azotado y disparado... ¿de verdad piensas que voy a dejar que te esfuerces lo más mínimo?

Le sonrió. No era el mejor para decir eso, pues él también había salido herido y su ropa seguía manchada de sangre, aunque las heridas rápidamente se habían cerrado gracias a su capacidad para cicatrizar estas con facilidad.

-Toma un pedazo de bizcocho.

Amorosamente, acercó el trozo a los labios de Zafir, sin dejar su sonrisa.

-esta bien*decia haciendo un puchero tierno algo molesto, pero al final sonrei tomando el trozo de chocolate con mis labios*

-mmm.. esta delicioso, gracias *decia mirandolo mientras con una de mis manos acariciaba la mejilla de jacob pues estaba algo lejos y recostado en la cama*

Continuó alimentándolo de esa manera, con un suspiro de agrado al notar el tacto de la mano en su mejilla. Le encantaba lo tierno que se veía Zafir en esos instantes.

-Creo que con esto ya se ha acabado esta pequeña merienda. No debes comer mucho de golpe... irás tomando los alimentos poco a poco...

Le sonrió y le besó en los labios, limpiando los restos de chocolate y después posando una mano en el vientre del chico.

-¿Cómo está nuestro bebé?

-Creo que si, pero sabes muy pronto me dara antojos de comer muchos, eso me dijeron en la universidad, que cuando uno esta embarazado tiene mareos y apetito todos los dias, pero ahora tengo 1 meses asi que eso ocurrira dentro de 3 meses mas*sonrio y en eso senti los labios de jacob sobre los mios y su mano en mi vientre, escuchando lo que dijo me sonroje*

-aun tiene un meses, ademas tenemos que esperar mucho para que se desarrole y sienta patadas, bueno mi madre me dijo que haci hacen los bebes como señal de que estan bien *decia apenado*

Le escuchaba con mucha atención, asintiendo de cuando en cuando. Acariciaba suavemente el vientre del chico, pensando cómo sería posible que allí dentro se estuviese formando una nueva vida.

-Bueno, he estado leyendo... y dicen que el embarazo humano dura nueve meses... He estado buscando algún médico para que pueda examinar que todo va bien, pero no me dejan entrar en el hospital tras el robo de la morfina, así que supongo que tendré que contratar a alguno de mis amigos...

Soltó un lento y tranquilo suspiro.

-Sí, creo que encontraré alguien que vigile tu embarazo y te haga revisiones... pero tomaré clases para asistirte yo en el parto... Verás, a la mayor parte de mis amigos les gusta demasiado la sangre y los chicos inocentes... no quiero problemas. ¿Podrás confiar en mí?

-bueno... pero sera mejor que un doctor del hospital este aqui*decia algo no convencido por lo de sus amigos*, o mejor tu; mejor cuidame *decia mirandolo con modo de suplica*

Le acarició la mejilla, entendiendo ese temor, pero sacudiendo un poco la cabeza.

-De todos modos, traeré a alguno de mis amigos para que te vea, sólo para seguir tu embarazo y ver que marcha más o menos bien. Yo estaré delante y le mantendré a raya. La mayor parte son cirujanos ilegales o ladrones de órganos... saben bien lo que hacen. No te causarán daño, no te preocupes.

Le besó los labios fugazmente.

-Pero en el parto estaré yo, y quizá alguno de los sirvientes... no creo que venga ningún doctor 'norma'. Te juro que nadie se acercará a ti ni a tu bebé, si no quieres.

*estaba algo no convensido pero me resigne y sonrio*Solo porque tu lo dices*en eso le doy un beso tierno en la mejilla*

*en eso siento el beso fugaz de jacob que me sonroje* Me gustaria que estubieras conmigo en ese dia que el bebe naciera

Su gesto se tornó algo más tranquilo, ya que no quería hacer nada sin la aprobación del pequeño.

-Por supuesto que estaré. Es más, seré yo quien te ayude a traerlo al mundo... pediré a alguno de estos 'médicos' que me enseñe... Te prometo que intentaré ser muy buen padre... pero insisto en que tendrás que enseñarme...

Se sentó a su lado en la cama y dejó a un lado la bandeja que había quedado.