Castillo Stene [Kiba]

Sonrojado ante la afirmación, le sonrió de nuevo.
-Que alivio.
Comentó, cuando un muy molesto rugido de su estómago lo interrumpió, y no era precisamente el mejor momento.
-Oh, sierto que no como desde aquel dulce que me compraste.
Se rascó la mejilla, avergonzado. No comía casi nada, pero cuando el hambre le llegaba su estomago hacía un alboroto terrible entre sonido y sonido.

o.o............................

Se hizo un silencio sepulcral antes de que comenzara a reir, sentandose poco a poco en el colchón con el chico en brazos.

- Oh....pobrecito ¿porqué no me avisas?

Le peinó el cabello hacia atrás, con intención de atenderlo cuanto antes, a su hambre.

- ¿Qué quieres de comer? Dime, lo que seeea~

Miró hacia otro lado, poniendose una de sus manos en su sonrosada mejilla izquierda.
-No se qué comer.. Sería mucho problema bajar y pedirle a tus sirvientes que preparen algo.
Susurró, sin poder evitar soltar algunas risillas debido a sus fuertes rugidos.
-Mmmh~.. ¿Me prestas tu cuello? nwn

- Claro que no, para eso están

Le dijo con una sonrisa, acariciando su otra mejilla y mirandole con ternura, sorprendiendose de oir los gruñidos tan altos que provenían de su estómago tan pequeño.

- ó_ò ¿Mi...cuello?

Se tocó el cuello suspirando y mirandole con el seño fruncido antes de comenzar a asentir dubitativo con la cabeza.

- Esta bien...lo que quieras...

Le sonrió al final besandole la nariz, apoyado con una mano en la cama.

Mmh~ Gracias!! Será la primera vez que te muerdo ^^
-Comentó infantilmente, mas al observar su expresión, comenzó a dudar un poco.
Pero.. ¿Estás seguro? No lo haré si no quieres.. ó_o

- Si...si quiero...

Asintió. ¿Oh pero y le dolía mucho?

- Esque...tus colmillos eran...terribles, la ultima vez que me los enseñaste o_ò

Le dijo poniendo careta insegura mientras le hacia cariños en el cabello.

- Hace muchisimo que no me muerden, pero hazlo, no te preocupes, es mejor que seguir oyendo a tu estomago gruñendo tanto ;P

E-Está...bien.
-Asintió, algo inseguro. Sacó sus colmillos, éstos ahora eran delgados y puntiagudos, perfectos para enterrarse en el cuello ajeno sin causar demaciado daño.
Se acercó a su cuello, nervioso, y lamió la sección en donde iba a morder.
¿Listo?
-Le murmuró al oído, completamente sonrojado.

Le tomó de la cabeza haciendo a un lado su cuello como si auqello fuera lo más normal del mundo y sonrió al notarle sonrojado.

- Si, listo

Le dijo apartando tambien el cabello y cerró los ojos esperando por el chico.

Con rapidez penetró su suave piel, sintiendo de pronto el líquido carmesí fluyendo hacia su boca. Su expresión se puso seria, y bebió unos cuantos tragos bastante grandes, mas consciente de que no debía quitarle demaciado.

Hizo una leve mueca adolorida que se desvaneció casi al instante, dejandose llevar por el ritmo acelerado que tomaba su sangre al ser succionada por la boca del otro, la sensación no era para nada mala, justo como recordaba. Lamentando aún así cuando se separó, mirandole de reojo pero sin tocarse la humeda herida.

- ¿Con eso estaras bien?

Quedando satisfechó se separó de su cuello, lamiendo los últimos residuos de sangre que habían quedado en las comisuras de sus labios.
Asintió con la cabeza, sonriendole apenado.
-¿Te duele?
Le preguntó, dandole una última lamida a la herida, para que ésta sanara al instante.
-Si, estoy bien.. ¿Pero no te lasrimé verdad?

Sintió un cosquilleo con us lamidas lo que le hizo moverse un poco con una sonrisa en labios.

- No, en lo absoluto...

Le sonrió gentil, alborotandole el cabello y estirandose a besar su mejilla.

- Nop! estoy muy bien, en serio

Suspiró tranquilo, sonrojandose de nuevo, y observandolo con ternura.
-Eres delicioso.
Le dijo susurrante, abrazandolo con algo de timidez.

- Oh...no más que tu

Le recordó con una sonrisa, acomodandole encima propio, enredando los dedos entre su sedoso cabello, de ese color que tanto le gustaba, como el del tono de su violín.

- ¿No sabía a viejo, hm?

Bromeó con una sonrisa, cerrando los parpados y respirando a grendes suspiros, acariciando su desnudez con ambas manos y besando su sien cada otro tanto.

-Para nada.
Le respondió, tras una risilla infantil.
Muy cómodo y a gusto sobre su persona, ahora muy querida, jugaba también con sus propios mechones húmedos de cabello, sonriendo con alegría.

- Que buena noticia...-

Dijo luego de una risa y permaneció un corto rato mirandole los ojos, cada facción de su rostro infantil uqe delineaba con el dedo, dejandose hacer por la mano ajena en el cabello, para lo que inclinó un poco la cabeza.

- No vayas a escaparte nunca, Kiba...

Nunca me escaparía.
-Replicó, observandolo calmado.
A demás de no tener como, no creo tener tampoco ningún motivo para irme, siendo que tengo muchos para quedarme.
-Dejó de acariciar su cabello, bajando la mano hasta su mejilla y acariciandola con delicadeza mientras todo lo decía en un suave murmurar.

Le gustaban sus respuestas, tanto que simplemente no podía dejar de mirarle con una pequeña sonrisa y ojos cerrados, moviendose hacia el origen de las caricias tan delicadas que le llenaban las mejillas.

- Hmm...no me digas...

Le dijo tragandose un bostezo y entreabrió los ojos para encontrarse con los del niño, recostarse un poco más sobre la cama y acunarle entre sus brazos, apoyando la cabeza en la del adolescente, no sabía que más decirle, pero contaba que él lo supiera ya.

Cada vez sentía sus parpados más cansados, cerrandolos al final, disfrutando de estar entre los brazos del mayor. Su desnudez rozaba con la propia, haciendolo sonreir de a ratos y vencido por el sueño, que poco a poco hacía que bajara la cabeza dispuesto a dormir ya.

Osten por su parte, mantenía los ojos abiertos, esperando que el otro cayera dormido, abarazandole instintivamente para protegerle. Moviendo los dedos en suaves caricias sobre sus hombros y brazos con el paso de los minutos en los que el sueño tambien le ordenaba dormir, s lo que obdeció sin ofrecer demasiada pelea. Abrazado a su pequeño y sin más cayendo a los brazos de Morfeo.

Su cuerpecito desnudo quedó acurrucado entre las sábanas y su protector, quien al parecer también había caído dormido. Inconsientemente estiró la mano, tanteando la superficie de la cama hasta encontrar las sábanas, y estirandolas para taparse a ambos.

Sintió entre sueños las sábanas sobre su cuerpo, de las cuales tironeó un poco más para terminar se cubrir a ambos, tan comodamente durmiendo, como hacía días ni siquiera sintió el paso de la horas, al llegar la noche siguiente. Como bien había dicho el menor, en aquella deliciosa rutina, despertando con él entre sus brazos.

Su carita seria mientras dormía modulaba algunas veces expresiónes entre sueños, comunmente frunciendo el ceño o sonriendo.
Se acomodó dando una vuelta, quedando abrazando frente a frente al mayor, aún durmiendo placidamente.

Entreabrió solo un ojo cuando sintió los cambios de posición del otro, se encontró entonces justo al frente su rostro moreno y medio sonrió entreabriendo el ojo que le faltaba. No quería despertarle, sin duda así se le veía mucha más bonito que cuando le fastidiaba, aunque no se comparaba a su rostro sonrojado o la que ponía cuando se acostaban.
Aspiró profundamente, acomodandole el cabello e inquieto se dedicen pleno ocio a picar suavemente sus mejillas y nariz.

Frunció el ceño levemente al sentir que algo, o alguien le tocaba la cara, pero aún no era demaciado como para despertarlo. Apretó muy suavemente con sus puños las sábanas, tras un pequeño suspiro silencioso.