El camino de la plaza al castillo era algo largo, pero al fin llegaron. Un majestuoso castillo con un puente lebadizo con un gran jardin repleto de flores hermosas, rosas de todos los colores, pero en especial, rosas negras, las favoritas de Pandora
"Este es el castillo de mi padre, espero te sientas comoda en él, le pedire a los sirvientes que preparen tu alcoba"
dijo la damita con una pequeña sonrrisa mirando a la joven dama a su lado. Al detenerce el carruaje la puerta de este se abrio dejando a dispocicion de sus bellas ocupantes una pequeña escalerilla que les permitiria bajar siendo ayudadas por un paje que estaba ahi dispuesto. Los sirvientes escoltaron a las damas a un salon amoblado con finos detalles, una sala donde las rosas estaban casi en la misma abundancia que en el jardin, y donde los muebles exibian un exquisito gusto por lo antiguo y lo moderno combinado, prueba de esto era un gran sofa, con finos acabados y preciosos detalles, con unos mullidos cojines hechos en finas sedas
"Toma asiento donde gustes, mis sirvientes te atenderan pronto, si gustas, podrias acompañarme a tomar el té"
dijo la damita al entrar al gran salon junto a su invitada