Castillo Stene [Kiba]

-No te corras, todavía no…-jadeó cerca de oreja embistiéndole con mayor intensidad, buscándole la boca con la cara, haciéndole voltear un poco el rostro para poder besarle trabajosamente. Le fascinaba aquel contacto, y se derretía de sentir los roces entre ambos cuerpos, jugueteaba con sus testículos con la mano y tocaba su pecho con toda la palma, bajándola a su cadera para hacerle mover las caderas y hacer más vertiginoso el ritmo de la penetración.

Así como supuso el otro quería, comenzó a mover sus caderas seductoramente, sintiendo su sangre hervir y disfrutando con todo su tacto los toques que el mayor le proporcionaba.
Asintió como pudo ante sus palabras, a pesar de que eso no fuera desición suya.
Besó sus labios como pudo, lamiendo las comisuras y mordiendo su labio inferior.

Le levantó un poco más para tener a su alcance los suaves y pequeños labios de Kiba, sosteniéndole por el pecho que le acariciaba con sumo ardor, al igual que los besos que continuaba a pesar de la trabajosa posición, ofreciéndole la boca propias para que el chico la hiciera a su antojo.

Por otro lado, seguía penetrándole, profundo, rápido y delicioso sintiéndose deshacer cada vez más entre las caderas del chico, por lo que apuraba más los movimientos de su mano, rodeándole el tronco del sexo con la mano entera, palpando toda su erección con la palma. Sin tiendo espasmos que le anunciaban el orgasmo, por lo que jadeaba en la boca del otro.

Cada sonido, y cada mirada que se cruzaba le hacía hervir la sangre, soltando también asi como el otro exaustos gemidos y jadeos.
Los espasmos comenzaron a recorrer el cuerpo del muchacho, mas seguía moviendo la cadera y besandolo con pasión.
-Ah.. mgh~.. J-Jun-tos..
Susurró entre beso y beso.

-Ngh…sí, sí…-Le susurró, teniendo que cerrar los ojos a momentos, apoyando el rostro contra el del chico, que se percibía tan cálido y con 3 ultimas y duras embestidas su cuerpo se fue vaciando sin poder evitarlo, en la calidez del muchacho, apretando el cuerpo con los brazos para sentirle lo más cerca posible, culminando con un gemido ronco que escapó de su boca al derramarse en abundancia.

Por fortuna para ambos, terminó al mismo tiempo que el mayor, gimiendo a la par lo más fuerte que pudo. Dejó de mover las caderas de a poco, hasta quedarse quieto entre aquella especie de abrazo.
Abrió los ojos y lo observó sonrojado y con pequeñas brillantes gotas de sudor en la frente, entregandole un delicado beso en los labios.

Le correspondió el beso de inmediato, sonriéndole aún algo agitado, estrechándole más entre sus brazos, mientras despacio se recostaba sobre las sábanas, de costado con el menor aún dándole la espalda. Le lleno de besos los hombros, usando la otra mano para cubrir ambos cuerpos con el edredón. - …Kiba…-suspiró profundamente con los ojos cerrados

-..Te amo..
Repitió apenas en un murmullo, sonriendo satisfecho y observando de reojo las manos del mayor abrazándolo. Se sentía muy feliz, y esperaba que el otro también.

Se apegó a su cuerpo, acariciando cálidamente su pecho, besándole la cabeza. –Yo también…muchísimo, Kiba…-

Le susurró al oído sonriendo, acunándola con su cuerpo, y recostando su cabeza sobre la del castaño con suavidad. -…Me hace muy feliz que me lo digas…

Sonrió sonrosado, sintiendose muy bien al oir sus dulces palabras.
El sueño iba ganandole, por lo que sin preocupaciones cerró sus ojos y dejó su mente descansar.

Para hacer compañía al castaño, terminó por acomodarse, plegándose a su cuerpo y pronto dejó que el sueño le invadiera, sin dejar de proporcionar distraídas caricias a su cuerpo por el torso. Arrullándose con su pacifica respiración, dejando que las horas pasaran inadvertidas, por la divina compañía del pequeño licano.

Y así pasó el tiempo velozmente, entre sueños y sus típicos delirios fantaciosos, hablando a veces dormido.

Abrazado al menor, el sueño se le desvaneció de apoco, abriendo los ojos y encontrándose con la espalda del niño pegada a su pecho, sonrió, jugueteándole con una mano, esperando a que despertara, según sus planes hoy se irían a acampar y al desconocer en su mayoría del tema, necesitaría mucho de la ayuda del hiperactivo menor.

Los movimientos de la mano ajena en su cuerpecito provocaban inevitablemente cosquillas, cosa que hizo que el muchachito despertara. Mas reaccionó de manera algo..."peculiar".
Del susto de que el conocido mounstruo come intestinos lo estuviera atacando de nuevo, salto de la cama y al tener enredado un pié en las sábanas cayó al suelo causando un gran estruendo, pero al ver su cuerpo desnudo aún más se avergonzó.
-¡¡D-Desnudez!!
Exclamó exagerado, subiendose a la cama de nuevo y escondiendose entre las sábanas rojo de la verguenza.

o_o

Le soltó al ver que se exaltaba, sin embargo cuando le vio brincar de la cama se levantó quedando sentado. -Ehm, kiba...

Pero el otro ya se había golpeado, le observó con preocupación, pero cuando corrió a la cama, no pudo reprimir una carcajada limpia, mientras se acomodaba el cabello, y recorría con la mirada la bolita bajo las sábanas.

-...Dios~ estás loco... ¿te sonrojaste? ay si no tiene nada de malo, yo sería muy feliz si pudiera andar desnudo por las calles...

Permanecía allí escabullido, frustrado por su propio comportamiento infantil.
-Pero.. todos te mirarían.
Replicó desde su escondite.
-Y no dejare que eso suceda ¬¬
Puso mala cara a pesar de que el otro no pudiera verlo, obviando el hecho de que si eso de andar desnudo sucediera, herviría de los celos todo el día.

-¡Jaja, muchísimo mejor!- Festejó sacando la lengu ay luego riendo a viva voz de tan solo imaginárselo.

Sonrió tras escuchar sus palabras de berrinche y se le recostó encima abrazando sin ver del todo bien donde se encontraba cada extremidad.

-¿No lo permitirías?- Dijo en infantil tono coqueto, frotando lo que creía pensar era su estómago.

Lo que sea que estubiera tocando su estómago provocaba más cosquillas, haciendolo mover las piernas como siempre hacía.
-Y si te dejara hacerlo, le vendaría los ojos a las personas.
Sentenció, apenas destapandose para poder observarlo.

-Oh…pero así no tendría chiste…-Dijo con una risa, mirándole apenas por el espacio que había dejado el chico para que le pudiera ver.

-¿Podrías taparle los ojos a toooda la gente?- Dijo haciéndose el maravillado, poniéndose una mano sobre la boca.

Le causaba gracia las expreciones que ponía a veces, haciendolo reir infantil.
-Claro que podría.. ¿Dudas de mi?
Cuestionó, haciendose el ofendido.

-Oh para nada…para desgracia mía esa lección ya me ha quedado bien clara…-Dijo asintiendo y sentándose de nuevo en la cama. – Es mejor, no provocarte a cumplir las amenazas…

Le alborotó el cabello, pellizcándole suavemente la mejilla. - ¿Dormiste bien?

Sonrió ladeando levemente la cabeza al sentir la mano en su cabello, y observandolo con alegría.
-Si, muy bien. Ya me estoy acostumbrando a que te pegues a mi al dormir.
Comentó infantilmente.

o_o!!

Un instante se quedó en blanco con lo que le había dicho y después frunciendo el seño le preguntó medio titubeante.

- ¿Te molesta que me pegue a ti? ó_ò oh, discúlpame….¿porque no me dijiste antes?

Jaja~.. No dije que me moleste.
-Replicó, sin poder evitar reir un poco.
¿Porqué te desesperas?

-Porque, como lo dijiste, sonaba a que no te gusta…-Le dijo con el mismo gesto en el rostro, volviéndose a acostar en su pecho. -y no es mi intención que estés incomodo…aquí…-