Castillo Stene [Kiba]

Pensó un poco más en sus palabras.. Si bien no estaba arrepentido de lo que había expresado, le daba un poco de verguenza, por lo cual se sonrojó como siempre.
-A-Asi es..
Musitó, entrecerrando los ojos al recibir esos apetitosos besos, aún acariciando con calidez la espalda del otro.
-¿Acaso no me crees?
Cuestionó tras una risilla burlona.

Sonriendo exhaló una risa, tomando su rostro con ambas manos. –Pues podría no ser cierto…-Dijo con disimulada alegría y se hundió bajo el edredón, besándole el pecho por sobre la pijama, hasta que llegó a su bajo vientre donde con disimulo desnudó de tela y comenzó a besar y acariciarse las mejillas.

Sonrió al recordar su sonrojo. –Además…creo que decirlo se te salió accidentalmente ¿me equivoco? – Dijo perspicaz, lamiendo debajo de su ombligo, acariciándole a aquella altura del cuerpo los costados con sumo tiento y cariño.

No me sería posible mentir... de esa manera..
-Su suave piel se erizaba a cada toque del mayor, y no podía evitar ponerse algo nervioso y tímido en esas ocaciones.
Lo observaba fijamente, ladeando algo la cabeza.
Q-Quería decirlo, pero pensaba e-expresarme con otras palabras..

-Sé que no...-Murmuró a apoyado en su piel perfecta que imaginaba en sueños.

- Ya... ¿se puedo decir "te amo" con otras palabras? - Preguntó risueño,besándole en el triangulo de piel del que nacía la virilidad del joven licano,acariciando mientras tanto sus muslos, internándose de cuerpo entero en medio de estos. Mordiendo eróticamente la blanda piel que había en la misma zona sin acercarse aún a su sexo. - Ahh...no me había dado cuenta lo bien que huele ese jabón que
compro...aunque no huele tan bien cuando lo uso yo...

Sabía como... decirlo pero ya.. lo he olvidado.
-Comentó, encogiendose de hombros y arqueando la espalda al sentirlo allí. También levantó un poco la cintura instintivamente.

- Ohh...ojala lo recordaras...-Suspiró, sobre la piel ajena, subiendo de nuevo a mirarle con aires juguetones, aprovechando que levantaba la cintura para pasarle la mano por debajo, ocupándose con la otra de abrir la pijama botón a botón hábilmente. - No me has dado de comer, que triste...

Recordó al chico una vez que tuvo el pecho de este a su merced y comenzara a llenarlo de besos indiscretos, levantándole un poco más de vez en cuando por la cintura teniéndole a su alcance y deslizando la otra mano para acariciar por encima del pantalón sus calientes ingles.

Tragó saliva, completamente sonrojado y sintiendo hervir sus mejillas.
Miró al otro con los ojos entrecerrados, y lo abrazó por el cuello sonriendo de la misma manera.
-¿Mucha hambre tienes?
Musitó, tras besar su cabeza dejando gustoso que mimara su pecho.

Contempló encantado su rostro sonrojado. - Oh si, famélico...-Dijo en un suspiro, sobando en lentos movimientos su ingle de la que sin esperar mucho pasó a su sexo, frotándole por encima del pantalón con la palma.

Introdujo la mano bajo la pijama para acariciar su columna vertebral, degustando su pecho, a besos y mordidas cariñosas levantando la mirada para ver los ojos del menor, dando una larga lamida entre sus pectorales.

Suspiró con lentitud, gozando de las preciosas caricias que el vampiro le otorgaba. Su sangre hervía ante esas caricias, y su corazón palpitaba rápido como nunca, era una sensación simplemente deliciosa..
Sentía a la vez que esa ropa lo apresaba, y quería tocar sin restricciones la piel del mayor.

Sonrió, abriéndose lenta y parsimoniosamente la camisa, pasando los labios por la suave aureola de uno de los pezones del menor aumentando la fricción con la mano sobre su miembro, moviendo la palma en círculos igual que lo hacía con su lengua en el pecho. Escuchando atento todos y cada uno de los suspiros tiernos que el menor exhalaba.

- mhmmm. -Se saboreó en silencio, bajando el pantalón del chico con tiento debajo del grueso edredón.

Alsó aún más la cadera, ayudando también a provocar friccion sobre su sexo.
Se acercó a besar sus labios, saboreandolos y mordiendolos con mucho cuidado, buscando su lengua y dejando de lado la timidez.

Correspondió a su beso, fascinándose con esas mordidas que le hacían sonreír con descarada lascivia, abriendo la boca para recibirle el musculo aterciopelado que buscaba el propio. - Mhmm, me encantas cuando eres así...

Le susurró el mayor atrapando su lengua con los dientes devorándole la boca con incontenible pasión, teniendo al fin su apetecible miembro desnudo en la mano, el cual utilizando solo la palma todavía, comenzó a palpar, a delinear y acariciar, cada vez más rápido, acercándole el cuerpo por la cintura al de él, aún más de ser posible.

De vez en vez se separaba del beso para poder respirar, continuando luego con éste, apasionado y a veces siendo un poco brusco.
Con una de sus pequeñas manos acariciaba la espalda del mayor, mientras que con la otra apretaba las sábanas, mordiendo a su vez su labio inferior y dejando escapar su primer pequeño gemido gozando del tacto en su miembro que poco a poco se erectaba.

Adoraba cuando el pequeño se tornaba brusco, cuando le mordía. Le encantaba. Por lo que le dejaba a cuestas por el momento ser quien llevara el ritmo en los besos, derritiéndosele la espalda tras el contacto son pequeña mano recorriéndosela en el acto.

-Kiba…dime otra vez, que me amas…-Le pidió entre susurros, bajando la piel del prepucio del miembro ajeno para poder tener a merced propia la deliciosa piel rojiza de su punta que con toques entrecortados acarició completa con el pulgar y masajeando el tronco con el resto de sus dedos, comprobando con locura como la zona se hinchaba. – Dime…- jadeó al unísono en que recorría con la lengua su cuello y su maxilar, suaves y dulces,

Su piel se erizaba con cada toque del vampiro, y lo observaba cuando podía a los ojos, deseoso de que continuara.
Logró escucharlo distrído por el placer, sonriendo levemente.
-¡¡T-Te amo!!
Exclamó junto a un fuerte gemido.

Se relamió la boca, al oír sus suculentas palabras que le hacían implosionar cada neurona, haciendo a un lado el edredón asfixiante, echándose encima del chico para llenarle en besos la boca, succionar sus labios y aumentar la velocidad con su mano.

-Y yo a ti…te amo, te amo…-Le susurró al oído excarvandoselo con la punta de la lengua y apretando su delicado miembro el cual a pesar de los alocados movimientos, acariciaba como si fuera el más frágil y fino cristal, volteando el rostro para mordisquear y lamer el brazo que se colgaba del propio cuello.

Mmgh.. Ya, por-favor..
-Rogó entre jadeos y suspiros. Sentía que moriría si seguía tocandolo con esa delicadeza.
La mano que tenía entre las sábanas, la alsó hasta el pecho del mayor delineando sus pectorales, observandolo a los ojos suplicante.

Sonrió victorioso a sus deleitantes súplicas, lamiéndole la boca al tiempo que con ojos mirada ardiente, volvía a descender por su pecho a besos y mordiscos. - Date la vuelta...-

Le pidió en un suspiro, tomando sus caderas haciéndole girar sobre el colchón acariciando la mano que le recorría los pectorales y una vez que le hubo volteado, acarició su espalda con los labios, bajando más hasta toparse con sus glúteos, los cueles recorrió a duros mordiscos antes de internar su lengua entre estos y lamer su estrecha pero perfecta entrada. Tomando posesión de su sexo una vez más y moverlo, tal y como el otro pedía con premura y brusquedad, de arriba hacia abajo mientras llenaba en saliva la calidez ajena.

Así como le pidió, giró sobre el colchón hasta quedar observando a éste, erizandose una vez más al sentir esos dulces besos en su espalda, y luego los bruscos toques en sus gluteos.
Jadeó de nuevo, arqueando su espalda y cerrando fuertemente los ojos, aferrandose a las sábanas nuevamente.

Impulsado por los movimientos de placer del menor, le apretó el sexo, estimulándole la punta con los dedos, mientras con la lengua mancillaba su entrada, apenas penetrándole con el músculo de la boca, haciéndole diminutas embestidas, que hizo más intensas cuando utilizó dos de los dedos de su otra mano para dilatarle.

Dedicándose a besar entre jadeos el largo y ancho de su pequeñas espalda, colocándose sobre él y pegándose a su cuerpo, embistiéndole con los dedos cual si se tratase de su propio miembro, masturbándole con mayor ansiedad.

Tenía sus ojos cerrados fuertemente.. Era increíble poder sentir el dolor y placer al mismo tiempo, su corazón palpitaba con rapìdez y adoraba sentir el cuerpo del mayor sobre el suyo.
-O-Osten..
Susurró sintiendo las fuertes embestidas, mas calmandose con los besos en su suave espalda.

-¿Está bien eso?- Preguntó en un murmullo sugerente, dando una larga lamida a toda la parte trasera de su oreja, suspirando de placer al sentir las estrechas paredes de Kiba abrazar sus dedos, lo cual le hizo moverlos más aprisa, más adentro.

Con los dientes, mordisqueó la oreja del niño lamiéndola por dentro, soltando por un instante el sexo del castaño para retirarse con prisa los pantalones propios y liberar su hombría más que deseosa de poseer al pequeño. Sin perder más tiempo, retiro los dedos lentamente que intercambió con rápida habilidad por su sexo, que introdujo con una decidida estocada, que le arrancó de la boca un profundo suspiro.

Lanzó un chillido al sentir el miembro del mayor introducirse dentro suyo, sin poder responder a la pregunta anteriormente formulada. Entreabrió sus labios dejando escapar más suspiros y gemidos, tensandose cada vez más.

- Mmm...-Gimió pegando los labios a su nuca, aspirando fuertemente e aroma entre sus cabellos mientras comenzaba a embestirle profundamente pero en movimientos lentos mientras el cuerpo del menor se acostumbraba a la invasión.

Propinando cada tanto fuertes mordiscos y chupetes a su espalda distrayendo ambas manos, una pellizcando y acariciando los pezones erectos del chico y la otra, devolviéndola al erguido miembro del menor para continuar con la ardua estimulación.

Ah~ nngh..
-Gimió deleitandose con las embestidas, ya logrando acostumbrarse a el sexo ajeno dentro de si mismo.
Gozaba también de la mano masturbandolo, y sentia que no soportaria mucho más tiempo, aunque quisiera que eso nunca terminara.