Luego de las compras [Priv]

- ¿Te gusta Kiba?

Cuestinó jadeante, repasando con los labios la erección de Kiba, luego de llevarse un par de dedos a la boca y humedecerlos, para posteriormente internalos en suaves caricias entre los gluteos del menor, aún sin entrar en él.

- Dime...

Se le oía tan bien cuando gemía y antes de que le contestara, impregnó con saliva la punta del menor a la vez que con la mano restante, echaba la piel del prepucio hacia atrás, mastubaloso muy lentamente.

Le costaba hablar en ese momento, puesto que estaba completamente avergonzado a demás de exitado. Con sus manos apretaba la sobrecama, y sentía como una gota de sudor recorría su cien.
-S-Se siente... b-bien.
Susurró, conteniendo los diferentes sonidos que intentaban escapar de su persona.

- Dejame...oirte...

Pidió en voz baja, mirandole a los ojos desde su sitión, sorbiendo de la rojiza punta de su miembro y sin poder esperar más, engullo el suave macizo de carne dentro de su boca, moviendo la cabeza de arriba a abjo encima de sus caderas, chupando hacia adetro y llenadose la boa de saliva para deslizar el endurecido miembro, en ese momento, se atrevió a introducir un dedo en su estrecha entrada, empujando de a poco y explorando las paredes suaves que empezaron a apresarle.

Dejó escapar un quejido al sentir aquel dedo acariciar su interior, cerrando los ojos con fuerza y arquando levemente su espalda al sentir también que su sexo era degustado por Osten.
No sabía si era el dolor del dedo ajeno que invadía su cabidad, o que su miembro fuera tratado con esa atención lo cual probocaba sus gemidos.
Anteriormente había escuchado sus palabras, por lo que no contubo más los sonidos que deceaba expresar.

Al dominar la estrechez ajena con el dedo, comenzó a embestirle con premura con este, estrando y saliendo de su humeda entrada con ardor, que el mismo con el que succionaba el delicioso sexo de su acompañante, loa pretaba con los labios y lo rozaba habilidosamente con la lengua, dedicandole especial atención a la hinchada punta que le enloquecía, al punto de comenzar a hacer reaccionar su porpia hombría que se levantaba poco a poco dentre sus pantalones.

Introdujo un segundo dedo a la deseada estrechez del niño sin detenerse en la pequeña penetración que le hacia manualmente, gozando con la otra mano del firme y suave pecho de Kiba, pellizcando uno a uno los pezones inflamados que aún contenían la humedad de su boca.

Aquello era más de lo que pensaba poder soportar. Sus ojos se encontraban entrecerrados, sin querer movió sus caderas buscando un poco más de aquella estimulación, gimiendo aún más fuerte ante el segundo dedo que se introdujo en él.
Mmmnngh~!! O-Ost..ten..
Murmuró, deceoso e impaciente por la llegada de aquel momento.

Dió un par de duras succiones a su endurecido sexo antes de separarse, sin aliento y con el rostro empañado de sudor. Con voraz deseo se levantó hasta su boca, llenandole la boca de besos, acusando la cavidad con la lengua, explorando el paladar y mordiqueando su labio inferior cada que paraba para comenzar con un beso nuevo, al mismo tiempo, ansioso, se bajó los pantalones propios, dejandoslo en el colchón a patadas, luego de sacar los dedos de su cavidad.

- Mhm...Kiba, ah ¿Sabes lo que viene no? ¿Esta bien? Ya no puedo esperar más...

Le jadeó a la boca, frotandose contra su sexo, delirando con su dureza contra la propia, sosteniendo con una mano uno de sus muslos, para abrir más el eje de apertura de sus piernas.

Correspondía a cada beso, buscando con timidez la lengua ajena.
No quería, mas bien no podía esperar más. A cada roce se exitaba demaciado y su vista ya estaba nublada.
-S-Si..
Se limitó a responder, abrazandolo intentando encontrar seguridad en él.

Tomó con los dientes la lengua aterciopelada de Kiba, succionadola mientras le besaba y miraba lascivamente los ojos, más que excitado por esa infantil expresión de excitación. Se ubicó en su entrada introciendose de a poco, deliciosos espasmos que le recorrieron el cuerpo, entre más profunda se hacía la penetración, cuando impaciente comenzó a embestirle ritmicamente, sosteniendo con ambas manos sus caderas y apoyado sobre su frente.

- Ahm...ngh, mhm...

Gimió en voz queda, jadeando con los ojos cerrados, besandole con insitencia los labios y el cuello, acostumbrandose a la estrechez de su entrada.

Si bien había recibido suficiente preparación, no podía evitar sentir dolor al ser penetrado de esa manera. Sonoros gemidos continuaban escapando de entre sus labios, algunos ahogados por los repetidos besos que lo estimulaban aún más.
Continuos espasmos recorrían su cuerpo, imnotisado en los ojos del mayor.
-Mmh... A-Aah~!!

Se internó un poco más en su entrada, moviendose con un poco de más intensidad sobre el cuerpecito ajeno, cerrando los ojos cada tanto, cuando simplemente el placer le impedía mantenerlos abiertos.

En busca de más, devolvió su atención a los pezones chupandolos con lujuria y tomando posesión de su miembro con una de las manos y estimularle placidamente y con rapidez, empujando con mayor ahincó dentro del pequeño, jadeando descontrolado, mordiendo su pecho y llenandole de chupetes rojos todo el pecho y el cuello, separandose cuando su respiración se entrecortaba y se quedaba sin aliento.

Desesperado, comenzó a mover más rápido su cadera, jadeando y suspirando.
Su respiración se oía apresurada, y enredaba los dedos en el lacio cabello del vampiro observandolo sonrojado con los ojos a punto de cerrarse, avergonzado por su expreción y el tono de voz con el que gemía.
Por fortuna comenzaba a acostumbrarse a ese continuo movimiento dentro de él, mas se tensó al sentir la mano en su sexo.

- Ahm...Kiba...

Mordisquenadole su pecho con los colmillos hizó pequeño hoyuelo donde comenzó a brotar a gotas las sangre que lamió, y succionó sin dejar de besarle. Apretando su sexo para estimularlo con fiereza, ansioso por tocar su esencia y al mismo tiempo, aumentando el ritmo impuesto por sus sensuales movimientos de caderas embisitiendole con ansiedad sintiendose explotar en cualquier momento, gozando con cada uno de sus gemidos que le hacían estremecer completo mucho más aún cuando la sangre pasaba por su garganta, llevandole más y más a prisa a la cima del extásis.

Luego de un corto rato de soportar las fuertes embestidas y sentir todabía como su miembro era tratado con tanta atención junto con los múltiples besos y mordidas que recibía, llegó ese momento en el que tocó su punto.
Un último y sonoro gemido se desprendió de entre sus labios, pasando de estar tenso a relajarse completamente dejando caer su cuerpo sobre el colchón.

Cuando sintió la caliente humedad derramarse por su mano, se corrió tambien en el interior ajeno, en un par de profundas y duras embestidas, gimiendo roncamente sobre el pechodel niño.

Al momento que su cuerpecito se dejó caer en el sofá, le abrazó de nuevo, apoyandose agitado sobre él, permanenciendo gustosos un poco más en su interior contraído, mirando su carita satisfecha la cual besó por ultima vez en la boca antes de llevarse a la boca la mano manchada y lamerla por completo, manteniendose en silencio mientras recuperaba la respiración propia.

Tranquilo, satisfecho y notando en si mismo el ardor en sus mejillas color carmesí, permaneció allí, reposando con los ojos cerrados mientras correspondía gustoso el último beso por el momento.
Luego separo los parpados observandolo de nuevo con timidez.

- Mhmm...

Contiento se colocó a su lado, atrayendole con una mano por la cintura, respirando poco a poco con mayor facilidad, hasta que se decidió a abrir los ojos y mirar de nuevo al licano. Sonrió un poco cuando notó su encantadora expresion volviendo a cerrar los ojos.

- Hola...

Ho..la..
-Susurró tartamudeando un poco. Puso una mano en la almohada, apollando sobre ésta su rostro.
Solo se limitó a observarlo, aún preguntandose cómo habia ocurrido aquello.

Entreabrió los ojos tocandole el cabello y alisandolo hacia atrás le miró la cara analizando sus expresiones.

- Esta todo bien?

Le preguntó con voz en susurro cubriendo a ambos con las sabanas de nuevo.

Asintió con la cabeza, pestaneando un par de veces y observando hacia otro lado.
Tomó las sábanas y se cubrió un poco más, intentando tapar su sonrojo.
-Si.
Murmuró, apegandose un poco a él, y sonriendo con satisfacción y timidez.
-Creo que... ya no tengo frio.

- Aww no te tapes tanto =(

Le pidió cuando se le acercó y soltó un par de risas, abrazandole como al principio.

- No conozco una forma mejor de quitarlo o.ó

Eso fué muy raro, ¿sabes?
-Se dejó abrazar, tras una risilla nerviosa, mientras destapaba un poco su rostro solo para darle el gusto.

- ¿Qué cosa? ah...¿Tu crees?

Le miró a los ojos con cara de pregunta.

- Uhm...podría ser, un poco, posiblemente...

Rió muy suavemente, tras un bostezo pequeño.
-Creo que es hora de una ducha.
Comentó, rascandose la mejilla.
-Y tal vez luego pueda tocar un poco el violín.

- Nooo~...no te vayas...

Dijo en tono infantil, sosteniendole más fuerte.

- Un ratito más

¿Pararse al frío? No, que trágico, no tenía el valor. Pero cuando le habló del violín sonrió.

- ¿Si? ¿que tocaras?