olvidando... (libre)

Dejó que le que le quitara el saco, mientras continuaba en su tarea por el pecho ajeno. Sus manos se paseaban por sus costados, acariciandolos, y pelizcando levemente la mancillada piel. Había llegado ya a sus pezones cuando le sintió moderle el lóbulo de la oreja, mordiendo el a su vezel pezon ajeno con malicia. Levantó la mirada, observandole, el destello de lascividad en sus ojos violaceos resultaba bastante evidente.

- Mi señor... - Le susurró - Suena muy bien viniendo de ti... - Admitió, sin quitarle los ojos de encima, dandole una lamida al pezon que había mordido.

cerro los ojos sintiendo la mordida en esa parte tan sencible de su cuerpo, pero en cuanto el otro comenzo a hablar lo miro, reglfejandose en sus ojos la mirada lujuriosa que haora los dominaba, se hacerco a el, lamiendo y mordiendo su cuello, quien le habia dicho que era el unico que podia?, siguio su camino por la piel palida hasta los labios, besandolo con lacivia, mordiendo sus labios sin ninguna delicadeza

Sintió un estremecimiento cuando los labios del rubio alcanzaron su cuello, deteniendose en el acto de la deliciosa tortura a la que le sometía. Cuando alcanzó sus labios, se besaron con intensidad, casi con violencia sin separarse en ningún momento. LLevo sus manos a las muñecas ajenas, sosteniendolas contra el suelo, mientras sentía como sus labios era mordidos por el otro. Se separó, lamiendo las gotas de sangre que escurrian de su boca, para continuar con el impulsivo beso con una mirada maliciosa, sosteniendo las muñecas ajenas sobre la cabeza de ambos, mientras la mano restante comenzaba a introducirse entre los pliegues de ropa que aún le quedaban al rubio, en busca de su hombría, masturbandola por encima de la ropa.

continuo con el beso, si bien sus labios comenzaban a dolerle, esto apenas y significaba algo, siguio, mientras sus manos eran apresadas, aun le sorprendia la fuerza que poseian los vampiros, ya que con una sola mano le tenia inmovil, entreabrio las piernas disfrutando de las atenciones dadas, mientras sus labios volvian a bajar al cuello mordiendole
dime... a que sabe la sangre?..
le dijo con una mirada llena de picardia, mordiendo algo fuerte la piel del vampiro

Se separó de los labios ajenos, volviendo a su antigua tarea, mientras sentía las mordidas del rubio en su cuello, lo cual le producía escalofrios. Pasaba la lengua por la piel bronceada, si descuidar su entrepierna, cuando escuchó la pregunta. Dejó entrever sus colmillos, como si ellos respondieran la pregunta por él.

- Todas tienen un sabor diferente... La tuya en particular es bastante dulce... Me pregunto porque... - Le dió una larga lamida a su torso - Pero puedes compararlo con el vino... Todos tienen la misma escencia, pero distintos sabores y aromas...

esa explicasion era tal como la habia imaginado, sonrio mientras dejaba salir uno que otro gemido corto, acerco su rostro y mordio el lobulo del vampiro bajando al cuello con lamidas extensas hasta morderle lo suficientemente fuerte para hacerle sangrar y beber algo de sangre, bien, antes habia probado su propia sangre, el sabor metalico de esta lo recordaba bien, pero el sabor de esta otra era muy diferente, solo bebio un poco, estando consiente de lo que podia pasar si bebia mas

Sintió la fuerte mordida en su cuello. No le dolió. Fue como una punzada. Subió a su rostro de nueva cuenta, dandole una lamida a los labios, aun impregnados del sabor, mientras le miraba, levemente impresionado.

- ¿Te ha gustado? - Preguntó, sugerente - Porque no creo que puedas hacer eso otra vez... A menos que quieras, ya sabes, venir hasta este lado...

Lamió el cuello ajeno, llegando hasta el lobulo de la oreja, el cual mordió con rudeza, para luego darle una lamida. La mano en su entrepierna no se detenía, queriendo ya despojarle de la ropa para poder atenderle más facilmente. Se relamio los labios, excitado.

lo miraba con satisfaccion, moviendo las caderas para rosar de vez en cuando las del otro, sonrio y gimio cuando le mordio el lobulo, bueno en tanto tiempo de no-vida al vampiro tenia que haber aprendido algo,
estas muy urgido hoy...
le dijo, como burlandose, mientras trataba de liberarse del agarre que mantenia presas sus manos

Al notar la manera en que intentaba liberarse, aferró mas fuerte sus muñecas, como dejandole claro que no se le escaparía. Había vuelto a ocuparse de su cuello ya mancillado, cuando le escuchó, deteniendose en el acto para mirarle con una sonrisa burlona.

- ¿Lo crees? - Preguntó, fingiendo inocencia - Porque si tanto te molesta, podría dejarte en paz...

Mientras iba diciendo esto, apretaba el miembro del rubio con más fuerza, haciendo los movimientos rápidos y hasta violentos. Le miró con una expresión de total inocencia, mientras el agarre de sus manos daba a entender q no pretendía soltarle.

- ¿Es eso lo que quieres? - Preguntó, con el mismo tono.

ahh..maldito!....

le dijo aun sonriendo del placer, arqueando la espalda hacia atras, mientras movia mas las muñecas, el sabia que a esas alturas se le nublaba la consiensia, le miro con algo de cabello en la cara, relamiendose.


incluso,.. si te lo dijera... no pararias...

logro decir entre jadeos, por las manis habiles del otro en su miembro

- Tienes razon... - Afirmó el otro, mirandole con malicia - Los vampiros somos demasiado... insasiables...

Con dificultad, terminó de despojarle de la ropa que le quedaba, teniendolo totalmente desnudo ante él. Sonrió, malicioso. Se dedicó a juguetear con su torso, entre mordiscos, mientras la mano en su miembro le masturbaba a ritmos desiguales, en un principio lento y embriagante y luego rápido y violento. Le miró.

- Y trata de no moverte tanto... - Le sugiriró, sonriendo con lascividad - No quiero arruinar esta linda piel tuya...

como si eso importara, su piel tenia tantas marcas que importaba una mas?... sonrio y se quedo esta vez quieto, dentro de lo cabia, ya que seguia moviendose al contacto de la mano fria del otro, arqueando o doblegando la espalda, mientras cerraba los ojos, estar desnudo frente a el le hacia sentir deliciosamente vulnerable, sus mejillas se colorearon de rosa palido
pervertido no te da verguenza?
le dijo aun burlandose

- No - Afirmó, sonriendo ampliamente - La verguenza la perdí hace mucho tiempo...

Con sus juegos había llegado ya hasta el vientre ajeno, juguteando con las marcas en el, pasando la lengua por ellas y mordiendolas. Su mano ya casi arañaba el tronco de la vioril hombria del rubio, a causa de la exitación y la violencia de los movimientos. Cada vez que entreabría los labios para juguetear la piel ajena, su aliento rozaba el miembro del otro.

- ¿Y tú? - inquirió irónico, viendole a los ojos por un momento, antesd e continuar con su tarea.

m-mi señor eso no se pregunta!
dijo fingiendo inocensia y que todo aquello le "molestaba", antreabrio las piernas ligeramente mientras gemia mas y mas rapido, el sudor comenzaba a resvalar por su cuerpo, exitado por todas las caricias y a pesar que dolia le gustaba... mucho

- ¡Oh! ¿Entonces ahora tienes verguenza, no? - Inquirió, irónico, sin abandonar la sonrisa lasciva.

La atmosfera en la habitación se calentaba a medida que los gemidos del rubio aumentaban, a pesar del aire frio que circundaba el lugar. Su mano presionaba el miembro ajeno, deleitandose con el sabor de la piel del, ahora, indefenso rubio, mordisqueandole el vientre y las caderas, acercandose cada vez más a la zona tan sensible del de ojos felinos.

mmm ahhh... siempre... la.. la e tenido..
seguia gimiendo, el ambietente era frio y con cada gemido salia una bocanda de vapor de su boca, mirandolo con demencia y las mejillas encendidas, le encantaba jugar asi, y mas por que siempre perdia

- ¿De veras? Eso no es lo que... aparentas....

Llevó la mano que le masturbaba hasta las ingles, las cuales masajeo, apretandolas entre sus dedos con rápida fricción, y luego volvió a ocuparse del erecto miembro, el cual, mientras lo tomaba con fuerza entre su mano, le dió una larga lamida, desde el tronco hasta la punta, sonriendole con malicia.

su cuerpo era recorrido constantemente por escalofrios de placer, mientras cerraba los ojos con fuerza, tratando de no mirarlo, ya que eso lo exitaba mas, jadeaba y gemia, abriendo sus piernas para darle mas espacio al otro
Mi..lo...ahhh...

Le escuchó jadear su nombre entre gemidos. Aquello le encantaba. Hacerle delirar de placer hasta el punto de rebajarle el orgullo. Mordió ligeramente la puntadel miembro ajeno, antes de mirarle a los ojos.

- ¿ Te gusta... Hoshi...? - Preguntó, irónico, relamiendo sus labios.

No le dió tiempo de contentasr, pues volvió a tomar el miembro ajeno entre las manos, friccionandolo, para luego, como si fuera una paleta, darle repetidas lamidas, desde el tronco hasta la punta, jugando con esta, presionandola con el dedo pulgar.

si estubiera en "todos sus sentidos' le hubiera dado una patada, pero, en estas situaciones... estos "juegos" aceptaba momentaneamente que su orgullo que dara pisoteado, por que, a pesar de que asi era, no lo sentia

..mm... mas... ahh...si..si me gusta...

sus piernas se tensaron por las caricias, si seguia no aguantaria mas, escondio el rostro entre su hombro, le gustaba si, pero tambien le avergonzaba un poco

Su sonrisa maliciosa, como la de un niño travieso, se asentuó más, escuchandole admitir aquello entre jadeos que, para el, sabian a triunfo. Continuó con su trabajo, pasando su lengua por todo, hasta que, finalmente, lo introdujo en su boca, aspirandolo con fuerza, como si quisiera sacar algo de él, y los colmillos razgaban ligeramente la sensible peil de aquella zona, sin dejar por ello de atenderle.

arqueo la espalda, gimiendo algo alto a pesar de que hacia un esfuerzo sobre humano por no emitir ningun sonido tan fuerte como para que alguien entrara alarmado, levanto ligeramente las caderas al momento de correrse en la boca de vampiro

Milo!!..

se recosto de nuevo en el piso, jadeando aun mientras sus mejillas se encendian de rojo intenso

Mordiá su miembro, torturandolo, masturbandolo con evidente lujuria. Al captar los movimientos de la espalda del rubio, supo que no aguantaría mucho más, así que, son una última mordida, terminó de sentirle correrse en su boca. Degustó el liquido, casi tan dulce como todo él, tragandolo entero. Al separarse, el soltó la mano que aprisionaba las muñecas ajenas, apoyando las manos a ambos costados de su cuerpo para poder observar su rostro encendido, con una mirada maliciosa de los ojos violeta, los cuales resaltaban más a causa del oscuro cabello que los enmarcaba. Le sonrió, lascivo.

- ¿Satisfecho Hoshi? - Preguntó, irónico, inclinandose de vez en cuando a lamer el torso ajeno.

jadeaba mientras algo de sudor resbalaba por su tersa piel, se hacerco abrazandole por el cuello, besando su oido antes de preguntar
Tu lo estas Milo?...inquirio, mientras besaba sus labios, saboreando su propia esencia

- No se... Dimelo tú... - Dijo, devolviendo el impetuoso beso

Siguió acariciando su cuerpo, sus costados, su piel tersa, posicionandose mejor cobrel el cuerpo jadeante y sudoroso, pellizcando los erectos pezones, y enredandose los dedos en el cabello ajeno. Ya que sabía que el otro aún no tenía suficiente oxígeno, se separó para dejarle tomar aire, mordiendole el cuello sin atravesar la piel.

- ¿No me conoces ya lo suficiente? - Inquirió seductor.