olvidando... (libre)

llego temprano, solamente se escucho el portaso en su recamara, nada anormal salvo claro.. los golpes, sonidos de objetos quebrandose, cayendo, telas rasgadas, y gritos, los sirvientes intentaron de todas las maneras abrir la puerta del dormitorio del rubio pero nadie pudo, notaron que algunas cosas estaban apiladas en la puerta para evitar el paso, dento estaba el, ya despues de romper todo lo que pudo se sento en una esquina oscura fumando, el cabello en la cara, el humo saliedo de sus labios y un olor a sangre que indundo el lugar
ya no quiero...
dijo en un susurro, ya no queria pensar en esos dos, a quien amaba?... a quien odiaba?.. solo queria olvidar y al mismo tiempo no, los amaba?... si.... pero a quien amaba mas?... aunque le doliera... el pianista le habia echizado, y Teru...le amaba.. pero no con tanta intencidad... lo mejor era hacer que le olvidara, no seria dificil, era un vampiro, pero aun asi le dolia, le habia dicho tantas cosas...

soy un humano mentiroso, sabes por que? por que no te amo...

le habia dicho tanto... cosas que a el mismo le lastimaban

eras solo un reemplazo, un sustituto alimaña, sal de mi vida...

rio amargamente mientras veia su mano, el guante roto y saliendo sangre de una herida algo grave, por error de habia cortado algo profundo cuando rompio el espejo del baño

Se levanó bien enrada la noche, con un silencio penetrante que se había apoderado de la mansión. ¿A que se debería? Tan pronto se incorporó, el aroma dulzón le embargó al abrir la tapa del sarcófago; el dulzon aroma, un tanto oxidado, de la sangre de su rubio exclavo. ¿Habría pasado algo? Se vistió con tanta calma como los otros días, intentando fingir que no le importaba y, al salir de su habitación fue directo a la habitación del otro. Los criados se encontraban alrededor intentando abrirla, pero, con un gesto severo, los despachó. Luego de esto se acercó a la puerta, tocandola tres veces sin intentar abrirla.

- Hoshi... - Llamó - ¿Que sucede?

adentro solo veia la sangre caer, tenia la mano en alto a la altura de sus ojos mientras una herida que hiba de la mitad de su palma hasta el revez de la mano dejaba caer un hilo carmesi al piso, era algo grave pero no le importaba mucho, escucho que el llamaba a la puerta, miro hacia ese punto, o bueno lo que podia ver, en el piso cristales pedazos de madera las sabanas rotas, y el armario y comoda estaba bloqueando la puerta, no contesto, sco otro cigarro y comenzo a fumar, que entrara, queria, pero su orgullo se negaba

Podía sentirlo, olerlo, sabía que el rubio estaba allí adentro. Y si no le quría abrir, sería el quien quien tendría que entrar, aunque fuese a la fuerza. Con un leve empujón abrió un resquicio en la puerta lo suficientemente amplio para poder pasar él. tan pronto como entró a la habitación, pudo ver el desaste de vidrios en el suelo, tela razgadas y paneles rotos regados por doquier, junto con un intenso olor a sangre que le calaba cada fibra se su ser. En un rincon oscuro podía observar al rubio, escondido, quien sosteniendo en alto su mano, productora de aquel llamativo charco en el suelo, se disponía a fumar. Frunció el entrecejo, acercandose con cuidado.

- Hoshi... - Le volvió a llamar - ¿Que sucedió?

levanto apenas la mirada por sobre los lentes, aquellos dias habian sido un cambio radical en el, sonreia y estaba feliz la mayor parte del tiempo, pero esa noche parecia un grave retorceso, su mirada helada se poso sobre el vampiro, encendio el cigarro dejandolo manchado de sangre y dejo caer la mano herida al suelo mirando como el charco cresia mas y mas
nada...
dijo solo con un hilo de voz como contestacion

Se acercó mas a el, sintiendo como el aroma, tan provocativo, calaba aun mas dentro de el. Sentía como se le hacía agua la boca pero hizo el intento de contenerse, despues de todo, no lo había mantenido tanto tiempo solo para matarlo. Le tomó la mano herida por la muñeca, manchando su propia mano de sangre mientras le miraba, severo.

- Pues si esto es "nada", tendras que explicarme luego que es "algo"... - Soltó con ironía, intentando q la herida dejara de sangrar.

hiso una leve mueca de dolor a sus intentos de curar la herida, habia escuchado con atencion, miro la sangre y que el estaba cubierto de ella, bueno de ciertamanera el vampiro se preocupaba por el no?... le quito su mano evitando que le curara solamente para con la mano sana hacercarle y apoyarse a su hombro, buscando consuelo, se sentia despreciable, bajo de estar asi por el otro vampiro, y al mismo tiempo abrazando a este, pero no queria nada mas, el queria Milo y no cambiaria de opinion
algo?... en este momento no me importa mucho

Enrcó una ceja, viendose alejado y , a la vez, acercado por el rubio. Estaba actuando extraño. ¿Que le sucedia? Por lógica devía ser algo muy malo, o muy triste para que se encontrara en aquel estado, pero supuso que no habría de relacionarse con el, o seguramente no le habría permitido acercarse tanto. Le tomó del menton para poder mirar, serio, sus ojos color miel, ahora mas oscuros.

- Estas extraño.... ¿Que sucede? En condiciones normal,es ya me hubieras sacado de aqui... - Resongó, intentandole hacer reaccionar.

le miro, su mirada apagada y sin sentimiento, nada comun en el, no hiso nada solamente escondio la cara en su pecho evitando mirar a cualquier lugar, su mano seguia en el suelo pero habia pasado a segundo plano, se acurruco en el vampiro y dejo caer el cigarro al suelo
creo.. que no son sondiciones normales...
dijo suavemente con voz neutra

Cada vez se sorprendia mas de las reacciones del rubio, ahora en serio nada normales. Le sintió escondor el rostro en su pecho, refugiandose en el. Se veía, se sentía como... vacío... Más por instinto que por otra cosa, le rodeó los hombros, abrazandole. No solía verse envuelto en situaciones como esa, por lo que no estaba seguro de lo que debía hacer. Simplemente lo sostuvo contra el, en un intento de que se calmara, porque, aunque no lo expresara exteriormente y el mismo no lo aceptara, se encontraba preocupado por el rubio.

- Hoshi... - Musitó, suavemente - ¿Que fue tan malo? - Pregunto, suavemente, como casual.

suspiro cuando le rodeo, como si encontrara refugio, era una sensacion asi?, de echo significaban muchisimas cosas mas, escucho la pregnta, pero mas se fijo en el tono de voz, tenia ya admitido que el vampiro escondia muchos de sus sentimientos eso ya lo sabia, pero habia aprendido a ir diferenciandolos poco a poco, y haora podia sentir como se preocupaba, no queria que lo hiciese, asi que solamente se aferro mas a el
no es nada... solo... es que hise lo correcto pero, dolio un poco hacerlo, lamento el alboroto no era para tanto

Escuchó la explicación del rubio, relajandose en su interior. Al menos no era nada serio. Sintió como se aferraba a él con más fuerza, devolviendole el abrazo a medias, estrechandolo contra su cuerpo frio. Comenzaba a calmarse y eso para el era un alivio, anque no podía evitar el preguntarse que sería aquello a lo que se refería el rubio.

- A veces lo correcto es lo que mas nos duele... - Asintió - Pero, siempre podemos encontrar maneras de sobrevivir al dolor...

Al decir aquello, que ya anteriormente se lo había dicho a el una vez, se acordó de su piano, mientras su mano, imperceptiblemente, acariciaba los mechones rubios del otro sin ser conciente de ello.

le miro apenas alejandose casi nada de el, le acariciaba, y se miraba pensativo, el tambien habia sufrido, se notaba, pero no queria indagar mas, realmente le gustaba estar asi con el, su cuerpo tibio comenzaba a hacer que la piel del vampiro tambien se entibiara, se hacero a su rostro poniendo sus labios en la mejilla del vampiro, no aun no se atrevia a besarlo en los labios despues de lo que acababa de hacer, asi que en la mejilla bastaba
gracias..

- No deberias de agradecerme... - Dice, sintiendo los calidos labios del otro en su mejilla.

Le tomó de la mano, la cual no sangraba ya tanto como antes y, sacando un pañuelo de las solapas de su traje, fue limpiando la sangre alrededor de la herida, teniendo cuidado de no toquetearle demasiado o empezaria a sangrar de nuevo, lo que sería peor para él, ya que la boca la tenía hecha agua. Le miro.

- Valla que has hecho un desastre... - El tono no era de regaño ni de broma, simplemente lo había dicho.

miro la mano que era tratada con tanta delicadeza y despues el desastre, parecia mas bien que un terremoto habia pasado por ahi, bajo la mirada, eran cosas costosas, antiguas, muy importantes e invaluables, esta vez habia echo un desastre, y sentia que pronto vendria el regaño
lo siento... me excedi

No le dijo nada, solo terminó de vendar la herida con el pañuelo, haciendo un pequeño nudo que la cubriera por completo. Repasó nuevamente la mirada por la habitación. Había roto muchas cosas, había vidrios por todo el duelo y el lugar estaba hecho un desastre. Se encogió de hombros. Al fin y al cabo, nada era eterno en el mundo. Hasta ellos podía morir.

- Al menos podras redecorar a tu gusto ahora... - Dijo, como resignado.

miro a otro lado, habia echo un drama, suspiro y se puso de pie mirando al rededor, estaba molesto consigo, comenzo a recojer todo mirando de reojo al vampiro,
no pueod pagar todo lo que rompi pero, si quieres algo... dilo...
le dijo con una tenue sonrisa arrepentida

Al ver que empezaba a recoger las cosas regadas, le tomó la mano, deteniendole. Se le abriria mas la herida, cosa mala para él, y tambien para el rubio aunque este no fuera conciente de ese hecho.

- Dejalo... Los sirvientes lo recogeran... - le dijo.

Se puso en pie, abriendo la puerta, apartando aquello que la bloqueaba, por lo que los criados se agaloparon en la entrada, sin atreverse a traspasar la puerta dada la presencia de su señor. Él les hizo una ceña para que entraran, y estos empezaron a limpiar, diligentes. Le indico a su favorito con un ceña que se ocupara de Hoshi.

miro como los sirvientes entraban y rapidamente recojian todo, aun tenia la manosujeta por el vampiro y eso supuso que lo llevaria a algun lugar pero cuando miro al sirviente irse a preparar la cena supo que se hiria, suspiro y bajo la mirada
... ya no me duele tanto la herida

Se volteó a mirarlo, encontrandolo cabizbajo, con la mirada en el suelo. Le soltó la mano para tomarle del menton para levantarle la cabeza y poder observar el rostro enmarcado por el cabello dorado.

- Si, pero igual... Luego volverá a abrirse... - Le recordó.

Le soltó, volviendo a tomarle con cuidado de la muñeca para sacarle del atareado lugar, donde los criados barrian y recogian todo de aquí y allá. Le hizo bajar las escaleras sin decir nada más, dirigiendose a otro lugar de la enorme casona.

le miro fijamente y sonrio levemente, le siguio cin ninguna protesta esquivando con los pies vidrios y objetos en el suelo, no opuso resistencia a nada y se podria decir que incluso le gustaba la sensacion de la mano de Milo en su muñeca, miro al rededor, aun no investigaba la mansion a fondo por lo que no estaba seguro de a donde iban

Caminaron por un pasillo que se encontraba detras de las escaleras, la pared estaba llena de lamparas de gas y el pasillo estaba cubierto por páneles de madera. Siguieron caminando hasta llegar al final, donde dos amplias puertas de madera daban la entrada a lo que sería un gran salón. Sacando una llave de entre sus ropas, abrió la puerta, la cual era corrediza, dando paso a una inmesa biblioteca. Los libreros eran tan altos que llegaban al techo, rodeando por completo la habitación, excepto el enorme ventanal que dejaba pasar la luz de la luna que bañaba los sofás dispuestos para la lectura junto con la mesa ratona que se encontraba en medio de ellos. Hizo pasar a Hoshi, dejando las puertas abiertas, indicandole con un gesto que se sentara mientras el se dirigía la ventanal.

le siguio, con curiosidad mirando todo el lugar, las lamparas as puertas todo, cuando entro entreabrio los labios, ese lugar... ni en sus mejores sueños lo hubiera imaginado, era para el, un paraiso enmedio de la tierra, todos esos libros acumulados con el paso de los años, un lugar tan hermoso... entro y se sento mientras seguia viendo alrededor imprecionado

Se encontraba todavía viendo por la ventana, cuando su favorito entró, depositando la cena de Hoshi sobre la mesa ratona, junto con una botella de vino para su amo. Con la caja de primeros auxilios que había traido, se dedicó a curar la mano herida del rubio. Milo se volvió de nuevo hacia ellos, yendo a sentarse en el sofá, observando como el otro vendaba la mano herida, mientras que del pañuelo escurrian gotas de sangre de las que no podía apartar la mirada.

le dolia la herida, pero tambien tenia hambre, el olor de la comida le hacia agua la boca, esperaria mientras le curaban, miro de reojo a milo... no era el unico con hambre, cuando le terminaron de curar, saco un guante de su abrigo, lo puso en la mano herida, tal vez asi evitaria que la sangre oliera tanto