La llegada del ''amigo sano'' [Priv/Krist y Aixarel]

El humo del cigarrillo inundaba casi por completo el auto, ni siquiera se iba del todo cuando intentaba abrir las ventanillas. Eso le molestaba, pero casi nunca comentaba sobre sus disgustos, por pura educación. Miraba hacia afuera con una mano en la barbilla y la otra tendida sobre una de las piernas, recostado en el respaldo del asiento.
-No. Pensé que eran un mito, un "cuento de hadas" como todos dicen. Pero por alguna razón no estoy del todo sorprendido.
Suspiró apenas audible, cerrando los ojos. Se veía bastante maduro y tranquilo, aunque probablemente era porque todavía no asumía completamente la situación en la que se encontraba. De todas maneras en muy pocas ocasiones se desesperaba por completo.
-Y no es obediencia... -Agregó posteriormente con calma- ...Es no buscar problemas.

Luego de decir aquello bajó del vehículo, al ser tironeado de la soga. Caminó con rapidez y tranquilidad, casi parsimonioso, quedándose parado luego junto al vampiro y viendo la mansión con ojos despreocupados.
-...¿Krist?.
Susurró, ladeando un poco la cabeza.

krist dormitaba mientras tanto en el cuarto de Alex, tranquilo. No sabía donde estaba el vampiro y mucho menos esperaba que se fuera a presentar con un amigo para él, ya que cuando hablaron pensaba que el vampiro se lo había tomado a modo de broma más que otra cosa.

Se despertó cuando oyó el coche a traves de la ventana y se asomó, justo en el momento en que Alex tiraba de la cuerda para que el chico se bajase del auto. Enarcó las cejas, sorprendido, y su corazón empezo a latir más rápido. ¿Y si aquel chico era como Aure y estaba allí para que Alex lo "domase"?

[[Dios xDDD la domada de Aure estuvo genial *recordandola (?)* xD Ok, posteo ya xDDDUu]]

-Si...mi pequeño Krist...ahora...apurate...-

*Camino con prisa y abrió la puerta, en el momento que entro uno de los de la servidumbre laboral apenas se acercaba para abrir, al vampiro le parecio lento e inútil por lo que tomó del rostro al sirviente cuando este pretendía disculparse, empujandole con suma fuerza le arrojo contra una lámpara con la cual lo estrello y derribo, haciendo que la lámpara se rompiese y le cayecen al esclavo algunos restos, lastimándole.
Siguió de recto caminando, ya ni gastaría su saliva en un pobre idiota como ese esclavo, subio las escaleras, con la cuerda en manos halandola fuertemente, fumando aquel cigarrillo con placer, caminando por el pasillo hasta la puerta donde estaba Krist; la habitación del vampiro.
Krist era el único que tenía derecho de rebolotear y hacer cuanto quisiera en el cuarto, nada más, abrió la puerta y vio al pequeño en la ventana, había observado, ya ni le importo darle la ''sorpresa'' supuesta que era el chico que había adquirido.*

-Krist...ya llegué...veo que te despertaste...eso esta bien...-

*Halo la cuerda una vez más para que Aixarel entrase.*

-Mira que te traje...bueno...mejor dicho ''nos traje''...-

Siempre caminando junto al vampiro y sumamente despreocupado entró también a la mansión. Observó la 'escenita' y cerró con fuerza los ojos al oír la lámpara roperse sobre el pobre chico. No dijo ni hizo nada, ya que suponía que al menor reproche le sucedería lo mismo. Solo pudo compadecerse y volver a mirar hacia el frente.
Continuó caminando, tropezándose de vez en cuando debido al apuro que el moreno tenía. Y, al llegar a la habitación, con una expresión muy tranquila observó al joven de hebras azuladas, sonriendo levemente.
-Buenas.
Saludó tras un suspiro únicamente diciendo aquello, sin molestarse en sacarse las manos de los bolsillos, solamente mirando un poco a su al rededor. Ni él sabía cómo podía estar tan tranquilo, pero tampoco se molestaba en ver el lado malo de la situación.

Krist miró sorpredido al chico, y aún más all ver que estaba intacto. Despues miró a su amo y nuevamente al chico. Le sonrió con timidez, acercándose un poco a ellos.

- Hola.- Le saludó entusiasmado al ver que realmente Alex le había escuchado y le había llevado alguien para que le hiciera compañía.

- Soy Krist...- Añadió tendiéndole la mano apra saludarle.

*Tomó la mano de Krist para impedir que le diese la mano al chico nuevo, cínico, sonriendo algo tetrico.*

-No,no,no...este esclavo...no sé si esta ''sano'' para que te toque ¿qué tal que te pegué alguna enfermedad rara?...lo llevaré a el cuarto de invitados para hacerle un ''examen médico''.... -

*Dio la vuelta inmediatamente, y no solo se llevó al nuevo esclavo con el, también a Krist, quería que viese todo, no sabía por que le gustaba hacer que el humano viese lo que hacía, quizás por que así podía mantener al chico temeroso y disfrutar de ese miedo, a saber.
Volvió a las escaleras, mirando a Krist de reojo y por que no...a Aixarel, soltando a Krist, pues predecía que con lo que dijo, el chico se preocuparía por el humano y seguro querría ir a intentar ''persuadir'' al vampiro de sus actos, cosa que jamás había servido.
Bajo las escaleras nuevamente, para ir a donde el dichoso cuarto, llegó a una puerta y solo posó su mano en la manija, tranquilamente, su gesto era frió y serio, y el cigarro, seguía fumandolo.*

-Por que si no mal recuerdo...querías un ''amigo sano'' ¿No, Krist?...-

Estuvo a punto de estrechar su mano con la del pelicielo, aunque al ver los actos del vampiro, volvió a meterla en el bolsillo. Le extrañó la nueva salida repentina, aunque aún así caminó, pues odiaba ser tironeado de la soga y para impedirlo caminaría por él mismo.
-...Tantos libros sobre vampiro y ninguno dice que están locos.
Pensó, observando de reojo al 'ojeroso'.

Al llegar donde la puerta enarcó una ceja y volvió sus orbes para ver al vampiro, desconfiado, aunque sin demostrar nerviosismo.
-Ara, pero si estoy sano...
Comentó como si no hubiera notado cierto sarcasmo en las anteriores palabras del colmilludo.

Krist se estremeció ante las palabras de Alex y casi empalideció. No sabía cuales eran exactamente las intenciones de Alex pero no le costaba demasiado imaginarlas. Los siguió mordiéndose el labio inferior, con nerviosismo.

- Alex....- Le dijo en tono de súplica.

- Por favor no le hagas daño.- Le pidió agarrándose a la manga de la chaqueta de su amo, temeroso.

-¿No hacerle daño?...Krist...te recordaré una cosa..-

*Sin más, sintiendo como le sujetaba, abrió la puerta, revelando el cuarto, aquel cuarto sucio, el único que no dejaba que asearan sus criados.
Una habitación apenas iluminada con antorchas, poca luz, pero suficiente para verse los objetos medievales, damas de hierro, potros, jaulas colgantes, mesas, sillas de clavos y camas de clavos, látigos normales y con cadenas, pesas para ayudar a los potros, de todo prácticamente y si algún artefacto faltaba, fácil lo tenía guardado en su escritorio amado, donde yacían todos los agregados a sus torturas.
De un tirón adentro al chico atado al cuarto, mirando a Krist de reojo.*

-Me pediste un ''amigo sano''...un amigo con un brazo, si no esta enfermo, es sano...un amigo sin una pierna, si no esta enfermo...es sano...-

*Entró en el cuarto con Krist, pues este le sujetaba del brazo, cerrando inmediatamente la puerta.*

-Me pediste un ''amigo sano''...más no un ''amigo ileso''....-

Abrió los ojos de lado a lado al ver la habitación, tan horrenda y escalofriante, que parecía de una de esas casas embrujadas. Bueno, ahora definitivamente estaba sorprendido, y presentía que la vejiga le fallaría en cualquier momento, por decirlo formalmente. Tragó saliva, entrando a la habitación al ser empujado. Comenzaba a pensar que ya era definitivo que al vampiro le faltaban algunos tornillos.

En realidad el ambiente no lo ponía nervioso, lo que en verdad lo aterrorizaba era pensar que, si no hacía algo para escapar, él y su sangre pasarían a adornar también el lugar.
-De...De...Debes estar bromeando..
Musitó, apenas con un hilo de voz entrecortado. Se hizo un paso atrás, con intenciones de salir de allí.
-¡No jodas, no dejaré que me hagas e-esas cosas!

Krist escuchó al chico hablar así y sintió que el pánico le invadía por que Alex sería aún más cruel si se rebelaba. Sintió que un escalofrío le recorría el cuerpo y la culpabilidad le recorrió por completo por que sabía que ese chico estaba allí por que él lo habia pedido.

- Aixarel... n-no digas eso.- Dijo con miedo acercándose un poco a él.

- Haz lo que Alex te diga, no rechistes, por favor.- Le pidió agobiado.

-¿A dónde meirda crees que vas?...-

*Tomó la cuerda y la halo hacía el bruscamente para acercar al chico a si mismo, tomandole por las ropas con brusquedad, sacudiendolo con fuerza.*

-¿Ves que me estoy riendo? ¿crees que estoy bromeando?...-

*Camino y se llevó al chico consigo, a una mesa con un par de correas, azotando las manos del muchacho con fuerza, pretendía descargarse completamente por lo del mercado, al fin y al cabo Krist ya había visto que estaba bien, ahora si que se quitaría la ira con el niño, le amarro las muñecas a la mesa con fuerza.*

-¿Qué no te joda?...pero si tu eres el que llegó a joderme a mi....si no te agarre a bofetadas en pleno público fue para que Krist viera que estas ''sano''...-

*Camino a una mesa más, esta tenía varios artefactos encima, entre ellos los que usaría...si, había pensado en ellos mientras iban en el auto y ahora...los usaría. Tomó el encarna uñas que tenía, el mismo que usó en el pequeño Krist, lo había comprado como ''recuerdo'' para el, sus momentos gratos con el chico al hacerle sufrir, y como ''recuerdo'' para Krist, para que tviese en mente su posición.
Fue y ubico el artefacto bajo la mano del chico, parecía una pequeña catapulta que colocó bajo una de las uñas del chico, de Aixarel, el índice, de la mano derecha. Regresó a la mesa nuevamente y esta vez tomó un artefacto que se daría un hermoso gusto de usar...la amada Guillotina de manos.
Esta la colocó en la zurda del humano, ubicando solo una cuarta parte del índice de este en un orificio perfecto para los dedos, y un orificio con el tamaño justo para la muñeca, por si deseaba cortar la mano entera, pero no...lo haría lento. La guillotina era igual a una normal, pero en miniatura y adaptada a las manos y dedos.
Se sentó en una silla frente al chico, mirándole fijamente, prendiendo un cigarrillo más, pues el anterior se había acabado, hechando el humo en cara del humano.*

-Bien, el encarna uñas...es una catapulta que al ser activada, te arrancará las uñas de lleno, tengo cinco dedos para quitarte las uñas...-

*Dio otra calada, y nuevamente, echó el humo en el rostro del muchacho.*

-La guillotina de manos...no requiere mucha expilcación ¿Verdad?...la diseñé para cortar los dedos y luego la mano, te cortaré en pedazos los dedos y luego a mano...ahora...-

*Sonrió amplio y sádico, como un verdadero maniaco.*

-¿Cuál quieres primero?...si no decides, no solo te arrancaré las uñas de la mano derecha...sino que una vez que acabe con la guillotina, la emplearé para la diestra también...-

*Observó de reojo a Krist, para ver la reacción de este, volviendo a fumar de aquel cigarro con placer, y una tercera vez, el humo fue a dar al rostro del recíen adquirido esclavo, esperando la respuesta de este.*

Desesperación... Si, esa era la palabra perfecta. Inusual desesperación que inundaba su cuerpo, una nunca antes experimentada en su no muy larga vida. Era todo tan horrendo, le costaba creer aún que todo aquello estaba sucediendo de verdad. ¡¡Ese tipo estaba loco!! ¡¿Guillotina de dedos y encarnador de uñas?!... No podía creerlo, y en realidad prefería no hacerlo... Era un sueño, si, eso tenía que ser. Pero todo estaba siendo tan real que aún así se aterrorizaba.

Sus ojos con rapidez brillaron al cristalizarce en lágrimas, las cuales aún no se derramaban por sus mejillas, mas amenazaban con hacerlo. Hombre o mujer, valiente o no, cualquiera querría llorar en esa situación. Un nudo en su garganta se había hecho presente, a demás de estar paralizado, quería escapar pero ya había sido atado a la mesa. Y, para colmo... el humo del cigarrillo en su cara, que en realidad era un mísero aroma indeseado comparado con lo que estaba por sufrir.

-Su..éltame...
Pidió en voz baja, a la vez que la primer brillante y cristalina lágrima recorría su pálida mejilla. Había oído lo que antes el peliazul había dicho, pero... ¿Qué idiota se dejaría torturar solo para no hacer enfadar al vampiro?.

-¡Yo no he hecho nada malo para merecer esto! ¡No es mi culpa si eres un psicópata, ¿Porqué yo?! ¡¡Solo estaba en una jaula, TÚ fuiste el que me compró, TÚ decidiste lidiar conmigo!! ¡¿Porqué rayos no te llevaste a otro?!
Comenzó a moverse desesperado, casi como pez fuera del agua, de un lado a otro, de atrás hacia adelante. Pero no había caso, estaba amarrado, y lo único que conseguiría era hacer enfadar más a aquel loco y aparte lastimarse las muñecas.
Se quedó quieto, sin importarle las lágrimas que difuminaban su visión.

-Puta madre...-

*Dejó el tabaco en sus labios, miró al chico, severo, frió, como si estuviese cabreado aunque aún no era así. Con su diestra arremetó una bofetada con el mero dorso y con suma fuerza en la mejilla diestra del chico, al escucharle pedir que lo soltase.*

-No te pregunte si querías que te soltará, idiota...te pregunte que con que instrumento querías empezar...-

*Tomó el cigarrillo, pretendía dar una nueva oportunidad al humano de decidirse, fumaba tranquilo pero...su tranquilidad se vio interrumpida por los gritos del chico y movimientos desesperados, le gusto ver esa desesperación, pero los gritos del chico, eso fue el detonante. Activo la catapulta, con un fuerte y bien acomodado golpe, con esto, la uña del humano habría de salir disparada, completa, no solo dejando vista a la piel de el dedo, aquella carnosidad, sino que también, el método tan poco ortodóxo se encargaba de hacer daño a el mismo dedo, dejando que la sangre fluyera, no mucha, pero si era notorio el ''líquido'' rojizo.
Simplemente tomó el cigarrillo de sus labios y acerco la mecha, la caliente mecha a donde la piel encarnada de el dedo del chico, amenazando apagar el tabaco en aquella daáda y frágil zona.*

-Callate de una buena vez o te hare tragarte las putas uñas que te arranque...-

*Amenazó.*

-Veamos....siendo honesto, mis esclavos los compró en una casa de subastas en otra zona del mercado...pero, ahí no solo venden a los esclavos, sino que los rentan...ya te imaginarás que no estan en una muy buena salud que digamos, y Krist quería un ''amigo sano''...la segunda razón por la cual te compré...fue por que en esa posilga de mierda parecías ser el único en una buena condición....simplemente por eso, chaval...-

*Llevo nuevamente su cigarro a sus labios, no pretendía gastar semejante tabaco en buen estado, no aún...*

-Ahora...¿cuál quieres?...te advierto que la siguiente no será uña voladora...sino dedo volador...-

No se lo imaginaba, no podía llegar a pensar que en verdad había hecho aquello. Sofocado, silencioso ahora, casi con la mente en blanco y únicamente pudiéndose concentrar en ver su uña... su uña siendo arrancada. Solo eso, en cámara lenta, fué analizado mentalmente por él, quedándose quieto, como una estatua... Simplemente no podía creerlo, y había entrado en un profundo estado de shock.
Claro, pocos segundos después reaccionó debido a la oleada de dolor que había llegado por fín a sus nervios y cerebro, al momento en que un grito desgarrador se escapaba de su boca, abierta desmesuradamente para gritar a toda voz. Un grito que luego se silenció al ver el cigarrillo acercarse y luego regresar donde los labios ajenos.

Las lágrimas recorrían sus mejillas ahora rojas, y aquel dolor era tan insoportable que solo podía jadear y gemir, apenas pudiendo articular unas pocas palabras.
-¡¡¡De...Deja..me!!!
Exigió entrecortado, deseando morir en ese instante. Mejor eso, que continuar siendo torturado.
-N-No lo merez...co...Ughh~... yo, yo no... dé..jame, due-le...
No estaba exagerando. Que alguien arrancara una uña era un dolor debastador, a pesar de que no pareciera mucho. Era desesperante, rogaba que alguien lo rescatara, ser sacado de allí. Pero él era solo un humano... nada más.

-Sigues sin entender que aquí no mandas...si en el lugar donde antes yacías...eras el concentido de papi y mami o la mierda que fuera...aquí no eres más que un esclavo, en tu caso, mi torturado...-

*Se levanto, no sin antes apagar el cigarro, pero no en la mesa o algo así, sino en la encarnada piel del chico, donde ya no había uña, camino seguidamente donde un escritorio, el amado escritorio...Ah, si...como sacaba cosas maravillosas de ahí, y esa no fue la excepción.
Abrió el cajón y buscó hasta encontrarlo, un hilo delgado y fino así como aguja, igual no se gasto las ganas de tomar un bisturí, si...el mismo que había usado aquel día en el mercado...vaya que se preparo, pues ese día..no solo torturaría a el chico nuevo, sino que Krist recibiría igual una refrescada de mente.
Regresó donde el muchacho y dejó hilo y aguja en la mesa, sentandose nuevamente, tomó el bisturí y lo paseo por el dedo que estaba sujeto a la gillotina, como amenazante.*

-Pensaba solo arrancarte los dedos y luego cocerlos...¿sabías que un dedo cortado puede regenerarse bien?, claro que requiere mucho tiempo y comer mucha aleta de tiburón...y me han dicho que el tiburón es un manjar...-

*Nuevamente, prendió otro cigarrillo, calando de este, y nuevamente el humo fue lanzado al rostro del chico.*

-Pero...me volviste a ordenar...eso me cabrea...¿Te atreves a exhigir que te suelte estando en mi terreno, imbécil?...no...ahora te irá peor...¿Sabes para qué es el bisturí?...su corte es sumamente fino y me ayuda de maravilla para despellejar...preguntale a Krist si quieres...-

*Miro a su amante el cual seguro estaba aterrorizado con lo que hacía, el encarna uñas, el artefacto que había usado con el y ahora....el despellejamiento, el otro método que empleo en el pequeño el día que lo adquirió.
Sonreía, estaba torturando a uno físicamente y al otro...de forma psicológica.
Volvió a ver al nuevo, paseando el filoso instrumento metalico por su dedo y...¿Por qué no?...por su antebrazo igual.*

Krist se había quedado paralizado por el miedo ante tan claro recordatorio de lo que él mismo había sufrido. El grito del chico inundó el cuarto y Krist se puso a sollozar, sin poder soportar aquella visión.

- ¡Alex! - Exclamó tratando de enfrentarse a su miedo, aun a pesar de las consecuencias que podría sufrir.

- ¡Dejalo, por favor! - Gimió sintiendose impotente.

*Dejó de jugar con el bisturí en la piel del chico al escuchar a Krist hablarle por su nombre....no...gritarle, gritarle como Alex y no como debía...Alex-sama.
Se levanto dejando el bisturí tranquilamente en la mesa, se olvido del chico nuevo completamente por unos momentos, fue a donde Krist, con un gesto serio en el rostro.
Deteniendose frente al humano, tomó a este del mentón suavemente, delicado, casí cariñoso, pero inmediatamente apreto con fuerza, clavando casí sus garras en el rostro del joven.*

-Krist...¿Te das cuenta que has hecho?...-

*Camino hacía una mesa, a un lado de donde tenía al otro humano sujeto y le hizo amarrar las manos en un par de ''varillas'' que tenía en los lados, para obligar a tener al chico con las manos bien ubicadas sobre la mesa y apuntando estas al suelo.
Seguido fue a el escritorio y tomó un par de cajas, pequeñas, pero estas tenían unos grilletes como tapa, y un frasco con un liquido blanco, agua, quizás.
Volvió donde Krist, su amado Krist....puso las cajitas frente a el, abrió las cajas y las llenó con el líquido blanco.
Seguido tomó las manos de Krist y les puso los grilletes, haciendo que por la fuerza las manos del humano quedasen sumergidas en el extraño líquido, observando a Krist, prendió un cigarrillo nuevo.*

-Krist...sabes que para dirigirte a mi es con respeto...no lo hiciste...y para colmo me gritaste...ya me la hiciste una vez cuando entrené a esa perra...dos veces...ya te toca un leve castigo...-

*Caló del cigarro, mirando de reojo al otro humano, volviendo a donde Krist.*

-Ese líquido...es un ácido de baja potencia...deshace lo que toca lentamente...Krist...tu castigo consistirá en esperar a que tus manos queden despellejadas...sin la piel...tendrás que estar mirando a fuerza por que si se te pasa por un segundo el tiempo...ya no te sacaré y dejaré que tus manos se deshagan en el ácido...cuando la piel se deshaga me avisas...-

*Nuevamente fumó con suma tranquilidad, cerrando sus ojos.*

-Eso si, si me avisas y resulta que aún hay piel en tus manos, juro que dejaré que el ácido se deshaga de tus manos completamente, es más, quizás te sumerga en una tina con el mismo ácido, asi que atento...-

*Esta condición era para que el humano tuviese que ver forzozamente el prosceso de consumo de su piel.
Simplemente regresó donde estaba el otro Humano, nuevamente tomó el bisturí, observando a Aix.*

-Bien...¿en qué estabamos?..ah, si, que te arrancaría las uñas y despellejaría, y tus dedos...te los cortaré, pero despreocupate, los coceré nuevamente, por eso traje el hilo y la aguja...-

*Una gran y amplia sonrisa sádica se mostró en su rostro, notándose su placer al hacer todo aquello.*

Krist gimió por lo bajo cuando Alex le apretó la barbilla y cerró los ojos asustado. Escuchó su voz y observó cómo traía esas cajas sin saber qué castigo le esperaba, pero con el corazón acelerado.

Sus manos fueron introducidas en el líquito y el menor puso una mueca de dolor ante la repentina quemazón que sentía. Pero eso no era nada, a cada segundo el dolor aumentaba un poco más.

Podía ver claramente como sus manos se iban iriendo bajo aquel líquido y rompió a llorar, sintiendo aquel dolor insoportable. Miraba a Alex y luego a sus manos, preguntándose cómo alguien que podía ser tan dulce como había sido con él en la cama podía ser ahora tan sumamente cruel.

Como había pensado que no haría, mas que luego averiguó que estaba equivocado, sintió el cigarrillo arder contra su piel. Su piel sangrante, húmeda y delicada, expuesta a todo ya sin la protección de la uña. Gimió por lo bajo, pues no quería deleitar al maníaco con sus alaridos de dolor.
Luego sintió el implacable roce del bisturi, que le hizo soltar un suspiro casi desesperado. ¿Porqué? Él no se merecía aquello, apenas si había llegado ese día a la isla, y ya lo estaban torturando.

Vió posteriormente al peliazul. Suponía que se llevaba 'bien' con aquel psicópata, pero al parecer tambien erraba ante aquello. Estaba por torturar al pobre chico también, y de una forma seguramente peor que la que él mismo estaba sufriendo. Ácido. Definitivamente a aquel vampiro 'algo' le fallaba en el cerebro. Que ser tan detestable..

-¡De..jalo!
Exclamó casi por inercia, ya habiendo dejado de llorar, aunque con las lágrimas aún en sus mejillas húmedas.
Seguramente el chico de hebras azuladas era más pequeño que él, por lo mismo no podía soportar verlo de esa manera. Claro, en realidad no le gustaría ver a nadie ser torturado, pero por alguna razón sentía que el sufrimiento del muchacho sería por su culpa... ¿Aunque, acaso un "déjalo" serviría para detener al vampiro?. Lo dudaba, es más, sentía que decir aquello había sido un gran error.

Miró nuevamente al señor colmilludo, frunciendo el ceño, sintiéndose al borde del desmayo. Pero aún asi no quería quedarse inconsciente, a pesar de que si lo hacía seguramente no sentiría del todo el sufrimiento de ser torturado, de igual manera temía despertarse sin piel, órganos o algo así. Tragó saliba, mirando su propia mano, la que estaba en la guillotina y siendo amenazada por el bisturí.
-Hazme lo que quieras...Déjame sin piel o arráncame las manos, lo que quieras, dime también si deseas que haga algo... -Musitó dubitante, entrecerrando los ojos y mirando al vampiro- ...Pero deja al chico, por favor...
Posiblemente era un pésimo momento para un arranque de valentía, si, eso era seguro. Pero no podía ver más aquello.

*Miro al joven, tomando con suma tranquilidad la palanquilla que activaba la guillotina.*

-¿Qué lo deje?...me ah faltado al respeto...debe aprender que conmigo nadie se mete así...ya me desobedecio una vez, y solo lo bofetee por que no era grave...pero me grito...no me gusta que me griten...-

*Sin decir nada más, activo la palanquilla, la afilada hoja de la Guillotina descendió por las guías hacía el dedo del chico.
Una punzada, una muy aguda y severamente dolorosa era lo que el chico habría de sentir, una chorreada de sangre, y el dedo....bueno, un pedazo de este rodando por la mesa, dejando su perfecto caminito de sangre.
Elevó la hoja de la Guillotina y la volvió a preparar, esta vez colocó el partido dedo del chico para cortar otro cuarto de este, para que fuese en total un medio dedo lo que se llevaría si volvía a activarla.*

-Aunque me pidas que lo deje, no lo haré, el chico es mío...me pertenece, y debo entrenarle bien si se le olvida quien es su señor...igual que estoy haciendo contigo...un escarmiento para que sepas quien es tu señor y lo respetes...-

*El liquido blanco...ya no era tan blanco, en las cajas donde Krist yacía con sus manos siendo devoradas por el ácido, el liquido comenzaba a teñirse de rojo...de la sangre del chico, consumiendo su piel lentamente, con aquella sensación de quemazón creciendo más y más a cada momento.
Ahora paseaba el bisturí por el antebrazo de la mano zurda del menor, mientras observaba como la sangre le abandonaba por aquella herida, ¿grave?...para el vampiro eso era una caricia realmente...sacó un nuevo cigarrillo y lo empapo con la misma sangre del menor, para luego prenderlo y fumarlo como si nada, como un psicópata.
Hecho el humo al chico nuevamente.*

Arrancarte las manos suena bien....pero es dificil que las manos se curen como los dedos...ni las aletas de tiburón hacen milagros...ah por cierto, tendrás que comer mucha aleta...si quieres que tu dedo vuelva a moverse...y cruda...-

*Arremedo equivocarse y clavó el bisturí de lleno en el antebrazo del chico, llevando su mano a su boca tranquilamente, intentando hacer una actuación, una mala...siempre se dejaba ver tal cual, no era un actor.*

-Oh...perdona...se me fue la mano...-

*Sonrió de forma sádica y cínica, así como burlón.*

-Oh, espera...si al que se le irá la mano será a ti...-

Krist sollozaba con fuerza, las quemaduras provocadas por el ácido crecían aún más y cuando pensaba que aquello no podía doler más, el ácido le quemaba aún más. Grito de dolor entonces, era insoportable.

- A-alex..sama...- Jadeó sin poder resistirse, con los ojos empapados por las lágrimas.

- P-porfavor... prometo que... que me portare bien...-Murmuró entre los sollozos.

Nuevamente abrió la boca de lado a lado, en un grito ensordecedor que inundó la habitación y resonó muy fuertemente, y luego se ahogó en una especie de sollozo, afónico, dolido. ¡Su dedo! ¡Parte de su dedo había sido cortada! Fue insoportable, pues aquello no era poco, no era poca cosa que el dedo fuera cortado por una guillotina en miniatura.

Y luego, para colmar su dolor, el bisturí que se clavaba en su brazo. Comenzó a llorar de nuevo, mas ahora era a los gritos.
-¡Mi-Mierda! ¡¡Vete!! ¡No.. No, po-porfavor!!
Al igual que antes no pudo evitar moverse de un lado a otro. Su brazo le dolía en extremo y la impresión al ver parte de su dedo en la mesa no era poca, a demás de los chorros de sangre que bombeaba la parte cortada.

*Tomó la parte del dedo cortado y lamió la sangre de este, frente al chico, mirándole, para asi arremeter inmediatamente una bofetada contra el chico, con feurza, con el dorso como solía hacer.*

-Estúpido...en mi casa se me respeta y más cuando estas en tu posición...¿qué me vaya?¿qué me vaya de mi casa?...no me jodas, chaval...-

*Por pura molestía que sintió al momento que le exhigio que se fuera, tomó el bisturí y lo haló con fuerza y brusquedad, abriendo la piel en una profunda y sangrante cortada, sin cuidado, sin importarle, dejando el bisturí y el dedo del muchacho en la misma mesa se levanto y fue donde Krist, tomandole por el rostro con delicadeza ¿ahora si delicado?...vaya que estaba loco el sujeto.*

-Krist...el momento de portarte bien era desde que entraste aquí...si no me hubieras gritado..quizás te hubiese sacado ya, pues ya me llamas con respeto...pero...no, dejaré que te quemes un poco más...-

*Miro de reojo al otro, y nuevamente fue donde el, posando su mano en la palanquilla para prepararse para volver a cortar dedo.*

-Que raro...aquí estas rogando...y en el mercado parecías tan tranquilo...-