Cuarto 27 (Priv/Krist)

*Ya había apartado el cuarto unos días antes de llegar, caminaba por los pasillos, sabiendo que su amante le seguiría, pues lo había llevado a aquel lugar en el autor, el negro carro que tenía.
Al bajar del carro fue antes que Krist entrará por la llave, la tomaba y se sercioraba que Krist bajará y entrará después, caminaba para donde la habitación determinada, se detenía en la mera puerta sin abrirla, el número, un 27.
Sus ropas, siempre negras, la camisa con el pantalon pero esta vez sin chaqueta, sin esa chaqueta que usualmente tenía siempre puesta, y sin cigarrillo alguno, por alguna razón ese día no fumo nada; algo demasiado extraño en el, pues el tabaco era su pasión.
Volteo a ver a Krist, dejando ver que la camisa que usaba estaba abierta por el pecho dejando ver parte de este y el torax, su mirada era tranquila ese día, apasible incluso.*

-Bien, Krist...ahora sabrás por que te traje aquí...

Krist lo había seguido confuso durante todo el camino, y en silencio. No entendía por qué le había llevado a aquel lugar.

Lo siguió todo el camino, observándolo. Alex no estaba fumando, y no parecía estar enfadado y aquello casi lo desconcertaba más.


-Bien, Krist...ahora sabrás por que te traje aquí...

El menor asintió y sus ojos no pasaron por alto aquella camisa entrabierta, mostrando la blanca piel del formado pecho de Alex. Se sonrojó un poco al encontrarse a sí mismo pensando en lo sexy que era su amo.

*Sacó la llave y la embonó en la perilla, para abrir la puerta y revelar el cuarto.
No se vio luz, una muy suave y gustosa quizás, todo el cuarto estaba tapizado por mantasnegras, decoradas con estrellas platinas que parecian las mismas estrellas, una luna, el candelabro que colgaba, una esfera hermosa y plateada igual, la cama en el centro bien acomodada, esta tenía petalos de rosas y miles de estos danzaban por el lugar, como si apenas estuviesen siendo colocados, el lugar representaba la misma noche, bella y dulce.
Entró al cuarto y ofreció la diestra a su amante, para que entrará.*

-Ven....

Krist tomó su mano y entró al interior de la habitación observando aquel escenario, perplejo. Apretó un poco su mano, observando la cama con los petalos... Casi se le hacía imposible imaginarse a Alex preparando aquella habitación... ¡Para él!

Casi se sintió emocionado y lo miró, sin saber bien que decir.


- A-alex-sama...- Murmuró impresionado.- Es muy bonito.- Dijo abrumado.

Krist siguió las indicaciones de Alex y se sentó al borde de la cama, con cuidado de no aplastar los suaves pétalos, sin poder evitar una pequeña sonrisa respecto al comentario que el mayor había hecho.

Sus ojos pasearon por la habitación, aún sorprendido y despues regresaron de nuevo a su amo, sin saber bien que decirle... aún recordaba el terror que le había hecho pasar la noche que había comprado a Aixarel, sus manos todavía no habían curado del todo y, aún así, a pesar de todo aquello, en ese momento le miraba con admiración.

*De aquella repisa tomaba lo que pareciera un suave y largo tubo; este con un contenido desconocido aún.
Volvió donde estaba Krist, sonriendo suavemente, aquel porte era elegante y tranquilo, no el maniaco y desquiciado, se inclino frente a el pequeño, acercando su rostro al ajeno para así poder dar una suave lamida a sus labios.*

-¿Qué te parece?...

*Robó seguido un beso al menor, al tiempo que con su mano libre empujaba su cuerpo delicado y frágil contra el colchón para que se recostará, aún sin mencionar o darle quel extraño tubo que tenía en la otra mano.
Se ubico a su lado , reposando en un codo de lado, mirando el cuerpo del menor, dando suaves caricias a su mejilla.*

-¿Cómo te sientes ahora?...

*Sonrió nuevamente, sin dejar aquellas caricias a su mejilla, pasando igual de vez en vez a su cuello.*

Krist observó a Alex cuando este sacó aquel tuvo, intrigado, curiosi y por qué no, un poco asustado. Pero la expresión de su amo lo relajaba así que se destensó un poco y recibió sumisamente la lengua de su amo cuando este se le acercó.

-¿Qué te parece?...

- Es hermoso... nunca había estado en un sitio así y menos... nadie me había preparado nada parecido.- Susurró con una pequeña sonrisa.

Respondió al beso de Alex y se recostó en la cama, sin dejar de observar a su amo y preguntándose qué tenía aquel tubo.

-¿Cómo te sientes ahora?...

- Nervioso, contento, intrigado...- Dijo con sinceridad, pues de todas aquellas maneras se sentía.

*Lo que decía lo hacía sonreir de una forma tranquila y complacida, incluso alegre, dando un beso más a la mejilla del menor, susurrandole al oído.*

-¿Qué estarías dispuesto a hacer por mi?...como tu amante...y no como tu amo....


*Aquel tubo lo ubicaba entre manos de el joven, suave al tacto y algo moldeable, pues era de plastico y el interior, el misterioso interior parecía un líquido espeso, y rojizo.*

Krist observó el tubo, preguntandose si aquello que había en su interior era sangre. Lo tomó entre sus manos y despues miró a Alex, pensando la respuesta. Le llamó mucho la atención aquella pregunta, no sabía que era lo que el vampiro buscaba.

- ¿Como amante? - Dijo sorprendido, y lo miró a los ojos.

- En este momento... estaría dispuesto a hacer todo lo que quisieras para complacerte.- Dijo en voz baja, bajando un poco la mirada a sus labios para despues volver a subirla a los fríos ojos azules.- Y-ya dije que cuando estas así m-me gustas mucho.

*Sonrió , completamente gustoso ante lo que el chico decía, sin dejar de acariciar su mejilla con la mano.
Se acercó al menor, a su rostro, detectó aquel mirar de su sojos hacía abajo, supuso que fue o a su boca o a la zona que en ese momento tenía descubierta por la forma en que llevaba la camisa, tomando ahora el mentón del humano le dio un profundo y pasional beso; una vez separado de el le miró.*

-Bien...entonces...complaceme y quitate la ropa...

*Dijo aquello suavemente, era una orden...si, pero el tono parecía que hablaba como si nada, no pareciera una orden, quinzás había que analizar bien la frase para detectar su mandato.
Sujetaba aún el tubo, haciendo contacto directo con las manos del humano, dando una que otra caricia suave a esta.
La luz platina emanada por las estrellas y la luna dentro de aquel cuarto, eran suficientes para contemplar al pequeño en todo su esplendor.*

El menor se sonrojó aún más ante aquella petición y tardó unos segundos en responder, disfrutando de las suaves caricias, con el corazón latiéndole con fuerza.

Se incorporó un poco y se desabrochó el chaleco, quitándose despues la camiseta, despacio, más por la vergüenza que por otra cosa. Miró a Alex de reojo y se puso en pié, girándose hacia él mientras se desabrochaba los pantalones y se quitaba tambien los boxers, con sus oorbes azul claro ahora pegadas al suelo.

Se sentía vulnerable, desnudo frente a él, notándolo como lo miraba. Despues de eso, se quedó de pie, a la espera, apenado.

*Se levanto de la cama al ver como las ropas eran despojadas por la propia mano del pequeño, su gesto no solo mostraba tranquilidad, sino deseo de tener al pequeño para el, y si...lo era así, el chico era de el y solo para el...que el resto del mundo se pudriera; en ese momento lo más importante era el chico, y el único mundo existente era ese cuarto, con ese cielo en su interior, ese cielo artificial con sus estrellas propias y su luna danzante.
Daba caricias a la mejilla del chico, nuevamente pos´lo aquel tubo con contenido extraño en sus manos, solo unos momentos, pues después lentamente lo tomó en su poder otra vez.
Susurro insitante hacía el menor.*

-Recuestate...

*Delineó con su lengua, con la punta, el oído del chico, terminando con un suave beso a su mejilla.*

Krist se estremeció bajo la lengua de Alex y entrecerró sus ojos con los labios medio abiertos, con un suspiro.

Siguió nuevamente sus indicaciones y se recostó en la cama, boca arriba, entrecerrando un poco sus piernas para cubrirse, pues solo por aquella simple situación su cuerpo ya había comenzado a despertar.

Lo miró desde allí, y se mordió ligeramente el labio inferior, observandolo. Alex estaba tan hermoso así, relajado...

*Se ubico sobre el menor, una rodilla de un lado y la otra del otro, sin aplastarle, posando sus manos y con el tuvo en la diestra a los costados de la cabeza del menor, mirandole fijamente, pero tranquilo; demasiado tranquilo.*

-Te preguntarás que es lo del tubo ¿no?...creo que mejor te lo demuestro...

*Dicho aquello abrió el tubo con ambas manos, pues era de tapa ovalada y giratoria, volteando el tubo sobre el pecho del menor, dejando que aquel viscoso contenido rojizo callece en su pecho, frió al contacto y refrescante al mismo tiempo.*

-Abre la boca...

*Ordenó nuevamente, con su mismo tono tranquilo y sutil, dirigiendo ahora aquel espeso líquido a la boca del menor, tenía buena puntería así que el contenido caería en la boca del chico sin problema alguno, mientras su pecho ya yacía cubierto por el mismo contenido del tubo.*

Krist asintió ante la primera pregunta y sintió cómo el líquido espeso caía sobre su cuerpo, haciéndole estremecerse un poquito ante la frescura de este. Su piel se erizó ante ese contacto y su respiración se aceleró un poco.

-Abre la boca...

Entreabrió sus labios y sacó un poco su lengua para recibirlo, notando un delicioso sabor a cereza. El líquido caía lentamente sobre su lengua, y Krist lo recogía, sin deja derramar ni una gota.

-¿Te gusta?...

*Preguntaba, insistente en saber el como estaba el humano ante aquello, el cuarto...su forma de ser en ese momento, todo eso.
Acerco su propio rostro al pecho ajeno, sin dejar de derramar aquel liquido, aquel caramelo sobre la boca de el menor, empleaba su lentua en lamer aquel caramelo que yacía en su cuerpo, deleitandose con este, igual aprisionando los pezones de este, como si jugará con el joven. Volvía su azulada y profunda pero tranquila vista a donde el rostro del chico, viendolo como recogía aquel caramelo sin desperdicio, llevo su boca a la de el muchacho para besarle, recibiendo la escencia dulce de la golosina.*

Krist respondió al beso de Alex tomándose la libertad de rodearle el cuello con los brazos aún sin su permiso. Buscó su lengua casi con desesperación, sintiendola dulce, empapada en el delicioso caramelo. Era un beso espeso, sabroso y pasional, al menos por parte de Krist.

Medio gimió en sus labios y despues se separó un poquito para poder responderle, relamiéndose.

- Me gusta mucho...- Dijo cerrando sus piernas un poco nuevamente, para evitar su ya erecto miembro. Alex lo volvía loco.

*Lamío una vez más los dulces labios del humano; dulces no solo por el caramelo.
Deslizó su mano por el cuello del chico, para seguidamente llevar aquel tubo a su estomago, dejando que el mismo caramelo callece en dicha zona del cuerpo del chico, volviendo su vista a verle.*

-Cierra tus ojos...

*Ordenando con sutileza, su boca busco aquel caramelo, el cual lamía y esparcía por el mismo cuerpo del menor, sin que el se diese cuenta, le miro de roejo, para cersiorarse que no viese, así podría hacer aquello.
Tomo caramelo del mismo tubo, el cual retuvo en su boca, con una sonrisa algo traviesa incluso, fue a donde la entrepierna del menor, con sus manos separaba las piernas con tranquilidad, notando la erección del chico; cosa que le gustó.
Sin decir nada pues el caramelo no le dejaba hablar, apego sus labios a la punta del miembro y abrió la boca al tiempo que introdujo el sexo ajeno en esta, dejando que el caramelo se deslizará desde la punta del sexo, pasando por la cabeza y lo largo de este, permitiendo que aquella sensación fria así como refrescante fuera sentida por el chico, en su pene, empleaba la lengua con suma tranquilidad den cubrir todo el sexo con la golocina.
Sus manos apegadas a el vientre del menor se movían masajeando, igual esparciendo el caramelo que tenía este, masajeaba sus piernas igual, recorriendo todo el miembro del chico con la boca, su saliva ayudaba igual, pues ante el dulzor del caramelo sus papilas producían la saliva más abundante, pudiendo remojar aquella erección en su totalidad.*

Le hizo caso y cerró sus ojos, respirando con fuerza.

De pronto sintió aquella extraña sensación, el cómo su miembro era envuelto por aquel líquido pastoso, frío, pero tambien por los labios de Alex. No pudo reprimir un pequeño espasmo y un gemido tímido, luchando por no abrir los ojos.

Notaba la lengua de Alex depositar aquella sustancia sobre su miembro con suavidad, era una tortura placentera y no pudo reprimir un nuevo gemido, sintiendo su miembro pulsar por atencion.

*Abría su boca nuevamente, dejando que uno que otro hilo delgado y fino de el caramelo se notase, y el miembro cubierto por el mismo, no abundante, pero notorio, ahora lo único que hizo fue emplear su lengua en lamer y relamer el miembro del menor, igual la cabeza de este y la punta, volviendo a verle, con otro nuevo hilo de el dulce que iba de sus labios a la misma punta del sexo del chico.*

-Abrelos...

*Refería a los ojos, ya podía ver el humano si gustaba, lentamente se paso a atrás del chico, levantandole para sentarle, entre sus piernas propias, cuales abrió para tenerle más apegado; ya era notoria su propia erección pese a la ropa que aún usaba.
Lentamente, con la zurda acariciaba el cuerpo del menor, posando su mentón en su hombro derecho, mirándole, con un gesto provocativo y seductor incluso, mientras la diestra estaba en el pene del chico, empleando las yemas de los dedos en acaricias el mismo miembro, y la cabeza, retocando una que otra vez la punta de este.
Igual bajaba lentamente a la entrada del menor, no penetraba con su mano, solo delineaba el controno de este, para incitarle.*

Krist suspiró a la vez que abría sus ojos, viendo a Alex juguetear con el caramelo y su miembro, paseando la lengua de una manera sensual y placentera por él. Gimió y se llevó una pamo a la boca, mordiéndose ligeramente el dorso ante la excitación que aquello le hacía sentir. Se sentía aparte de excitado, dichoso y alagado, por el hecho de que Alex se hubiera esforzado en preparar aquello y más aún por que se detuviera a dedicarle aquellas atenciones cuando, en otro caso, debería ser al reves, el exclavo atendiendo a su amo, sin que este se preocupara por nada más.

Sintió a Alex sentarse tras de sí despues y se incorporó, apoyándose en su pecho. Podía notar la respiración de Alex sobre su hombro, sus brazos rodeandole y su mano dedicándole aquellas caricias tan sutiles, que sólo lograban encenderlo más.

Se mordió el labio inferior deseoso, ávido.

*Ese mismo dedo recorrió el cuerpo del menor hasta llegar a la misma boca de el humano, sujetandole delicdamente el mentón ubicando su índice y medio en los labios del chco, entreabriendo estos con suavidad, susurrandole al oído de forma lenta e invitadora.*

-Lamelos...remojalos ...

*Sabía que el humano tendría suficiente saliva, pues el caramelo debió incitar sus papilas gustativas, las dulces, a producir más saliva de la normal, sonriendole, esperando con suma tranquilidad a que el chico hiciese lo que pedía, mientras su otra mano se paseaba desde el pecho del joven, jugando con sus pezones, apretujandolos delicadamente, hasta su miembro, el cual estimulaba con masajes suaves que le recorrían completamente.*

El peliazul no respondió, solo abrió los labios y tomó los dedos de Alex en ellos, introduciéndolos en su boca mientras los tomaba con la mano derecha. Paseó su lengua por ellos, de arriba a abajo, de forma lenta, saboreando el caramelo.

Cerró sus ojos y se concentró en aquella tarea, sintiendo el miembro de Alex ya erecto rozarse un poco contra él. Eso lo excitaba de sobremanera.

En uno de los pellizcos en sus pezones, Krist cerró los labios como reflejo, atrapando los dedos de Alex entre sus dientes sin querer.

*El sentir aprisionados los dedos en la boca del menor le hizo exitarse un tanto más, claro, sabiendo que los oídos y los dedos podían ser un medio de insitacioón y provocar, era obvio, su erección aumento un poco más, haciendose un tanto más notoria hacía el pequeño que reposaba frente a el.
Sonrió suavemente, lentamenteretiraba sus dedos de la boca del pequeño para llevalos a donde la entrada nuevamente, delinenadola, una vez más su mano fue a su boca, esta vez a la propia, remojando igual con saliva los dedos, por si acaso.
Retomó su tarea, regresando a la entrada del peliceleste, lentamente el dedo medio de la misma mano, se adentraba en el ano del chico, lentamente , pero no todo, solo una cuarta parte, saliendo y entrando, para no producir dolor en el.
Daba besos continuos al chico, al tiempo que entre esos besos musitaba.*

-Masturbate para mi, Krist...

*El tono; sesual y provocativo nuevamente, Su otra mano se fue donde el pecho del chico, masajenadole, acariciandole, recorriendolo completamente, mientras seguía con aquel adentrar y salir de su medio en el joven, sin dañarle, pues aunque estuvieran humedecidos los dedos, en si la entrada del chico no estaba humectada.*