Buscando Entretenimiento (Krist)

Krist estaba aterrorizado. Miraba a su al rededor y a una mala había tenido "suerte".

kei lo había dejado con un hombre, otro vampiro, que lo había examinado para ver si estaba sano, pero nada más. Despues lo habían metido en una jaula y lo habían dejado allí, sin hacer caso a sus gritos.

Ahora estaba agachado y le dolía la espalda de pasar tanto tiempo en aquella postura pero aún así, seguía sabiendo que tenía suerte al mirar a algunos exclavos que estaban cerca, especialmente los que estaban desnudos siendo exibidos sin pudor ninguno.

Suspiró y miró al suelo, rezando para que quien se fijase en él no fuera como le había dicho Kei.

*Detuvo su andar, aquellos severos y azules ojos se postraron sobre un cuerpo, un joven que parecía interesante. Su sonrisa mostró un amplio interes, pero no ocultaba su sadismo, pues su semblante se volvía uno completamente psicopata al hacer aquella muestra de sus aperlados colmillos, solo los colmillos vampíricos se diferenciaban por su largo, pues pareciera que su quijada entera estaba compuesta por colmillos.
Se acerco a donde el muchacho, el muchacho miraba al suelo, quería ver la cara de este y analizar, así que sin el más mínimo cuidado, le tomó del pelo y lo haló para elevar su cabeza, con la mano libre tomó el mentón sin cuidado para obligarle a mirarlo, así podría fácil examinarlo, sus uñas finas se encargaban de dar agudas punzadas al rostro, por la misma fuerza.*

-Vaya...este parece interesante.... pero tendría que probarlo antes...-

*Ante lo último el encargado se quedó con un geso incopetente, no sabía bien a que se refería, pero observaba como trataba al muchacho, como lo analizaba...*

El pequeño se asustó cuando repentinamente fue tomado por el pelo. Confundido alzó la mirada y vió al vampiro y fue entonces cuando este le clavó los dedos en la cara.

Krist gimió, le hacía daño.

- ¡Sueltame! - Le gritó tratando de zafarse del agarre.

-Vaya...este parece interesante.... pero tendría que probarlo antes...-

Aquello no le sonó nada bien al menor. Lo miró asustado, sin entender que quería decir con probarle.

- ¿C-cómo que probarme? - Le preguntó entonces maldiciendose a sí mismo por haber atraído la atención de un vampiro que no parecía precisamente amable.

*Sonrió ampliamente, al tiempo que del mismo mentón le obligo a pararse, tomandole de las cadenas ahora con la mano que tenía anteriormente en el cabello del humano, elevó su mano y cargo con ello el cuerpo del esclavo, mirando donde estaba el encargado.*

-Oye tu...imbécil...dame una llave...-

*El hombre reaccionó y le dio una llave, inmediatamente el vampiro con el tabaco en labios caminó a las escaleras, subiendo a un pasillo, soltando el cigarro ya terminado nuevamente pisandolo para apagarlo, miraba al chico de vez en vez, sonriendo de aquella forma que inspiraba locura.*

-¿Sabias que aquí no solo venden esclavos?...también los rentan...ahora haz la suma pequeño...humano + vampiro x Habitación = ¿qué nos da?...-

*Llegó a un cuarto, abriendo la puerta, miro al interior, pero no era una habitación cualquiera, esta era más una cámara de torutra, doncellas de hierro, sillas de interrogatorio, potros, cadenas, jaulas colgantes, instrumentos mediebales adornaban el cuarto tetrico, y la dichosa ''cama'' no era más que una cama de afilados clavos.*

-¿Te gusta?...a mi si, y mucho...-

Krist entró en la habitación con la mirada baja, casi temblando pero al alzar la vista y ver todos aquellos objetos no pudo contenerse más y se echó a llorar, quedándose clavado en el suelo. No pensaba dar un paso más allí dentro.

- ¡No quiero! - Exclamó como si de un niño pequeño se tratara, mirando hacia la puerta. Iba a salir de allí, tenía que hacerlo.

Se había hecho a la idea de eso de ser exclavo, pero no a la de juguete sexual y muchísimo menos en un cuarto como aquel. Además, el tipo le daba miedo, mucho miedo. Sólo con su mirada, daba la impresión de que estaba loco.

Echó a correr hacia la puerta y trató de abrirla.

*Miro al chico querer alejarse e irse, a lo que simplemente sonrió sádico, su cuerpo se volvio oscuro, pronto fueron simples sombras que se movían rápido y se ubicaban frente a la puerta y frente al humano, elevando la diestra arremeto una bofetada con el dorso de la mano al menor, para introducirle al interior del cuarto. Inmediatamente cerró con llave este, guardando la dicha en sus ropas.*

-Creo que no entiendes tu posición, niño...pero descuida..yo te daré a entender quien eres tu y quien soy yo...-

*Entró en el cuarto, mirando al chico, sonriendo, la oscuridad que proporcionaba la habitación le era de ayuda para adoptar un semblante amenzador y maniaco, pues su figura no se notaba tanto, sus ojos mostraban un brillo lujurioso y sádico, deseoso, su sonrisa se mostraba perfectamente, aquellos colmillos igual, amenazantes, se acerco al chico lentamente.*

Krist gimió cuando fue golpeado y se quedó en el cuello, temblando, con una mano en la mejilla. Cuando escuchó la puerta ser cerrada con llave, supo que ya no tenía ninguna escapatoria así que solo atinó a hacerse un ovillo allí en el suelo.

-Creo que no entiendes tu posición, niño...pero descuida..yo te daré a entender quien eres tu y quien soy yo...-

Oyó sus pasos acercándose pero no se atrevía a mirarlo, aquel hombre era peor incluso que Kei.

- N-no me hagas daño.- Pidió con miedo.

-Suplicas...me gusta...-

*Llegando frente a el, se inclino tomándole las muñecas con una mano, la diestra, caminando donde unos grilletes que estaban unidos a una especie de pequeña catapulta, amarrandole ahí.*

-Te presento el encarna uñas...-

*Caló del cigarrillo y dejó el humo libre, en el rostro del menor, para asi acomodar la catapulta bajo la uña de su índice diestro del humano, amenazando activar esta con un golpe de su puño.*

-Me pregunto si querrás este o preferirás la dama de hierro...aunque el potro me gusta más para estas situaciones...-

El menor gimió pero no se atrevió ni a moverse, apenas era capaz de asimilar la situación en la que se hallaba. Se había preparado mentalmente durante su encierro, en que quizás le tocase un amo que lo quisiera como exclavo sexual pero jamás nada así.

Cuando el vampiro dijo aquello último, se estremeció y comenzó a temblar con violencia pero no le respondió, temía que si intentaba hablar la voz le fallase.

- Por favor.. haré lo que quieras...- Gimió.- No me resistire...

-Claro que harás lo que quiera...-

*Sin más, dedicandole una cruel sonrisa abalanzó su puño a el artefacto activandolo, para que la catapulta se encargará de arrancar de lleno la uña de el índice del joven, dejando la piel encarnada, a la vista.
Sonreía de forma amplia ante aquello, mirando al chico, inmediatamente posó la garra de su índice diestro sobre la piel encarnada de el muchacho, para inducir aún más dolor en esta.*

-Anda...haz lo que quiero....por que quiero que sufrás....grita, llora y suplica...-

Krist gritó desgarradoramente, aquel dolor era algo que jamás había sufrido. Jadeó con los ojos llenos de lágrimas, gimiendo ante las punzadas que sentía.

- N-no... porfavor...- Dijo apenas sin voz, dando bocanadas de aire.

- Duele...- Lloriqueó.

-Claro, pero antes...te emparejo...¿No?...

*Esta vez ubicó la catapulta bajo la uña del índice zurdo del humano, preparandola nuevamente, sin retirar aquella sádica mirada y sonrisa maniaca de el joven, se notaba que sus colmillos apenas mostraban un pequeño crecer ante las reacciones del chico, como emocionado, disfrutando aquello.
Una vez más, posó su mano en puño arriba de la catapulta, preparandose para activarla, mientras con la zurda sujetaba el mentón del chico obligandole a contemplar el momento en que activaría el instrumento.*

-Recuerda...esto es una simple prueba...y vas de maravilla dejame decirte...-

Krist gimió por lo bajo, tratando de dejar de sollozar pero era incapaz, y aún más despues de escuchar aquelllo. Apretó los labios respirando con fuerza por la nariz, tratando de no gritar ni llorar, no quería darle esa satisfacción.

Odiaba a ese hombre, no podía entender que alguien disfrutara con aquello y le dieron ganas de romper a llroar otra vez, pero se contuvo a duras penas.

Cerró los ojos para no mirar, sabía que en los siguientes segundos llevaría de nuevo el dolor insoportable, si es que podía dlolerle aún más.

*Miraba de reojo el gesto del chico, parecía querer contenerse, a lo que su sonrisa se amplió aún más, mostrando aquellos dientes que daban alución a colmillos.*

-Oh...el machito no quiere llorar...despreocupate que pronto eso cambiará...-

*Azotó la mano sobre la catapulta, nuevamente, la uña voló y con ella un tanto de sangre, dejando encarnada la zona donde supuestamente esta estaba antes. Inmediatamente volteó el rostro por la fuerza para hacer que el chico estuviese frente al rostro propio, robandole un beso algo brusco, parecía más que le mordía y así era, no era beso de mucho, bebía la sangre que obtenía de los labios, después de un poco, se levanto y fue donde un escritorio antiguo, con cajones variados.
Abrió un cajón y comenzó a buscar en este.*

-¿Sabes..?...también tengo conocimiento respecto a médicina y anatomía humana...sin mencionar la inquisisión...-

*Sacó un bisturi, nuevo, no llevaba mucho tiempo ahí, lamió suavemente este para dejar relucir el filo de la hoja del mismo, volteando a ver al chico.*

-Hay un método de tortura que me encanta...se le llama ''el despellejamiento''....¿te explico en que consiste, o lo quieres probar?...aunque me da igual, de todas formas lo usaré...-

*Lentamente regresó donde el chico, con el instrumento médico en mano, se ubico esta vez frente a el, apenas paseando el instrumento del lado sin filo por la piel del antebrazo derecho de el humano.*

-Tu piel es frágil....será algo dificil quitarla sin llevarme algo de musculatura...-

*Su sonrisa se mostró nuevamente, con un porte asesino prácticamente, aunque sus deseos no eran matarle pues se divertía, quería ver las reacciones del chico, causar dolor extremo, hacerle suyo de una forma sádica.*

Cuando su uña fue arrancada Krist volvió a gritar con fuerza, notando como las lágrimas salían de sus ojos aunque el no quisiera.

Comenzó a marearse pero el dolor le mantenía con concsciencia.

Cuando Alex lo besó krist trató de apartarse pero fue incapaz y tuvo que sorportar, asqueado y dolorido, que este le mordiera. ASu boca se inundó de un sabor metálico que le hizo toser.

-¿Sabes..?...también tengo conocimiento respecto a médicina y anatomía humana...sin mencionar la inquisisión...-

Dejó caer su cabeza hacia adelante pero lo siguió con la mirada. GImió debilmente al ver el bisturí y abrió los labios para hablar pero el chico le interrumpió.

-Hay un método de tortura que me encanta...se le llama ''el despellejamiento''....¿te explico en que consiste, o lo quieres probar?...aunque me da igual, de todas formas lo usaré...-

Jadeó al escuchar aquello, sintiendo su corazón bombear con tanta fuerza que parecía que le daría un ataque.

-Tu piel es frágil....será algo dificil quitarla sin llevarme algo de musculatura...-

- No...- Gimió llorando desesperado.- Por favor.. no más....

Movió su cabeza débilmente, buscando los ojos de aquel hombre, buscando en ellos quizás compasión.

-¿No?...

*Siguió sin duda paseando aquel instrumento de metal en la piel del chico, con su mano libre empleo el dorso nuevamente en dar una bofetada al muchacho, para callarle.*

-No te pregunte que si no querías más...te pregunte que si querías explicación o probarlo...pero ya..me interesa una mierda tu opinión...-

*Esta vez volteó el bisturi para que el instrumento quedará del lado filoso, sin más comenzó.
Un corte en ''V'' a el antebrazo, luego por el punto medio de la misma letra otro corte recto, formando una perfecta ''Y'' con ello, la herida se hizo, notándose la sangre brotar lentamente, y no mucha, pues su corte fue fino.*

-La piel puede ser separada de el musculo sin hacer mucho sangrado...en la inquisisión les retiraban lentamente la piel como si una vibora mudará su piel para estar en otra, aunque claro...los humanos sometidos a este método no podían obtener nueva piel y morían lentamente...-

*Mientras decía aquello dejó el bisturi entre sus labios sujeto, al tiempo que con ambas manos tomó la piel cortada, comenzando a levantarla de forma delicada, lentamente, dejaba a la vista la musculatura del chico, no abriendo demasiado pues el corte no lo había hecho para retirar la piel entera, solo un poco.
Una vez hecho tomó nuevamente el bisturi y lo dejó a un lado en la mesa, una vez más se levanto, pero esta vez sacó la llave de sus ropas y salió de la habitación.
Regresó unos momentos más tarde, con una caja en manos, sentándose frente al muchacho, saco de la caja lo que había recojido de afuera: Tabla para picar, cuchillo y una buena carga de limones frescos.
Sonrió al muchacho sádico, tomando un limón el cual partió por la mitad, acerco una mitad a sobre la musculatura descubierta del chico, sin hacer contacto aún.*

-Pero...en esa época no pensaron que los limones fueran tan útiles...-

*Exprimió el limón, dejando que las ácidas gotas callecen en la musculatura sangrante del humano...*

-¿No?...

La bofetada calló contra su cara haciéndole mover la cabeza violentamente hacia un lado, sin dejar de sollozar.

-No te pregunte que si no querías más...te pregunte que si querías explicación o probarlo...pero ya..me interesa una mierda tu opinión...-

El agudo dolor del bisturí le hizo gemir ya casi sin voz debido al llanto. Había llegado a un punto que el dolor era tal que apenas podía ver, con los ojos nublados por las lágrimas.

-La piel puede ser separada de el musculo sin hacer mucho sangrado...en la inquisisión les retiraban lentamente la piel como si una vibora mudará su piel para estar en otra, aunque claro...los humanos sometidos a este método no podían obtener nueva piel y morían lentamente...-

Sentía el fino hilo de sangre correr por su brazo y aquello lo mareaba aún más, sumado al sabor en su boca.

- No puedo más...- Jadeó pero fue ahogado por un nuevo grito al sentir como su piel era abierta por Alex.

- ¡No! - Gritó, con más fuerza de lo que lo había hecho nunca. Sollozó desconsoladamente dejando caer su cabeza y entonces Alex se fue.

El menor tuvo la tonta idea de que ya había pasado, pero apenas podía mantenerse consciente ante el sufrimiento por el que estaba pasando. Cerró los ojos, deseando desmayarse para dejar de sufrir.

-Pero...en esa época no pensaron que los limones fueran tan útiles...-

Apenas lo escuchó, la voz le sonaba lejana pero el escozor del limon sobre la herida abierta le devolvió de golpe a la realidad una vez más, arrancandole un nuevo grito.

- P-para...- Gimió teblando con violencia, sintiendo que no podía más.- Q-quiero morir...

*Dejó de exprimir aquel limón sobre la herida al escucharle los deseos de muerte, su sonrisa fue tal...que parecía que efectivamente esperaba que el chico lo pidiese, dejó el limón de lado, llevando su boca a la herida abierta y ahora ''sazonada'' con el ácido de la ''fruta'', empleando su lengua en lamer aquella sangre agría por el mismo jugo, igual no dandose privaciones en hacerlo con algo de fuerza para influir dolor, pues lo hacía directo al músculo del chico.Una vez esto se levanto lentamente saboreando sus labios al relamerlos , un gesto victorioso estaba en su rostro.*

-Buen chico...-

*Nuevamente se retiro, en su trayecto sacaba la billetera y de esta dinero, varios billetes, un bulto, abrió la puerta y el encargado estaba ahí, curioso, pues los gritos del chico resultaron audibles para fuera de la habitación, el hombre miraba al Vampiro algo temeroso, mientras este simplemente le lanzaba al rostro el dinero.*

-Tomalo y largate...si vuelvo a descubrir que andas usmeando...a ti te destrozaré los huesos a patadas...-

*El hombre simplemente tomó el dinero y se fue, rápido, había cerrado trato, había comprado al chico.
Volteó nuevamente y cerró, caminó donde estaba el muchacho, tomandole por el pelo con rudeza, desamarrandole de el instrumento de la encarna uñas, ahora lle llevaba a donde la cama...la de clavos. Se ubico frente a esta y dirigió el rostro del chico a la cama, acercandole a la dicha, dejando unos centimetros de separación entre el rostro del humano y los clavos que le esperaban.*

-Veo que estas cansado, chico...¿por que no te duermes un rato?...-

*Tomó las manos cuales conservaban los grilletes del chico, acercando su brazo derecho, en parte despellejado a su boca, escupiendo sobre la musculatura al descubierto, para notar si el chico seguía conciente o no.*

Apenas sentía como el chico le lamía la herida, ya parecía que no pdía sentir más que ese dolor que se le extendía casi hasta el hombro.

Dejó caer la cabeza hacia adelante, entrecerrando los ojos, sin dejar de llorar en ningun momento, aunque ahora ya sólo silenciosamente.

-Buen chico...-

Apenas podía oirle. Trató de mirarle inutilmente, sintiendo que se le iba la vista. Medio vió que el vampiro se levantaba y le daba dinero al hombre
, diciendole algo que no pudo entender. Pero sí que entendió lo que significaba aquello: Lo había comprado.

Sollozo afónico sintiendo realmente el deseo de morir antes de continuar con aquello durante sabe dios cuanto tiempo.

Sintió entonces que el cvampiro lo agarraba por el cabello y luego lo sacaba de aquella máquina, y apenas pudo atinar a jadear, no tenía fuerzas para tratar de escaparse pues el dolor le había dejado apunto del desmayo. Cerró los ojos.

-Veo que estas cansado, chico...¿por que no te duermes un rato?...-

Despues sintió algo que le hizo punzar aún más el brazo y abrió los ojos. Al ver los clavos gritó sollozando y con el brazo bueno trató de aferrarse al vampiro.

- N-no.. por favor..- Dijo apenas sin voz.- N.-no puedo soportarlo más...

*Soltó el pelo del chico, pretendiendo dejar que la cabeza de este callece contra los clavos, pero el chico reaccionó y se aferro al cuerpo del vampiro, quien solamente le miraba con aquel porte frió, pero sádico, su mirada penetrante indicaba clara victoria sobre el menor.*

-Te haré un favor, chico...-

*Le tomó nuevamente del pelo, otra bofetada le otorgo al rostro del humano, por haberle tocado sin concentimiento, pues ahora el chico estaba bajo su mando, caminó halando al menor consigo, regresando a la mesa le sentó nuevamente, posando el brazo del chico amarro este, el derecho a el aparato nuevamente, el primero; el encarnauñas.
Regreso al grandioso escritorio de donde saco el bisturi, esta vez una aguja e hilo, ya daba una idea que haría, cocer, claro, el chico parecía un muñeco y un muñeco se reparaba con hilo y aguja. Volvió donde el menor y se sento frente a el, le miraba penetrante, sonriendo cínico y sanguinario.*

-Tendré conocimiento de médico...pero no la anestecia...-

*Dejó hilo y aguja en el escritorio para sacar un cigarrillo, estaba ancioso, estaba exitandose con cada reacción que el menor le otorgaba, se sentía tan bien, prendió el cigarro y caló de este, observando al menor, posando el cigarrillo sobre la musculatura de la herida más severa hasta ahora, aquella zona despellejada.*

-Aún no sé...¿Eres buen esclavo laboral, esclavo sexual...o sirves más de cenicero?...dime...-

*No le gustaba la idea de perder un cigarrillo, pero el placer que le acarreaba escuchar al chico suplicar y gritar de dolor, le exitaba, era un extasis que quería seguir sintiendo, así que, simplemente, la mecha del cigarro la pego contra los desprotegidos musculos del chico, dándose lujo de girar este y apagarlo sobre la misma carne del muchacho.*

-¿Entonces, laboral, sexual o cenicero?...no sé...me dan ganas de retirarte más piel chico...después de todo yo fumo mucho y para apagar cigarrillos pareces bueno...-

*Tremenda y amplía sonrisa fue la que mostró, retirando el cigarrillo ensangrentado y botándolo a un lado, reposo su mentón en sus dorsos de sus manos, recargando sus codos en la mesa, admirando al muchacho, con aquel porte psicópata.*

-Te haré un favor, chico...-

Aquella voz le hizo sentir un escalofrío, pero apenas reaccionó, seguía agarrado débilmente a él. tras el tirón de pelo y la bofetada ni si quiera gritó, solo cerró los ojos con una muerca de dolor y siguió llorando.

Se dejó llevar como un trapo sin vida, deseando que aquello terminara de una vez, tratando de entender por qué le sucedía eso a él.

-Tendré conocimiento de médico...pero no la anestecia...-

Bramó al sentir el cigarrillo y un asqueroso olor a chamuscado le hizo toser, produciéndole una arcada.

-Aún no sé...¿Eres buen esclavo laboral, esclavo sexual...o sirves más de cenicero?...dime...-

Quiso contestarle y de hecho tomó aire para ello pero el cigarrillo le hizo gritar una vez más.

Tembloroso y débil, dejó su cuerpo como muerto, negando casi imperceptiblemente con la cabeza para rogar que parase.

-¿Entonces, laboral, sexual o cenicero?...no sé...me dan ganas de retirarte más piel chico...después de todo yo fumo mucho y para apagar cigarrillos pareces bueno...-

- L-laboral...se..xual...- murmuró con dificultad entre sollozos.- l-lo que sea.. p-pero para.. porfavor...

*Su rostro era el de vicoria, reflejaba esta, pero no tanto, pues el sadismo y ademán psicópata le ganaban en la expresión, dedico una sonrisa al muchacho, pero no una cualquiera...esta era una sonrisa cruel, una que reflejaba su gusto y satisfacción por producir tanto dolor a este.
Llevó la diestra al rostro ajeno, rozando con sus finas uñas la mejilla del joven, sonriente, una caricia suave y delicada fue la que dió al rostro del esclavo, pero esta era únicamente para humillarle, para hacerle sentir y dar a notar su burla hacía el.*

-Bien...entonces...terminaré el favor...-

*Tomó el hilo y la aguja ensartando el primero en la segunda, miraba al chico al tiempo que terminando los preparativos, poso la aguja en sus labios finamente, unió los pedazos de piel nuevamente, como si pretendiese cocer, y eso haría, pero había un detalle.
Una vez la piel quedó alineada, tomo la aguja y a lista, mirando al chico seriamente, con un porte sanguinario, y una sonrisa maligna en el rostro.*

-¿Recuerdas que te dije que no tenía anestecia?...bueno, muerdete la boca por que dolerá...-

*Sin advertir más, clavo la aguja en la piel del joven, sacandola y metiendola, dejando puntadas y uno que otro hilo más de sangre, sabía como cocer y lo hacía bien pero no se reservaba lujo de hacer daño a musculatura sana una que otra vez, solo para hacerle sentir el dolor y escucharle gritar, pues los gritos para el eran jazz.*

Krist cerró los ojos cuando vió que Alex acercaba su mano, pero los abrió sorprendido al ver que era sólo una caricia inocente. Abrió los ojos confuso y lo observó, viendo aquella sonrisa burlona dibujada en su rostro.

Escuchó lo que le decía y supo bien lo que vendría a continuación. Cerró los ojos con fuerza, tratando de prepararse mentalmente para recibir la aguja en su brazo y aún así, cuando esta penetró limpiamente en su piel, no pudo evitar gritar.

Se llevó la mano libre a la boca y la mordió, respirando con fuerza por la nariz mientras sentía la aguja entrar y salir de su mantratado brazo. Y aún así, aquello era un "alivio" por que temía que el vampiro le fuera a dejar el brazo abierto, en carne viva.

*Terminó de cocer aquel brazo despellejado, para así romper el hilo y botar la aguja por ahí, obvio esta ensangrentada, miraba al chico con sus luceros azulados y profundos, penetrante, con su semblante serio y al tiempo sádico, psicópata.*

-No te la dejo abierta por que este lugar es una mierda comparada con el sitio donde vivirás...pero...ni creas que tu cuarto será algo hermoso y elegante...será parecido a este sitio, por que me gusta jugar con mis esclavos en sus habitaciones, tu sabes...me ahorro tiempo...

*Desamarro al chico y se levantó, para así llevarle donde la majestuosa dama de hierro, avento al muchacho a donde esta para tumbarlo y abrir el instrumento enorme y metalico, ubicando los metalicos picos afilados para que estos penetrarán piernas y brazos, inmeditamente levantl al chico y le empujo para que este entrará en la dicha dama.*

-Ahora metete ahí en lo que yo salgo por las demás cosas...-

*Sentenció.*