De vuelta a Casa [Kiba]

- Jaja, a veces le tenemos más miedo a lo que no hemos visto, por eso lo dije. Aunque yo soy más de la idea que lo verdaderamente temible son los vivos, no los muertos

Dijo con una sonrisa mirandole de reojo antes de apoyarse en el borde de la tina, descansando simplemente en el aua caliente.

- Ah no? oh vaya, veamos: si no hubieras visto uno antes, no te asustarías pero no estas asustado? jaja que raro...entonces has vitos fantasmas ¿Me contarías?

Es cierto lo que dices... Los vivos son mas temibles. Por eso, considerando que tu eres un no-vivo, nunca me diste miedo ^^
-Comentó con inosencia, poniendose espuma en el cabello, mientras que veia como un poco chorreaba sobre la punta de su nariz.
Respecto a lo del fantasma, no es una experiencia que quiera recordar.
-Al decirlo, un escalofrío recorrio su cuerpecito, pero pronto se recuperó.
A-Aunque si quieres puedes arrodillarte y rogar.

- Oh...vaya

Rió disimuladamente a su comentario y le pareció increíble que apesar del notorio temor que sentía siguiera teniendo las agallas para seguir mostarndole ni un centimo de respeto.

- Aww, no me contarás? Jaja, ah sí claro, como digas...


Se puso de pie de la tina en un movimiento, dejandose ori los chorros del agua escurrirle y se estiró por una toalla con la que se mal-seco el cuerpo, apenas en un par de rozones y que luego se anudó a la cadera. Se facilitó una segunda toalla que se puso en el cuello dejando escurrir el cabello.

- Mira, porque no mejor, les cuentas a mis amiguitos fantasmas...les dices que se arrodillen y seguro que les encantará oirte, vienen de amontones por la madrugada y hacen "buuu~"

Dijo perfumandose y salinedo del baño, dejandole solo.

Su piel se erizó y, de nuevo aterrorizado, se mostraba pálido. Tiritó unas cuantas veces y tomó una toalla sin siquiera secarse para atarsela a la cintura (o almenos intentando hacerlo) y otra la posó sobre su cuello, al igual que el vampiro.
-No...No...N-No te contaré ni a ti ni a los.. fa-fantasmas.
Exclamó observandolo, sin pretender mostrarse como estaba: Frío, mojado, y miedoso.

- Oh sí, saldrán a saludarte por las coladeras en cualquier momento a acariciarte un piecito...

Decía divertido, colocandose la pijama con tranquilidad, sentado a la orilla de su cama, terminando de secarse bien el cabello, cuendo escuhó las zancadas encharcadas por su piso. fue entonces cuando volteó y no pudo reprimir sonoras carcajadas a pesar de en un principio hicier alo posible por callar.

- Jajajajajaajajaja!! Dios santo Kiba! Oh debes mirarte en un espejo...jajaja aww, jaja, no es cierto te lo juro....jajaja!!

Se quitó la toalla de los hombros, la cual estaba que ya no podia retener más agua, y se la hechó encima. A la vez que él mismo saltaba y se metía bajo las sábanas de al cama que comenzaron a chorrear agua de inmediato.
-Callate!! Callate, callate, cierra esa maldita bocota que tienessss~!!
Comenzó a gritar entre sollozos y más exclamaciones. Odiaba realmente que, estando asustado lo siguieran molestando.

- Jajajajaja...aah ¬¬ uhm

Su cara tan seca limpia que ya estaba se volviía empapar por la maldita toalla que le había lanzado y encima de tan pesada le había golpeado un poco. Pero eso no sería lo peor, miró con completo pánico como empapaba sus sábanas de seda, sus almohadasde pluma y su colcha tejida a mano.

- Oh...por Dios...no...no puedes hacer eso Kiba...me callo, esta bien....pero salté de ahí!! agh, encima te metes todos desnudo! ;o;

No estoy desnudo, tengo una toalla aún ¬¬
-Reprochó, debajo todabía de las sábanas.
Y si no te gusta, ve a dormir con tus "amiguitos fantasmas"...
-Comenzó a moverse como pez fuera del agua por entre todas las sábanas, asegurandose de que todo se empapara.. Solo habia un pequeñisimo error fatal en su plan: El tambien dormía ahi...

- Oh Kiba...no seas así, tu...agh, siempre lo exageras todo!

Se pusó intempestivamente de pie cuando comenzó a sentir humedad debajo de él.

- Bien, como gustes, me voy a otra habitación y tu te quedas ahí y solo! Y le diré a mis amiguitos fantasmas que te vengan a saludar, antes de que se vayan a dormir conmigo...

Refunfuño enojado, tomando su bata de dormir y slainedo como una tromba de la habitación, por desgracia, su habitación era la única que no tenía ventanas y de queres dormir tranquilo, tendría que dormir dentro de un armario...pero todas las habitaciones estaban descuidadas y sucias. suspiró lamententadose y comenzó a bajar las escaleras hacia su estudio.

Nooo~!!
-Salió más rápido que algo ya que ahora no se me ocurre un ejemplo (xD), y lo persiguió, agarrandose a sus piernas. también habia olvidado que estaba bajando las escaleras, aunque se dio cuenta cuando ya estaban hambos en el aire.
Ouch!! AAhhh!! Dueleee~!!
Los gritos comenzaron a escucharse de nuevo, se habia hecho un corte lo suficientemente profundo como para que sintiera el dolor, y dejaba caer toda la sangre sobre su cuerpecito semi desnudo.

- Dejame en paz...! vete a otro lado, maldita sea, ¿A ver ahora cuanto se tardara mi colchón en sec...

Los pies le trastabillaron, y aunnado a su lentitud para pensar, no se percató que Kiba era quien le agarraba los pies, se dió cuenta una vez que estuvieron en el piso, un folpe en la cabeza con el barandal de marmol le dejó en un corto mareo del que tardó unos instantes en reaccionar.

- Ah, por dios...que tonto...eres

Espetó sobandose el craneó cuando le llegó el aroma abundante de la sangre, los ojos extasiados se le abrieron buscando la fuente del olor y se quedó inerte mirando la bella herida de Kiba. Entr abrió la boca relamiendose los labios inconscientemente.

Nooouu~... Auuch eso tardara en cicatrizar..
-Se reprochó a si mismo. Pronto volteó a ver al mayor.
¡Es todo tu cul...
-Pero se detuvo, esa mirada y esa expresión solo querian decir una cosa, lo cual lo espantó más.
No..no no, no~!! No quiero que me muerdas hoy!

- Mucho mucho...

Sonrió con descaro incorporandose para avanzar a gatas los pocos metros que les separaban. ¿Le reclamaba? ¿Tenía el descaro de negarle un traguito con lo que acababa de hacerle a su cama?

La sangre le cubría gran parte de su cuerpo, auneuq intentara alajarse el aroma no le iba a dejar descansar, le empujó un hombro contra el piso y se inclinó, hasta la herida, dando una profunda olisqueada a aquel sitio, mareandose solo con ello.

- Callate, arruinaste mi colchón.

Dió una leguetada a la profunda abierta, introduciendo la punta de la lengua sin cuidado de que esta se abriera más al mismo tiempo con los labios se le impregnaban del rojo líquido.

Ahhhh~!!
-Un grito desgarrador se desprendió de sus labios. Su cuerpo era extraño: No sentía los simples cortes, quemaduras o golpes, pero si éstos pasaban una determinada capa de piel, el dolor se volvía insoportable.
No lo soportó, y una lágrima se escurrió por su mejilla. Eso era simplemente una tortura horrible.
P-Para.. porfavor.. duele...
-Musitó, a pesar de que casi no podia hablar.

Succionaba y lamía cada gota que se escurría entre más grande hacía la herida, el sabor de la piel viva en su boca era simplemente delicioso y el piso se le movía con cada probada. Le encajó los colmillos absorto de su tarea y completamente cegado por la sed, rodeandole el cuerpo con ambas manos y apretandolo hacia su boca, justo en el sitio de la herida.

- Ngh...

Solo quería beberlo, beberselo todo.

Qu-Quítate!!
-Exclamó de nuevo, intentando apartarlo, pero cada vez se sentía más mareado.
¿Qué otra cosa podía hacer? Solo le quedaba ceder, solo eso. Nada más esperaba que no lo dejara sin nada para él, después de todo si lo mataba ahora el vampiro ya no tendria ningún lycan de donde comer.
A-Almenos ten...cuidado.. baka..
-Susurró atontado.

- Ya...sé...

Hizo acopio de si mismo para poder contestarle, separandose a regañadientes cuando la herida comenzó a secarsele, viendose obligado a abrir una nueva herida si quería beber más. Prefirió esperar un momentos antes de volverlo a hacer, pero en cambio, lamió los residuos que tenía por el cuerpo, el estómago, el pecho y las costillas, un poco en lso muslos. Ronroneando sin quererlo entre suspiros mareados.

- Aah...jaja...¿Te enojarías si te matara?

Le dijo en tono burlón subiendo por su cuello, prendandose de este con ambos brazos y apoyando ahí el rostro. Claro que no lo mataría, no tendría quien le tocara el violín después, solo estaba hablando sandeces.

No tengo.. tiempo de pensarlo..
-Susurró adolorido, esforzandose por hablar.
Esto me está...d-distrayendo.. de mis pensamientos.
-Arqueó levemente la espalda mientras entrecerraba de nuevo los labios, mirandolo atentamente. Sentía un sentimiento molesto, no era odio, no era reencor.. ¿Qué rayos era entonces?... Era una mezcla de tristeza y algo más...algo..

- Pues concentatrate...tengo sed, todaviá tengo mucha sed...

Mordió la delgada piel de su cuello, apretandola un poco con los dientes sin hacerla sangrar, ah ese mareo tan delicioso, todo le daba vueltas, todo olía a sangre, el piso tambien, todo estaba lleno de sangre, que maravilla.

- O si te hiciera alguien como yo? jaja...que gracioso, si, seria muy gracioso...sería posible?

Ebrio seguía riendose en voz baja apenas susurros,hincandole los dientes por segunda vez, esta vez en la yugular, soltando una buena expresión de gusto mientras el chorro rojizo se le derramaba en la boca.

Nn.. Nnngh!!
-Eso había dolido, y mucho. Pero más se concentraba en sus palabras confusas y sin sentido. Había comprovado que, al beber su sangre se comportaba como un humano que había bebido más de cinco botellas de wisky... Y no era dificil de obviar ese hecho.
El olor de su propia sangre también lo ponia hambriento. Por fortuna, no se comportaria como cierto acompañante.

- Mhmmm...jaja...uhm, podría hacerte cosas...más divertidas sabes? uhm si...hasta el cansancio...jaja

Varios tragos más succionó del pequeño chico, unos 5, tal vez fueron más pero no los iba a estar contando ¿cierto? Riendo tontamente cuando algo en su interior, qu epor lo menos pensaba con mayor claridad le recomendó detenerse, si seguía, aunque no lo mataría tardaría un rato bastante largo en componerse. No, tenía que oir el violín. Le aparató por lo shombros, mirandole un instante a los ojos, y después de eso dando tumbos se dejo caer cual pesado costal, recobrando sus sentidos poco a poco.

- ngh...wow...

Con la manga de la pijama se limpió la boca húmeda moviendo la cabeza de vez en vez como para sacarse de su sopor.

Con sus brillantes ojos entrecerrados contempló el suelo bañado con su propia sangre, a la vez que su cuerpo entero.
Rayos, y eso que ya se había bañado... Ahora tendria que volver a limpiarse todo de nuevo.
Suspiró cansado, al fin cellando sus párpados para descansar un rato.

- Ahh...que bueno, estuvo eso...

Con sonrisa atontada frotandose la cara para reaccionar de a poco, seguido por un largo bostezo hasta que miró de reojo a Kiba.

- Estás muerto? o_o cielos, no fue para tanto, chico...

Le colocó la mano encima de la nariz, verificando su aliento, afortunadamente seguía vivo, como siempre se había dormido, pero la tenue luz por las ventanas no le podían dejar ahi por mucho tiempo, el sol era tan molesto...frunció el seño y puso ara de berrinche. Si lo dejaba ahi tirado seguro que se enojaba, con cuidado le recogió del piso pidiendole a los sirvientes trapos de agua caliente y se lo llevó al estudio, donde en un principio se dirigia. Lo puso sobre el sofá, mirandole con la ceja arqueada, notando que aún el mismo se sentía algo mareado. Se veía tan desaliñado y batido de sangre seca, que en realidad, ahora más que apetecible se veía repulsivo. Rió para sus adentros con burla y cuando recibió los trapos serró la puerta con seguro.

Mmmh.. ahora que rayos me... haras?
-Cuestionó, aun con los ojos cerrados cuando ya se encontraban en el estudio.
Me siento asqueroso. ¿Porqué tienes que ser tan impulsivo?
-Ni bien recobró la consiencia comenzó a reprochar y protestar por todo lo de la situación anterior, molesto e irritado, pero a la vez demaciado atontado como para gritar.

Le puso mala cara, apoyandose contra la puerta, cerró los ojos y se arrepintió a sobremanera de no haberle dejado tirado a mitad de la escalinata. Se encogió de blazos sin contestarle. Tenía sed, s-e-d...esclavos. Siempre acababan sintiendose con derechos.

Mojó los trapos con agua caliente, y de pie frente a él, comenzó a tallarle la cara quitando las manchitas de sangre que le cubrían las mejilas.

- ...Ahí te duele mucho?

Le señaló con la mirada la herida que aún derepente y sobre todo cuando se movía, podía llegar a sangrar un poco.