piano a escondidas

La confesión del rubio le tomó totalmente por sorpresa. No sabía... ¿Que le contestaria? ¿Lo mismo? No gustaba de usar la hipocrecia en casos tan delicados. ¿Pero que acaso a el no le importaba? Bueno, claro que le importaba pero... No sabía si con igual intensidad. ¿No podía simplemente haberse callado? ¿Por qué los humanos tenían que hacer todo más complicado? No cambió su posición, y el trasfondo de sus pensamientos solo pudo visualizarse en la tensión que sus hombros adquirienron de manera tan repentina como inesperada.

sonrio cerrando los ojos abrazandole, mientras una tenue lagrima caia por su mejilla, seguia acariciandole el cabello mientras se insultaba mentalmente... por que dijo eso?!... el sabia que el otro no sentia lo mismo por el asi que de la misma manera siguio hablando en susurros
no respondas nada... se que no es mutuo, eso le tenia presente desde que pensaba decirtelo... no me importa pero... no me alejes de tu lado...
quedo, solo para que el le escuchara, no le importaba nada... si el le dejaba seguir a su lado

Supo que loraba cuando la lagrima que había descendido por su mejilla fue a estrellarse entre sus homeoplatos. Se maldijo mentalmente. No lo había lastimado fisicamente sino con un silencio. ¿Pero que podía esperar si aquello le había tomado por sorpresa? Esuchó su petición. No le apartaría. Mientras no estuviera claro, podía quedarse, pero, eso si, bajo su propio riesgo como, hasta ahora, lo había previsto.

- Perdon por el silencio... - Susurró, quedo - Y puedes quedarte si quieres.... Yo solo... Necesito pensarlo... - Confesó.

sonrio tranquilizandose al escuchar sus palabras, lo estrecho con mas fuerza, como si le fuesen a apartar de el, miro apenas su rostro pero tambien, sin saber que decir, desde el principio sabia que una acertiva era por supuesto imposible, pero, que le hubiera dicho eso, era lo mejor de la situacion, escondio su rostro entre el cuello y el hombro de el dandole suaves besos, esperando que continuara

Sintió como le estrechaba mas contra sí, dejandole hacer. Aún se encontraba mareado por el sabor de la sangre ajena, y su cabeza se había vuelto un lio por la reciente confesión, y, aún así, seguía sosteniendole, espalda contra la pared, en aquella posición tan comprometedora. Penso que, ya que habían empezado aquello, debía terminarlo tambien. Rretomando el anterior ritmo, comenzó a moverse en su interior, esta vez con un suave vaiven que contrastaba con el momento.

sus gemidos eran suaves, los daba serca del oido del otro, reprimiendo algunos mientras movia sus caderas en el mismo ritmo, manteniendose abrazado, cerro los ojos dejando que de nueva cuenta al cabello se aremolinara en su rostro, sus mejillas no estaban tan sonrojadas como antes, haora era solo un rosa casi imperceptible por la falta de sangre, y habia palidecido un poco, pero en brazos del otro eso pasaba a segundo plano

La mano que se encontraba sobre el miembro del rubio, comenzó a moverse de nuevo, tambien de manera lenta, pero tortuosa, a la vez que su mano libre acariciaba el cuerpo ajeno a la par de las embestidas. Apoyó la mejilla junto a la herida inflingida a su cuello hacía poco, notando como el pulso intentaba normalizarse a pesar de la perdida repentina de sangre. Ser tan debil como para no reprimirse le molestó, en aquel momento, más que ninguna otra cosa.

rodeo los hombros del vampiro acariciando su espalda las caricias lentas y tortuosas le hacian desear mas y mas, delinio con su dedo la linea de la espalda del vampiro mientras gemia suavemente
Milo....ahhhh mas..mas....
le pedia suplicante mientras movia las caderas mas profundo, haciendo cada estocada mas profunda que la anterior, sentia que su cuerpo se desasia por las caricias y sus mejillas se tornaban un poco mas rosadas

Siguiendo sus propios instintos, que se acoplaban perfectamente a las súplicas del rubio, comenzó a aumentar el ritmo, tanto de las embestidas como de la mano sobre el miembro ajeno. Rápidamente, gracias al intenso movimiento de caderas, logró alcanzar aquel punto sensible en el cuerpo del rubio, el cual mancilló a conciencia, mientras su mano se movía ascendente y descendentemente sobre el miembro ajeno con un ritmo rápido embriagador.

gemia alto, ya sin temor a que escuchasen los sirvientes, sus uñas volvierona clavarse mientras su cuerpo seguia aquel ritmo, el climax de nuevo estaba serca, sentia su cuerpo tensarse, aun ais trato de aguantar mas, disfrutando el calor de ambos cuerpos y como las embestudas eran mas y mas profundas, un pequeño hilillo de sangre salio de su entrada, ya no sabia donde acababa su cuerpo y donde comenzaba el de Milo...

ordió sus labios, intentando acallar sus gemidos, que, aunque le excitaba oirlos, podían luego traerles problemas, uniendo su boca con la del rubio en un intenso y fogoso beso, moviendo sus caderas aún mas rápidamente, no debia faltarle mucho, aunque, por los movimientos mismos de su integridas, sabía que la estrechez del rubio le consumia de una manera inusitada, por lo que, tambien, seguro acabaría pronto.

correspondio ese beso ardiente y deseoso de el, sus piernas y eslpada se tensaron cuando se corrio en su mano gimiendo fuertemente pero acayando el gemido en sus labios, jadeante seguia moviendose, esperando al otro, mientras el sudor le cubria y el cabello se le pegaba a los hombros, le miro antreabriendo los ojos jadeando casi sobre sus labios

Nuevamente, aquel liquido caliente que escurría en su mano, marcaba el extasis del cuerpo del rubio quien, tensandose, contrajo su interior, aprisionando su miembro dentro de el, por lo cual, con un par de embestidas mas, terminó corriendose tambien, apoyando su frente contra la clavicula del rubio, y su mano se sostenía de la pared, mas por costumbre que por otra cosa. No necesitaba respirar, por lo que rápidamente se recobró de la agitación, sin embargo, observar la vision de cuerpo del otro, tan sumiso, le provocaba aquello de nuevo.

estaba agotado, la falta de sangre sumada a el extasis en su cuerpo le hacian querer casi desvanecerse, le miro aun dibujando una tenue sonrisa y apoyandose en el recobrando poco a poco la respiracion, algunas gotas de sangre salian de su entrada pero fuera de sentirse mal, le gustaba estar aun en los brazos del otro, se apoyo tambien en la clavicula del vampiro

Esbozó una debil sonrisa, una sonrisa de verdad, la cual quedó oculta entre los pliegues de la piel del rubio. Poco a poco fue saliendo de su interior, tomandolo en brazos para recostarle sobre el unico sofá que había en la habitación, bastante cercando a ellos. Cuando volvió a mirarlo, su expresion se tornaba serena, como antes.

- Necesitas descansar... - Le espetó - Tanto "ejercicio" no es bueno para ustedes... - Le recordó.

se dejo cargar mientras en el sillon su cabello se desperdigaba por el borde de este, le miro y lo recordo, en la oscuridad pudo no haberlo notado pero seguro si lo miraba haora se daria cuenta, se abrazo a si mismo ocultando su pecho y su espalda en un movimiento rapido que de echo le lastimo, pero no importaba, no debia verle la piel...
vete... vete!!!
le grito mientras se cubria con lo primero que encontro, el saco del vampiro.

Enarcó la ceja ante la actitud del rubio. ¿Tan rápido volvian a ser los de antes? Entonces no había sido tanto como lo pensaba. ¿Por que se cubria con tanto fervor? Tomó una de las solapas del traje, halandola levemente, sin arrebatarsela de las manos.

- ¿Ahora quieres que me valla? Y luego dicen que los humanos no son cmplicados... - Rezomgó, intentando quitarle la gabardina.

le miro desesperado, no si le quitaba la gabardina le veria la piel, la jalo con fervor mirandolo con algo de temor
no me mires!!
cerro los ojos, lo recordaba, recordaba todo hacerca de el, por que le amaba?... el era un vampiro... como.. como...
no me toques Maximilian basta ya!!!!!!!!!!
se dio cuenta de lo dicho y cubrio sus labios con las manos, le habia llamado como a el

Siguió jalando la gabardina, ignorando los quejidos del rubio, hasta que escuchó aquel nombre salido de sus labios. Con que eso era... Le soltó la gabardina, observando como el otro se cubria la boca, como sorprendido de lo que acababa de pasar. En un remoto recuerdo de su pasado, aquella escena se le hizo vagamente familiar. Comenzó a recoger sus ropas, vistiendose con lentitud sin dirigirle la palabra al rubio. En sus ojos se reflejaba un destello de tristeza, sin que el lo notara o pudiera hacer nada al respecto.

un nudo en la garganta se formo, tan fuerte que parecia no querer dejarle respirar, por que se habia confundido tanto?, le miro recojer las ropas, para irse, algunas lagrimas cayeron por sus mejillas, la oscuridad habia desaparecido y la luz de la luna bañaba en confidencia sus cuerpos, tras un sollozo le miro y dejo caer poco a poco la gabardina que le cubria, de la mitad del pecho hacia abajo, hasta la cadera, decenas de cicatrizes estaban en su piel, mordidas, rasguños, algunas inclusive parecian ser marcas de un latigo, todas ya cerradas y vijeas, si, pero visibles aun hay, no queria que pasara lo mismo con el

Al volverse para buscar la corbata, aún abotonandose la camisa, se encontró con el cuerpo del rubio, ahora bajo la luz de la luna, totalmente diferente. Diversas marcas mancillaban la piel bronceada, algunas muy leves, como de mordidas o razguños, y otras mas pronunciadas. Siguió con la mirada cada una de ellas, olvidandose de lo que hacía. ¿Eso era? Sin ser conciente de ello, comenzó a frotar una cicatriz con forma de medialuna que tenía en el antebrazo izquierdo. Levantó la mirada, observando como las lágrimas caian, silenciosas, por el rostro abatido. Se quedó en silencio, sin saber que decirle.

la gabardina termino de caer a sus pies, agacho la cabeza, el cabello cubria su rostro en una cortina de oro, mientras las lagrimas solo se veian caer, estiro el brazo tocando levemente la mejilla del otro, en una carisia, y con esto asegurarle que no estaba enojado con el, levanto apenas la cabeza mirandole, queria abrazarle pero, tal vez el si estuviera molesto

Sintió como el otro acariciaba su mejilla sutilmente, sin el apartar su mano de aquella marca, la llevó sobre la mano del otro, como presionandola suavemente. Al parecer no era el unico que había tenido "momentos dificiles", y aunque al rubio las marcas de aquello le quedaran el cuerpo, el no tenía la misma ventaja, aunque ello no siginificaba que dejaran de calarle hondo. Observó las lagrimas que caían sobre la gabardina, ahora en el suelo. ¿Que hacer? Era una situación muy delicada para cometer alguna estupidez como las que ambos solían hacer. Se quedó simplemente ahi, cerca del otro, sin decir nada.

las marxcas podian dolerle, pero las cicatrices que estaban en su alma dolian mas, se hacerco un poco mas a el bajando del sillon para acurrucarse en supecho, tranquilizandose, el llanto haora era silencioso, le alegraba que no le hubiera quitado, se sentia, sumamente tranquilo a su lado, mas que con cualquier otra persona, cerro los ojos dejando al llanto caer sobre sus mejillas, y estrellarse en la piel del otro

Lo dejó acercarse y acurrucarse en su pecho, sintiendo la calidez de su cuerpo tan proxima a pesar de las lágrimas que rodaban por las mejillas ajenas hasta estrellarse contra su marmoleo y frio cuerpo. Llevó una mano al rostro ajeno, apartando los mechones, acariciando las doradas hebras, mientras la otra la llevaba a su cintura, acariciandole suavemente, casi consolador, en cierto modo. Aún no estaba del todo arreglado, puesto que aún tenía que arreglar ese detalle del tal Maximilian, pero eso podía esperar, al menos hasta que el rubio se calmara.