piano a escondidas

con solo esos simples gestos, todo fantasma que le persiguiera desaparecia, el llanto paro poco a poco, hasta que solo se quedo quieto en sus brazos, sin moverse, sintiendo como el vampiro le "consolaba", se sentia mucho mejor, miro al piso esperando que el otro hablara o hiciese algo, no queria ser el quien rompiera el momento

Siguió acariciandole de aquella manera, consolandole, hasta sentir como se quedaba quieto en sus brazos. Apoyó su menton sobre la cabeza del rubio, cerrando sus ojos por un momento. El primer pensamiento que cruzó por su mente era que todo era un error, pero ese pensamiento no se refería aquel momento, sino que era un error esconder sus emociones todo el tiempo. Se perdía de momentos, de situaciones, del mundo en sí. ¿Como el rubio había hecho cambiar tantos pensamientos propios suyos en tan solo un momento? Era algo que no terminaba de comprender.

- Hoshi... - Susurró su nombre suavemente, como con cariño - Lo de hace un rato fue... No fue mi intención hacerlo... - Se disculpó.

le miro levantando la cabeza, el cabello sobre su rostro y los ojos rojizos por el llanto, los caminso de las lagrimas aun sobre sus mejillas y los labios entreabiertos, a que se referia?.. a todo ese problema... bajo la mirada de nuevo mientras se acalaraba la garganta
... fue mi culpa yo... ddebi aberte dicho de mis cicatrices.. lo olvide
si, lo habia olvidado y era perfecto, pero al momento de volver a la realidad todo se desmoronaba

Cuando bajó el mentón, se lo tomó de nueva cuenta, besando suavemente el camino que habían dejado las lagrimas en su rostro bronceado, mientras con el pulgar le acariciaba los pómulos. Miró los grandes ojos ambarinos, rojizos a causa del llanto, y se sintió culpable como nunca antes y eso, en el fondo, le dolió.

- No es tu culpa... - Le susurró de la misma manera - Simplemente pasó... Esas cosas le pasan a cualquiera... Incluso a seres como nosotros...

se dejo hacer, rodeandole con ternura en un abrazo, cruzando sus manos en la espalda acariciandola levemente, esas caricias, daria cualquier cosa.. lo que fuera por esas caricias... sonrio apenas, mirandole a los ojos
... perdoname... aun asi... tal vez no tenga la culpa... pero tu tampoco.. lo unico que hise fue arruinar esto
le dijo tambien en susurros, acariciando las mejillas del mayor, con ternura, todas las acciones eran delicadas para con el vampiro

Como lo tenía tomado del mentón aprovechó para, en un impulso, acercar sus labios a los calidos del otro, depositando un beso suave, con ternura. A pesar de todo, se sentía bien. Muchas veces no sabía como actuar, porque era mas facil ocultarlo todo, pero dejarlo salir, resultaba extrañamente agradable. Nunca se imaginó que terminarían en aquella situación por lo que, al separarse, no pudo evitar que en sus labios se dibujara una mueca parecida a una sonrisa. No irónica, sarcastica o burlona, sino una sencilla y real. Le miró.

- No lo arruinaste... Deja de culparte... - Dijo, suave, sin dejar de acariciar las mejillas - Esta noche... Lograste mas de lo que tu mismo pudieras creer... - Admitió, sin abandonar el gesto.

correspondio ese beso, pareciendole injustamente corto, las sorpresas no acababan, una sonrisa, una sonrisa sincera, que diablos importaban las cicatrices?!... si lo tenia a el, nada mas importaba... nada, cerro los ojos sonriendo suavemente, mientras subia sus manos y las colocaba en el pecho del mayor recostando su cabeza en la clavicula de este
lo hise?...pregunto feliz, la tristeza se habia ido, como si nunca hubiera estado serca ... gracias... por todo...

- No tienes porque darme las gracias... - Musitó, para luego pensar - Soy yo quien debería dartelas...

Sintió como apoyaba el rostro en su clavicula, notando su tono más animado. Supuso que eso le alegraría. Le dejó hacer, acariciandole el cabello con suavidad. La luna, que hasta hacía poco les bañaba con su resplandor, comenzaba a moverse poco a poco el cielo nocturno, como si el tiempo hubiera comenzado a correr de nuevo. Maldijo a la luna interiormente por no darle mas tiempo, mientras depositaba un suave beso en el lobulo ajeno.

tenia algo de frio, se acurruco mejor en el vampiro, cuando la luz empezo a creser, ya no por la luna, si no por el sol que se asomaba, algo de trsiteza le embargo pero... en esa noche se le ocurrio la segunda loca idea del año, se hacerco al oido del vampiro, dudando un pock al principio y en como pedirselo pero... despues de juntar fuerzas se lo susurro
esta amaneciendo... llevame contigo al ataud...
al decir lo ultimo se abrazo con algo mas de fuerza a el

Al principio le sorprendió esa repentina indesición en el rostro del rubio, como si se estuviera jugando algo muy importante, pero más aún se sorprendió ante su petición. ¿Que lo llevara al ataud? Había que estar muy loco para pedir algo así. ¿Acaso no sabía que los vampiros siempre despertaban sedientos? Tenerlo ahí al despertar sería una tentación demasiado grande. Le miró, sin apartarlo.

- ¿Estas seguro de lo que pides? - Preguntó - Moriras de frio... Y de miedo, atrapado en un catafalco un tiempo que te parecerá interminable... Y no podrás abrir la tapa porque es pesado... - Le recordó - ¿Es eso lo que quieres?

sonrio ante las palabras del otro, eso significaba que se preocupaba por el, si bien tenia razon, le daria algo de miedo estar en ese lugar, a su lado que importaba?... se acurruco escondiendo su rostro en el pecho del vampiro, para hablarle decidido
si, si quiero, ademas tengo mucho sueño ni cuenta me dare...
le dijo con media sonrisa, mientras tomaba del suelo la gabardina y se cubria con ella

Suspiró, derrotado. Después de lo que había pasado, no podía decirle que no. Sin cuestionarle nada más, lo cargó en sus brazos. Mas atras de la habitación, escondido tras unas cortinas gruesas color vinotinto, se econtraba el ataud, de negra madera pulida con grabados en la tapa, el interior cubierto de terciopelo, suave y acolchado a los costados. Por un momento, dudó. ¿Lo resistiría? Era la primera vez que hacía aquello. ¿Si alguien se enteraba? No, nadie se enteraría. Todo pasaria en calma y paz. Se acomodó en el catafalco, acomodando luego al rubio apoyado sobre él. Antes de tomar la tapa, volvió a cuestionarle.

- ¿Estas seguro? - Repitió - Sera todo un día...

se acomodo en el, respirando tranquilamente, usando el pecho del vampiro como almohada y cubirendose con la gabardina le miro con ternura estirando su mano y acariciando su mejilla para darle seguridad
esto es mejor que cualquier cama Milo...
sonrio y se volvio a acomodar en el, realmente, penso que habria sido peor, y con el, no le temia a nada

Se tranquilizó sintiendo la mano en su mejilla. Tomando la tapa del ataud, la deslizó suavemente sobre ambos en el momento en el que la luna se ocultaba, dando paso al astro Rey que iluminaba el horizonte con sus rayos. A pesar de todo, dejó un pequeño espacio abierto, solo una pequeña raruna, recordando que, aunque el no neecesitaba respirar, el rubio si. Sentía comos sus parpados se volvían pesados, gracias a la influencia de su mortal enemigo, el sol. Voleó al rubio.

- Buenos... dias, supongo - Bromeó, con aspecto soñoliento.

abrio apenas los ojos, mirandole, no podia distinguir en la oscuridad pero sabia que estaba ahi, sonrio y se aserco arrastrandose un poco hasta llegar a sus labios, besandole fugasmente pero con ternura,
buenos dias...
le susurro y se volvio a acomodar en su pecho, cerrando los ojos cansado, miedo... la idea le daba risa, miedo en sus brazos... si como no...

Dejó que sus parpados se cerraran, recibiendo aquel rose de labios. Su cuerpo comenzaba a perder la conciencia hasta caer en el su vacío personal. Su último acto conviente fe mover su mano lo suficiente como para poder sujetar la figura del rubio, antes de que el sueño le reclamara, inmovil como estatua en el oscuro vacío, hasta que el sol se escondiera de nuevo en el horizonte.

en ese espacio, solo se escuchaba el sonido de la suave respiracion propia y de como bajaba y subia su pecho con tranquilidad, tenia tanto sueño que lo mas seguro era que se despertara hasta que lo hiciera el vampiro

El sueño transcurrió como usualmente, vacío y sin percances. Solo uno que otro flash de ecuerdo, que no afectaba en absoluto la postura ajena. El fdrescor de la noche volvió a invadir la habitación, apbrazando con su penumbra, cada rincón de ella. El pecho inmovil comenzó a moverse enonces en el suave compás que emulaba la repiración, devolviendole la flexibilidad a los musculos, mientras los parpados pesadosse abrían lentamente. Captó de inmediato el aroma del rubio, impregnado en todo el ataud. No volvería a dormir, eso era seguro- Sintió la calidez en su pecho, haciendo el intento por ignorarle, mientras su boca se iba haciendo agua a causa de la sed "matutina".

seguia dormido, solo comenzo a despertarse al captar el movimiento del otro, y entonces lo recordo, los vampiros despertaban especialmente sedientos, tal vez era por eso por lo que insistia en que no durmiera con el, sonrio y llevo su mano hasta el pecho del vampiro acariciandolo repetidamente
tienes sed?...
le pregunto como si el asunto fuera tan facil como darle un vaso con agua

- Si... - Le confesó - Y mucha...

Podía sentir el aroma ajeno envolviendole, como si quisiera entrar en su organismo a la fuerza por cada uno de sus poros. Soltó un jadeo muy cercano al cuello del otro, el cual, en esos momentos, se le antojaba como un vaso de agua en medio del desierto. Se le pasaría, solo, necesitaba tomar aire fresco. Abrió la tapa del catafalco de un golpe, aspirando el aire nocturno, pero no servía, era como si aquel aroma hubiera quedado grabado a fuego en su memoria. Se maldijo interiormente. Por lo menos había abierto el ataud y, si el otro era listo, se iría antes de que lo drenara.

le miro, no estaba bien, se puso de pie besandole fugasmente mientras desaparecia por la puerta de la habitacion y entraba a la propia muy serca de ahi, se recargo en la puerta soltando un suspiro, no habia sido tan mala idea si omitias la desesperacion del otro por beber de el, miro l lugar y puso a correr el agua caliente en la tina, pasaria despues a ver al otro

Le sintió besar sus labios fugazmente, antes de desaparecer po la puerta de la habitación. Demonios. Era por eso que debía cuidarse de cosas como esa. Se levantó, cubriendose con una bata, para irse a asomar al balcón, donde aspiró profundamente el aroma de las flores del jardín y la brisa nocturna, entremezclados, hasta que logró aplacar aquel deseo. Como todas las noches, uno de los criados entró para ser el "platillo del día". Menos mal que Hoshi no había estado allí para verlo. Bebió del él hasta que estuvo satisfecho, obviamente sin matarlo, pasando luego unos criados a llevarselo, sin mayor sorpresa en el rostro. Ya era una rutina que se había vuelto común. Luego de eso fue a darse un baño rápidamente, antes de vestirse y bajar al salón.

el habia estado meditando en la tina, con la espuma hasta la mitad del pecho y los brazos alrededor de esta, miraba el techo y debes en cuando cerraba los ojos, pensativo, todo lo que habia pasado anoche, se sentia feliz pero, al mismo tiempo, aun estaba ese silencio...
Te amo por que habia dicho eso?... bien.... si lo sentia, le amaba con toda su alma pero.. sabia que el sentimiento no era mutuo... se quito algo de cabello de la cara y se hundio mas en el agua

Abajo en el salón, decidió salir a pasear por el jardín, recolectando en el proceso algunas cuantas flores, dejandolas sobre un florero que estaba cerca del sillón. A pesar de todo, se sentía relajado, tranquilo, hacía mucho que no se sentía de aquella manera. Soltço un suspiro, poniendose de pie, y sentandose en el bamquillo del piano. Pasó los dedos por las teclas. Y pensar que todo inció cuando el rubio se había sentado allí la noche anterior. Soltó un suspiro. ¿Por algo pasaban las cosas, no? Se acomodó en el, antes de comenzar a tocar.

abrio suavemente los ojos cuando el piano comenzo a "gemir", sonrio y se levanto de la tina, tantas dudas que dejaron de importar..., se enjuago y salio buscando su ropa, le daba gracia como su cuarto al amanecer era un desastre y al anocheser volvia al completo orden, tomo una camisa simple, pero interesante a la vez por el color, era un violeta casi igual al de los ojos del vampiro, se la coloco dejando la mitad superior y algunos botones del final abiertos, un pantalon negro y la gabardina, bajo las escaleras mirando desde estas al mayor