piano a escondidas

- ¿Por que lo dices? - Cuestionó - Pensé que eras rudo para evitarlo...

Lo sostenía desde que lo había conocido, y lo rectificaba cada vez que sucedían cosas como esas; los humanos eran complicados. Acercó una mano al cabello del otro, soltando la coleta con suavidad para poder acariciar tranquilamente la casacada de cabello dorado que caía por la espalda ajena. Soltó un suspiro, enredando los dedos entre las finas hebras.

- No tienes que preocuparte por eso... - Pronunció - O al menos no mientras vivas conmigo... - Le recordó - No dejaría que te hirieran, aunque estuviese enojado...

de la nada el miedo se iba, como temer? estando en los brazos de el?. sintio el cabello caer sobre su espalda y le dejo hacer mientras soltaba un ligero suspiro, levanto la mirada ligeramente para verle a los ojos asercandose solo para rosar sus labios con los del mayor, solo en forma de una carisia
perro que ladra no muerde
le dijo solo a contestacion de la primera pregunta mientras volvia a la posicion en la que tan comodamente estaba

Disfrutó de aquel rose, siguiendo acariciando el cabello del ajeno cuando el otro volvió a su antigua posicion, no pudiendo evitar sonreir, estrechandolo más contra su cuerpo frio. Cerró los ojos por un momento.

- En ese caso... creo que dejaré de tomar en serio tus amenzas.... - Bromeó, para luego decirle - Me gusta tu olor... - Admitió.

ese simple comentario hiso que a sus mejillas subiera un color rosa palido, se escondio de su mirada avergonzandose de eso, mientras sonreia a la vez, feliz.
el cuerpo frio del mayor no le importaba, de echo sentia que su propio cuerpo ardia en brazos del vampiro
mi olor?.. que tiene de especial?

- Es dulce... - Admitió - Y eso no es normal...

Fue hurgando con su nariz en el cuello del otro, deleitandose con el aroma, y la calidez de la sangre palpitante bajo aquella piel marfileña. Realmente le gustaba hacer aquello. ¿Por qué se negaba? ¡Oh, cierto! Porque eran de diferentes razas. Aunque, aunque sea por un rato, quería ignorarlo, porque aquella sensación era demasiado agradable como para abandonarla.

- Aunque de seguro ya te lo han dicho... - Soltó, con ironía, escondiendo su sonrisa en el cuello del otro.

subio sus manos al cuello del vampiro, suavemente paso sus dedos por el cabello azabache del otro acaruiciandolo repetidamente mientras cerraba los ojos disfrutando de la "curiosidad" del vampiro en su cuello, el aliento, su precensia, todo
de echo no, dulce dices?... tu eres el raro..
le dijo acompañado de una risilla y despues se apego mas al vampiro, no queria, tal vez no fuese.. tan dificil estar asi mas timepo

- ¿Raro? ¿Yo? Me ofendes... - Murmuró, haciendose el ofendido.

Dintió las manos del otro pasear por su cuello y nuca hasta llegar a su cabello. Era un sensación tan deliciosa... Se permitió cerrar los ojos por un momento, disfrutando de las caricias del rubio, mientras le iba aprisionando inconcientemente contra una de las paredes de la habitación al sentir sus cuerpos juntarse.

- Hacia mucho que nadie hacia... eso... - confesó, acariciando el tacto niveo con los frios y marmoleos labios.

no se dio cuenta de nada hasta sentir la fira pared sobre su espalda, pero no le importo demasiado, se hacerco a el mas, mientras seguia acariciandole el cabello, con sutileza se fue abrazando mas mientras el mismo cerraba los ojos, recargandose en el pecho del vampiro
por que me dejas hacerlo?.. no creo haber sido el unico en intentarlo....
le dijo en un susurro quedo a su oido

- Supongo que... me agrada... - Confesó, con voz queda, como si estuviera refiriendose a una humillante debilidad.

Le sintió recargarse en su pecho, llevando sus manos a su cintura de nueva cuenta, estrechandolo más contra él. Desde aquel momento era oficial.No le importaba nada. Solo quería dejarlo fluir. Sonrio, quedo.

- ¿Suena idiota, verdad? - Dijo, disimulando una sonrisa.

nego con suavidad, no, no lo era para nada, no lo comprendia pero sabia que no era idiota, se aserco otro poco sonriendole levemente, su cintura estrecha se sentia frajil bajo sus brazos
raro...
le dijo al oido mientras sonreia ampliamente enterrando su nariz en el pecho del vampiro

Sonrió divertido, ensanchando su sonrisa, al escucharle aquel comentario, Pudo haber sido peor. Comenzó a pasar sus manos bajo la playera del otro, mientras que, inclinandose, mordió levemente la oreja del rubio, murmurandole.

- Y tu... estas loco... - musitó, seductor.

un leve escalofrio le recorrio al sentir las manos del vampiro en su piel, un escalofrio de placer, se hacerco a su oido de nueva cuenta mientras sus manos le rodeaban el fuerte cuello acariciandole de vez en vez
loco?... yo no diseco pobres ratitas...
dijo chiple mientras le besaba levemente los labios

- ¿Que tienen que ver las ratas en todo esto? - Preguntó en un murmullo, rosando sus labios con los del ajeno.

Sintió como le rodeaba más el cuello, como permitiendole explorar más su cuerpo. LLegó hasta el torso, bajando luego nuevamente hacia las caderas, rosando el ve trayecto con sus uñas, las cuales dejaban lijeras marcas rojizas en el cuerpo del ajeno.

- Además, por lo menos soy taxdermista y no un fumador compulsivo... - Bromeó.

sonrio, touche, lo habia aceptado teia cierta complusion por el cigarro, pero nada grave, bueno, hasta donde sabia el vampiro...
rio mientras introducia las manos en el saco del mayor tocandole sobre la camisa el pecho
tambien me disecaras y me pondras en tu sala?
le dijo algo sensual al oido

- Todo depende de que tan mal te portes... - Comentó - Aunque sigo pensando que sería un desperdicio...

Fué desabotonando la playera del otro, acariciando su torso con mas libertad, mientras sentía las manos del otro sobre su pecho a través de la ropa. Sentía como quemaban, como si fueran brazas. Movió sus brazos ligeramente, dejando rodar el saco por sus hombros como por casualidad, para darle mayor libertad al rubio.

le miro de reojo mientras metia suavemente las manos por la camisa ajena, sin hacer mas, suspirando al frio toque en su pecho y torso, tan frio, y tan ardiente a la vez, le dejo hacer, sumiso por primera vez, completamente a su merced
entonces... sere un buen esclavo

- Eso espero... - Susurró, apoderandose de los labios ajenos.

Le encontraba docil, sumiso a sus toques y caricias. Aquello le gustaba. Colando las manos bajo la playera del rubio, le despojó por completo de ella, dejandola en el suelo, acariciando la nivea piel de los hombros, y los costados sin separar sus labios de los del rubio, deborando su boca de manera lasciva.

se sostenia de los hombros del vampiro, dejandose hacer, mientras los besos le hacian sentir que los labios se le desacian, tan vorazes y apasionados, el otro podria estar muerto pero su cuerpo le hacia arder, tuvo que separarse para tomar aire, pero de inmediato retmo el beso con la misma fogosidad de antes

Acarició la extensión del torso del otro, tan caliente que casi le sentía arder bajo sus dedos frios. Lo acariciaba lenta, tortuosamente, mientras disfrutaba de sus labios, delgados, separandose un momento para dejarle tomar aire, y luego volviendo a capturarlos, aprisionandolo aún más, de ser aquello posible, haciendo que ambos cuerpos se rozaran intensamente.

intensidad, no.. tal vez adiccion?.. muchas palabras podian asercarse a describir ese momento pero ninguna alcanzaba para lo que sentia, con los ojos cerrados siguio respondiendo a las caricias, sin negarle nada, dandole libertad absoluta sobre su cuerpo, pero en realidad que importaba aquello?... si enrealidad su cuerpo ya no le pertenecia a el si no al vapiro, al vampiro al que haora acariciaba, pasando sus manos entre los botones de la camisa, desabrochando uno, dos, ...siete?... retiro la camisa mientras sus dedos recorrian el pecho y el torso de este haciendose una idea a tientas de como era ese cuerpo, por que no queria abrir los ojos aun, las imagenes interrumpian las sensaciones, se dedicaria a sentir como el vampiro le poseia

Se separó de sus labios para atacando su cuello, tomandole de las piernas para rodear la cintura del otro con ellas, y así poderle sentir aún mas cerca. Bajó por cue cuello, torturandolo, mordiendolo levemente, y pasando su lengua por las heridas. Le encantaba como se sentía aquella sensación de la piel caliente y quemante del rubio, rodeada por las finas y doradas hebras. Aquella sensacion... recordaba haberla tenido antes, pero tan intensa como ahora. Ansiaba escucharle, jadear, gemir su nombre, sumiso como nunca más le volvería a tener. Debía agradecerle eso al piano al menos.

no se opuso a que el vampiro lo usara como su muñeca, le moviese y acomodase como quisiera, mantuvo el agarre a la cintura con sus piernas mientras sentia aquellas caricias, pequeños suspiros se habian convertido en gemidos reprimidos en su garganta, ambas caderas tocandose mientras ses instintos le hacian juntarlas mas... no.. instintos era solo una manera para justificar que le gustaba, que queria seguir asi y llegar a mas, pego ambos cuerpos, sintiendo como si su corazon golpeara en el pecho del otro, asi de serca se sentia de el

Comenzaba a ori sus jadeos, lo cual resultaba muy placentero para sus oidos. Podía sentir como sus caderas se rozaban, aumentando mucho más la atmosfera caliente en la habitación. Definitivamente gustaba mucho de aquella sensación. ¿Lo poseeria? No le faltaban ánimos, pero no quería que luego el rubio se lo recriminase. Decidió ignorar aquello por el momento, concentrandose en disfrutar de su cuerpo, abandonando el cuello para bajar al torso, ocupandose de los sonrozados pezones, por los cuales pasaba su lengua de manera lujuriosa sin dejar de acariciar su cuerpo.

las caricias seguian y aunque al principio resultaba incomodo estar de esa manera en la pared, haora poco importaba, le miro antes de hacerlo el, besarle los hombros mientras le dejaba seguir en su pecho, sus pezones se erectaban al paso de la lengua del otro mientras la piel se le erizaba, no sabia hacerlo bien, no saia exactamente que hacer... pero, se dejaria llevar

Luego de terminar con uno de los pezones, pasó al otro, atendiendole de igual manera, mientras sus manos, que habían bajado hasta posarse en las caderas del rubio, comenzaban a desabrochar los pantalones, jugando con los botones sin aún arrancarlos.Su boca continuó su camino, bajandohasta el torso bien formado, delineando los musculos con la lengua mientras su cuerpos, mucho mas cercanos, ardian. Y aquello era lo más excitante.