La presa del día~ [En venta, libre]

En todo momento la observaba, viendola a los ojos, mirándole el cabello y así, examinándola con la vista. Bueno, en verdad la otra no parecía una vampireza loca por matar y sedienta de sangre... cosa rara, pues había asumido que los de esa raza eran todos iguales; unos asesinos.

-¿A una... biblioteca? -Cuestionó por lo bajo. No era que no le gustara leer, pero se le ocurría algo mejor... probar a la otra a ver por cuánto tiempo la aguantaba a ella y a los desastres que haría.
-....Suena interesante, me parece bien.
Asintió con calma a pesar de que pensaba en sus planes perversos (?).

La siguió en silencio con una pequeñísima sonrisa, cruzada de brazos y dejando que sus largas hebras amarronadas se blandieran a cada paso por el aire. Seh, estaba algo quedita, pero con esa expresión que ponía de vez en cuando la hacía parecer la seria y aburrida adulta que en realidad era.

Miró por un momento a la pelicielo que caminaba adelante suyo, y mientras se encogía de hombros, musitó en tono bajo.
-Y bueno abuela, ¿Soy la única sirvienta tuya o que? Aviso que no se lavar platos ni nada de eso; y solo como, no cocino..
Cuestionó media burlona, y lo de abuela era con cariño porque al fin encontraba a alguien más aburrida que ella -w-.

-¿No me compraste para esos fines? -Preguntó por lo bajo, frunciendo el ceño dubitativa- ¿Y entonces para qué me compraste?...¿Tu lavas tu propia ropa, y ordenas todo en tu casa? ¿Y limpias sola?... Wao~.
Le parecía extraordinariamente inusual escuchar que una vampireza hiciera eso. Osea, encima que era una chica, ¿También hacía todo sola?... Alice creía que las de esa raza eran unas engreídas que lo único que sabían hacer era tomar té y mandar a los demás de manera caprichosa y egoísta. Por eso mismo, le resultaba agradable encontrarse con alguien que, al parecer, no era de esa manera y tenía algo más en la cabeza que solo ella misma.

Al llegar a la biblioteca alzó la cabeza para observar el frente de ésta, resistiéndose para que una sonrisa demente no se dibujara en su rostro. Permaneció seria y se adelantó a la peliazul, abriendo la puerta con tranquilidad y viendo la inmencidad que era dentro. Era tan grande que hasta le daba pena hacer lo que estaba pensando, pero... bah que más daba seguro sería más divertido que leer.

-Pues porque eres una vampireza y tienes mucho dinero.
Contestó con simpleza manteniendo los ojos en todos los estantes que alcanzaban a verse desde la entrada. Bueno, al parecer los vampiros al menos gustaban de leer no?...aunque en ese momento el lugar estaba desierto a excepción de ellas dos.
La miró de rejo y negó con la cabeza un par de veces.
-Nah, no te quitaré la diversión, si quieres puedes limpiar tambien mis destroz... digo, cositas que podría ensuciar de vez en cuando.

Después de unos momentos más de mirar todo, comenzó a caminar hacia el lado contrario al que iba la peliazul, permaneciendo cerca por unos minutos pero luego yéndose a donde la otra no podía verla. Entonces aprovechó que no estaba siendo vigilada y sacó una cajita de fósforos (?) *no preguntes de donde xD* Prendió uno de esos palitos y lo dejó bien tranquila sobre un estante, que no tardó en prenderse en llamas que avanzarían hasta más y más adelante, llenando el lugar de humo y un escandaloso aroma a quemado.

Alice estaba toda empapada también, con la ropa levemente transparentada debido al agua, sus largas hebras amarronadas ahora unidas en mechas de cabello que se juntaban por la humedad, parada sobre una mesa y riendo como una psicópata fuertemente mirando hacia arriba, en donde estaban las... cosas esas que tiran agua para apagar el fuego (?).

-¡¡AAAJAJAJAJAAJA~!! ¡¡Idiotas, incultos, esto les pasa por intentar atraparme a mí!! ¡¡AAAJAJAJAJA!!
Exclamaba bien desquiciada, con las manos hacia arriba y olvidándose completamente de la peliazul, sin importarle nada más que reír fuertemente burlándose de los vampiros.
Ya todos los libros chorreaban agua y de seguro la mayoría se habían arruinado y vuelto ilegibles, y si bien Alice apreciaba al conocimiento, los libros y todo eso; prefería divertirse un rato a costa de ese material.