Quiero ser un polizón >.<

- ¿Q-que? - Se detuvo en seco mirándole incrédulo.

- ¡Yo no pienso ser un jugete! - Exclamó ofendido.- A-además tengo novio, no podría.- Murmuró acordándose de Josh, su novio en Londres.

- A-aprenderé a limpiar si hace falta.

Se sonrojó aún más al escuchar aquello por que el era virgen. La idea no le gustaba en absoluto y se angustió mirando a su alrededor agoviado.

- P-pero yo no... no podría.- Dijo contrariado y angustiado, ignorando ya la comida. La idea de que alguien pudiera comprarle para eso le quitaba el hambre.

Aquello le asustó aún más y miró a su alrededor desconfiado.

- ¿Podrías al menos ser más delicado al decir esas cosas? - Preguntó sentandose mirando el plato.

- no es agradable...

- Macarrones.- Dijo sin muchas ganas apoyando la cara en la mano con un suspiro.

- Si estuvieras en mi lugar, te gustaría que te dijeran las cosas mas suaves.- Dijo mirando a las mesas de al rededor, cabizbajo.- ¿Y tu tambien has comprado.. juguetes?

- Un refresco de cola.- Dijo sin dejar de mirar su plato.

Escuchó lo que el chico le dijo y entonces lo miro.

- Razón de más para que fueras mas amable, se supone que lo entiendes.- le reprochó.

Suspiró, rindiéndose al fin.

- Sólo espero que no me toque un amo tan malo como dices.- Comentó jugando con el tenedor con un puchero.

- Gracias por los ánimos.- Dijo irónico aunque sonrió un poco al ver el patito deforme.

- Al menos te agradezco que me invites a comer.- Dijo al fin con un suspiro.- Me dolía la barriga del hambre...

Krist miró la copa un poco desconfiado pero al fin la tomó dando un pequeño trago y frunciendo el ceño. Nunca había tomado vino.

- Sabe raro.- Dijo devolviéndole la copa aún paladeando.

- Prefiero los refrescos...- Dijo tomando el suyo.

Comenzó a devorar los macarrones con avidez y rápidamente los termino.

- ¡Que ricos! - Exclamó entusiasmado.

Krist negó con la cabeza llevándose una mano a la barriga.

- La verdad que estoy lleno ya.- Dijo tomando el refresco para beber un poco, la comida le había animado a pesar de que sabía que luego tendrían que ir al mercado.

Dió un pequeño suspiro y volvió a mirar al vampiro.

- ¿Como es el mercado? Con quien... me llevaras ahora? - le preguntó un poco triste.

Krist lo miró aterrado ante tal descripción del mercado. No creía que fuera tan horrible.

- ¿Podrías no llevarme? - Se aferró a esa posibilidad.

- Pero si no.. ¿A donde me llevarias? - Dijo algo alentado.

Krist se estremeció bajo la idea de trabajar para él.

- ¿Y que tendría que hacer? - Preguntó con un hilo de voz.

Bajó la mirada, aquel tipo le daba miedo.

((te envie un mp xD))