Luego de las compras [Priv]

- Jajajajaja! No te mientas~

Rió a carcajadas echandose bocarriba a su lado a pesar de que al siguiente segundo extraño su calidez, bajo el cuerpo.

- ¿Tambien serás el cerdito tonto de la choza de paja? Es más apropiado para ti...y entonces seré yó quien te coma a mordiscos por todos lados

Sentenció orgulloso y contento, mirandole desde su sitio.

Mmh~.. Si mal no recuerdo, uno tocaba la flauta, otro el violín, y el otro cantaba o algo por el estilo..
-Comentó, recostandose sobre uno de sus costados, viendolo a los ojos con una sonrisita traviesa.
Yo quiero ser el del violín. Y me parece también que era el de la casa de madera, ¿no?... Pero no te preocupes por eso, igual podras comerme..

- Oh que bueno...

Sonrió mirando sus encantadores ojos caoba, sonriendo y viendo de arriba a abjo a su interlocutor, pegandosele un poquito más. Pasandole una mano tras la oreja, rascando delicadamente su cuero cabellludo.

- Hmm...en ese caso creo que yo he comenzado al revés, primero te comí...ahora debo soplar y soplar sibre tu casa hasta hacerla caer...aunque será un problema, porque esta es tu casa y no pienso destruirla a soplidos o_ó. aunque sin duda comerte...mhm...-suspiró sonriendole y acercandose con los ojos cerrados a propianr picos en sus labios - es lo mejor~

Jugaba también con algunos mechones de su cabello, sonrojado, mas sonriendole con simpatía.
-Seria divertido verte intentar tirar este lugar a soplidos.
Comentó, tras una risilla burlona, sin moverse ante cada uno de sus picos.

- Jaja...no podría aguantar más de unos cuantos...y luego caería desfallecido al piso!

Hizo un falso puchero sonriendo de nuevo casi de inmediato, besando ahora sobre su sonrojo y alejandose luego per continuando con los cariños sobre su cabeza que practicamente le brotaban en automatico.

- Hmmm...fue bueno ir ese día al bazar, me parece que sí...

Caviló en voz alta mirando al techo.

¿Porqué lo dices?..
-Le preguntó al oír lo último dicho, sin querer alejarse de su cuerpo y mirandolo, continuando con sus suaves caricias en su cabello, sonriendole con afecto.

- Hmm, no fue una pérdida total de dinero...

Le miró de nuevo, sonriendo gentilmente, haciendo rulos con su cabello.

- Eres muy divertido, aunque te guste hacerme rabiar tanto...

Soltó un breve bostezo y abrió los brazos para juntarle con su pecho.

- ¿Te gusta vivir aquí? Dime la verdad.

Se apegó a su cuerpo, rodeandolo con los brazos y besandole la mejilla.
-Es un hogar sensacional. Y algo.. Bueno, peculiar comparado con mi antigua casa.
Confesó rascandose el cuello, tapandose con las sabanas hasta el cuello.

- De verdad...

Asintió con una sonrisa, su respuesta le había provocado un leve cosquilleo, tal vez lo que se tradujera en alegría. Agradeció su beso con otro breve en los labios. Descubriendole de tanta sábana con las cuales por alguna razón se cubría cuando decía algo que a Osten le gustaba.

- ¿Ah si? Cuentame como era tu casa...¿Tienes hermanos?

Umh, no, creo que soy hijo único.. creo..
-Remarcó la palabra. Si hubiera tenido hermanos no lo recordaba, tal vez porque nunca estaban presente en su casa.
Era.. una casa pequeña, de dos plantas nada más y.. umh.. recuerdo que mi padre siempre me llevaba a cazar y acampabamos muy seguido. Mi mamá, pues.. Es una mujer muy amable y comprensiva, ella siempre me consolaba y a veces hasta me ayudaba con algunas partituras muy difíciles.
-Tantos recuerdos lo ponían sentimental. Sus ojos brillaban, casi con lágrimas al pensar en su familia.

- ¿Vivías en la ciudad?...¿Eran jóvenes, tu padres?

Preguntó como si fuera un niño, llevando varios mechones trás su oreja, mirandolo con atención mientras le oía tambien. Sin embargo cuando miró sus ojos se encontró con la sorpresa de sus ojos vidriosos, lo cual le hizo sonrireir con ternura, besando su frente.

- Oh, disculpa, estuvo mal preguntar...pero, aunque no te guste te diré que yo estoy contento de que te esos vendedores te secuestraran y te trajeran aquí...mi vida seguiría igual de aburrida de no haber sido por eso...

-Vivía cerca de un campo con mucha vegetación.. Y si, eran jovenes.
Le respondió en voz baja.
Pasó el dorso de su mano por sus grandes ojos, limpiando las pocas lágrimas que intentaban salir.
Comenzó a pensar que tenía que verle el lado bueno a la situación:.. Se había separado de su famila, pero gracias a eso había podido conocer al vampiro, quien era un fantástico acompañante.
-Lo se. -Susurró- Creo que.. yo también pienso lo mismo.

- Yo siempre he querdido vivir en el bosque, así no hay gete molesta a los alrededores, solo unos mismo en medio de la nada...

Suspiró son una sonrisa, delineando con la punta del dedo los ojos del castaño, ahora muy levemente hinchados por las lágrimas.

- Ya veo...oh me alegra tanto, pero cuentame más...¿te pareces a tu mamá o a tu papá? ¿ambos debieron ser licanos como tu, verdad?

Sonrió una vez más, infantilmente pero juntandole más a su pecho, después de todo, no les gustaba mucho verle triste.

Mi madre tiene el cabello negro, pero tenía una estatura muy baja.
-Comentó, tras una risilla calmada al recordar como era.
Ya me faltaba poco para ser más alto.
-Agregó agraciado. Escondió la mitad del rostro entre las sábanas y el pecho del mayor, mientras que continuaba hablando.
Mi papá... Ummh, tiene el cabello como el mio y los ojos también, pero es mmmuy~ alto.
-Hacía ademanes con las manos, simbolizando la altura, formas, o lo que sea que estubiera explicando.

- Debe ser una mujer muy bella y tu padre muy apuesto. Ooh, hubiera sido simpático que fueses al revés...

Contestó risueño arqueando ambas cejas al mirarle. El tema de la paternidad no le era ajeno y aunque lo evitaba sentía algo de pena por los padres del otro, imaginandose lo preocupados que debieron estar al perder al que según lo contado, era su único hijo.

- ¿Te imaginas, si fueras más alto que yo? Quien sabe...aún podrías hacerlo, aún puedes crecer bastante...

Osten no era bajo, a decir verdad, por sus orígenes escandinavos era bastante alto, pero bien había escuchado que los licanos solían ser bastante fornidos y de dimensiones extraordinarias, por lo que no le costó trabajo imaginar al padre adulto del chico a su lado.

Porsupuesto que te alcanzaré! Y podré saludarte bajando la mirada para verte..
-Exclamó alegre, imaginandose practicamente un gigante, como siempre exagerando sus propias dimenciones.
Rió de nuevo y ladeó la cabeza para observar el techo, pensativo.
¿Y tus padres?...¿Cómo eran?
-Le preguntó, ya poniendose un poco más serio.

- Jajaja oh claro, pero entonces no podré abrazarte más ni domir juntos...entonces tu serás quien tendrá que cuidarme de los fantasmas...

Dijo con una risa, mirando al chico. Oh eso en verdad tenía tiempo que no lo recordaba.

- Pues...no recuerdo mucho a mi madre, en mi linaje casi todas las mujeres han fallecido al dar a luz...-Eso le recordó que por desgracia la suya no lo hizo, que maldita mala suerte - y mi padre, uhm...vaya a él tampoco lo recuerdo -dijo pensativo haciendo más memoria. - Pues era muy parecido a mí fisicamente, no tengo muchos recuerdos de su carácter, pero de todas formas no le veía muy seguido, tampoco esque los vampiros seamos muy paternales...

Reconoció el mayor, mirando a un punto desconocido en la pared de la habitación.

- Y en aquel entonces todo era muy distinto, aunque sinceramente esos días me parecían mejores, a mi me criaron en una hermosa casa, y cuando viajabamos siempre encontraba una casa propia de la familia para hospedarme, tuve muchos maestros de niño...fuera de eso creo que no hice mucho más..

Y.. ¿Qué hay de los juegos.. Tus amigos, ir a pescar.. divertirse?
-Cuestionó arqueando una ceja.. Le parecía completamente imposible que, al menos en la época en la que el vampiro era un niño, no hubiera jugado con nadie.
Entendía el porqué no le gustaba jugar mucho ahora, después de todo era un adulto, pero era extraño que no hubiera nombrado ninguna de esas cosas.

- Tenía que estudiar...además...

Arqueó la ceja hablando de aquello como si fuera lo más normal del mundo.

- No había muchos niños que quisieran jugar por la noche, mucho menos con uno tan pálido y con colmillos...creo

Frunció el ceño asintiendose a si mismo con la cabeza, pero al ver la expresión en la cara del chico, prefirió sonreir intentando componer, de ser posible su historia.

- Pero tenía muuchos juguetes, siempre me compraban juguetes, tal vez no tan buenos como los que debiste tener, pero eran de los mejores en aquel entonces...

Pero no es divertido tener juguetes si no puedes compartirlos con alguien más.
-Replicó, observandolo con un solo ojo, puesto que el otro estaba cerrado en la otra mitad escondida de su cara.
Mmh~.. Estudiar.. -murmuró- Yo tampoco tenía muchos amigos porque siempre me la pasaba leyendo, pero tenía mis compañeros de estudio, y cuando no estabamos en la escuela siempre ibamos a jugar al bosque ^^

Posiblemente lo que el otro dijera sobre los juguetes fuera cierto, después de todo contadas veces feron las que llegó a utilizarlos solo adornaban su inmensa habitación.

- ¿Y tus amigos eran como tu o eran humanos? ¿Era grande tu escuela?

Preguntó interesado. ¿como le habrían encontrado sus captores? ¿Jugando con sus amigos? ¿En la comodidad de su casa? ¿Le habían arrancado de los brazos de sus mamá? Ni siquiera s elo imaginaba, su vida sonaba lo que podía llamarse "normal".

Creo que uno de ellos era humano, pero la verdad, no nos importaba en lo absoluto. Lo que creíamos importante era el poder llevarnos bien ^^
-Respondió como si nada, tras un bostezo encantador, pausando para luego seguir hablando.
¿Mi escuela?..Era bastante grande, tenía area de secundaria y primaria, y patios muuuy~ grandes para jugar en los recreos.

- vaya...

Nunca le pareció que eso fuera sencillo, al menos no para él y su educación. Acarició la mejilla con el pulgar cuando elotro bostezara y dedicó una osnrisa l escuahlo hablar.

- Jajaja, lo único que te importaba a ti seguramente eran los recreos...

Le recriminó en broma con ceja arqueada. Acomodandole sobre su pecho.

- Suena lindo...

Mmh~.. Solo en algunas ocaciones. Muchas veces me quedaba adentro solo, practicando un poco con el violín.
-Musitó, abrazandolo de nuevo con mucha calidez.
Hump! En dos semanas es mi..
-Se quedó callado y bajó la mirada, con algo de desgano al recordar lo que se suponía tenia programado en su "agenda", antes de ser llevado hasta la isla. Una sonrisa algo melancólica se dibujo en su rostro, mas supo discimularla bastante bien.

- Yo tenía una amigo al que le gustaba mucho tocar el piano, tambien me fascinaba escucharle...

Recordó, enmedio de un suspiro corto, rodeandole la cintura con uno de sus brazos, cuando se le volvió a acercar.

- ¿Eh?...¿Que era? "Tu..."