El rubio había cerrado los ojos para recibir el azote. Sin embargo, éste no llegó, lo que provocó que alzara la cabeza y observara hacia el moreno y el vendedor, con la ceja levemente arqueada. Al parecer ese muchacho era su salvador; o tal vez simplemente quería que estuviera en buenas condiciones para luego poder... quien sabe qué hacerle.
El tratante, por otro lado, miró sorprendido al pelinegro e inmediatamente soltó el fuete.
-Pe-Pero se..señor... -Comenzó a decir tartamudeante. ¿Quién se creía el otro para tratarlo de esa manera? Ni siquiera era un vampiro, pero... bueno, de seguro si estaba allí era porque tenía dinero, y eso ya bastaba como para que el vendedor se calmara- ...Necesita ser "educado", si no, se-será un mal esclavo. Y nadie qui-quiere a un inútil problemático.
Se excusó el avaro.
Tamaki, sintiendo como el otro le revolvía el cabello alzó la mirada y tambaleante se levantó, sumamente adolorido y sintiendo como la sangre se escurría por entre las dolorosas heridas.
-S-Si... gra..cias..