Y aún, primera "cita" [Sol]

La pareja no tardó demasiado en llegar a las puertas del balneario, que aunque ya era de noche seguía abierto, especialmente para los vampiros que no soportaban bien la luz del día o que, simplemente, se habían acostumbrado a vivir la noche por mera tradición.

Ky iba jugueteando, acariciando el pecho de Sol con la cabeza ligeramente apoyada en su pecho y sin poder dejar de sonreirle. ¿Quien le iba a decir que aquel hombre lobo muerto de hambre que había recogido en la calle iba a terminar haciéndole sonreir como un bobo?

- Pedire que nos dejen unas termas privadas, el precio no importa.- Comentó llegando.- Así no tendras que soportar a otros vampiros.

Ky se medio rió y fué a hablar a recepción, donde pagó un buen dineral, recibiendo unas llaves para el vestuario y la indicación para llegar a aquellas termas. Despues volvió con Sol y se volvió a reir juguetonamente.

- HAy otro motivo...- Dijo mordiéndose el labio inferior, pícaramente.

- Soy muy celoso.- Se rió.- Y si hay mas gente... te mirararan y me celare...- Reconoció sonrojándose ligeramente.

Entraron en los vestuarios y Ky aún no se libraba del sonrojo por lo que habían hablado. Se acercó al banco y comenzó a desabrocharse la chaqueta, bastante cortado.

- ¿De verdad te pegarias por mi? - Dijo riendose, mientras se quitaba la ropa.

Ky se encogió de hombros, posando su ropa con delicadeza en contraste con Sol que la tiraba despreocupadamente.

- No lo se,.- Dijo con una amplia sonrisa y un pequeño sonrojo y al fin se quitó hasta la última prenda, mirando de reojo el cuerpazo que tenía Sol.- Pero es agradable saberlo, jaja.

Ky se giró hacia él al escuchar aquello, dispuesto a decirle que sabía defenderse pero al verlo desnudo y con el cabello suelto, se quedó observándolo callado y sonrojado. Así estaba muchísimo más guapo si es que aquello era posible. Hizo el mayor esfuerzo por mirarle a la cara mientras hablaba.

-G-Greacias.- Fue lo único que llegó a articular.

El agua salpicó a Ky, que comenzó a reir al verlo tan ansioso que no había podido ni esperar.

- Si llegas a tirarte un poco más fuerte habrías vaciado la terma! - Exclamó riendo, introduciendose despacio en las cálidas aguas, con un pequeño suspiro.

- ¿Sabes? Te queda bien el pelo así.- Le concedió con un pequeño sonrojo.

Ky se acercó hasta él con una pequeña sonrisa, y él mismo le apartó un par de mechones de la cara, acariciándolo con suavidad.

- ¿Eres de esos que les salen orejitas? - Dijo burlón, acariciando su cabello.

Ky respondió al beso, algo cogido por sorpresa pero con el corazón latiéndole con fuerza. Adoraba aquella espontaniedad del hombre lobo que siempre lograba sorprenderle. Se rió aún acariciandole la boca con sus labios, enterrando sus manos en los largos cabellos.

- ¿Eso es que si las tienes? - Siguió con la broma, aunque en realidad sí que se morida de curiosidad, tratando de imaginar como le quedarían unas orejitas como aquellas.

Ky se rió y apoyó las manos en su pecho, dejándose abrazar. Buscó sus labios y atrapó el labio inferior de él con suavidad, rozándolo con los colmillos pero sin herirle, tironeando de él un poquito, juguetón.

- Pues... curiosidad.- Se rió llevando entonces sus labios al cuello de él para acariciarlo con estos al hablar.- Pensaba que seguro que estarías monísimo con unas orejitas así, jaja.

Ky se sintió mal por haberse expresado así, no pretendía dañarle con aquello. Le abrazó por la espanda, acariciando su fuerte pecho con suavidad.

- ¡Claro que me parecer mono! - Le dijo con un gran sonrojo.

- Sólo era curiosidad... bah, olvidalo.- DIjo desviando la mirada, aún sin separarse de él.

Ky las observó y no pudo evitar guardarse su opinion.

- ¡Que monoo! - Exclamó mirándolo, llevando una mano para acariciar una de aquellas orejas, cosa que nunca había hecho... en doscientos años de existencia ni si quiera había acariciado las orejas de un neko.

- Te quedan bien.- Se rió.- Si yo tuviera de esas, estaría todo el día así...

Ky respondió al beso con ganas, buscando su lengua con ansias, suspirando en el interior de su boca. Le gustaba lo fogoso que era Sol, pero quizá no fuera buena idea que hiciera eso, entre los cuerpos desnudos, el agua, las caricias y los besos, su cuerpo comenzaba a reacionar.

- Me gusta eso de que solo sean para mi...- Se rió.

Ky se rió nuevamente ante las agradables cosquillas que recorrían su espalda, casi con ternura. No pudo contenerse y le dió un pequeño mordisquito en la barbilla, pero con mucho cuidado de no dañarle con los colmillos. Sólo quería jugar.

Lo miró a los ojos, le encantaba Sol no podía negarlo... era brusco, pero tambien fogoso y apasionado, cosa que contrastaba con la personalidad de Ky, algo más retraída.

- Me alaga mucho escuchar eso.- Le respondió susurrándole al oído, incluso sugerente... ya se había rendido.