Una larga noche (Priv. Krist/Aure)

-Oh...no tenía idea que supieras decir por favor...-

*Notó la palidez del chico, a lo que le quito las correas de manos y tobillos, le tomó por el pelo nuevamente, con fuerza, sin importarle en absoluto su condición, simplemente se encaminó donde una silla común y corriente, con una mesa que tenía un par de correas más, ató al chico en la mesa y le sento en la silla, vio la sangre que corría por su cuerpo y no dudo en pasear su mano para ensangrentarla y así poder probar la sangre del chico.*

-Vaya...hasta la basura como tú tiene un buen sabor después de todo...-

*Tiró la jeringa, ya no la usaría y si la requería nuevamente, simplemente la recojería y punto, inmediatamente fue donde estaba el escritorio de donde saco la anterior caja y abrió otro cajón, nuevamente, se tomó su tiempo en buscar.*

-Bien...¿ahora que quieres jugar?...Oh..olvidalo, ya encontre lo que quería...-

*Saco un hilo negro, algo grueso y aguja, camino donde el Lycan y se sentó en una silla frente a donde lo tenía sujeto, dejando las cosas frentea el, mirando al Lobo.*

-Cachorrito...si por mi fuera...te hubiese dejado en la silla e incluso te hubiese puesto pesas para que te undieras más...pero como solo debo darte una puta lección , eso haré...-

*Tomó el hilo y lo metió por la aguja, preparandolas, mientras sus ojos penetrantes de vez en vez miraban al lobo.*

-Hace tiempo que no hago una costura...la última fue la que le hice a Krist en el brazo...¿Sabes?...no sé que es peor, ser despellejado y que te hechen limón en el musculo o tener el ácido en el ojo directamente... ¿debería despellejarte?...no sé...tu piel parece mala para un saco o algo así...-

*Terminaba de preparar todo, tomando la diestra del lobo, unió los dedos de la mano, acercando la aguja a estos.*

-Te dejaré las manitas como aletas...-

*Observó de reojo al chico, pareciera que estaba sumiso, ya no le miraba...¿Tan pronto le tenía miedo?...se sorprendio por tan poca resistencia de el chico, claro...sabía como había llegado pero no le interesaba en lo más mínimo.
Apenas tocó la piel del muchacho, soltó una carcajada, pero no una normal, una sádica, cruel, maligna, mirándo al lobo.*

-De perro has pasado a ser gallina ¿no?...''Basta''...si no querías esto desde el inicio, debiste aprender antes, infeliz...no me detendré, simplemente por que no quiero...aquí tu palabra no tiene valor, muchacho...-

*Sin más clavo la aguja en el borde de la mano, había colocado una junto a otra, y pretendía cocer una con otra mediante el borde, por donde el pulgar, atravezaba la piel de el lobo por la diestra y sacaba la aguja por la zurda, con dificultad, halando con fuerza de vez en cuando, el hilo era suficientemente grueso y no se rompería, pero ...no estaba siendo delicado con el chico en lo más mínimo, la cocedura subía por sus pulgares hasta sus muñecas y pareciera que seguiría así hasta unir prácticamente ambos brazos.
Uno que otro hilo de sangre se notaba, no desaprovechaba y la lamía con su lengua, si podía comer mientras se divertía en el trabajo especial que hacía, no desaprovecharía eso.
De vez en cuando igual calaba del cigarro, dejandolo en una orilla de la mesa, cociendo al chico por los brazos.*

-¿Te gusta?...a mi si...y mucho...-

*Su sonrisa lo decía todo, estaba completamente desquiciado, sádico, entretenido con el dolor que producía al chico y no se detendría...haría que el joven suplicase, que pidiese incluso que lo matará, pero no lo haría...devolvería al Lycan bien amaestrado, y si volvía a desobedecer, simple: otra noche con el, con una diferencia; probablemente nosaldría vivo de esa segunda noche si es que llegaba a aver una.*

-¿No gritas?¿no suplicas?...¿Ya te volvío ese estúpido sintoma de macho?...bien...de Macho Alfa pasarás a ser la Jodida Hembra...-

*Terminó de cocer los brazos del lobo, ahora no debía moverlos o si no , rompería las coceduras y con ello sus brazos se abrirían y habría un buen derrame de sangre.
Desamarró entonces los brazos del lobo, pues este ya no podría moverlos bien. Se levanto y fue tras el, levantandole por la fuerza del cabello, con el cigarrillo en sus labios, humeando este, sobre el rostro del lobo, sabía que el fino olfato de este se veria asqueado por el aroma a cigarrillo, lo hacía a drede.
Su diestra sujetaba la maa del perro, mientras le permitió ver la zurda, las uñas de la mano crecieron demasiado...10....20...30...40...50 centimetros, si...ahora no eran uñas, sino garras afiladas como navajas.
Colocó las garras en el pecho del Lycan, comenzando a desgarrar sus ropas, igual sin darse lujo de no arañar y dejar heridas en el torso de este a medida que medio le desnudaba, caminaba en reversa con tranquilidad halandolo consigo, llevándole a donde se ubicaba aquella bella dama...plateada y sanguinaría...la dama de hierro.
Se detuvo frente a la ''mujer plateada'' y la miró como si pensará meter al lobo en ella, pero no...dejaría que la suculetna damicela lo torturará después.
Miro donde estaba una buena cantidad de cadenas, llevó mejor al lobo ahí, sin importarle lo lanzo contra la pared, tomando las cadenas rodeo el maltrecho cuerpo del canino de la siguiente forma:
Rodeo el cuello del lycano, como si lo fuese a ahorcar, otras cadenas fueron al nivel del pecho de este, igual sujetandole, sus muñecas cocidas fueron igual amarradas con cadenas, de la cadera le colocó unas por si acaso y finalmente de los tobillos.
Una vez hecho esto, apago nuevamente su cigarrillo en el cuerpo del Lycan, esta vez en un hombro.
Tomó una cadena y la jaló con fuerza, con rudeza, esta estaba unida a las demás, como un mecanismo, esto haría que el cuerop del Lobo quedase prácticamente levitando, boca abajo, haciendo que las cadenas hcieran presión en su cuello y demás zonas sujetas con las cadenas.
Afirmo la cadena para tener al chico sujeto y colgando, como una piñata...si...sería piñata esta vez...fue donde una esquina de el cuarto y tomó una especie de bate, metalico, delgado, pero con uno que otro pequeño pico, para causar más daño del que originalmente haría un golpe.
Se encamino donde el canino con el bate en manos, con una sonrisa maniaca en el rostro, sus ojos mostraban un claro deseo de golpear y machacar el cuerpo del lobo.*

-Veamos que dulces logró sacarte...-

Krist no había podido hablar, estaba paralizado por el miedo y el horror. Permanecía cerca de la puarta, pegado a la pared. Estaba pálido y observaba a medias las torturas que Alex le infringía al licántropo sin poder evitar pensar en que él había sido incluso afortunado.

No lo aguanto más y cerró los ojos con fuerza y se tapó los oídos, a pesar de que el licátropo ya ni fuerzas tenía para gritar. Comenzó a llorar, aquello era demasiado fuerte para él y se encogió, sentándose en el suelo aún pegado a la pared. Alex ahora era dulce con él pero en momentos como aquel le temía muchísimo.

- Alex...- Murmuró entreabriendo los ojos, viendo lo que iba a hacer. Sentía demasiada lástima del pobre chico.

*Se detuvo frente al Lycan, escuchando el sollozo de Krist, volteando a verle.*

-Oh...mi pequeño, tranquilo...los dulces saldrán pronto...-

*Levanto el bate y lo ubico bajo la mándibula del lobo, mirándole penetrantemente, sádico.*

-Haver...maldita perra...abre los ojos y suplica...que si no aprendes tu lección...pasaré a un nivel mucho mayor....-

*Aquellas garras que seguían crecidas pasaron ahora por las piernas sujetas de el Lycano, rasgando la ropa, comenzando a destrozar el pantalón de este igual.
Solo dejó que sus garras volviesen a su tamaño normal al acabar y finalmente dejar expuesto el cuerpo del can en todo su esplendor, una sanguinaría sonrisa delataba que lo que haría no sería nada grato para el Lobo.
Sin más levanto el bate, dio el primero golpe, bien colocado, en un lateral de el cuerpo de este, el lado diestro, con fuerza, sin importarle si le rompía las costillas totalmente.
Una carcajada se escucho emanarse de el, una maniaca, psicópata prácticamente.*

-¡Te haré vomitar los pulmones! ¡¿Cómo dice?! ¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino...por que si lo pierdes...!... -

*Y soltó un segundo golpe, en laespalda esta vez, descendente en vertical, los picos pequeños que el bate tenían producían heridas profundas igual en la piel de el Lobo.
Se limito a dar solo dos golpes, dejando el bate de lado, paseo su mano derecha por la espalda, volviendo a mancharla de sangre, la saboreo, degustando el sabor de esta, observando a donde el Lycan.*

-¿No tienes algo que decir?...anda, te estoy dando la oportunidad...-

*Botando el bate, dio un pequeño descanzo al Lobo, fue donde estaba su pequeño humano, al cual levanto en brazos, caminando donde la mesa donde había cocido los brazos del Lycan, pasando a un lado de este con una mano le arranco un pedazo de la camisa, y la uso como trapo para limpiar la sangre de la mesa antes de sentarse, sentando en su regazo al esclavo, a Krist, acariciando su cabello suavemente, sabía que eso tranquilizaba al humano, y al notarle con ese estado, prefería tenerlo tranquilito, pues después de el ''entrenamiento'' que le daba al lobo, buscaría algo de descanzo en el chico.*

-Krist...tranquilo, mi pequeño...¿Por qué mejor no le cuentas a nuestro invitado como le irá si no aprende?...Quizás si le cuentas lo que te hice a ti...-

*Seguía acariciando el cabello del humano, observando al Lobo.*

-Quizás nescesitas una buena lección...estoy pensando en empalarte...quizás así supliques y aprendas...¿Es tan dificil para ti captar que no eres más que un esclavo, una jodida mascota?...-

Krist sintió miedo cuando Alex se acercó a él, pues sus ojos tenían aquel brillo sádico que infundiría terror a cualquiera. Alex limpió la mesa y lo tomó en sus manos con delicadeza, cosa que hacía un gran contraste con la violencia que empleaba con el licántropo. Se hizo un ovillo en su pecho y cerró los ojos, tratando de no mirar al pobre licántropo.

-Krist...tranquilo, mi pequeño...¿Por qué mejor no le cuentas a nuestro invitado como le irá si no aprende?...Quizás si le cuentas lo que te hice a ti...-

Los abrió un poco y lo miró sin atreverse a contradecirle aunque realmente pensaba que si ahora soltaba al licántropo, este no volvería a desobedecer. Algo muy terrible debería haber echo ese chico para que lo llevasen a que Alex lo "amansara". O quizas era sólo un exclavo, como él.

Escuchó a Alex comentar la posibilidad de empalarle y aquello lo horrorizó aún más.

- ¡No! - le dijo apretando la camisa en su pecho.- D-djalo descansar, por favor... - Dijo temiendo por la vida del chico moreno. Para ganar tiempo, decidió relatar lo que Alex le pedía a pesar de que no le era para nada agradable.

-P-para evitar esto tienes... tienes que hacer todo lo que Alex te diga.- COmenzó a murmurar en voz baja, sin atreverse a mirar al chico.- A mi me eligió en el mercado y me llevó a una sala parecida a esta... yo acababa de llegar a la isla y aunque me habian avisado, casi pensé que eso era una broma. Me revelé y traté de huir pero no pude. Como castigo... A-alex...- Como le costaba rememorar aquello.- Me puso la mano en una máquina y..y me arrancó dos uñas.- Dijo apretáando la mano, donde a pesar de las curas de Malcom, aún le estaban creciendo.

- Tambien me abrió el brazo con un bistorí y... y me levanto parte de la piel, para echar limon en el músculo en carne viva.- Cerró los ojos con fuerza al recordar el dolor.- Y tambien apago un cigarrillo en la herida... Yo no podia más, iba a desmayarme y el me llevó a un colchón de clavos, así que me agarre como pude para que no acercara mi cama a esos pinchos. Despues... la dama de hierro.. dos veces, por que un vampiro que había entrado me sanó.- Relató y decidió no continuar ya que los siguientes momentos, en casa, eran demasiado intimos para contarlos.

*Levanto el mentón de Krist, para darle un suave beso en los labios, volviendo la vista a donde el Can, sonriendo, pero no normal, sino sádico, deseoso de derramar la sangre del canino.*

-¿Escuchaste?...¿Quieres probar?...podría arrancarte la piel y hecharte igual limón...¿O prefieres la guillotina de dedos?...-

*Sin dejar de acariciar el cabello de el humano, vuelve a ver a este.*

-¿Sabes?...creo que deberías ser partícipe...golpear con el bate al lobo ese es entretenido...hazlo...-

*Aquello no era una sugerencia...sino una orden.
Empujo suavemente a Krist para que se levantará, indicandole que fuese donde el bate y que golpease al lobo, con unas señas de mano, indico que le golpease mínimo 5 veces, y su mirada...esa mirada penetrante y maniaca, daba orden que lo hiciera con feurza. No quería teatritos, por que se daría cuenta y entonces, Krist terminaría unido al Lobo en su tormento.
Calo del cigarro esperando con tranquilidad a que el humano obediece, en lo que su mente, su mente pensaba en lo siguiente que haría al Lobo.*

Krist se puso de pie con torpeza, perplejo ante aquella orden. Miró al hombre lobo con angustia y luego a Alex otra vez.

- N-no puedo hacer eso...- Dijo casi sin voz pero la mirada de Alex era tajante y aquello lo hizo estremecerse, recordando sus palabras de qué pasaba con los exclavos que le desobedecían....

Se acercó al bate y lo tomó con las manos temblorosas, mordiéndose el labio inferior. Aquello era horrible, él no quería dañrar a otra persona. Miró una vez más a Alex, suplicándole con los ojos que no le hiciera hacer aquello.

*Caló del cigarrillo nuevamente, se levanto de el escritorio y fue donde estaba Krist, tomó el bate de manos de el humano y lo botó a un lado, tomando al chico por el mentón con suavidad, dándole un beso dulce y profundo, seguido de una bofetada bien acomodada con su mano libre, con fuerza, mirándole con seriedad, penetrante.*

-¿Qué harás la siguiente vez que te diga que golpees a alguien?... -

*Sin esperar la respuesta del humano fue donde el Lycan, a quien tomó por el mentón igualmente, con brusquedad y fuerza, obligándole a verle.*

-Y tú, perra inmunda...¿qué harás de ahora en adelante?...-

*Sonrió sádico y amplio, maniaco, mostrando su sonrisa más cruel de todas, dedicada al Lobo.*

Krist se sorprendió cuando Alex lo besó y se sintió aliviado al ver el resultado. Le respondió al beso cerrando los ojos, sin esperarse la bofetada. Se llevó un gran susto y se llevó un mano a la mejilla ardiente, respirando agitadamente.

-¿Qué harás la siguiente vez que te diga que golpees a alguien?... -

Bajó la mirada tremendamente avergonzado y con miedo, aún acariciándose la mejilla golpeada.

- L-le golpearé.- murmuró con un hilo de voz.

-Bien...por fin la perra se hizo cachorra...-

*Sin soltar el mentón del Lobo, sus garras de la mano que tenía libre crecieron nuevamente, ahora solo unos 30 centimetros, pero seguían siendo navajas filosas. Con un movimiento rápido cortó las cadenas , pero a tal manera que aún sujetasen el cuello del can´las otras no le interesó que quedasen libres completamente, dejando al Lycan caer al suelo.
Se inclinó y tomo la cadena que le tenía por el cuello ajustandola para que pareciera más una correa, seguidamente, tomó los cocidos brazos del Lobo, mismos que elevó, para contemplarlos.*

-Apuesto que querrás que te quite las coceduras...lo haré... -

*Con las mismas garras afiladas que tenía, comenzo a cortar el hilo, pero...no solo hilo, a drede, a propósito, con intención de herirle, pese a todo, cortaba igual una que otra vez la piel, abriendo heridas que daban claridad a el musculo del perro, así como sangrado.
Terminando de cortar el hilo, sin piedad halaba este, para que el Can sintiese el hilo recorrer su maltratada piel, aumentando el sangrado por supuesto también, sonreía ante todo aquello.
Se levantó y fue donde unas cadenas más para tomarlas, lamiendo sus garras antes de hacerlas tomar su tamaño normal, volviendo donde el Can, ató sus muñecas con unas cadenas, y estas las unió a la cadena de su cuello para que no tuviese mucha libertad, solo preparándolo para regresarlo al mercado.
Se levanto y halo la cadena, tratando al Lobo como vil perro, como un animal, indicandole que se levantase.*

-Ahora, comportate como la perra que eres y ponte en cuatro patas...que te llevaré de vuelta al mercado así...-

*Miro a Krist de reojo.*

-¿Quieres venir, o te quedas, Krist?...-


*Sabía que seguro el humano vendría, no se imaginaba al chico quedarse, sabiendo que bien en el camino opdía matar al Lycan sin problema alguno.*

Krist cerró los ojos cuando Alex llevó a cabo las torturas al quitarle el hilo. Escuchó el cuerpo del hombre lobo caer contra el suelo y los abrió, viendo horrorizado cómo sus manos estaban llenas de sangre, y sus brazos abiertos. Sentía demasiada angustia por ver como lo trataba así, como a un perro, cuando el no veía nada más que a un pobre chico.


-¿Quieres venir, o te quedas, Krist?...-

Estuvoi apunto de decir que no quería ir, pero Alex había predicho bien... no se atrevía a dejarlo sólo con el pobre chico.

- V-voy.- Tartamudeó y se acercó al chico, atreviéndose a aclucliyarse frente a él y alzarle un poco la cara.

- Alex... déjalo descansar, por favor..- Le pidió.- Al menos dale un poco de agua..

*Miro a donde Krist, escuchando lo que este pedía, aquella agua, para hidratarlo, saco una cajetilla y de esta otro cigarrillo, el último de esa caja, lo llevó a su boca y lo prendió, calandolo con placer, tirando la cajetilla por ahí, mirando a Krist.*

-Bien...trae un plato con agua y de paso ve a mi habitación y traeme otra cajetilla...hazlo rápido, por que si no...esta perrita se volverá mierda...-

*Halo la cadena para halar al Lobo, con intención de ahorcarle unos momentos, calando del cigarrillo tranquilamente, camino y se sento en el banco donde yacía la caja anteriormente, quitando esta anticipadamente.
Halo al Lycan consigo para que le siguiese, para obligarle a gatear, a tener que mover esos brazos heridos y abiertos, sangrantes, cruzó su pierna diestra sobre la zurda, fumando con placer, sonriendo sádico.*

-Perra, perrita...cuando Krist te traiga el agua...espero que le agradezcas como hacen los animales...a sarta de lamidas...¿entendiste?... -

*Y siguió fumando...esperando que Krist cumpliese las ordenes rápido, y debía hacerlo...en ese momento ya no tenía cigarros, y podría ponerse en un estado agresivo.
Si, hasta el momento estaba ''tranquilo'', aunque pareciera un malnacido.*

Krist asintió y le dedicó una debil sonrisa, soltando con delicadeza la cabeza del lycan. Corrió para salir de allí y casi tropezó por el camino, sin llegar a oir la última amenaza de Alex hacia el chico.

Primero llegó a la habitación de Alex y buscó el tabaco sin saber bien donde lo guardaba, demorándose unos instantes. El corazón le latía con fuerza, con miedo por tardar y que Alex hubiese pagado su enfado con Aure. Al fin encontró el dichoso tabaco y se lo guardó en el bolsillo. Bajó entonces lo más rápido que pudo a la cocina y llenó un plato con agua fresca. Hubiera preferido darle un vaso al pobre chico pero temió desobedecer las palabras de su amo.

A la vuelta tuvo que ir más despacio, ya que no quería derramar nada del agua que había en el plato.

Al fin volvió a entrar en el cuarto, viendo a su amo sentado, junto con un debil Aure.

- Y-ya estoy.- Dijo respirando entrecortadamente por la carrera, acercándose presuroso al licántropo con el plato en las manos.

*Terminaba ya aquel cigarrillo, vaya que lo fumaba rápido...miraba como el perro agradecía el agua y la bebía como lo que representaba para el vampiro, un perro.
Dejó que el can bebiese el agua, mientras una vez consumido el cigarrillo lo tiro a donde las manchas de sangre del lobo, las del suelo, usandolas como ''agua'' para apagar el tabaco. Se levanto sujetando las cadenas aún, por si el lobo pretendía algo, poder someterle nuevament, sabía que el lobo ya no haría nada en su contra, pero aún así, tomaba sus preventivas.
Fue donde Krist, pasando su mano por la mejilla del chico, mirandole fijamente, pese a todo, su expresión contra el humano era una fria y sádica, como si planease torturar a su amante igual, aunque no era el caso, no...si tenía ahí al can y deseaba torturar nuevamente...lo haría con el Lycan, Krist valía mucho para andarle maltratando cuando tenía otro jugete ahí. Dio un beso en la frente al chico antes de introducir la diestra en el bolsillo del menor, sabía que bolsa era, pues l a forma de la cajetilla le daba la pista, tomó la cajetilla y la abrió, sacó otro cigarrillo, lo prendió y guardó la cajetilla junto al encendedor nuevamente, caló del tabaco dejando el aire libre hacía arriba, no quería invadir el rostro de Krist con el humo.
Volteo nuevamente a ver a el Lycano.*

-Ladra cuando estes listo para volver, puddle...-

Cuando el chico lamió su cara Krist se sonrojó violentamente y miró a Alex confuso, sin entender por qué el moreno le hacía aquello. Oyó que le decía gracias y se sintió aún peor suponiendo que Alex le había ordenado que hiciera aquello.

Despues Alex se le acercó con aquella mirada y el menor práticamente se echó a temblar pensando que iba a castigarle por haber tardado demasiado. Pero entonces el vampiro tomó el tabaco de su bolsillo y el menor al fin respiró "tranquilo". Aún así, seguía estando tenso.

No pudo evitar volver girarse hacia Aure y coger el plato para alzárselo y que no tuviera que beber del suelo, apartándole unos cabellos que le caían por la cara, con el pecho oprimido por verle así.

-Buen perro...-

*musito al escuchar el ladrido de el Lycan, para asi calar del cigarrillo, miro como Krist se había compadecido del´chico, le parecío malo, pero que mas daba...Krist así era.
Caminó a la puerta y abrió esta, luz, fue lo que se vio, una destellante comparandola con la poca luz de el interior de el cuarto de invitados, salió , halando al Lobo con el, sabía que Krist le seguría.*

-Cuando me dijeron que entrenara a un esclavo que solo no se podía educar bien...creí que sería más resistente...no aguantaste nada...y mira que no llegué a la dama de hierro o la sierra...-

*Caminaba por el despacho halandose al Lobo como un animal cualquiera,sin importarle si el Lobo regaba su sangre, por los brazos, en el suelo, ya la servidumbre laboral se haría cargo de limpiar.
Abrió la puerta de la mansión y salió, miro el carro, pero irían a pie...si...así el Lobo perdería más sangre por tener que ir cuadrúpedo hasta el mercado, pues sus brazos estaban prácticametne abiertos por el dorso interno de estos.
Sonrio sádicamente de pensar en toda la humillación que daría en el camino al can, y siguió caminando.*

-Vente perra...vayamos a devolverte a la tienda de animales...-

*Sabía que Krist le seguiría...*