Ky trató de seguir con la broma, e intentar que el hombre lobo creyera que se había ofendido pero la risa de Sol se le hizo contagiosa y terminó riéndose él tambien. Le encantaba la sensación de sentirse entre sus fuertes y musculosos brazos, que además era cálidos.
- Entonces... ¿Estamos llendo a algun hostal que conozcas?