habia llegado caminando al mercado, casi casi siguiendo el olor d ela comida, cuando de pronto sintio un fuerte golpe en la cabeza, y lo ultimo que se acuerda, es que todo se puso negro. Al abrir los ojos estaba metido en una jaula
*Ni se te ocurra transformarte_ dijo una voz ronca_ tenemos suficientes dardos tranquilisadores como para calmar a un elefante*
empezo a gruñir como perro rabioso, mostrando los colmillos, más tubo que resignarce pronto porque le dieron un toque electrico que lo aturdio. Se fue a una esquina de la jaula aturdido y gruñiendo