Llegando del trabajo (Daniel)

*Sin duda alguna el trabajo fue laborioso, viajar con el embarque de los esclavos; vigilandoles para que no hubiese ningún incidente de que alguno habría escapado o algo similar.
Tranquilo completamente, sentado en un sillón de la sala de estar de el mismo barco, uno bastante grande...había decidido ir en ese embarque para relajarse un tanto; no hubo problema alguno.
Cabello largo y negro en su totalidad, ojos de un color rojo vivo intenso, su mirada una que reflejaba mistisismo e incitación. Ropas; una camisa negra abierta del pecho dejando ver collares en su cuello y pecho con cruces y demás decorativos, guantes de un color negro y pantalon con botas negras igualmente, tez pálida en su totalidad, cruzado de piernas, con una copa con un contenido rojizo en su diestra, sangre. Bebía lentamente de la copa al tiempo que le informaban al oído que el barco había llegado al puerto de aquel lugar en el que ahora vivía; sonrió suavemente, con un toque afable.*

-Esta bien...buen trabajo...

*Dejó la copa en la bandeja de plata que ese mismo mayordomo que le había informado traía en manos, para así levantarse lentametne, acomodaba sus ebras negrizcas que caían por su cabello, para que callecen por sus hombros o reintegrarlos a la gran mata que tenía.
Salió de el aula de estar y vio como los esclavos, obedientes, descendían de el barco...uno tras otro, encadenados...guiados para ser llevados a el mercado donde serían ubicados para su distribución y venta. Seguido vio como el mismo mayordomo recibía el dinero por el trabajo y este regresaba a donde el vampiro, no solo informándo de las ganancias, sino entregándo el dinero a el vampiro quién lo recibía y contaba con tranquilidad. Seguidamente lo devolvía a el Mayordomo e indicaba que este regresase al castillo junto a los demás (La otra servidumbre); Caminó tranquilamente y se integro al puerto una vez pasado la escalinata del barco a tierra firme, con sus manos en sus bolsillos; sonriendo afable.
Sin más siguió su caminata por el puerto, obserbava a los esclavos de vez en cuando y a los vendedores, igual a aquellos que iban a por un sirviente o jugete sexual, a saber...siguió su camino, cureoseando por ahí...*

El joven de cabello bicolor rara vez visitaba el puerto y mucho menos a esas horas ya que sabía que era cuando solían llegar los nuevos barcos cargados de esclavos y de aquellos seres inhumanos que comerciaban con ellos. Le repugnaban pero prefería que comerciaran con humanos a que lo hicieran con animales. Pero estaba cerca de allí ya que había ido a ayudar a un gatito que habían estado a punto de atropellar y lo llevaba en los brazos dispuesto a llevárselo a su casa a cuidarle un poco hasta que estubiera recuperado mínimo del susto y de la cola donde le habían herido.

Se disponía a alejarse rapido de allí y de la ciudad en general he irse a su casa alejada de todo ese bullicio pero un ruido sordo se oyó y el gato saltó asustado de los brazos del chico dirigiéndose hacia el puerto cerca de donde estaban descargando el barco.

Daniel no queriendo que le pasara nada más y preocupado más de la seguridad del gato que de la suya propia salió corriendo tras él.

Al no ser muy alto ni corpulento no llamaba demasiado la atención y la gente estaba por lo general más pendiente de los esclavos recién llegados que de él así que siguió al gato sin problemas.

El misino se coló por detrás de unas cajas y unas redes y el chico se agachó y metió la mitad de su cuerpo por detrás de las cajas intentando coger de nuevo al misino sin fijarse que el vampiro de larga y negra cabellera empezaba a acercarse a la zona donde él se encontraba.

*Tanto ajetreo de los de ahí por un esclavo, el verles...el buscar a los más jóvenes, los más bellos, los más fuertes no solo físicamente sino en salud....era una guerrilla por obtener la mercancía de la más alta cálidad de esa embarcación.
Siguió su andar pero una mancha, más bien una sombra pequeña lo irrumpió...¿qué era eso?...¿era...un gato?...por el tamaño y la forma parecía ser uno, no dio mucha importancia, no de momento.
Otra sombra más y un ruido, así como un aroma invadió sus fosas nasales, detectaba un aroma a limpio...no sucio como los esclavos...y en esa parte a la que había llegado, la zona de cajas...ahí estaba restringido el acceso de los compradores y clientes...supuestamente solo el personal podía entrar ahí y el mismo, pues era su jefe...pero, seamos honestos.... ¿Un trabajador podía emanar tal aroma dulzón?...no...en realidad a el le parecía que sus trabajadores olían a mierda todo el rato....
Un sonido, como unas cajas moviéndose lo atrajeron y el movimiento de las mismas cajas...vaya...¿Polizón?...si era un polizón deseoso de salir de la isla estaría en líos, pues esas cajas eran una mercancía fina, drogas, para llevarlas a la ciudad y ser estas tratadas con los traficántes...para venderlas en colegios y demás, le importaba poco lo que hiciesen con dichas sustancias tóxicas.
Decidido, se acercó a donde aquellas cajas, por detrás de la figura que notaba...limpio nuevamente y el aroma aumentó, fue más fácil captarlo....sin duda no era uno de los esclavos...pero que más daba jugar un rato al jefe malo con el...se detuvo tras el, con sus manos en sus bolsillos, con una suave sonrisa, tranquilo, inclinó su cuerpo para acercarse un poco más a el al tiempo que dejó que su voz se escuchará finalmente, pues había sido silencioso todo el rato.*

-Por favor...dime que no eres uno de los esclavos de la embarcación...que si lo eres tendré que llevarte...y no gusto usar fuerza bruta con seres tan elegante y finos...

*Sin verguenza...con tan solo ver las caderas del chico le fue fácil saber que este era de complexión delgada pero en buen estado...sin duda alguna si fuese un esclavo sería vendido de inmediato, pero no era el caso, mantuvo la sonrisa y los rojizos ojos sobre el, dejando que ebras negras de su cabello descendiesen por la misma gravedad de estar inclinado.*

-¿Perdiste algo?...es decir...si perdiste algo puedo ayudarte...por que este lugar esta restringido a cualquier persona, solo los trabajadores y el jefe pueden entrar aquí ....

*Nuevaente, sonrió de aquella forma tan afable que siempre acostumbraba.*

Daniel veía al final del hueco que formaban las cajas al pequeño gatito tembloroso, si hubiera sido un adulto ya le habría dejado marcharse y vivir por su cuenta pero aquel era tan solo un cachorro asustado y sabía de sobra que si se quedaba solo sin una madre o alguien que le alimentara o le cuidara moriría a los pocos días y no podía permitir que pasara eso.

Casi había conseguido agarrarlo cuando oyó una voz grave e indudablemente masculina tras él lo que le hizo quedarse paralizado unos instantes pesando que se había metido en un lío, y en uno bien gordo. Pero quizás si era habil conseguiría salir airoso de la situación. Sabía que su pelo se había chafado por lo que con un movimiento rápido se puso la chaqueta de su sudadera que tenía en la tela de manera que parecía que tubiera unas orejas reales en su cabeza y además también le daban un aspecto más adorable, algo que Daniel no apreciaba mucho pero que a veces resultaba útil. Además lo de parecer un neko era también otro truco ya que sabía que se comerciaba con humanos pero que rara vez se hacía con nekos y su apariencia con las orejas y sus ojos felinos y su olor humano disimulado con el de gato le hacían el disfraz más que creíble, aunque quizás no lo suficiente como para los agudos sentidos de un vampiro.

Despacio salió de detrás de las cajas pero aún sin levantarse arrodillado en el suelo miró al hombre alto de cabello negro que le miraba aparentemente amable y con expresión serena e inocente contestó:

-Lo siento mucho no sabía que era una zona restrigida. No soy ningún esclavo soy un habitante de la ciudad pero mi gato se escapó y estaba intentando agarrarlo de nuevo. No se perocupe no hace falta que me ayude está ahí mismo ahora mismo lo tomaré y me iré.-

-¿Un gato?...

*Miro al chico, parecía ser un felino....curioso...esas orejas eran curiosas...pero algo andaba mal...el aroma del chico...predominaba más el de humano que el de felino... ¿Híbrido acaso?...podría ser....pero tendría que comprobarlo entonces.
Tranquilamente se recargo en una de las cajas para ver por la separación donde el gatito yacía hasta el fondo, observándo el mismo, pequeño...una cría sin duda, seguro la mascota de el pequeño híbrido que estaba ahí también, sonrió afable al tiempo que apenas de sus labios emanaba un sonido suave y frotaba sus yemas del dedo medio y pulgar hacía donde el felino, como en una señal de llamado a este.*

-Bishito Bishito....ven gatito...ven, ven que no te dañaré...

*Le daba igual que el chico no quisiera su ayuda...de todas formas no tenía nada que hacer en esos momentos y que mejor que jugar con un par de gatitos...aunque uno no fuese tan felino como el otro claro estaba.
Casí casí se trepaba en toda la caja, gracias al cielo era delgado así que podía entrar fácilmente en el espacio entre las cajas para sacar al gatito. Miraba de reojo a donde estaba el joven "neko" , dedicándole una sonrisa serena.*

-En un momentito lo sacó...

*Volvía la atención al gatito a quien seguía llamando, sus ebras negrizcas y largas descendían y prácticamente tocaban suelo, pues eran sumamente largas,siguió llamando al gatito, esperando que este tuviese confianza y se acercará...después de todo los animales detectaban el miedo y demás emociones...por ende, detectaría la serenidad del vampiro, y por tanto...seguro no huiría nuevamente.*

Se apartó instintivamente cuando el hombre se acercó aún más para colar su mano entre las cajas donde estaba el chico antes llamando al gato.

-No se moleste ya iba a cogerlo y nos ibamos..-

Le dijo el de cabello bicolor pero a sabiendas de que no iba a ser demasiado escuchado. Aquel hombre se mostraba en apariencia amable y tranquilo pero quería fiarse de las apariencias por el momento.

El gato que percibía la serenidad del vampiro se relajó y dio unos pasos hacia afuera quedando al alcance.

Daniel lo comtempló sorprendido, sabía que aquel gato era muy asustadizo y como buen felino también muy desconfiado. Él solía simpatizar con los gatos y con los animales en general pero hasta ahora no había visto a ningún otro ser que no fuera mitad animal que también lo hiciera de esa forma. Aquello le hizo confiar algo más en el vampiro.

- ps ps pss, ven bonito ven.-

Llamó también al misino atrayéndole con movimientos suaves de su mano.

-Pero que buen chico, bisho mosho...

*Tomaba con delicadeza al pequeño felino en brazos, cuidando de no dañarlo, parándose tranquilamente, mirándo a donde el pequeño, le ofrecía cargar a su gatito, pues creía que este era su mascota...si no mal recordaba antes lo había dicho.
Mantuvo la sonrisa suave en el rostro, acariciando la cabeza del felino y tras las orejas, para hacerle sentir esa confianza que no le haría daño....igual, ese chico no hacía nada malo, solo estaba preocupado por su pequeño gatito.*

-Es un bonito gato....ah si...no me eh presentado....

*Posaba su diestra en su pecho y la zurda en su espalda para inclinarse en una sútil reverencía a donde el pequeño, mirándole con aquellas iris rojizas, tranquilamente.*

-Con 'D Abel Raven MonteKrist'....un gusto, pequeño...¿Vos soís?...

*Tranquilo se integraba nuevamente mientras esperaba que el pequeño ''neko'' se presentara...¿y por qué no?...igual que le presentara al gatito que tenía con el.*

Vio como tomaba al gatito con cuidado y le acariciaba haciendo que el animal ronroneara. Cuando lo tendió hacia él sacó sus manos llenas de marquitas de pequeños arañazos y mordeduras de gatos de las largas mangas de su abrigo y lo cogió también con cuidado acunándolo contra su pecho rascándole la cabecita. El felino ronroneaba feliz por los mimos de ambos.

Alzó la vista del misino cuando el hombre hizo una reverencia presentándose con un nombre largo que sonaba a antiguo y a noble, aunque lo de que era noble el chico lo tenía casi seguro desde que lo había visto pero él como un chico pobre que vivía en una casa abandonada rara vez se relacionaba con gente así.

-Daniel... Daniel Nekozawa, y tengo dieciseis años así que preferiría que no me dijera "pequeño".-

Contestó con tono neutro pero algo molesto por que le dijeran pequeño, sabía que no era demasiado alto pero tampoco era bajito y por supuesto no era ningún niño.

-bueno gracias por su ayuda, será mejor que no moleste más y me vaya de la zona restringida.-

Se apresuró a decir ya que aunque le hubiera cogido algo de confianza a ese homber no quería meterse en ningún lío por estar ahí.

*Miro al chico, se presentaba y con todo y edad, si...era un niño aún...pues 16...para el no era mayoría de edad exactamente....para el...comparado con su edad real....sería un bebé; ¿o puberto?...daba igual, no lo diría al muchacho, simplemente sonrió volviéndo a inclinarse en una reverencia, esta vez no para presentarse, sino para darle una disculpa al chico.*

-Perdona...tengo una mala costumbre...esque...comparando tu edad con la mía...ya sabes...me dejé llevar....

*Volvió a integrarse nuevamente, observándo al chico, escuchándole...había visto los arañazos de sus manos...pero...seguro era por que el le gustaba cuidar de felinos aunque estos lo lastimasen.
¿Irse?¿Tan pronto?...no....y lo de tener problemas... ¿con quién?....el era el jefe y por ende nadie molestaría al chico de que estuviese ahí, mientras estuviera con el claro estaba...*

-No te preocupes Daniel...¿puedo llamarte así?...para no volver a decirte peque...bueno...como decía, ni te preocupes...no te regañarán...verás, soy el jefe de este sitio y si estas aquí conmigo no te reclamaran nada...

*Ofrecía su diestra al menor, como si pidiese la mano de este.*

-Así que despreocupáte...todo esta bien...seguro que el corretear a tu gatito te abrió el apetito...¿quieres acompañarme a comer?...tu sabes que el comer uno solo es algo aburrido....

El chico le miró algo extrañado cuando dijo lo de la edad ya que aparentemente el moreno no parecía mucho mayor que él pero se encogió de hombros dejándolo correr.

Empalideció un poco cuando se enteró de que él era el jefe de todo aquello lo que quería decir que no era tan buena persona como había parecido en un principio, sabía que no debía dejarse guiar por las apariencias.

Cuando el otro le tendió su mano volvió a sacar su diestra de entre las mangas suponiendo que el hombre simplemente quería estrechársela como saludo.

-No se preocupe si tampoco tengo hambr...-

*grrrrlll*

Se oyó una especie de rugido que provenía del estómago del menor indicando lo contrario a lo que decían sus palabras.

-Bueno... quizás una poca.. aún no he comido nada hoy.-

Confesó desviando la mirada algo avergonzado y el gatito también lanzó un maullido indicándo que él también deseaba comer.

*Tomaba la mano del chico y depositaba un beso sútilmente en su dorso, observándo de reojo a el mismo, con aquella sonrisa tan afable que siempre acostumbraba, el sonido de su estomago...evito reír de lo bizarro y contradecido que era su organismo a sus palabras.
Miro al gatito y le regalaba una caricia más a su cabeza, cuidadosamente, al tiempo que daba la vuelta otorgando su espalda a la del chico, por su complexión no era demasiada ancha esta, le miraba sobre su hombro derecho.*

-Pues venga...si tenéis hambre...conozco un buen lugar donde podemos almorzar algo...y de paso darle algo de comer a tu gatito...¿qué es lo que suelen comer tu y tu mascota?...

*Pregunto como si nada, no quería obligarles a comer algo que no quisieran...vamos...si el solo era un monstruo cuando se enojaba...cosa que era como un eclipse total...muy muy rara vez....
Emprendió la caminata con la esperanza que el peque...no...que el muchacho...si , el muchacho y su gatito le siguiera para poder llevarle a un lugar a almorzar...pero claro, para poder elegir bien el sitio debería de primero escuchar su respuesta....*

-Conozco un sitio que hace un delicioso teriyaki y sushi...aunque no te recomendaría el sushi...pues es pescado crudo y el pescado crudo es cancerígeno....

Se fijó como depositaba un sutil beso sobre el dorso de su mano que a pesar de que Daniel siempre tenía la piel fría, especialmente la de las manos, en contraste con la piel del vampiro esta ultima parecía más fría aún. La suavidad de los labios del moreno sobre sus manos arañadas se sentía bien pero el joven no tardó en retirarla confuso por aquel acto.

Cuando se dio la vuelta el de cabello bicolor dudó unos instantes pero le siguió con movimientos felinos y curiosos.

-Neko es aún pequeño así que tomará leche. Y a mí me gusta el pescado, el sushi es de mis platos favoritos.-

Contestó, aunque no lo pareciera demasiado el chico era medio japonés aunque jamás había estado en ninguna ciudad asiática, nunca había salido de allí pero conocía por libros y otras documentaciones.

-Y cancerígeno o no... tampoco importa mucho... total seguramente no viviré mucho...-

Habló en voz mucho más baja pero facilmente perceptible para el fino oído del vampiro.

-Entonces leche será para el peque neko...

*Refería al gatito claro estaba...al tiempo que apenas detuvo su paso para que el menor le alcanzase, pues estaba un poco atrás, volteaba a verle de vez en cuando, con sus manos en sus bolsillos y aquella amplia y afable sonrisa en los labios.*

-Pues...si queréis sushi, entonces será sushi...

*Escuchaba claramente la voz de el menor, cerró sus ojos tranquilamente, sin afectar su porte innato, el relajado y sereno así como afable.*

-¿Y por qué dices que vivirás poco?...si se puede saber....es decir...tenía entendido que los humanos y seres que tienen una vida corta a comparación de la vida vampírica aprecían más sus vidas...¿por que parece que tu no?...no es molestarte...solo es curiosidad, igual si no quieres contestar no lo hagas, no te obligaré....

*Miro a una vuelta, una esquina cercana a un poste y donde había una tienda de simples prendas, una tienda de ropa.*

-Ah..por aquí...

*Siguió su camino y dio vuelta en esa esquina, deteniéndose para esperar al menor, pues el restaurant estaba seguidamente de aquella misma tienda de ropa.*

El chico se sorprendió de que hubiera escuchado sus palabras pero aquello de "en comparación con la vida vampírica" le desveló que aquel hombre era un vampiro. Claro como no se le había ocurrido antes jefe de una flota que comerciaba con esclavos y con ese porte tan elegante. No le gustaban los vampiros pero este había demostrado estar siendo una excepción así que decidió seguir con su voto de confianza. Y como él bien sabía "nunca muerdas la mano que da de comer" o que va a darte en ese caso.

-Bueno.. no es que aprecie mi vida, sobrevivo como puedo y la dedico a cuidar de los animales, concretamente de los gatos. Pero como habrás supuesto soy del sector pobre de la ciudad y allí la media de vida no es muy alta... Se come poco, pocas defensas y poco abrigo en invierno para el frío que hace... si se es joven se soporta pero supongo que cuando sea más mayor no podré.-

Explicó además que él era un chico bastante friolero y dado a pillar resfriados o así ya que a pesar de tener una buena higiene por lo general tenía poco que comer y se preocupaba más de alimentar a sus gatos que a sí mismo.

mientras hablaba seguía al mayor de cerca ya que a pesar de que las piernas, y por lo tanto los pasos del moreno, eran más largas él era un chico rápido y ágil asi que en cuanto este se paró frente al restaurante se paró también junto a él.

-Pues... deberé visitar ese sector que dices...quizás pueda socializar ahí y estar un rato...

*Sonrió a sus palabras y a el mismo chico, caminó unos 5 pasos más y abrió la puerta del restaurant. Dió el primer paso a el joven, de forma educada, sonriéndole.*

-Bueno ¿qué puedo decir de mi?...ya te imaginarás que tipo de vida llevo....pero aún así, si tienes alguna duda eres libre de hacermela...

*Miraba las mesas, entrando para poder escoger una...usualmete era para uno pues el siempre que comía ahí, era solo...pero esta vez era diferente...incluso los meseros que le conocían, por ser un cliente frecuente, quedaban con una curiosidad por el pequeño y aparente híbrido que acompañaba al vampiro, se acercaban dos de estos para comenzar a atender como era debido al vástago y al acompañante de este, tomaban las sillas, uno una y el otro la otra y las separaban para permitir sentarse a los dos clientes en estas; el vampiro se sentaba y cruzaba sus piernas con sutileza y refineza, mirando al chico con tranquilidad, esperando que este igual accediese al trato educado de los trabajadores de ese sitio.*

-No se yo si te gustaría visitar ese sector...-

Comentó con cierto grado de sarcasmo ya que también se imaginaba de donde sacarían la mayor parte de su "mercancía".

El chico entró en el lugar algo desconfiado ya que nunca había estado o trabajado en un lugar así, sabía que llamaba la atención al ser un chico tan joven y además con ropa que se veía vieja aunque limpia y acompañado de un hombre como Abel. Pero más que eso se fijaba en la cantidad de camareros que hasta se pararon a retirarle su silla para que se sentara. Algo incómodo dejó que empujaran su asiento tras él quedando sentado de forma formal al otro lado de la mesa.

-Pues la verdad es que sí que me gustaría hacerte una pregunta.-

Comentó el chico con cierto aire de curiosidad.

*Reposaba su mentón en sus dorsos de sus manos y sus codos en la mesa, en un arrebato de acomodarse a su gusto, mantenía sus piernas cruzadas y la rojiza mirada sobre el menor, ocultaba aquella sonrisa que tenía siempre, la tan afable y amistosa.
Los camareros se retiraban, no sin uno antes dejar una carta de menú frente al chico y otra más frente al vampiro; serviciales, se inclinaron y después de una reverencía ya se retiraban hasta que sus servicios fuesen requeridos nuevamente.
Escuchó el comentario del chico...¿No le gustaría estar en su sector?....eso no lo sabía...tal vez encontraría ahí gente que le agradase...a saber...ese vapiro era social prácticamente.
Escuchar al menor ser humilde...sonrió, asintiéndole al tiempo que lentamente reposaba ahora sus antebrazos en la mesa, dejando ver su usual sonrisa y porte afable.*

-Pues adelante...no dejes que la curiosidad te carcoma y preguntáme...

*Sonrió nuevamente, pese a que siempre sonreía a veces le daba por ampliar esa sonrisa tranquila y cerrar sus ojos, ladeando su cabeza para dar confianza a sus acompañantes, y esta vez; no fue excepción.*

-Antes voy un momento al baño, si me disculpa.-

El chico se levantó, si seguía con toda la ropa que llevaba puesta capucha incluida sabía que luego se congelaría fuera pero no quería descubrir su identidad humana asi que antes debía de arreglarse el pelo de nuevo para que pareciera que tenía orejas. Un camarero servicial le indicó la ubicación de los aseos y al poco rato el chico volvió con la capucha bajada y su peinado de siempre.

Antes de sentarse se quitó la bufanda que llevaba y el enorme abrigo quedándose con la fina chaqueta con capucha colgado atrás que aunque no era muy ajustada marcaba su fina cadera y dejaba entrever su complexión delgada y la bufanda había liberado un cuello fino y esbelto de piel palida y en apariencia muy suave.

Cuando se sentó realizó su pregunta.

-Me gustaría saber por qué decidistes dedicarte a lo que te dedicas.-

Hablo con tono directo aunque curioso refiriéndose obviamente al comercio de esclavos.

*Sonrió al menor y le asintió cuando dijo ir al sanitario.
Solo esperaba con tranquilidad que el muchacho regresara, mientras uno de los meseros le dejaba una copa y botella con un contenido rojizo...era obvio que era así que no había que dar explicación de aquello.
El muchacho regreso y el vampiro le invitaba con la mano a tomar asiento...sus instintos no le dejaron ignorar la vista de ese cuello...pero sabía controlarse, además, tenía ahí bebida...así que no tendría nescesidad de andar atacando a un chico ni a nadie más...y menos un joven que le caía bien; hasta ahora.
Esucho su pregunta y notó el tono que uso...seguro que no le agradaba la idea de estar con alguien que se dedicaba a traficar con los humanos y seres raros que atrapaban y le dejaban al cargo; era razonable...seguro al inicio se hizo la idea que le pasaría lo mismo. Recordó su pasado y una sonrisa más, afable y serena se mostró en sus labios.*

-Pues...verás...en el pasado mi dedicación era la música...pero ...esto me alejó de mis padres y al poco tiempo que volví descubrí que no eran más que un par de blasfemos...que no se amaban....dejé la música por eso...y busque un nuevo trabajo que me permitiera estar lejos de el sitio donde crecí, y pues...este trabajo es perfecto...esta isla esta bastante reitradita de el sitio donde vivía....

*Servía tranquilamente un poco del contenido de la botella en la copa y la probaba después de agitar la copa circularmente con suavidad unos momentos.*

-Digamos que me dedico a esto para reiniciar mi vida....si es que le puedo llamar vida...la vida tiene muerte acompañándola y si uno no muere...no puede decir que esta vivo ¿o si?...

*Le dedicó una sonrisa tranquila, dejando la copa en la mesa con tranquilidad.*

El chico le miraba con su habitual expesión serena mientras el vampiro hablaba. Esperaba oír una buena razón por la cual se encontraba ese hombre en aquel oficio pero la que escuchó aunque tenía sus buenos argumentos no le convenció.

-Y por qué en eso? hay millones de trabajos que puedas realizar por todo el mundo con los que ayudarías a las personas en vez de perjudicarlas. Y si tu verdadera pasión es la música podrías simplemente haberte dedicado a ello en otro lugar.-

El hecho por el cual Daniel, que había nacido en esa isla, se encontrara solo era por el asunto del tráfico de esclavos que permitía a los dueños hacer lo que quisieran con sus "posesiones" y esa era la principal razón por la cual el chico había estado solo casi toda su vida. Por ello no le agradaba por lo general aquellos que se dedicaban a ello pero saber lo que motivaba a esas personas para hacer aquello y lo que pensaban era algo que siempre se había preguntado y le motivaba a seguir hablando con aquel hombre.

*Apenas le escucho y comprendía su punto...al menor no le parecía correcto el tráfico de humanos, ni de seres sobrenaturales...tomaba la copa para tomar un poco más de ella, tranquilamente, afable en su semblante.*

-La razón por la cual me dedico a esto es distinta....esos esclavos que traigo yo son diferentes...les brindo oportunidad de intentar formar una vida, si no es como esclavo como pareja de algún vampiro que los haya comprado....Los humanos son aquellos que vivían en la calle...y los que son vendidos como basura son presos fugitivos de la civilización... los seres sobrenaturales les ofrecimos estar en un sitio donde fuesen aceptados sin importar que fuesen....soy un transportista, no un secuestrador...

*Sonrió al chico, no secuestraban a los seres ni humanos...solo buscaban aquellos que nescesitaran re iniciar su vida para darles oportunidad.*

Escuchó su explicación cambiando un poco su semblante que a pesar de sereno se notaba algo desafinate y desconfiado y tomó un aspecto más relajado.

-Ya veo... pero no todos son como tú y muchos esclavos sufren abusos incluso son asesinados... y me conozco un par de buenos ejemplos.-

Dijo con un tono de voz neutral pero con la mirada triste, aunque nunca había conocido a sus padres ya que habían sido asesinados antes de que él tubiera uso de razón no quitaba que los extrañara de un modo u otro.

Cogió una botella de agua que habían dejado en la mesa junto a los menús antes y sirviéndose se bebió toda la copa de un trago aunque el agua estaba bastante fría y un escalofrío recorrió seguidamente el cuerpo del joven.

-Cierto...por eso me encargo de hacer que los esclavos que antes eran fugitivos de la prisión sean los aque vayan a la sección de ventas más brutas...los demás van a otro tipo de sitios donde generalmente les compran los vampiros que solo quieren compañía....

*Vio como tomaba el agua y recordó al gatito, con la diestra llamaba a uno de los meseros cual se acercaba a donde ellos, preguntando que gustaban de consumir y beber.*

-A mi traeme un teriyaki simple y por favor, otra botella...y de paso trae un platón y leche...tenemos un tercero que quiere tomar...

*Refería al felino...no...como olvidarse de tan bonita criaturita, volvía a ver a donde el chico ientras el mesero preguntaba a este su pedido.*

-Escucha...no sé bien que vampiro sea el que mate a sus esclavos...te aseguro que son escasos...gastar tanto dinero por un ser que terminará matando uno...es mala inversión, perdón si sueno cruel, pero es verdad....los humanos que traigo procuro dejarlos en un sitio donde los compradores quieren compañia y a alguien especial, los presos los dejó en el área de venta de ganado..destinados a ser comida...y los seres místicos y criaturas así igual, van a dar a donde los humanos para que puedan tener una oportunidad de hacer una vida....

-Yo quiero un plato de sushi por favor.-

Pidió con mucha educación a pesar de haberse criado alejado de casi todo el mundo y cerca de la zona más pobre de la ciudad aunque en realidad él vivía más hacia las afueras. El felino que había esperado tranquilamente en la silla mientras Daniel estaba en los aseos ahora estaba acurrucado en su regazo tan pequeña la criatura como la palma de una mano dormitaba esperando su turno para alimentarse también.

El joven volvió a tomar agua pero se atragantó un poco al oír hablar al vampiro de esa forma, había frases que sonaba como si los humanos fueran solo mercancia y eso no le gustaba pero no dijo nada.

Antes de volver a hablar se aclaró la garganta dejando de toser.

-Y usted? tiene ese tipo de esclavos? como los trata?.-

Preguntó mirándole de nuevo con sus ojos verde esmeralda brillantes que mostraban un caracter fuerte al contrario de su expresión siempre serena.

-Cuidado que te ahogas , Daniel...

*Sonrió suavemente, iba a palmearle la espalda pero notó que no era algo tan grave su atragante con agua. Parecía enfadado...o eso creía el vampiro...el mesero asentía y se retiraba para poder prepararl as órdenes de esa mesa, al tiempo que el vampiro una vez más se deleitaba con la sangre yaciente en la copa, escuchandole atentamente.
¿Cómo trataba a sus esclavos?...bueno...los trabajadores de los transportes eran sus esclavos, pero les pagaba por laborar...¿eso no era un maltrato, verdad?... le miro nuevamente.*

-Júzgame tu...a mis esclavos les pago para que me ayuden a transportar a los demás....y la mercancía...pero en si no tengo un esclavo que traiga de un lado a otro conmigo...digamos que no tengo interes en ninguno por ahora...si tendré un esclavo será uno que tendrá todo...si crees casualmente que sería uno de esos sádicos que maltratan por gusto a sus esclavos o los violan...pues...estoy lejos de hacer algo así...

*Sonreía a donde el pequeño, esperando pacientemente*