¿Otra vez en venta? Ast y Ars [Libre para algún comprador activo en el foro (?) xD]

Apenas habían escapado de la jaula anterior y... Oh, que estúpidos podían ser ellos dos al no disfrazarce con nada. Apenas salieron los atraparon, metiéndolos a otra jaula aún más pequeña.
Arsenic maldecía entre dientes a quien se atreviera a mirarlos, mientras se abrazaba las rodillas.
-...Tendríamos que haber comprado esos colmillos de plástico.
Susurró con molestia, entrecerrando los ojos.

Mientras, el vendedor gritaba a toda voz la mercancía, esperando a que algún vampiro adinerado se acercara interesado.

Astatine gimió por lo bajo allí encogido, tenía tan limitada la capacidad de movimiento en la pequeña jaula que apenas podía moverse. Abrazaba a su hermano y miraba a su alrededor, con tristeza.

- Arsenic, esto es aburrido, no quiero estar aqui.- Murmuró mriando a los posibles futuros amos.

Alzó una mano y como pudo acarició delicadamente la mejilla del pelirojo, tras un suspiro apenas audible. A él tampoco le gustaba estar allí, a nadie en realidad le gustaría si tuviera que estar dentro de una jaula de diminutas proporciones.
La voz del vendedor le molestaba, pero ya carecía de ganas de quejarse.
-Solo tenemos que aguantar un poco, ¿Nee?...Y si alguien quiere separarnos, escapemos de nuevo..
Musitó por lo bajo, volviendo a abrazarse las rodillas mientras era abrazado por su hermano.

Fue entonces ke llego el lobo, viendo de manera askeada a akel vampiro. Observo bien la expresion de los gemelos, le recordaron a el mismo y su pekeño hermanito el cual protegia y ahora estaba buskando. No, no lo iba a permitir y se acerco al ke los vendia.

-Le ofrezco el doble de la cantidad ofrecida. Me interesan los hermanos- Hablo con una voz trankila y algo entrecortada por el cigarro apagado ke yacia en sus labios

Astatine los observaba abrazando a Arsenic con un gesto protecor, mirando a los desconocidos como un perro rabioso y enjaulado. No pensaba dejar que tocasen a su hermano, no le había gustado nada la manera en que el vampiro les había tomado los rostros.

El hombre que los vendía, observó impresionado al desconocido y no dudó ni un segundo.

- Son suyos.- Declaró, mirando a Zero.

Akel lobo alto saco con sumo cuidado a los gemelos del lugar, casi como si fuesen de porcelana, era obvio ke no lo eran sin embargo el odiaba sinceramente como trataban a los esclavos y los demas los vampiros. Ese tono "superior" ke siempre se cargaban sinceramente le daba ganas de volver la comida cada ke veia a uno de esa manera.
Rapidamente y sin chistar le pago el doble de la cantidad ofrecida a akel vendedor. Una sonrisa cinica y burlona aparecio en los labios de Zero el cual se dirigio hacia el vampiro.

-Aww~~ lo lamento pero ahora seran mios... - Dijo escupiendo hacia un lado aun askeado de tenerlo enfrente.

-Venga muchachos... trankilos ke no les hare nada- dijo dedicandoles una sonrisa incluso tierna a akellos dos hermanos.. como añoraba volver a sentir ese cariño fraternal

Cuando fue tomado del rostro estuvo por propinarle una buena cachetada al vampiro, pero se contuvo. No quería comenzar una riña en aquel lugar rodeado de vampiros, en donde seguramente él y su hermano perderían.
Luego vio al otro hombre y al vendedor. Ese no parecía un tipo malo, sin mencionar que no se veía como un vampiro. Y, al mirar como el tipo se burlaba del que anteriormente los había tocado, sonrió con cierta despreocupación a la vez que salía de la jaula junto a su hermano.
-Astatine, ¿Crees que él si sea bueno?
Cuestionó al oído del pelirojo, tomándolo de una mano y observando de reojo al lycan. Aún no deseaba hablarle, no sin comprobar la opinión de su hermano.

Astatine observó al desconocido que acababa de comprarles, con cierta desconfianza. No sabía que pensar de él a pesar de que había dicho que no les dañaría... si estaba en el mercado para comprar exclavos, tan bueno no podía ser. Aun así, decidió no preocupar a Arsenic... si se veían muy mal, siempre podían escapar cuando llegasen a la casa de ese tipo y a decir verdad... estaba hambriento.

- No lo se.- Le susurró en respuesta apretando su mano.- Pero, sea como sea, no dejaré que te toque...

Los miro una vez mas... akello era tan conmovedor, sin duda amor de hermanos. Suspiro de manera trankila y melancolica, recordando a su familia y sus 4 hermanos. Akel gesto de desconfianza.... se le hacia hasta cierto punto normal suponiendo de como habian sido tratados en akel sucio mercado y kien sabe cuantos tratos mas les hubieran dado antes de llegar aka.

-Venga, ke no kedran kedarse atras... seguro tienen hambre no? llegando a casa podran comer lo ke kieran incluso si gustan podran tomar un baño- Les dijo con un tono amable mientras comenzaba a caminar esperando ke akellos dos le siguieran. En definitiva no iba a tratarlos como esclavos o como vil perro... no eso no, el odiaba akella clase de tratos hacia las demas personas.

Nuevamente observó al pelirojo, y luego al hombre que supuestamente era ahora su amo. No parecía ser una mala persona, al menos hasta el momento estaba siendo bastante amistoso. Sonrió muy levemente, relajando sus facciones sin parecer ya tan nervioso. No soltaba aún la mano de su hermano, y tomandolo de esa manera comenzó a caminar tras el sujeto, con intenciones de que Astatine también avanzara.

Astatine comenzó a caminar pero más porque su hermano tiraba de él que porque quisiera ir con aquel tipo. Aún así, al escuchar sus palabras, se llevó una mano al estómago en un gesto reflejo.

- Mucha.- Declaró tocándose la barriga, sin soltar a Arsenic. Luego y derrepente, sin aviso previo, soltóa Arsenic y se plantó delante del desconocido, ahora amo.

- No voy a dejar que toques a Arsenic.- Le esperó sin venir a cuento, y sus ojos destellaron con un brillo carmesí.

Se detuvo viendo akel gesto, lo miro arkeando una ceja con una expresion curiosa, sabia ke algo como eso iba a pasar por como abrazaba el pelirojo a su hermano dentro de la jaula.

-Ah! no te preocupes... Yo no soy de esos ke tratan mal a las personas, pueden hacer lo ke kieran en casa, siempre y cuando no hagan destrozos ni causen problemas a los demas. Comprendo el ke kieras proteger a tu hermano, puesto a ke yo tenia 4 y mi deber era defenderles. Asi ke, trankilo ke no les hare nada ya lo habia dicho-

Explico de manera trankila y con un paso trankilo pero firme paso al lado del pelirojo emprendiendo la marcha de nuevo.

Observó a su hermano incrédulo, arqueando también una ceja y habiéndo dejado de caminar al notar que le soltaba la mano. Escuchó luego al lycan, para luego esbozar una apenas notable sonrisa.
Dió unos pasos adelante al ver que el de hebras oscuras continuaba su camino, tomando de la mano al pelirrojo.
-Astatine, sabes que aunque él lo quisiese no dejaría que lo haga.
Le susurró a su hermano, solo para que éste lo oyera.
-...Y gracias por preocuparte.

Astatine le sonrió y negó con la cabeza, dándole un pequeño abrazo. Despues le cogió la mano otra vez y comenzó a caminar, tras el hombre lobo, ahora muchísimo más tranquilo.

- No tienes que darme las gracias hermanito, siempre te cuidaré.- Le dijo sin importarle que Zero los oyera y lo siguió, preguntandose cómo sería el nuevo hogar que les esperaba.

Zero sonrio por lo bajo ante ese comentario, recordo ke alguna vez le habia dicho algo asi a su padre acerca de cuidar a sus hermanos menores. Continuo caminando de manera despreocupada, incluso tarareando una pekeña melodia



continua aka hogar dulce hogar