Mansión Delacroix; La gran falimia feliz... [Alex, Krist, Aixael,Roxas]

*Había recibido la noticia; su hermano mayor llegaba a la isla ese día.
Hacía ya tiempo que no lo veía, estaba en su habitación, fumando, sus ropas eran aquella camisa negra con chaqueta del mismo color y pantalon igual, peliazul de ojos azules, mirada sería, se levanto y apago el cigarro, para salir del cuarto.
Bajó las escaleras y abrió las puertas principales, contemplando la figura de aquel que no solo era su hermano: sino su maestro en cierta forma.
Se acerco a este con una amplia sonrisa en los labios, algo maniaca.*

-Por fin decidiste aparecer después de 100 años de ausencia...-

Krist no se atrevió a salir, pues Alex no le había dicho que tenía que hacer pero sí se asomó a la puerta de la mansión, observando a su amo saludar al otro vampiro. No tuvo que pensar mucho para deducir que era un familiar, pues aunque el otro tuviera el pelo tapándole los ojos, la forma de los labios y la nariz se parecía un monton.

Sintió un pequeño escalofrío... ¿Y si aquel tipo era como Alex, con sus gustos? A leguas se notaba que tambien era vampiro. Se estremeció por completo ante esa idea.

-Si...poco tiempo...y...¿Me dejarás entrar?...-

*Una amable sonrisa se mostró en sus labios, incluso tierna, llegaba a ser extraño, pese a sus ojos que se mantenían tras la breas oscuras de su cabello, esa sonrisa llegaba a inspirar tranquilidad.
Pero...era una simple actuación, su olfato fino le dio a entender que un humano estaba cerca...¿Un esclavo de su hermano? probablemente...quería darse lujos, iniciar con sus tratos, dar a entender a su hermano que había llegado a implantar sus normas, aunque fuese la casa del otro. Claro, se llevaba de maravilla con su hermano pese a que el otro era directo y jamás disfrutaba con el extasis que se experimentaba al actuar como una buena persona frente a la presa, ganarse la confianza...y destruirla..si...eso haría con el primero que se le cruzará y fue ese humano que se asomó en la puerta.*

-Vaya...buenas, peque... ¿Eres sirviente de Alex-chan?...

*Sonrió nuevamente, con aquella inspiradora confianza que su porte daba en ese momento.
Se asqueaba realmente de como actuaba, pero...si era por diversión, y placer así como dolor y sufrimiento...valía la pena...*

Krist observó perplejo al chico que le había echo la pregunta, sorprendido ante el tono agradable y la tierna sonrisa. Desde luego, si bien era familia de Alex, no se parecía en nada a su amo., Aún así actuó como buen exclavo que era... desde la llegada de los otros dos exclavos, era aún más obediente por miedo a perder su puesto como "amante" de Alex.

Asintió despacio, sin responderle hablando, esperando a que llegara Alex y le aclarase la duda de quién era aquel chico.

*Miro de reojo a Krist, y luego observó a Aleister, con un gesto serio, sabía el por que su hermano actuaba así.
Caminó a donde estaba Krist, lentamente, prendiendo un cigarrillo en el camino, hasta quedar frente al chico.*

-Krist...te presento a mi hermano, Aleister Delacroix...Aleister, el es Krist...mi esclavo y amante...

*Volvió a ver a su hermano, observandole fijamente, odiaba que Aleister actuará así de meloso, así de amigable, aunque sus métodos...incluso el llegaba a creer que Aleister era un maldito mal nacido, pese a que el había aprendido de el mayor.*

-Bien, no nos quedemos aquí, vayamos adentro...aver si los otros dos se dignan a aparecer...

*Refería a sus otros dos esclavos, cuales no daban señal de vida aún, ya les daría escarmiento por no dejarse ver rápido como debían ante la ''visita''.
Miro a Krist nuevamente, mientras la servidumbre laboral salía de la mansión y metían malestas desde la limosina negra hasta la mansión, subian escaleras y dejaban el equipaje en una habitación grande, como la de el mismo Alex.*

-Krist...Aleister se quedará desde hoy a vivir aquí...

A Krist no le sorprendió que aquel chico fuera el hermano de Alex, lo que sí le impacto fuera que le presentara como "Exclavo y ... amante". Aquello le hizo sonrojar violentamente, y no pudo evitar ocultar una pequeña sonrisa.

Cuando comenzaron a caminar, los siguió un par de pasos por detras, sin saber qué tenía que hacer. Entonces escuchó lo de que Aleister se quedaba a vivir en la mansión y enarcó las cehas, sorprendido. Ni si quiera sabía que Alex tuviera un hermano y ahora, derrepente, dicho hermano se quedaría con ellos.

Frunció el ceño, preguntandose si eso implicaba que tambien tendría que servir a Aleister o solo a Alex.

El peliazul entró en la habitación tras ellos, aún observándolos en silecio. Desde luego...¡Eran polos opuestos! Alex era sexo, directo, mal hablado y Aleister, por el contrario parecía dulce y tierno pero, si algo había aprendido en aquella casa, era que no se podía fiar de nada... cuando menos se lo esperaba, Alex le salía siempre con algo así que seguramente, aquella vez sería parecido.

Al escuchar la pregunta de Aleister frunció el ceño, Alex no había pedido que prepararan nada de cena.

Entreó en la sala tambien y se sentó en uno de los sofas, con la mirada pegada al suelo, esperando. Desde el incidente con Aixarel y las cajitas de ácido... Alex le daba miedo otra vez.

-Pues...no...no preparé nada de cenar...ya que pensé que estarías agotado así quemejor...vete a dormir...-

*Entró seguidamente de su amante, caminando donde estaba Aleister, sonriendo de aquella amplia forma, algo maniaca, mirando a donde Krist seguidamente, se digirió a este para tomar asiento a su lado, cruzando sus piernas.*

-Si quieres cenar...toma a cualquiera de la servidumbre y drénalo a más no poder si quieres...-

*Tomó suavemente el mentón del humano a su lado y le dio un leve eso en los labios, como señal que se tranquilizará, pues lo notaba cabizbajo y muy callado. No sabía por que...o mejor dicho, sabía el por que perfectamente....
Volvió a ver a Aleister.*

-¿Y qué te trae por aquí?...-

-Alex-chan...¿Cómo me dices eso?...no soy una persona como tu, y bien lo sabes...

*Calo del cigarrillo tranquilamente, con aquella sonrisa amable todo el rato, observaba a Alex pese a que sus ojos eran imposibles de verse por aquel cabello que cubría su rostro, mirando igual al humano se acercó lentamente a este, inlcinandose a verle, posando su diestra en la cabeza del menor.*

-No te preocupes...yo no soy como Alex-chan...

*Una sonrisa más, dio una acariciada al cabello del menor y se levanto, volviendo la vista a donde Alex.*

-Tu sabes...quería pasar tiempo con mi hermanito...después de todo...papá ya no esta con nosotros...ya que lo mataste...y mamá...pues..que decir de ella...igual esta muerta, así que eres mi única familia...

*Su tono era amable en todo momento.*

Krist respondió al beso de Alex y despues escuchó hablar a los hermanos, con atención e incluso una pequeña sonrisa en los labios. Cuando Aleister se le acercó el menor se encogió un poco por instinto pero se relajo al ver que le acariciaba el cabello y volvió a sonreirle con timidez.

-Tu sabes...quería pasar tiempo con mi hermanito...después de todo...papá ya no esta con nosotros...ya que lo mataste...y mamá...pues..que decir de ella...igual esta muerta, así que eres mi única familia...

La sonrisa desapareció de la cara de Krist y miró a Alex con los ojos abiertos, con miedo. ¿Había matado a su padre? No pudo evitar preguntarse por qué, cómo. Le parecía increíble que alguien quisiese la muerte de un familiar... y a Aleister parecía no importarle!

Había visto la llegada del otro vampiro desde una ventana de...¿Algún cuarto? Vagaba por la mansión, la estaba conociendo. No estaba enterado de nada pero tampoco se le podía ver sorprendido, pues había aprendido a siempre esperarse cualquier cosa.
Había estado todo aquel tiempo cambiandose las vendas del brazo, debido al incidente hacía no mucho ocurrido, cuando el bisturí se clavó "accidentalmente" en su brazo. Aún se le erizaba la piel al recordar el suceso.
-Mierda... tengo que salir de aquí.
Siempre se decía es frase, claro que no veía aún posibilidades de librarse de esa maldita persona que lo había comprado. No sabía qué era peor... Temerle, u odiarlo.

Finalmente se decidió a bajar, pues sabía que si no iba él seguramente luego irían a buscarlo para hacer quién sabe qué cosa rara y dolorosa. Y no era por tener valentía la razón por la que se animaba a ir, era más bien entre curiosidad y saber que, de todas maneras, su amo buscaría alguna razón para castigarlo luego.

Se dirigió hacia donde se oían las voces, aquella sala. Vestía pantalones de jean, zapatillas, y escondiendo las vendas bajo una manga de la camisa blanca que llevaba. Al llegar se quedó parado en la puerta, observando inmutado a los tres individuos. No enojado, solamente... inexpresivo.

-Ese imbécil...merecía morir por tratar de hacerme un retrato de si mismo...-

*Contestó en seco, mirando a Alex de reojo, con un gesto completamente serió, cruzandose de brazos dejando el cigarrillo en sus labios, fumando de este con algo deansias, Aleister le recordaba a aquel idiota, y bien sabía que el lo odiaba...
Miró de reojo a Krist, como si preguntase conla mirada ''¿Qué me ves?¿Tienes algún problema?''...de forma severa y completamente frió, finalmente volvió a ver a donde Aleister.*

-Claro...y tu lo dices tan tranquilito...como se nota tu hipocresía...

*Vio a Aixarel bajar, finalmente...se había dignado a aparecer, se levanto y fue a donde el humano, tomándole por el pelo le halo con algo de fuerza , casí arrojandole donde Aleister, casí tirandolo.*

-Aleister...este retrazado, intento de humano...es mi otro sirviente...Aix...Aix...mierda...se me olvida el nombre de este chaval...

*Su gesto de pocos amigos era sumamente notorio, se cruzo de brazos, intentando calmarse.*

*Observó a Krist así como a Alex, escuchando lo que le decía, apenas ladeo surostro, con aquel porte elegante y amistoso de ''siempre''.*

-Hay hermanito... ¿Hipócrita?...te recuerdo que yo desaparecí a los 16...pues me fue para estudiar y hacerme de mi propia vida...en cambio...tu mataste a papá ¿a qué edad? ¿18? ¿19?...yo no estaba...me enteré después de lo que hiciste y de donde estabas...

*Miro al chico y el como Alex le aventaba, se acercó a este y le tendió una mano para ayudarle a levantarse, con aquella suave sonrisa en los labios, sus ojos seguían siempre tras el anonimato de su negrizco cabello.*

-Ven peque...te ayudo...¿Cómo te llamas? que parece que Alex-chan no sabe siquiera como se llaman sus sirvientes...

Krist entrecerró un poco los ojos dolido ante el trato que Alex le daba a Aixarel. El chico no se merecía eso, era amable e inteligente, aquello era injusto.

Se alegró un poco al ver que el hermano de Alex sí era amable con él y lo ayudaba a levantarse, hablándole con tono agradable.

Se quedó allí sentado en el sofá, esperando.

Fué tomado del cabello de pronto, y al caer al suelo se tomó con una mano la cabeza, maldiciendo entre dientes con la otra sobre el suelo.
-¡¿Pero qué carajo te pa...
Inmediatamente cerró la boca. Si, de seguro el mayor ya había descifrado el resto de la frase, y había sido más que estúpido de su parte decir eso. Pero... al menos se quedó callado, como demostrando que "no quería" decir aquello.

Miró entonces la mano del nuevo vampiro, y sin tomarla se levantó por su cuenta, casi altanero.
-Gracias, pero.. no gracias.
Musitó con suavidad, sin ser agresivo. Se cruzó de brazos y, con la mirada baja, caminó hasta recargarse en una pared. Se había golpeado justamente en el brazo herido, aunque no demostraba su dolor.

*Miraba a Aleister...se cabreaba por como actuaba este, tan mal nacido.
Camino donde la entrada a el comedor, mirando de reojo a Aleister.*

-Querías una cena ¿no?...pues...venga...

*Observó de reojo a Krist, indicandole que entrase al comedor igual, mirando a donde Aixarel, su gesto mostraba que en efecto se había percatado de lo que iba a decir, y una sonrisa cruel demostraba que le daría un escarmiento por decir aquello.
Si, le cabreaba que lo insultará su servidumbre, pero le cabreaba más aún que la servidumbre iniciará un insulto, pero no lo terminará.
Observó a Aleister nuevamente.*

-¿Y?¿O ya no quieres tu cena?...

*Miro a Aixarel, el como no aceptaba la ayuda...¿No confiaba en el?...vaya, tendría que esforzarse para ganarse su confianza entonces....
Miro a Alex, como se encaminaba a el comedor, sonriendo suave pero siempre amable, asintió suavemente para caminar donde el.*

-Pero claro que quiero cenar...es ecir, el viaje fue largo, hermanito...y quizás después puedas mostrarme la casa entera...¿No?...

*Calaba del cigarrillo, suavemente, dejando el humo libre por la misma boca con delicadeza haciéndose de una pinta refinada...demasiado, todo un burgués prácticamente.
Entro en el comedor el cual observó, sentandose en uno de los extremos de la mesa, con tranquilidad, esperando.*

Krist los siguió con la mirada pegada al suelo. Había notado aquella mirada de Alex, y sabía que estaba enfurecido así que lo mejor que podía hacer era mantener la boca cerrada y tratar de pasar desapercibido.

Los siguió al comendor y se quedó de pie, junto a la puerta, esperando las ordenes de Alex por que no sabía si quería que cenaran todos o por el contrario, le molestaría que se sentara sin permiso.

Miró de reojo a Aixarel, y dió un pequeño suspiro.

Al igual que los demás salió de la sala, con una expresión de notable molestia y que denotaba la repulsión hacia ambos vampiros. Posiblemente el rubio no se daba cuenta de que se estaba comportando como un idiota, y no tenía ni la más mínima intención de ser castigado de nuevo. Simplemente, no podía evitar mostrar su desagrado por medio de leves gestos.

Se quedó parado junto al peliazul, esperando también una indicación, con las manos ahora en los bolsillos y la mirada hacia un costado.

-Krist, y el idiota de su lado...sientense, que cenaremos...-

*Ordeno, al tiempo que se sento en el otro extremo de la mesa, observando a Aleister, fijamente, con el cigarrillo en labios.*

-Bien...te llevaré a mi sala de invitados, hermano, después de todo eres un invitado...

*Sonrió sçadico, al tiempo que miró a sus esclavos, como indicando que igual quería que estos fuesen, vaya que esa noche sería un verdadero espectáculo.*

-Ustedes obviamente irán también...pero antes quiero que cenen de maravilla...no quiero que mis esclavos sean anorexicos o algo semejante...

"La sala de invitados" Aquello hizo palidecer al menor, y le temblaron las piernas. Se cogió las manos entre sí, aún vendadas por la última visita a aquella sala y no pudo evitar morderse el labio inferior con fuerza, visiblemente nervioso.

Despacio, mirando al suelo y tratando de aguantar las lagrimas se sentó a la mesa, aún cogiéndose las manos.

No soportaría una visita más a ese lugar..

*Vio de reojo a Roxas pasearse por ahí, a lo que con un gesto de enojo le dirigio palabra.*

-Oyeme enano...¿dónde mierda estabas?...ven aquí y presentate...que tenemos un invitado, no, un nuevo huesped en la casa...

*Con un chasquear de su mano indico a los cocineros que comenzaran a preparar la cena correspondiente.
Miro de reojo a Aleister, intentaba hacerle cambiar, quizás con la reacción que tuvo Krist y que seguro el otro Delacroix notó, podría sacarle su verdadero yo.*