sin palabras -libre-

Andaba por ahí por puro ocio, cuando le entró hambre. Entró en la cafeteria y se sentó en una mesa -si, en la mesa, no en la silla- y se quedó moviendo las piernas de un lado a otro. Un mesero se le acercó mirándolo dubitativo, y él lo miró también ladeando la cabeza y sonriendo de oreja a oreja, con desquicio. El pobre hombre ya estaba bastante estresado al ver que a lo lejos uno de sus compañieros perdía el control y se ponía a... abofetear a un niño. Aunque el ángeloalgoasi ni le había prestado atención a ese detalle.

-IGUANAS.
Ordenaba, pero el hombre le decía una y otra vez que no habían "iguanas". El castaño se puso de pié tranquilamente, mas al momento comenzó a correr en círculos por toda la mesa.
-¡¡¡HUELGA DE IGUANAS!!!

Los meseros estaban frenéticos, atontados e incrédulos al ver ese extrañísimo "espectáculo". Dos niños raros corriendo por la cafetería gritando algo sobre una huelga de iguanas... ¿Qué tenía de raro? Nada, al menos no para esos dos loquitos.

El ángeloalgoasí sonrió feliz al ver que otra persona se unía a la huelga, y bajó de la mesa corriendo y saliendo de la cafetería. Unos minutos después regresó sosteniendo dos jaulas como con trenta iguanas dentro, grandes y pequeñas, y sosteniendo también con la boca una correíta que sostenía a una marmota con un tutú rosado. Abrió las jaulas y las iguanas comenzaron a tirarse de panzaso sobre los platos de las demás personas como pidiendo que se las comieran a ellas y el ángeloalgoasí comenzó a bailar La Macarena junto a la marmota sobre una mesa triangular (?).

La marmota luego de haber bailado con él también como por tres horas se fué el su globo mágico de un color, rosadoverdosoazul, y el ángeloalgoasí se paró junto al chico que estaba comiendo la iguana.
-Roja.
Comentó tomando una y pintándola de amarillo con otro aerosol y devorándosela de un bocado mientras se ponía uno de esos sombreros con frutas encima y se ponía su traje de Dark Vader.

Flotó por todas partes, de mesa en mesa flotamundo, y se quedó flotando frente al buso flotador.
-Es la una de la mañana.... En Disneylandia.
Le informó comiéndose una fruta de su sombrero. De repente todos cambiaron a vestir faldas hawaianas y tener spaguetti por cabello. Estiró una mano y se comió la albóndiga del suyo.

Tomó la última iguana que se iba y se la metió a la fuerza en la boca al buso y éste se atragantaba y moría. Entonces sacó una navajita, le cortó el brazo y se lo comió también.
-Ñam Ñam sabe a... ¡Nemo!
Se puso un sombrerito que le dieron de regalo cuando vió "buscando a Nemo" con forma de pato y comenzó a correr nuevamente por todas partes.