Un buen restaurante~ [Libre]

Su caminar era grácil y elegante, mas a la vez despreocupado, llevaba puesto un traje de gala negro, extraña y demasiado elegante vestimenta como para andar por lares como aquellos, en donde solo seres vulgares habitaban. La escasa brisa húmeda mecía sutilmente sus no muy largas hebras oscuras, y el silencio era corrompido por los quejidos de las asquerosas ratas rondando por los basureros descuidados o los gatos que por allí andaban de caza. Y también, una que otra pelea callejera en donde siempre alguien salía herido a muerte, ocasión que el hombre aprovechaba como oportunidad... No para alimentarse a si mismo, jamás haría algo tan bajo y asqueroso como servirse de algunos 'don nadie' moribundos, pues el solo bebía de seres con 'calidad'. Sin embargo, esos eran lugares perfectos para darles de comer a sus queridas mariposas que, si bien no tenían una real necesidad de alimentarse siempre, al vampiro le daba un "no se que" si los dejaba sin comer. Después de todo, armas o no, eran sus apreciadas mascotas.

Al escuchar un molesto y fuerte alarido que, por lo que parecía era el último de quien lo estuviera dando a oir, saltó ágilmente a una de las altas y mohosas paredes del callejón al que se dirigía, caminando allí como experto equilibrista, poniendose una mano en el bolsillo. Logró divisar apenas virando sus oscuras orbes a tres tipejos observando a otro humano moribundo en el suelo, seguramente el dueño de aquel grito anterior. Los hombres tenían macabras sonrisas de oreja a oreja y, luego de quitarle a la víctima en cuestión todas sus pertenencias más o menos valiosas, se marcharon sin más de allí. El vampiro observaba todo a una distancia prudente, con una sonrisa muy similar a la de los hombres.
Luego de que los abusivos se marcharan cuchicheando entre ellos cosas incomprensibles y dejaran al futuro cadaver retorciéndose en el húmedo suelo del callejón, Tyki dió un salto para caer al lado del sujeto, quien lo miró asustado, mas con sus últimas esperanzas pensando que tal vez el extraño recién llegado lo ayudaría. El vampiro se mostraba con su piel gris y las siete "x" marcando su frente, que a la vez era tapada por el flequillo, y lo miraba con aquellos ojos dorados que inspiraban un miedo paralizante.
-Haré que seas útil por última vez.
Sentenció con su expresión extraña y lúgubre, al tiempo en que alzaba su mano izquierda y apuntaba la palma hacia el desesperado tipejo. Posteriormente, centenares de mariposas grandes como su mano y de un tono púrpura oscuro emergieron de una herida circular en la mano, abalanzandose sobre el sujeto y, en pocos segundos, dejando nada más que secos huesos sin nada de carne y un poco de sangre manchando el mohoso suelo. Él se lo quedó mirando sonriente, a la vez en que las mariposas regresaban a su 'mano' y la especie de herida por la que habían emergido se cerraba inmediatamente.

caminaba con tranquilidad por ahi.. miraba el cielo sin preocuparse de nada. caminaba con su sombrero de copa y baston en mano

-que noche tan interesante.- murmura -este lugar es maravilloso...- murmura caminando sin preocupars, moviendose a un lado para dejar pasar a dos sujetos que corrian por ahi, sine mbargo, al estra tan aburrido, hace tropezar a uno con su baston, una vez en el suelo, le pisa el craneo haciendolo estallar

-estos lares estan tan llenos de muerte..- dice con una sonrisa, salpicado de la baja sangre de ese sujeto...

dejando escapar al otro camina por los callejones

-por el palacio no existe este ambiente de muerte injustificada.... que delicia..- murmura para si caminando y caminando, divisando al hombre con las mariposas...

-unm...- se queda mirando alas mariposas comer.. ciertamente nunca habia visto algo asi.. -que sran?- s epregunta en voz alta sin notarlo.

Habiendo dejado que las numerosas mariposas regresaran a "su hogar" en él, observó el seco esqueleto con disgusto. El aroma a sangre coagulada le resultaba asqueroso, pues estaba acostumbrado a beber solamente el elixir carmesí de esclavos que él mismo elegía .
Pateó algunos huesos desganado y se dió la media vuelta, mas al hacerlo notó que un niño lo observaba de no muy lejos. Ladeó la cabeza y sonrió con disimulo, poniendose una mano en el bolsillo.
-Mariposas, cientos y cientos de mariposas.
Comentó como respuesta a su pregunta, que había oído con facilidad. Le era extraño ver a un jovencito a esas horas y caminando solitario por lugares tan recónditos, aunque en realidad poco le interesaba.
-Eh, niño. ¿Qué haces por aqui?... Aqui ocurren cosas peligrosas, mejor regresa a tu casa.
Comentó, acercándosele a pasos lentos y completamente despreocupados.

posa su mirada fija en el alto hombre, sin mostrar ninguna expresion, simplemnete onrie de lado -Buscaba desaburrirme un rato.- contesta sin mas, sin moverse de su lugar, competamente relajado, epro sin despegar su mirada fija del hombre. de sus despreocupados ojos.

-y talvez omer algo, uno nunca sabe lo que puede ocurrsele cuando sale a pasear bajo la noche.-

-Eso es muy cierto, pequeño. Por ejemplo, yo acabo de alimentar a mis mascotas sin necesidad de pagar nada.
Inquirió, parándosele en frente e inclinandose un poco hacia él, ni siquiera asi pudiendo quedar a su altura. De una u otra manera, le agradaba la expresión despreocupada y altanera del menor.
-...Pero, lamentablemente la única comida restante que pude ver se fué corriendo por donde tú viniste.
Agregó con desinterés, sonriendo de lado y dejando que, al estar en esa posición, algunas de sus hebras oscuras medio taparan sus ojos..

no alza la cabeza, mas le sigue ocn la miada, sonriendo de lado y sin preocuparse de nada

-mascotas?? que cosa crias? te refieres aesas mariposas?- pregunta acomodandose su sobrero de copa. -para serte sincero, nunca habia visto una como esa; tendre que conseguir algunas, si es que me dice usted donde puedo hayar alguna...- dice medio en broma


-se fue corriendo??- pregunta mirando su bota manchada de sangre; -jee.. te puedo asegurar que uno ahi sigue, soloq eu no te aseguro que tenga el craneo en perfecto estado.- dice -uanque si te gusta la comida as, no hay problema, pero no creo que te guste recoger omida del suelo.-

-¿Conseguirlas? Un pariente mío las 'inventó', solo existen las que yo tengo. Y no sería buena idea darle una a alguien, pues se comen todo menos a mi.
Bostezó tapándose la boca elegantemente, haciéndose un paso hacia atrás. Entonces, logró olfatear sangre cercana. ¿Comida del suelo?... Tenía que ser una broma.
-No, la verdad no me apetece comer por ahora. Aunque gracias por la información

-je, sabia que no le aceptarias- dice riendo levemente

-entonces porque no me han comido? o es acaso que solo devoran carne viva?- pregunta -o te obedecensolo a ti, de cualquier manera se me hacen criatura exepcionales esas que tu posees. - dice con la mano en alñ barbila mirandole de punta a punta

-Asi como tú dices, me obedecen únicamente a mi. Es por eso que no se las puedo "prestar" a nadie.
Por un momento alzó la mirada y observó hacia el cielo, y la hermosa y blanca luna acompañada por sus brillantes estrellas. Era una noche espléndida para cualquier cosa, a pesar de que el ambiente en el que estaban ahora era verdaderamente una porquería, repleta de olor a sangre coagulada y cadáveres podridos.

mira al cielo tambien si era muy bello,per casi no le interesaba esas cosas.

-dime. eres de eos que solo salen de noche? y te alimentas de al gente que pasa por ahi?- pregunta -o solo sales a pasear a tus mariposas?- le bregunta con uan sonrisa amable y algo infantil.

Bajó la mirada para volver a enfocarla en el niño, sonriendo levemente también.
-Puedo salir de día si quiero... Hoy no me dió sueño, asi que salí a caminar, y supuse que era una buena situación para "jugar" un rato y alimentar a las mariposas.
Le contestó con calma, y un tono suave y ronco.

-ah ya veo....- cntesta con uan amable sonrisa al sujeto. aun que aun le intrigaban esa maripoas nececitaba tener algo como eso, asi podria divertirs n poco mas
-usualmenet duerme de noche? que extraño- dice riendo levemente tapandose la boca.

-Así es. Son costumbres, solamente. A demás de día no hay tantos de los "nuestros" deambulando por ahí.
Le dijo en tono calmo y sereno, comenzando a caminar como si nada hacia la salida de los callejones, sin decir nada más. La peste a sangre coagulada lo estaba asqueando, y tampoco le agradaban demasiado esos lares y su aspecto.

lo mira alejarse mirandole -que delicado..- murmura -el edor de muerte no es tan desagradable....-

cments con uan muy amable sonrisa