¡Guauf! (Libre)

Los campos de Golf eran sumamente extensos, escasos de jugadores mas aún así con algunas pocas personas jugando solitarias, con muchos árboles y arbustos para esconderse. Era un lugar simplemente perfecto para ir a jugar un poco, pero no al golf exactamente.
Estaba transformado en lycan, aunque ya que no había usado su transformación más avanzada, en ésta parecía solo un perro grande, de apariencia salvaje pero inofensiva, pues movía la cola de lado a lado cual mascotita alegre. Cada pelota que pasaba al lado del árbol detrás del cual estaba ya no podía viajar más allá de eso, pues la atrapaba antes de que siguiera y luego volvía a tirarla hacia donde provenía, en busca de que el duelo de aquel "juguete" se la volviera a lanzar. Sin embargo, los que se daban cuenta de ésto decidían trasladarse a otro lugar más lejano molestos, dejandolo solo y desamparado.
-Ummmmmrrgh~..
Se quejó en un tenue gruñido, sentandose al pié del árbol con la mirada baja. ¿Cómo podria ser que nadie quisiera jugar con un lobito tan lindo como él~?.

Varios de los colmilludos adinerasdos que se habían alejado, se veían a lo lejos cuchicheando entre ellos y señalando el lugar en donde las pelotas eran atrapadas por él. Definitivamente eso no era una buena señal, por lo que lo mejor sería trasladarse hacia otro lugar y esconderse allí.
Cuando se dió la media vuelta, vió a una... ¡¿Niña?!... Comenzó a caminar sigilosamente hacia un costado, pero escuchó que ella le decía algo.
-Ja, genial.. Tenía que ser una... chica.
Pensó con molestia. Justo en el momento en que debía escapar, su peor temor se le aparecía por detrás.
Ignoró las señas que le hacía y caminó hacia un costado dirigiendose hacia otro árbol, esperando a que no lo siguiera.

Suspiró al ver que se marchaba, y continuó su camino algo distraído, mirando hacia cualquier parte excepto la dirección hacia donde caminaba. En eso, sintió que chocaba con algo, por lo que alzó la mirada suponiendo que había sido un árbol o algo por el estilo. Sin embargo, había chocado con las piernas de un... un vampiro.
-¿Wauuf~?
"Dijo" dubitativo, a la vez en que el vampiro lo tomaba por un collar que tenía -en el cual estaba escrito su nombre en oro- del cuello, y lo sostenía en el aire.
-Te atrapé, perro pulgoso.
Canturreó victorioso el colmilludo.
Suponiendo que lo iban a llevar al calabozo, el cuadrúpedo observó a la chica a lo lejos, rezando por que lo ayudara.
-¡*Zigh* ¡¡GUAFH!! *Zigh* ¡¡Uuuuh~!! ¡Auuh!
Todo tipo de quejidos y alaridos soltaba para atraer su atención, mientras que se movía como loco intentando escapar de entre las manos del vampiro.

Se distrajo viendo a una ardilla correr, Asi ke no se dio cuenta de lo ke pasaba con el lycan y el vampiro. Mientras, undine, su ala blanca, salio toomando la forma de una mujer. despues se jalo algo el parpado hacia abajo y le sako la lengua de manera infantilesca. Necro, su ala negra, salio al mismo tiempo, con la forma de un hombre emcapuchado, algo similar a la muerte el, cruzo los brazos riendose de una manera macabra y burlona.

Indignado observó mientras se lo llevaban las alas de la niña burlándose de él, mientras que aún era jalado por el vampiro por las patas delanteras. No tenía intenciones de mostrar su verdadera fuerza, pero no le quedaba opción.
De un momento a otro, en menos de un segundo, aquel vampiro ya no sostenía a un "perro", si no que ahora tenía en brazos a un muchachito de cabello castaño, bajito, y de aparienia humana, no aparentando más de quince años.
-¡¿Pero qué te pasa, idiota?! ¡Yo ya tengo dueño, mira mi collar! ¿O es que acaso eres analfabeto?
Exclamó al colmilludo con molestia, al momento en que éste, sorprendido, lo soltaba. Le mostró su collar, y luego el vampiro cascarrabias se fué maldiciendo por lo bajo. Había sido más fácil de lo que pensaba.
Sacudiendose la ropa, caminó hasta acercarse a la chica, quedándose a una distancia prudente.
-Chs~.. ¡¿Porqué no me ayudaste?! ¿No que era un "Lindo can"? ¬¬