Paseo~ [Libre]

Habia comenzado a recorrer caminando los distintos lugares, como no tenia ningun compromiso establecido aquella noche, se permitia ir a peso lento y calmado, tal como le gustaba.

Una leve brisa pasaba por el poco poblado lugar, a aquellas horas de la noche solo quedaban unos pocos individuos.
Miro al cielo, la luna se veia claramente entre dos grandes nubes,

Sonrio

Aparto un poco la mirada de la luna para dirigirla al frente, luego cerro los ojos y se quedo alli, en medio de la oscuridad un poco mas... disfrutando de la tranquilidad. Apenas habia entrado al parque, seguro no le veian, lo cual le agradaba en cierto modo.

Aun asi en el fondo parecia ansioso, como si esperara algo, suspiro levemente y se quedo inmovil.

El pequeño neko caminaba intranquilo, hiperactivo como siempre, con las orejas erguidas y la cola enroscada en una de sus delgadas piernas. Apenas era visible, debido a su estatura, y a la oscuridad que lo rodeaba. Al pobre pequeño le costaba bastante seguir caminando, pues no tenía más fuerza de voluntad, y llevaba días sin provar un bocado de comida descente.
Se veía demaciado delgado y ojeroso, mas estaba perfectamente limpio.

Sus pasos tambaleantes dieron fin no mucho después, dejando caer su frágil y pegueño cuerpo junto a un frondoso roble habitante del parque.
Con las orejas bajas y la cola aún entre las patas, murmuró para si mismo, apenas con energías sobrantes.
-Ya no.. puedo más..
Susurró, cerrando los ojos desganado.

Una de sus afelpadas orejas se movió por reflejo al oir esa voz extraña, pero no tenía energías como para asustarse o escapar. Pues... le daba igual si en ese momento su vida terminaba, ya que la misma no había sido demasiado dichosa como para apreciarla.
Así se quedó, en silencio, esperando a que algo más sucediera, o tan solo, morir allí.

En ese momento, su otra oreja se levantó al igual que su par, y abrió un ojo, divisando el caramelo con uno de sus orbes oscuros.
-¿De... De verdad me lo da-daría?
Cuestionó desde allí. A pesar de estar medio muerto, ¿Qué niño rechazaría un dulce de apariencia tan deliciosa?
No le importaba quién fuera el sujeto, pues su concentración estaba puesta en la golocina.

Miró el dulce dudoso. ¿En verdad se lo estaba dando?... Había aprendido a no confiar en la gente, mas el hambre no lo dejaba razonar demasiado bien.
Se fué levantando de a poco, sin quitar los ojos de encima de esa persona, sentandose luego a una distancia sensata con el caramelo en la mano.
En silencio, examinó a éste con la mirada y luego lo olfateó cauteloso, en busca de algo sospechoso.

Abrió el caramelo y luego lo olfateó de nuevo, mas como no notaba algo raro, lo introdujo en su boca.
-...Es comidita pornográfica normal...
Murmuró inocente, mirando la bolsa desentendido. A decir verdad, con un caramelo bastaba para que su estómago se llenara por un rato.
Miró al hombre, y se acercó gateando un poco más a él.
-¿Quién es usted?... ¿Y porqué me dió un dulce?
Cuestionó con simpleza.

Alsó una de sus orejas al oír aquello, mientras que la otra continuaba baja. ¿Cómo es que ese individuo no había contestado a su pregunta? ..Solamente porque no tenía ánimos de discutir, decidió responderle, con el mismo inocente e infantil tono de antes.
-Me llamo Súzu, y vengo de una cajita que está a tres cuadras de aqui.
Le dijo, ingenuo y un tanto confuso, esperando ahora la respuesta de su acompañante.

Miro al cielo algo pensativo pero a la vez conforme con la respuesta del neko, suspiro levemente y dirigio su vista a la criatura nuevamente, para responderle, no era de esos que dejaban las promesas a medias, para el era muy importante la confianza.

- Mi nombre es Matthew, y te di un dulce porque osino ibas a morir -le dijo sinceramente.

Sonrió infantil ante sus palabras, con un leve sonroso en las mejillas.
-No iba a morir, solo estaba cansado y me heché a dormir.
Aseguró, con ese tonito confianzudo y travieso que solía poner a veces. A pesar de que le estuviera mintiendo, era porque no le gustaba preocupar a las personas, a demás de que como siempre quería hacerce el fuerte.

Suspiro. Le cansaba que las personas intentaran engañarse a si mismas, y cada vez se convencia de que mientras no se creyeran completo el engaño ellos mismos jamas podrian convernser a otros, como estaba pasando ahora.

- Como digas.. - dijo en tono aburrido.

Se levento y miro al cielo poniendo de nuevo sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

¿Porqué está usted tan malhumorado?
-Le preguntó, de pronto, de la nada. El pequeño neko acostumbraba hacer aquellas preguntas, pues quería ver si con la respuesta era posible ayudar al individuo entristecido.
Se lo quedó mirando con sus grandes y oscuras orbes, espectante.

-¿Y porqué no busca algo para divertirse?
Cuestionó, de nuevo, con aquella espontaneidad maravillosa que los infantes poseían. Se le hacercó a gatas y se quedó sentado en el suelo, al lado del tronco en el que estaba. No conocía la razón por la cual sentía tanto interez por el adulto, tan solo, el también se aburría.

Ya sentado en el suelo, comenzó a mover su cola suavemente, levantando al frotar ésta con el suelo algo de polvo. Con una de sus patas, se tomó la cola y observó fijamente como se movía, divertido. No le era difícil encontrar algo para entretenerse, a pesar de que fuese algo insignificante.
-Puedo jugar con usted si quiere ^^
Exclamó, animado, alzando la mirada para observarlo con una grata sonrisilla.

Se sorprendio levemente por la propuesta del niño, aunque quizas era lo que necesitaba para distraerse un poco, despues de todo.

Y.. a que crees que podamos jugar? - le pregunto curioso por la respuesta, mirando como se movia la cola del niño.

-¡Hay muuuuchos~ juegos para mantenerse ocupado!
Exclamó sonriente, tras una tenue risilla infantil. De seguro le gustaría jugar con alguien más, después de estar tanto tiempo solo. Aunque, cuando se ponía a pensar, le dolía saber que seguramente luego de eso tendría que volver a vagar por ahí, acompañado nada más que por la soledad.
A pesar de todo, intentaba mantenerse alegre, observando al mayor con algo parecido a... felicidad.
-¡Como.. como las escondidas, o las atrapadas, o carreras!