De vuelta a Casa [Kiba]

Paquete?! Ya dije que no me gusta que me traten como un objeto!
-Reprochó, frunciendo el ceño, para darse cuenta de que ese no era el método.
Su mirada cambió a una triste, y en su expresión se notaba mucha melancolía.
P-Porfavor...
-Agregó.

- Ah por dios...

Suspiró arqueando las cejas, aun no podia acostumbrarse a su raros cambios de actituda, aún así se estiró a tomarle una muñeca y le obligó a sentarse de nuevo.

- Esta bien ya...no tienes que gritar...puedo hmm, ponerte a trapear si quieres

Le acarició la cabeza intentando consolarle, atrayendola la cabeza a su pecho, palpandola como si se tratase de un pequeño.

- Relajate, no ere sun objeto...

Suspiró al oir lo último, aunque sin poder evitar ruborizarce de nuevo.
-E-Está bien...
Murmuró, apartandose del pecho del vampiro y sentandose a su lado.

- Bien...

Se sacudió el saco después de que se apartara y s epuso de pie, tocandose los labios.

- Ah, rayos tengo hambre...

Susurró, buscando a sus alrededores.

- Hmm...ehm, tu si quieres...puedes, jugar a algo, no me importa a que...

Aunque nuevamente le enterneció verle el rostro colorado, y rió en voz baja mientras seguía distríado viendo por su ventana, que pereza le daba salir por algo, tendría que hacerlo con algun dirviente por esa noche,.

Comer?... Te refieres a sangre, verdad?
-Le preguntó, aún un tanto sonrojado.
Duele mucho?

- Hmm?

Le preguntó dudoso, girandose para apoyarse contra la ventana.

- Pues...no sé, creo que no mucho, aunque si, debe doler algo...después de todo es una mordida ¿no?

Dijo cavilando incluso el mismo sobre aquella situación.

- Pero tu dijiste que la has bebido tambien, verdad?

Claro, también es parte de mi menú.
-Comentó, mirando hacia otro lado, haciendose el despreocupado.
Bueno, considerado que no siento nada hasta sierto punto... ¿Po-Podriamos..intentarlo, no?
Claro si usted q-quiere. No estoy seguro si mi savor es el mismo que el de un humano..

- Jaja, en realidad, nunca he comido perro...

Expresó risueño, sacando la lengua al final, pero al mismo tiempo mirandolo incrédulo. Caminó luego hasta el sofá de nuevo y se sentó en uno de los apoyabrazos.

- Podríamos....si...

Susurró, ladeando la cabeza, se sentó a su lado, tomandole el costado del cuello con una mano, acariciandolo mientras buscaba con tiento la yugular.

- Que sorpresa, creí que de algo así te negarías hasta la muerte...

Solo es porque quiero saver si es tan horrible como dicen.
-Susurró, aún con ese bello carmesí en las mejillas, erisandose al momento en que sintió la mano en su cuello.

- No lo es...

Aseguró el mayor con voz tranquila, presionando con el índice y el anular suavemente cuando la ubico al fin, le era más cómodo de esa forma, así, no tenia que matarse hurgando con los dientes y sobre todo no se manchaba la ropa.

- Por eso no debes de moverte mucho y respira normalmente o puedes hacer que te duela la cabeza y no querrías ensuciarte tampoco, la sangre es muy dificil de quitar y eso es muy molesto...¿Seguro?

Le preguntó una vez más, arrastrandose en el sofá un poco más para acercarse al castaño.

Asintió levemente, tragando saliva.
-Si.
Respondió, cerrando los ojos. Estaba dispuesto a seguir todas las indicaciones del mayor, por lo que solo le quedaba esperar.

- Bien...

Le susurró, cuando empezó a acercarse con el rostro al cuello ajeno, con la mano sobrante le sostuvo la espalda por la cintura y una vez que con la boca hallase la yugular con ayuda de sus dedos, se aferró a aquella zona de piel, laminedola fugazmente un instante, familiarizandose con lasformas del otro para estrecharle con ambos brazos. Jadeó un poco del solo antojo y abrió ambas fauces lentamente, sin intención de asustarle y en un movimiento rapido pero sutil, clavó ambos colmillos, esperando que el rojo liquido manara de ambos agujeros naturalmente y así su boca se comenzó a llenar de la sangre del otro, que aunque tenía un sabor peculiar no era desagradable, su aroma tampoco, y su cuerpo vulnerable tan pequeño entre sus brazos, era terriblemente deleitante.

- Mhm...

Arqueó su espalda. El solo pensamiento de sentir los colmillos en su cuello lo estremecía por completo.
Con sus ojos entrecerrados, miró de reojo a la borrosa figura del vampiro, apretando los puños y apretando con fuerza los cojines del sofá.
Su corazón latía con una rapidez increíble. No era dolor, eso que sentía no era dolor en absoluto, era algo más bien.. placentero...
Se quedó asi, esperando a que su acompañante terminara.

- Nghh...

Jadeó, unos tragos más. Que pena el no poder desangrarlo hasta la última gota. Su sangre espesa, dejaban un efecto duradero en su garganta gota a gota, pero se tuvo que recordar el que tenía que parar pronto a pesar del manjar tan delicioso que tenía aquella noche por cena, pero su subconsciente se complació de saber que ahora, aunqeu el otro no lo quisiera, lo tendría las noches que se le antojaran. Con esfuerzo inmenso, se separó del cuello del pequeño, sin soltarle de su abrazo y lamió lentamente de los restos que quedaban en ambos holluelos porvocados por sus colmillos. Jadeando un poco, permaneció así, no aproposito, solo con la intención de hacerse a la idea de que por esa noche tal vez no podría beber más.

Ahora, sus parpados se cellaron, todavía con las mejillas sonrosadas, dejó caer su cuerpo en los brazos del mayor.
Respiraba agitado, aún con los puños sosteniendo los cojines.

Cuando a los pocos segundos salió del aturdimiento que cada trago le causaba, cerró los parpados con fuerza y luego los abrió viendo con claridad, acarció la espalda del chico con la yema del indice y sonrió levemente hablandole al chico al oido.

- HA sido tan terrible como dicen?

Un poco más calmado que en momentos anteriores, escuchó atentamente a su amo.
-No..No lo creo.
Contestó, aún entre sus brazos.

- Que bueno...

Aspiró su aroma despacio, arrastrando la nariz por su cuello, donde instantes antes habia mordido para embriagarse de nuevo con lo que quedaba de su sangre. Juegueteando con los dedos por su espalda.

- A mi me gustó mucho tu sabor, me dejó con ganas de más....y más...

Le tomtó dle mentón sonriendole, relamiendose los labios lentamente, y cerrando los ojos, muy cercano a su rostro.

Se puso una mano en el cuello, en el lado que no había sido mordido.
-Solo espera a que me llene de sangre otra vez.
Bromeó en un susurro. Tal acción duraba solo segundos, enrealidad, ya deberia estar "lleno" de nuevo.
Alsó la mirada, viendolo fijamente.
Tal vez, solo tal vez, no era un amo tan malo..

-...más...

Repitió susurrante, hurgando con la nariz lamano que cubría la fuente de su alimento, mordisqueandole la muñeca con los labios y se apoyaba com ambas palmas a sus costados.

- Y no quiero esperar~

Canturreó en un murmullo, acariciandose ahora el rostro con la mejilla del chico, removiendole la mano con la propia suavemente.

Cerró los ojos con fuerza, ruboruzado de nuevo, cosa que ya no era tan extraña en el castaño.
Retiró su mano, tras un suspiro.
-No estás lleno ya?
Murmuró, aunque sin mostrar resistencia.

- Hmm....pero la gula no es tan mala...

Susurró sonriente, tomando por pedazos la piel del cuello del licano, succionandola y lamiendola dentro d esu boca hasta encontrar la deliciosa vena plapitando de la que bebería por segunda vez.

- Y ya te dije lo mucho que me gustaste...

Pero solo un poco...
Replicó, mirando hacia otro lado.
La verdad era, que eso le encantaba. Era casi tan bueno como beberla, aunque claro que nada superaba esa sensación.
Podía entenderlo a la perfección, por lo que no se negó ni un poco.

- ...Un solo trago...

Le dijo cuando le aprisionó de nuevo entre sus brazos, apretandolo hacia su pecho y hacia su boca antes de presionar en la delgada piel de su cuello, mordiendo hasta entrar en ella, esta vez impaciente por esperar a que brotara sola, empezó a sorber de los ahujeros, hacienco presión en la vena con el resto de los dientes para hacer al liquido salir, apretujando la espalda del menor con ambas manos, respirando muy lentamente, disfrutando de cada una d elas sensaciones que la sangre le daba, escuchando sus recuerdos muy lejanos y complaciendose al percatrse de que al otro le gustaba el momento cai tanto comoa él mismo.

K-Khhs..
-Nuevamente su corazón comenzó a palpitar, alborotado y exhaltado.
Jadeó un poco, dejando caer hacia atrás su cabeza para darle más espacio para morder, con los ojos cerrados, sintiendose minuto a minuto un poco más debil.