Mi perrito se enfermó (Libre)

*Tranquilamente caminaba por las calles, cargando con el un bulto bajo una cobija...ropas negras, pareciendo vestimenta de luto con sombrero de copa negro, peliblanco con un flequillo que impedía que se viesen sus ojos, una amplia sonrisa que le diese un semblante maniaco, como si fuese un psicópata, se notaba una cicatriz atravezar su rostro.
Llego al lugar indicado y entró, en el recibidor dejó aquel bulto.*

-Kukuku ayuuuudaaaa....mi perrito se enfermó...

*Un enfermero le atendió y al quitar la sábana blanca teñida de carmesí descubrió un cadáver de lo que era un perro de no más de 2 años de edad (años humanos= 14 años perrunos) de color café con los ojos miel, desviados, con la lengua de fuera, bañado en su propia sangre, víctima de peleas callejeras seguro, muerto en la calle y recojido por el extraño joven quien se mecía alegre de lado a lado...¿será que no se dio cuenta que el animal estaba muerto?...no...si sabía que estaba muerto y por eso lo había recojido, le encantaban los cadáveres...pero aquellas manchas de sangre, le dio miedo que el perrito se ''enfermara'' por alguna infección y le pasara algo malo...algo estúpido, pero así era....*

Daniel había estado ahorrando el dinero suficiente como para poder ir a comprar algunas medicinas para su numerosa familia gatuna que aumentaba cada día más. Eran simples pastillas desparasitadoras lo que necesitaba que sabía que ayudarían a los gatos a no coger infecciones que necesitaran después de medicinas más caras imposibles de conseguir para el chico.

Llegó contento, aunque su seria expresión no lo demostrara, ya que había trabajado muy duro y era feliz de poder cuidar de sus gatos pero al entrar escuchó aquello de que el perro estaba enfermo.

"Lo dice con un tono muy extraño.. quizás no sea grave"

Pensó el joven que aún asi se acercó curioso y al ver el cadaver del pobre animal retrocedió horrorizado llevándose las manos a la boca mirando con ojos muy abiertos la escena.

*Sonreía de aquella amplia forma, mientras el veterinario, el enfermero veía aquel cadáver del can muerto, cual pareciera que se levantaría en cualquier momento como aquellos perros de las peliculas de terror.
Mecía su cuerpo de lado a lado observando todo pese a que sus ojos se encontraban bien ocultos tras su cabellero grisáseo.*

-Kukuku ¿Esta bien entonces?...jujuju... ¿No es grave verdad?...-

*¿El pelo no le dejaba ver que el perro estaba muerto y que ya no importaba si estaba enfermo o no?...a saber..pero su pinta de loco seguía ahí y era bien apoyada por sus comentarios y palabras...siguió esperando un diagnóstico del perro, sin siquiera percatarse que había alguien más ahí.*