Maldita maldición... Llegada. [Libre]

Un barco ostentoso llegó al puerto. Pusieron aquel puentesito, las voces y el barullo, el desorden, la aglomeración de personas... Bah, "personas"... ni siquiera eran dignas de llamarse así, esas odiosas criaturas con largos colmillos que drenaban a los demás solo con la excusa de "eres mi esclavo y sirves para alimentarme".
Todo tan confuso y ensordecedor. Una situación digna de llamar porquería era en la que se encontraba el castaño.

Del barco se abrieron las puertas de las jaulas en donde yacían todos los esclavos. Bueno, al menos los sobrevivientes que habían podido resistir el tortuoso viaje en que los trataban peor que a animales callejeros. Cada uno siendo llevado por un maldito vampiro, en caso de híbridos, dos debido a su fuerza. Algunos llorando, o maldiciendo, otros a punto de desmallarse, pero demasiado pocos en silencio, habiendo aceptado la situación como lo estaba haciendo el lycan en ese momento.

Gilbert era llevado por dos vampiros fortachones y corpulentos que se murmuraban cosas -que Gil sabía eran sobre él- y reían por lo bajo. Él iba callado y cabizbajo, vistiendo una camisa desgarrada en la espalda a causa de los azotes y un pantalón desgastado, descalzo y con su sombrero, su única posesión en buen estado por el momento. Pero entonces, uno de los vampiros, el más musculoso, riendo le quitó el oscuro sombrero. El lycan de inmediato alzó la cabeza y lo miró con odio, perdiendo la paciencia de un segundo a otro. Ya se había artado de tener que oír durante todo el camino sus burlas, quejas e insultos... ahora que estaba a un paso de la libertad ya no los soportaría. Claro, no pudo evaluar la situación ni meditar, pues sus impulsos agresivos le ganaron.

De un rápido movimiento extendió el brazo y le arrebató con brusquedad el sombrero de las manos, dandole un buen golpe en la cara al otro, y posteriormente una patada en el abdomen que hizo que callera hacia atrás y al agua, debido a que estaban sobre el delgado puentesito entre el muelle y el barco. Pero el otro colmilludo, bien "sacado de onda" lo agarró por los hombrós y empujó hacia el muelle, provocando que Gil callera de pecho al suelo, apenas pudiendo apollarse con las manos, sosteniendo con una el sombrero.
-¡¡Déjame, maldita bola de grasa!!
Exclamó furibundo, intentando incorporarse. Sin embargo, el vampiro le puso un pié en la espalda -entre los omóplatos- y presionó hacia abajo, sin darle posibilidad al lycan de poder levantarse. Si, obviamente un hombre lobo posee una fuerza descomunal, pero hay casos en los que un vampiro puede superarlo, y más si se toma en cuenta la delgada complezión de Gilbert y los exagerados músculos de aquel que lo estaba sometiendo.

El vampiro sacó un fuete, y lo alzó, dando sin previo aviso un azote en la, ya anteriormente en el viaje, maltratada espalda del castaño. Éste gimió por lo bajo, bajando la mirada, y deseando con todas sus fuerzas que alguien fuera a rescatarlo.

*estaba caminando y veia a alguien que estaba em problemas, asi que con una bara de metal me acerco al vampiro que estaba distraido y le golpeo la cabeza, tenia el pelo largo lo que al moverse no se podia ver mi rostro* Corre!!!*decia mientras veia que otro se acercaban a mi*, no te preocupes, escapa antes que te atrapen...*decia mirandolo, pues nunca le gustaba ver a alguien lastimado*

Al notar que "algo" distraía al vampiro, y que éste disminuía la presión con el pie sobre su espalda, inmediatamente se levantó -un poco adolorido y tambaleante, debido a las heridas en su cuerpo-. Pero no pensaba abandonar allí a su salvador. Tomó el sombrero y antes que nada se lo puso, pues aunque suene cruel, esa sería siempre la prioridad, y luego corrió en dirección al humano. Le dio una patada al vampiro, sin poder tirarlo al suelo pero sí logrando empujarlo un poco hacia adelante, y retomando el trote agarró al menor y lo tomó en brazos cuidando de no lastimarlo, volviendo a correr hacia el lado contrario, alejandose del barco y del vampiro que los maldecia desde lejos.

Corrió y corrió con rapidez, hasta llegar a una zona lejana en donde los árboles abundaban y no parecía haber nadie. Dejó al niño allí, sobre el cesped, y con la respiración agitada lo miró, clavando las iris doradas en las orbes del pequeño.
-...Gracias.
Fue lo único que se dignó a decir, bajando un poco la cabeza.

*miraba como el chico le salvo la vida y salimos rapidamente a lo que me sorprendi, pense que era u vampiro o un licano*

*al estar lejos, veia que estaba cansado y me preocupe* Estas bien?, es mejor que descanzes

Una vez más, con una mano se acomodó el sombrero, poco a poco normalizando su respiración, y con la cabeza gacha. La herida en su espalda le escocía, cosa realmente molesta, pues también rozaba con los trozos de ropa despedazada.

Suspiró, y apenas levantando la cabeza para mirar a su acompañante, intentó sonreír.
-No, estoy bien... solo es un razguño.
Claramente mintió, pero odiaba preocupar a los demás.

*sentia que mentia pero en eso de mi bolsa saco un pañuelo y alcohol* Voy a ayudarte, las heridas pueden hacerte enferma y traer infeccion, dejabe curarte porfavor*decia mientras le tomo de la mano para que se sentara, queria ver su herida y curarle*

Se estremeció al ser tomado de la mano. Aborrecía el contacto, a pesar de que fuera ese tipo de nimiedad como un simple toque de manos, con alguien a quien acababa de conocer. Se sentía incómodo y desconfiado, pues a pesar de que aquel pequeño fuese un humano, aún así tenía razones para desconfiar.
Pero bueno, al menos no era un neko.

-No... No es necesario, yo estoy... b-bien.
Le aseguró, negando con la cabeza, aunque sentándose de inmediato casi con obediencia.

*veia que sentia algo de desagrado en su rostro, estaba triste; claro que entendia asi que dejo el pañuelo y el alcohol cerca de donde esta* Te lo regalo, yo queria curarte pero si te molesto puedes curarte *sonrio*, no quiero imcomodar

Lo miró abriendo los ojos un poco más. inclusive, llegando a sonrojarse apenas visiblemente. ¿Era posible que alguien estuviera siendo amable con él?... Definitivamente no estaba acostumbrado a aquello, aunque daría su mejor esfuerzo por no parecer arrogante ni descortez. Pero, por supuesto que eso no quitaba el hecho de que aún así resultara ser alguien bastante callado.

Miró el pañuelo, y con una notable indesición, lo tomó y lo mojó con un poco de alcohol. Luego, rodeandose con un brazo -pasando el izquierdo, con el que sostenía el pañuelo húmedo, por debajo del derecho- comenzó a pasárselo por las heridas que escocían, de vez en cuando soltando un suspiro en señal de dolor.
-...Gracias.
Repitió, en voz baja.

-de nada, *sonrio* tu.. no eres humano verdad?, esas palizas incluso no podria aguantarla y correr a tanta velocidad, eres un licano

-etto.. no te preocupes, no te hare nada solo que tengo la mania de ayudar a los demas; es que to tambien he sufrido demasiado al llegar aqui; pero bueno ahora estoy bien bueno estoy cuidando a mis hijos n_n

Mientras continuaba intentando curarse, o al menos desinfectar un poco las extensas heridas de su espalda, escuchaba hablar al pequeño. Simplemente no podía entender cómo era que la gente de allí socializara con tanta facilidad y de inmediato adoptaran esa forma de ser tan confiansuda.
Negó para sí mismo con la cabeza, como queriendo espantar esos pensamientos.

-Así es... Soy un lycan.
Se limitó a decir, asintiendo posteriormente con la cabeza, aún de vez en cuando haciendo muecas de disgusto debido al alcohol que escocía en las heridas.

*desde eso me quede callado ya no queria decirle mas preguntas y ni lo miraba solo estaba ahi sentado tranquilamente; no queria molestarlo demasiado con preguntas*...*miraba volar una maripoza y al estender mi mano la mariposa se posa en uno de mis dedos, la miro pues tenia bellos colores, negro y naranja*

Tras un rato de incómodo silencio, pudo terminar de pasarse el desinfectante por las heridas que ya no sangraban tanto. Dejó el pañuelo a un lado y levantó un tanto la mirada, para observar a la bella mariposa. Quiso extender la mano para ver si ésta se paraba ahora en su mano, mas de inmediato salió volando, espantada por el lycan.

Bajó la cabeza y negó con ésta, entrecerrando los ojos.
-¿Vives... hace mucho aquí?
Cuestionó, con intenciones de hacer el momento un poco más ameno.

-si, hace 2 años*decia sin mirarlo pues pense que lo estaba incomodando*; yo soy esclavo y padre de los hijos de mi amo

No pudo evitar sorprenderse un poco ante la última frase. ¿Pareja de un amo, quien seguramente era un vampiro?... Definitivamente, habían muchas cosas que no podía creerse, pero ésta era la que lo dejaba más intrigado.
Evitando quedarse boquiabierto, negó un par de veces con la cabeza. Quería evitar a toda costa decir algo inapropiado, pues si ese niño, quien acababa de ser su salvador, era pareja de uno de esos molestos colmilludos... no quería ofenderlo con tontos comentarios.
-A-Ah, ¿Si?... Que... bien, me alegro.
Musitó, encogiendose levemente de hombros.

*sentia que no debia decirle sobre su amo, asi que tuvo que explicar*Al principio.., el me trataba mal porque no lo obedecia, estaba asustado y queria regresar a japon, ese dia que me secuestraron, mama murio de un infarto pues los que me secuestraron hicieron una falsa muerte de mi, un auto fue lo que causo mi muerte y que estaba en la tumba, mi madre no pudo aguantar muchas malas noticias y le dio un infarto.

-Yo me negaba a obedecer a mi amo, al intentar tomarme se detubo y me llevaba a un lugar donde me encierra, no queria lastimarme porque despues de esto al abrirme la puerta el lugar estaba destrozado; despues de meses mi amo estaba diferente, me invito a pasear por la mansion, se volvio algo amable conmigo y me ponia feliz aunque mis sentimientos a el crecian, despues quede embarazado y ahora mis hijos nacieron*sonrio*, aunque nose porque las personas le desagradan los vampiros, se que es porque algunos son crueles, te tratan como eres, eso lo se y lo he pasado...