Continuaba un tanto moribundo, pálido, y completamente quieto, como si de un muerto se tratase. No tenía idea de lo que sucedía en ese momento, mas tan solo recordaba algunas cosas de su pasado. Era como si solo aquello fuera lo que podía pensar en aquel momento, como si solo fuera posible concentrarse en aquello...
Recordaba, por primera vez, a sus padres, y también podía acordarse del momento en que lo habían secuestrado para llevarlo a esa isla siendo apenas un bebé. Muchos vampiros lo habían comprado, y a la vez, muchísimas veces había sido entrenado. Algunos solo lo querían para utilizarlo como un juguete para satisfacer sus necesidades, otros tan solo para alimentarse de él, y algunos más, solamente lo compraban porque querían divertirse un rato debido a que estaban aburrido. Pero siempre era el mismo final: Ser devuelto al mercado, o simplemente, nunca más volver a ver a sus amos...
Aquellos eran dolorosos recuerdos que, rara vez, se cruzaban por su mente. Y aún más le dolía que últimamente siempre escondía ese sufrimiento tras aquella forzada sonrisa. ¿Alguna vez volvería a sonreir con sinceridad?