"¡Yo NO pedí ser esclava!" le habló en el mismo tono imperioso. "¡Me quitaron todo! Mi libertad, mi familia... ¡Mi vida!" era difícil contener el sentimiento, las lágrimas se agolpaban en sus ojos haciéndolos vidriosos. "¡Y claro que eres la peor! Porque yo, en tu lugar, jamás tomaría a un igual como esclavo. ¡Nunca! ¡Es un acto aberrante! Un crimen..." un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas.
"Jamás le hice daño a nadie... No entiendo porque me tiene que pasar esto.. ¡A mi! ¿¡Por qué!?"